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mayo 3rd, 2016 by lasvoces

Redacción: (Juan Carlos Girauta; Diputado a Cortes por Ciudadanos (C’s) y Portavoz de C’s en el Congreso de los Diputados.) – Los de la Basura. Como sospecha el lector avispado, el único partido al que Génova tiene por amigo estratégico es Podemos. Y el único al que tiene por cordial enemigo es Ciudadanos. Podemos les -PP- encanta; es por la retroalimentación y porque, a fin de cuentas, es hijo suyo. Concurrí a tres elecciones -2003 y 2004- bajo el logo del PP; lo hacía por convicción, y mi nombre iba de relleno; Creí un deber cívico ayudar al único partido -PP- [al que entonces creía] no contaminado por el nacionalismo, al único capaz de hacerle frente en última instancia. Aún no existía Ciudadanos, que se fundaría en 2006. Barcelona, 3 de mayo 2016. Fotografía: El portavoz de Ciudadanos (C’s) en el Congreso de los Diputados, Juan Carlos Girauta, en rueda de prensa en la sede de Ciutadans Partido de la Ciudadanía Ciudadanos (C’s). Archivo de Lasvocesdelpueblo. 

Los de la basura

El Rajoyesco Cuerpo de Difamadores, también conocido como “los de la basura”, cuenta con un arma definitiva, una que rasga famas y rompe prestigios con tal eficacia que el blanco queda irrecuperable. ¿Y cuál es esa arma? ¿En qué consiste? ¡En acusarle a uno de haber sido del PP! Desconcertante, ya lo sé.

 Lo hacía por convicción, y mi nombre iba de relleno

Debo de ser un verdadero canalla porque, tal como se han encargado de difundir, concurrí a tres elecciones bajo el logo del PP. Las municipales de 2003 por Castelló d’Empúries, bello pueblo costero gerundense, como cuarto de la lista. Las catalanas de 2003 por Gerona, en idéntica posición. Las generales de 2004 por la misma provincia, cerrando la lista. Alicia Sánchez Camacho, entonces presidenta del PP gerundense, había solicitado mi ayuda en la provincia más dura de España para su partido. Sería la única circunscripción donde el PP se quedaría sin representación en 2004. Durante meses conduje cientos de kilómetros diarios, gastándome la pasta y la energía en precampañas y campañas a cambio de nada. A diferencia de los otros asesores, no cobré ni un euro. Lo hacía por convicción, y mi nombre iba de relleno; todos sabíamos que no existía la más remota posibilidad de obtener concejalía o escaño más allá del primer puesto de la lista.

Aún no existía Ciudadanos, que se fundaría en 2006. Creí un deber cívico ayudar al único partido [al que entonces creía] no contaminado por el nacionalismo, al único capaz de hacerle frente en última instancia. Y lo ayudé en el lugar más difícil, la provincia a la que los altos cargos, cuando se dejaban ver en campaña por allí, llamaban “territorio comanche”. Luego, cuando el PP era linchado sin piedad y de forma permanente en los medios catalanes, lo defendí a diario, y a solas, en platós y estudios radiofónicos. Estrictamente a solas. Cualquiera de mis conciudadanos lo sabe. Sin embargo, en el relato que Génova ha tejido sobre mí, ahora que soy portavoz de Ciudadanos, todo lo que hice fue interesado: en realidad quería un escaño.

Nunca me ha importado estar en minoría; me atengo a mis principios

Tanto lo querría que luego rechacé por dos veces la oferta de Albert Rivera para ir en sus listas; en ambas ocasiones habría salido elegido. Los afiliados y simpatizantes de Ciudadanos que fueron testigos de mi compromiso público con su partido se llevarán las manos a la cabeza cuando lean las acusaciones de arribismo: llegué cuando todos daban por muerta a la formación, que acababa de cosechar unos 20.000 votos en toda España. Nunca me ha importado estar en minoría; me atengo a mis principios por encima de cualquier consideración y, por supuesto, por encima de las siglas. He defendido ininterrumpidamente la Constitución del 78 desde antes de que se promulgara; no todos en el PP pueden decir lo mismo. No calculé dedicarme a la política: me ganaba bien la vida como periodista de opinión y disfrutaba sobremanera al ver publicadas mis columnas; hoy gano menos y trabajo mucho más que entonces. No alegro los oídos de nadie ni sirvo para cortesano; he abandonado trabajos bien remunerados por discrepancias éticas o estéticas. Así que soy lo contrario de un arribista. Sé que nada de esto hará dudar a los lanzadores profesionales de zurullos genoveses.

Ah, antes de ser del PP fui socialista. Sí. Hasta 1986. Me fui hace ahora treinta años. Con mi arribismo habitual, dejé el PSC justo antes de la segunda victoria de Felipe González, después de haber trabado amistad con quien mucho decidía y todo lo decidiría en calle Nicaragua. Pero eso seguro que se lo explicará un día de estos Pepe García Domínguez, otro tan arribista como yo.

El único partido al que Génova tiene por amigo estratégico es Podemos

Como sospecha el lector avispado, el único partido al que Génova tiene por amigo estratégico es Podemos. Y el único al que tiene por cordial enemigo es Ciudadanos. Por eso trataron de acabar con Rivera comerciando en venales zahúrdas con una falsa hoja de inscripción… ¡a Nuevas Generaciones! Por eso envían copias de viejas papeletas a las redacciones acusándome ahora a mí de haber concurrido en sus listas. ¡Alguien que hace tal cosa no tiene perdón de Dios!, oigo ya exclamar a Celia Villalobos de Arriola. ¿Ha sido usted alguna vez comunista, cazabrujas?

Podemos les -PP- encanta; es por la retroalimentación y porque, a fin de cuentas, es hijo suyo

¿Por qué usarán sus armas de destrucción masiva contra Ciudadanos, un partido constitucionalista que permite el gobierno del PP en cuatro comunidades autónomas y trece capitales de provincia? Por varios motivos. De entrada, y abreviando, porque consideran que nuestros votos son suyos. Loca premisa que llevó al pobre Maroto a afirmar, al conocer los resultados de diciembre (y su falta de escaño), que tres millones y medio de españoles votantes de Ciudadanos habían arrojado su voto a la papelera. O sea, que lo de ERC o Bildu sí estaba bien votado, o lo de Compromís, o lo de DyL. Eso no iba a ninguna papelera, eso permitía una justa representación de todos los ricos matices políticos del noble pueblo español. Pero los cuarenta escaños de Ciudadanos eran detritus, no pintaban nada.

Podemos les encanta. Es por la retroalimentación y porque, a fin de cuentas, es hijo suyo; y no me refiero a que sean la indignada respuesta a sus políticas; me refiero a una relación padre-hijo. ¡Qué digo! ¡Madre-hijo! Hablo del minucioso mimo con que se les ha amamantado bajo los focos y abrigado en las frías alcantarillas del Estado. Hablo del espantajo que permite advertir “yo o el caos” y partirle las piernas al PSOE. Hablo de sustituir a los socialdemócratas por los revolucionarios para perpetuarse en el poder. Los figurones más extravertidos de la derechita viven esta paternidad, esta maternidad con tanto orgullo que a menudo se emocionan y rompen en públicos panegíricos a los chicos del comunismo bolivariano que un día cerrarán sus medios. Cosas de los conservadores españoles

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mayo 1st, 2016 by lasvoces

Redacción – El escritor español, Manuel del Rosal García, se dirige -en una carta abierta este ‘1 de Mayo’- a Gabriel Rufián Romero, el actual separatista diputado Nacional en el Congreso de los Diputados quien fue número 2 en las listas de la formación catalanista Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) de Oriol Junqueras Vies, y también simpatizante del colectivo separatista de catalanes castellanohablantes-separatistas de Cataluña: Súmate. Barcelona, 1 de abril 2016. Fotografía: El candidato de ERC al 20-D, Gabriel Rufián, durante una rueda de prensa en la sede de su formación. Archivo Lasvocesdelpueblo.

La carta es una réplica de las polémicas declaraciones del separatista Rufián Romero este viernes 29 de abril 2016 en su cuenta oficial en las redes sociales Twitter sobre el empresario español, Amancio Ortega. Deca este dirigente de ERC que: “He leído que a Amancio Ortega le felicitaron por su cumpleaños mientras cosía 14 horas diarias por 30 euros al mes en Bangladesh. O igual me he liado”, vociferaba este hombre separatista.

Mensaje twitter de Rufián

En este sentido el escritor Manuel del Rosal García considera que: “Los políticos como usted –Gabriel Rufián Romero– llegan a la política no para servir a la sociedad, sino para hacerse un político profesional ya que hacerse profesional de otra cosa les resulta harto difícil. Usted está adornado de esas cualidades que los partidos buscan en alguien para encargarlo de la manipulación de las gentes: miente, falsea, enreda, insulta

Imágenes del escritor español Manuel del Rosal García. Foto perfil Link Bubok del escrito. Lasvocesdelpueblo.

Imágenes del escritor español Manuel del Rosal García. Foto perfil Bubok del escrito. Lasvocesdelpueblo.

y crea problemas donde no los hay. Mire, señor Rufián, con mil Amancio Ortega España acabaría con el paro, con un millón de políticos como usted España – incluida Cataluña – se iría por el desagüe”, entre otras manifestaciones en su carta que reproduzco íntegra a continuación.

Carta abierta de Manuel del Rosal García a Rufián por sus comentarios sobre Amancio Ortega

«Rufián:

Usted debería respetar a esos hombres y mujeres que se lo juegan todo por crear y levantar una empresa que al cabo de los años da empleo a miles de personas lo que les permite vivir dignamente. Estoy seguro que fue un empresario el que les dio a sus abuelos y a sus padres la oportunidad de un trabajo y así poder emigrar a Cataluña donde años más tarde usted nació.

Usted vive tan ricamente de los impuestos de los ciudadanos sin darles nada a cambio

Por lo que sé usted, estaba en el paro antes de entrar en política. La política exige muy poco a quienes quieren entrar en ella, basta con el sectarismo de ideología y de partido, la entrega incondicional a las ideas y fines del partido, y el odio visceral al enemigo.

Usted reúne esas condiciones a las que suma su rencor, su resentimiento y su absoluta falta de imaginación e ideas para aportar algo a la sociedad. Mire señor Rufián, aporta mucho más a la sociedad el barrendero de las calles por donde usted transita que usted, usted no aporta nada; muy al contrario, usted quita a la sociedad porque usted vive tan ricamente de los impuestos de los ciudadanos sin darles nada a cambio.

Los políticos como usted llegan a la política no para servir a la sociedad, sino para hacerse un político profesional ya que hacerse profesional de otra cosa les resulta harto difícil. Usted está adornado de esas cualidades que los partidos buscan en alguien para encargarlo de la manipulación de las gentes: miente, falsea, enreda, insulta y crea problemas donde no los hay.

Mire, señor Rufián, con mil Amancio Ortega España acabaría con el paro, con un millón de políticos como usted España -incluida Cataluña- se iría por el desagüe.

¿Quién se ha creído usted que es?

¿Quién se ha creído usted que es? Usted no es nadie, es un recién llegado a esa política nueva y al mismo tiempo vieja en ideas y en propuestas, Esa política en la que recalan quienes, llegando en bicicleta, salen en coche sin haber aportado nada de nada salvo el veneno y la toxina que destilan sus lenguas para embaucar a ingenuos, incautos y poco avisados ciudadanos que piensan todavía -¡pobrecitos míos!- que el trabajo lo proporciona la Virgen de Monserrat y no los empresarios.

Usted, pervirtiendo la verdad, demoniza a un empresario que de la nada ha creado un imperio, un empresario que, si en vez de nacer en España nace en EEUU, sería llevado a los altares, pero para su desgracia, ha nacido en el país donde más paro hay y, sin embargo, se criminaliza a quienes crean oportunidades y puestos de trabajo.

Ofrecen como mercenarios y sicarios políticos al servicio de su señor

Usted sabe que en el mercado laboral -según su perfil- le sería difícil encontrar un puesto de trabajo tan cómodo y bien remunerado como el de político, entonces se mete a político adoptando la postura genuflexa de quienes, sabiendo que nada valen, se ofrecen como mercenarios y sicarios políticos al servicio de su señor.

Mientras Amancio Ortega sigue dando empleo a miles de personas, usted, y todos lo que son como usted, intenta manipularlas para obtener réditos políticos. Ya se lo he dicho, señor Rufián, el barrendero que barre las calles de su ciudad aporta a la sociedad mucho, muchísimo más que usted porque usted no aporta nada, absolutamente nada. Usted no suma, usted – desgraciadamente para los catalanes – resta.

Pues entonces cállese de una puñetera vez

Y ahora permítame usted y todos los que son como usted una pregunta: ¿Tiene usted y todos los que son como usted la inteligencia y los collons necesarios para crear una empresa y con ella puestos de trabajo con todos los riegos que ello conlleva? No, ¿verdad? Pues entonces cállese de una puñetera vez», sentencia.

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abril 11th, 2016 by lasvoces

Redacción (Ana Maria Torrijos; licenciada en Filología Clásica) – Libertad es una palabra fetiche para los que creen, por el simple hecho de nombrarla, conseguir el reconocimiento de los ciudadanos, en cambio nosotros, los ciudadanos, nos refugiamos en ella por ser la que nos permite ser personas con derechos. Barcelona, 11 de abril 2016. Fotografía: Ana Maria Torrijos, la articulista de esta casa. Imágenes archivo Joseph Azanméné Ngabgué/Lasvocesdelpueblo.

Es sabido que el paso de los años y de las centurias ha servido al hombre para proyectarse hacia adelante aunque hayan habido espacios de tiempo que frenaran ese trayecto. Nos encontramos en uno de esos espacios proclives al retroceso. Los  pregoneros que lanzan al aire enganches autodestructivos, no son un peligro por lo que dicen, siendo grave, sino por la falta de respuestas inteligentes y claras a sus insidiosos mensajes.

¿Para qué ha servido la descentralización de la administración del Estado?

Con mucha ligereza pensamos que nosotros ya pagamos la cuota de esfuerzo democrático con los impuestos, con el voto en las urnas y que son los otros, los servidores públicos, los obligados a dirigir nuestras vidas. La consecuencia de esta actitud es que presenciamos impertérritos el desmantelamiento de lo que hemos sido, somos y podemos ser sin pestañear y sin casi atrevernos a alzar la voz. Por eso cuando uno de los “defensores de las causas”, se le ocurre una brillante propuesta, previa consulta con sus asesores, la pone a rodar y nadie cuestiona los resultados posibles al llevar en el redactado términos mágicos: Pueblo, subvención, democrático, trabajador, igualdad, injusticia y otros vocablos vacios de contenido por el mal uso que se ha hecho de ellos, entonces se está desandando el trayecto de la libertad. Y si el silencio es la respuesta, un silencio interrumpido sólo por el “defensor de las causas” opuesto al “anterior defensor”, que con el mismo proceso nos golpeó antes en los resortes del sentimiento, nos estamos acercando al final de la ruta, la muerte de la democracia.

Las críticas no son siempre elementos desestabilizadores, ni son realizadas únicamente por personas a la contra; la crítica nos sirve para debatir los motivos y procedimientos empleados, para enmendar posibles injusticias, para mejorar las actuaciones, las decisiones, todo aquello que alguien legisla o lleva a cabo por y para nosotros. Si nunca se cuestionasen propuestas e incluso opiniones, el dogmatismo imperaría y no avanzaríamos, seríamos rehenes. No lo hemos tenido en cuenta y nos hemos visto envueltos en una situación de la que nos será difícil salir sino emprendemos el ejercicio  de opinar, de hacer valer nuestro criterio. Los últimos acontecimientos sucedidos en Europa, atentados yihadistas o llegada multitudinaria de emigrantes, nos ha mostrado la tortuosa actuación de quienes tienen que velar por la seguridad de los ciudadanos y en ocasiones con la aportación manipulada de los medios informativos y la no presencia del poder judicial. Un hecho puede ser delito o no, si se informa o según se informe. ¿Quién decide, importante es saberlo?

El engaño ha ido inmovilizando los resortes que tenemos para alcanzar esa libertad

La libertad se desquebraja si claudicamos ante el poder mal practicado. Un poder que en democracia, no depende de unos pocos, sino de la mayoría y está al servicio de la ley,  igual para todos. Debemos repartir libertad a muchos niveles y clarificarla si la hemos  desviado o adulterado. Nos hemos acostumbrado al recorte de los derechos y hasta a su total privación si no reaccionamos; esa hipotética situación nos obliga a demandar libertad en las redacciones de prensa, en los tribunales de justicia, en el ámbito educativo, en la elección de nuestros representantes dentro de candidaturas abiertas, en los convenios laborales, en actividades culturales, en definitiva en todo aquello donde nuestro criterio y dignidad lo requiera.

El engaño ha ido inmovilizando los resortes que tenemos para alcanzar esa libertad y ha derivado en un escenario desestabilizador, con focos cegadores -las televisiones, y unos actores- los políticos, que con soliloquios o diálogos cargados de irresponsabilidad, disponen de un coro- los periodistas y directores de programas audiovisuales, en tono estridente con consignas forjadas en el seno de la discordia-el sectarismo ideológico. Una disputa destinada a mantener a la “casta política” pues en eso es a lo que ha llegado el Estado de las Autonomías. Comunidades en número de diecisiete, que para afianzar el reparto de satisfacciones a unas élites sociales blindadas, incapaces de competir en libertad, de poner su valía en tela de juicio y poder ser aventajadas por otras más competentes, han alzado murallas -estatutos para hacer difícil la superación de la nota localista frente a la vorágine de los espacios abiertos de la tecnología en punta-. ¿Qué mejor anestésico? obligarnos a echar raíces con la ensoñación de conceptos identitarios sean de relatos míticos, de lengua excluyente, de fiestas desempolvadas.

La democracia parlamentaria liberal ha firmado la defunción de la sociedad clasista, la que permitía que sólo unos elegidos tuvieran derecho a decidir, mandar y repartir prebendas. Ahora es el momento de dar por implantado el marco de libertades y creer en ellas con el fin de impedir cualquier ilegalidad y los tantos privilegios de los que hacen gala los numerosos servidores públicos. Los partidos, superando con prontitud diferencias ideológicas, sin líneas rojas, deciden sus sueldos, vacaciones, jornada laboral y todos los demás ingredientes que constituyen su status, en cambio muestran poca prisa en facilitar la formación de Gobierno y los españoles nos encontramos sin timonel, pues si el presidente en ejercicio, no ha sido diligente en tomar decisiones importantísimas en defensa del Estado de Derecho, difícil por no decir imposible, el que las tome en funciones.

El espectáculo televisivo se ha trasladado a la Cámara Baja. Hasta que los nuevos diputados ocuparon los escaños con bebé incluido y ejecutaron dos intentos de investidura cargados de formas esperpénticas, frases durísimas hacia un lado y hacia otro, con un adorno efusivo, un ósculo entre dos señorías, sin olvidar la multiplicación de ruedas de prensa, de encuentros, de apretón de manos, de regalo incluido y el paseo-desfile de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, felices con la sonrisa en los labios, por la calle, fuera del Congreso, no se había hecho mayor concesión a los ciudadanos que la ridícula farsa de unos aprendices de políticos.

Un pódium desde el que miran a distancia, esquilman el dinero de nuestro trabajo

Libertad para relegarlos a unas funciones concretas, exigirles seriedad ante los graves problemas por resolver, limitarles su ejercicio con legislaturas tasadas, obligarles a asistir a los plenos y sobre todo que completen sus discursos con frases frescas, pronunciadas al hilo de las distintas intervenciones, no traídas ya escritas por el sanedrín del partido.

El cansancio del proceso sufrido por los ciudadanos a lo largo de las últimas legislaturas es enorme. Se reconocen decisiones importantes y favorables al desarrollo económico, social y de formación, pero no es menos notorio el ninguneo al que han sido sometidos los ciudadanos mientras se creaba un sistema para beneficio de los partidos políticos. Un pódium desde el que miran a distancia, esquilman el dinero de nuestro trabajo, agreden con calificativos ofensivos por el simple hecho de no coincidir con su ideología, modifican nuestros hábitos, imponen los símbolos que les conviene de la misma manera que en el principio de la etapa democrática crearon circunscripciones territoriales con sus banderas correspondientes, sin pulsar la opinión de la ciudadanía, y a medida que les interesó como partidos cedieron todo lo que fue necesario para saciar las ansias identitarias de una élite, a costa de segar los derechos individuales de todos los ciudadanos. ¿Para qué ha servido la descentralización de la administración del Estado? Lo consumado es algo muy distinto, a lo que se pretendía. Partimos de una Nación y un Estado, y al llegar a la estación término tenemos diecisiete mini estados y diecisiete mini naciones, a falta de entregar el modelo identitario de la que va a la cabeza a las que continúan detrás.

El resultado de todo este proceso ha sido la fragmentación del pilar fundamental de la Democracia, la cobertura de la ley. Son bastantes los españoles a los que se les ha privado de ella y lo más lamentable es que los Organismos del Estado encargados de velar por su cumplimiento, no han asumido sus competencias. El carnet de identidad, el pasaporte y otros documentos oficiales señalan la nacionalidad de las personas y por ello están obligadas a tributar, a asumir toda normativa legislada. Pero no se cumple la contrapartida de los entes oficiales para con ellas. Sentirse ciudadano de un país requiere una pedagogía continuada desde la escuela, la lengua y la historia, desde la política, los símbolos y el respeto a los derechos, desde las televisiones públicas, la verdad en la información, pero sobre todo requiere desde las Instituciones no poner en peligro la existencia de la Nación y el cumplimiento de la ley.

No hay sentido de responsabilidad ante una ciudadanía que trabaja

La Democracia Liberal Parlamentaria es el mejor sistema para defender los derechos individuales y lo será si estamos dispuestos a exigir Libertad para encontrar soluciones a los graves problemas y al deterioro político. Produce estupor que un pueblo como el nuestro, fraguado en innumerables glorias y reveses de la historia, esté en manos de estos ineptos que sólo saben lucir imagen y asegurarse un futuro a costa de nuestro esfuerzo diario. No hay sentido de responsabilidad ante una ciudadanía que trabaja, se sacrifica, se preocupa ante lo que pueda ser el mañana del país y de su familia.

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abril 9th, 2016 by lasvoces

Redacción (Manuel I. Cabezas González: Doctor en Didactología de las Lenguas y de las Culturas; Profesor Titular de Lingüística y de Lingüística Aplicada; Departamento de Filología Francesa y Románica y Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)) – Según un refrán popular, “el mejor maestro es el tiempo; incluso sin que le hagas preguntas, te da las mejores respuestas”. En efecto, el tiempo da y quita razones, como reza otro aforismo popular. He citado estos adagios para traer a colación lo sucedido en Honestidad Radical (H. R.) y también en la academia de idiomas Meeting Point, así como en la revista Guía-te, después de la publicación aquí, el 7 de febrero, y en una quincena de periódicos digitales y en papel, del artículo titulado “Las maestras Ciruela”. Me explico. Barcelona, 9 de abril 2016. Fotografía: El Doctor en Didactología de las Lenguas y de las Culturas, Manuel I. Cabezas. Archivo Lasvocesdelpueblo.

Lo sucedido en H.R.

Colgado el texto precitado en H.R. y publicado también en otros medios, la Directora de la academia de idiomas Meeting Point, Cristina Cano, una de las tres maestras Ciruela citadas en mi texto, reaccionó al día siguiente (9 de febrero) con un comentario sin pies ni cabeza,  producto de la irracionalidad, de la visceralidad, de las prisas y de las pocas luces. Ahora bien, la Directora Cristina Cano, después de leer mi contestación-reacción a su comentario (cf. comentarios al artículo “Las maestras Ciruela”, en H. R.), se autocensuró y borró su despropósito.

Cuando me di cuenta de ello, gracias a un seguidor de Vigo, volví a colgar su comentario, para que quede, para la posteridad,  un ejemplo más de incongruencia, de mal hacer y de no querer asumir los errores y las limitaciones personales. Este comportamiento lingüístico de la empresaria Cristina Cano dice mucho de su catadura ética, profesional y deontológica. ¡Lamentable y censurable su reacción por falta de rigor lingüístico y argumentativo! ¡Qué sarta de mentiras en sólo 10 líneas!

En efecto, la empresaria Cristina Cano tilda al que suscribe de periodista o bloguero. Y lo acusa, por un lado, de “difamar” y de poner en entredicho la forma en que “se imparte clase en un centro de idiomas”; por otro, de “escribir” sin “informarse” y de “juzgar” sin “saber”; y, finalmente, de ser “indigno”, al “tirar por suelo (sic) en un minuto tantos años dw (sic) buen trabajo”. ¡Qué atrevida es la ignorancia o el/la ignorante! Sin embargo, bien mirado, en el país de los ciegos o ciegas, ya se sabe, el tuerto o la tuerta es el rey o  la reina. Y me expreso así para ahorrarme la acusación de “tufillo sexista”, con la que dispara tan alegremente una amiga-conocida parisina, Elisa Núñez Mateos.

Si la empresaria Cristina Cano hubiera sido objetiva, si se hubiera informado, haciendo una simple búsqueda con Google, no hubiera afirmado, a tontas y a locas, lo que he entrecomillado en el párrafo anterior. Ni soy periodista ni bloguero, ni quiero ser una cosa ni la otra. Ahora bien, cuando escribo, no lo hago al sabor de la boca, como decimos en El Bierzo, sino con conocimiento de causa y después de reposada reflexión, fruto de mi formación académica y de mi actividad profesional.

Lo sucedido en la academia de idiomas Meeting Point

Lo que acabo de exponer está en contradicción con lo que descubrí, el pasado 18 de febrero, en la academia de idiomas Meeting Point. Al regresar a casa, después de haberme metido entre pecho y espalda mis 8 Km. cotidianos de marcha a paso ligero, pasé por delante de la precitada academia, regentada por la empresaria Cristina Cano. Y me llevé una agradable sorpresa: el cristal-ventana —del que hablaba en mi artículo “Las maestras Ciruela” y sobre el que se habían grabado, en color azul, 12 palabras francesas— había sido reemplazado. En el nuevo, fueron corregidos casi todos los errores explicitados en el texto publicado en H. R., aunque aún quedan algunos. Espero que la empresaria Cristina Cano movilice sus meninges para descubrir los errores o, si quiere utilizar la solución más fácil, consulte a alguien que sepa de qué va la cosa o simplemente vuelva a leer el texto “Las maestras Ciruela”, donde enumero las incorrecciones (9 de las 12 palabras grabadas estaban mal escritas).

Además, seguramente después de informarse sobre el que suscribe y/o simplemente de entrar en razón, la empresaria Cristina Cano hizo un nuevo comentario en H. R., donde reconocía sus errores y donde afirmaba que es de sabios “aprender de las críticas”. Por eso, me anunciaba que el “lettering” (cristal-ventana-afiche o rótulo trufado de faltas) ya había sido reemplazado, al tiempo que me agradecía los servicios prestados y los futuros “feedback”, y me invitaba a visitar el centro de enseñanza. ¡Cuantos cambios y cuantas buenas palabras en sólo unos días! ¡Qué metamorfosis en tan corto espacio de tiempo!

Lo sucedido en la revista Guía-te

La directora de la revista Guía-te y autora de sucesivos editoriales plagados de faltas de todo tipo, Laura Serrano, respondió  a mis dos primeras misivas con un elocuente silencio. A la tercera misiva y en su nombre, me respondió la diseñadora-responsable de contenidos de la revista, Isa Barrio. Como no podía ser de otra forma ante mi corrección detallada y meticulosa del editorial del número de enero de 2016, la Sra. Barrio reconoció la existencia de numerosos errores ortográficos y gramaticales en los editoriales, y trató de justificarlos por la falta de “recursos” o de “tiempo”. Ahora bien, indirectamente, la Sra.

Barrio reconoció que la directora de la revista tiene, en su competencia lingüística y textual, más agujeros o lagunas que un queso gruyer. En efecto, en su misiva, me pedía ayuda para encontrar una solución a este problema, para encontrar a alguien que pudiera revisar cada número o alguna otra solución. Según me precisaba, estaban dispuestas a valorar mi propuesta y a incorporarla para, así, solucionar el problema.

Impelido por los principios evangélicos de “enseñar al que no sabe” y de “dar de comer o de beber al hambriento o al sediento” lingüístico, le propuse dos soluciones: una, a largo plazo (leer, leer, leer… mucho y rumiar lo leído); y otra,  a corto plazo (revisión de los textos por algún corrector competente, rara avis en los tiempos que corren). Ahora bien, la solución a largo plazo tardará todavía mucho para dar sus frutos, si es que se ha empezado a adoptar; y la solución a corto plazo no la han tomado en consideración. En efecto, los nuevos editoriales y textos de la revista Guía-te están aún plagados de faltas. Por eso, las buenas intenciones no son suficientes; hay que pasar a la acción.
Ergo

Lo sucedido con la academia de idiomas Meeting Point y con la revista Guía-te es la demostración fehaciente del poder del verbo y de la doctrina de la “honestidad radical”: las cosas pueden cambiar, si no se utiliza el verbo en vano y si el bisturí lingüístico diagnostica y localiza los problemas, siguiendo los dictados de la “honestidad radical”. Ahora bien, de la maestra Ciruela del bufete de abogados Bejarano i Cámara associats, Elisabeth García Bejarano, no he tenido ninguna reacción directa. Sin embargo, ante lo narrado en los textos “Iletrada, ella; tonto útil, él” y “Las maestras Ciruela”, sé que se puso como un basilisco. ¡Craso error por parte de la Sra. Bejarano! Cambiar y rectificar es de sabios y permanecer en el error es de necios. Dar coces contra el aguijón no es una sabia e inteligente decisión.

Todo lo expuesto parece indicar que el que suscribe, cuando toma la palabra, no predica en el desierto, como hacía Juan el Bautista. Y, por otro lado, ratifica lo que afirma, de forma lapidaria, Risto Mejide en su último libro: “Si hablas o escribes y nadie se molesta es que no has dicho nada”.

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abril 2nd, 2016 by lasvoces

Redacción (José Basaburua) – Aunque casi nos habíamos olvidado de que este tipo de actuaciones terroristas también había golpeado nuestra tierra durante demasiados años, de nuevo Pamplona ha vuelto a ser campo de pruebas de los filoterroristas de “Ikasle Abertzaleak”; esa organización “alegal” en su día vivero de ETA. Barcelona, 2 de abril 2016. Fotografía: Unos extremistas violentos haciendo “Terrorismo callejero” -según el autor José Basaburua- “en Pamplona”. Foto facilitada por el autor José Basaburua. Lasvocesdelpueblo.

Así que otra vez, aquí y ahora, la “kale borroka”, un concepto asociado al de “terrorismo de baja intensidad” que se empezó a generalizar en España, a lo largo de la última década del siglo XX, para encuadrar una nueva variedad –en su día- de terrorismo impulsado por la organización ETA y desarrollada inicialmente por una organización satélite denominada, con terminología pseudo-militar, “comandos Y”. Una modalidad terrorista que, en principio, no perseguía causar muertes personales, de forma directa, perpetrando disturbios callejeros con cierta continuidad en numerosas localidades del País Vasco y Navarra.

Así, a lo largo de determinados fines de semana, de madrugada y, especialmente, con motivo de las fiestas patronales, grupos de jóvenes que llegaron a sumar hasta tres centenares recorrían las calles de una población concreta, quemando contenedores, apedreando establecimientos, lanzando cócteles molotov contra cajeros automáticos de determinadas entidades bancarias, y enfrentándose –en no pocas ocasiones- a unidades policiales antidisturbios.

Durante varios años tales agresiones causaron un importante gravamen económico, condicionando la vida callejera de muchos barrios y localidades; hasta que la política antiterrorista de los dos gobiernos de José María Aznar afrontó de manera decidida -policial y judicialmente- estas acciones. El resultado fue un lento y progresivo declive, resultando detenidos y encarcelados varios cientos de jóvenes y huyendo al extranjero otro número elevado. Muchos de ellos finalmente fueron procesados por diversos cargos de terrorismo. En su inmensa mayoría estaban vinculados a las diversas organizaciones juveniles del entorno del autodenominado MLNV (Movimiento de Liberación Nacional Vasco); Jarrai (juventudes de Herri Batasuna), principalmente, y a las que le sucedieron una vez ilegalizada, Haika y Segi. No obstante, en su inmensa mayoría, hoy disfrutan de las mieles de la libertad…

Volviendo a su “praxis” material, recordemos cómo estos grupos ampliaron sucesivamente su espectro de operaciones, acosando a cargos electos constitucionalistas e, incluso, a algún nacionalista moderado; hostigando sus sedes políticas, comercios y domicilios, mediante lanzamiento de cócteles molotov, encarteladas masivas y llamativas pintadas insultantes; persiguiéndoles por las calles, amenazándolos por teléfono…

Además, conforme se fue acreditando policial y judicialmente esta modalidad de “lucha callejera”, “guerrilla urbana”, o “terrorismo de baja intensidad”, sirvió además como “cantera” y “escuela” de formación de futuros etarras.

En realidad no se trataba de una innovación táctica ideada por los estrategas de ETA, no en vano ya se había experimentado en otros territorios por diversas organizaciones terroristas: fue el caso del IRA, con ocasión de los prolongados “disturbios” acaecidos en Irlanda del Norte; por diversas facciones “laicas” y “fundamentalistas”, en las sucesivas Intifadas palestinas; grupos de extrema izquierda en numerosas jornadas “antiglobalización”, etc., etc.

Pero lo de menos es su denominación. Si bien se trata de una variedad terrorista complementaria de la actividad fundamental, desarrollada por la organización “madre”, sus objetivos son los mismos: la extensión del terror y de sus efectos, el miedo, el odio y el silencio. De hecho, en el caso de ETA, esta modalidad terrorista, conocida como “kale borroka” (lucha callejera), se inició en el contexto de la fase táctica denominada “socialización del sufrimiento”, según los documentos elaborados por distintas instancias del autodenominado MLNV. En su impulso y desarrollo se perpetró la persecución de los sectores sociales percibidos como hostiles a sus propósitos. Y, en última instancia, pretendían que los “efectos nocivos del conflicto” alcanzasen al mayor número posible de personas; de modo que no existieran ciudadanos indiferentes.

Los analistas expertos en ETA observaron, de manera unánime, que en el relevo generacional experimentado por aquella banda todavía existente, ésta se fue nutriendo especialmente de individuos ya fogueados en la “kale borroka”. De hecho, en su mayor parte, los terroristas de ETA detenidos en los últimos años, incluso en la actual fase de “paro temporal”, procedían de este campo de pruebas, así como la mayor parte de sus dirigentes. Por ello se puede afirmar que la “kale borroka”, o “terrorismo al por menor”, era –y todavía lo es- la antesala de ETA, terrorismo al por mayor.

De “alta”, “media” o “baja” intensidad, el terrorismo es terrorismo. Cambian los fines inmediatos o los medios empleados; será otro el dispositivo organizativo y las técnicas desplegados. Pero comparten análogas estrategia, cultura y mentalidad. Y el mismo odio.

Además, este terrorismo, por si había alguna duda, también mata. Así sucedió con Ambrosio Fernández, un vecino de 79 años de Mondragón que, tras ser desalojado de su vivienda situada encima de una sucursal de La Caixa calcinada en un ataque de “kale borroka” perpetrado el 5 de enero de 2007, fue ingresado en el Hospital Txagorritxu de Vitoria, después de que la inhalación de humo y la espera en la calle complicara su ya delicado cuadro médico. Finalmente, tras casi dos meses de estancia en su UCI, falleció el 3 de marzo de 2007.

Ahora que Arnaldo Otegui, el “hombre de paz”, ya excarcelado, es propuesto desde diversas instancias como una figura decisiva para “resolver” el artificial y envenenado “contencioso vasco”, resurge la “kale borroka”. Ahora que se informa que algunos sectores separatistas se empecinan en justificar “la lucha armada”, cuando no retomarla incluso, también casualmente, resurge la “kale borroka”. Y en Pamplona.

¿Casualmente…?

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diciembre 13th, 2015 by lasvoces

Manuel I. Cabezas González es Doctor en Didactología de las Lenguas y de las Culturas; Profesor Titular de Lingüística y de Lingüística Aplicada; Departamento de Filología Francesa y Románica; Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Fotografía: Fachada de una de las filiales de Catalunya Caixa (CX). Foto/Efe.

Iletrada, ella; tonto útil, él

Acabo de recibir un correo electrónico del bufete de abogados Bejarano i Cámara asociats, rubricado por Elisabeth Gª Bejarano. Se dirige a mí como vicaria de Jordi Aymerich Luna, en relación con un artículo (“Carta abierta a los estafadores de Pilar”), publicado en mi blog Honestidad

Doctor en Didactología de las Lenguas y de las Culturas, Manuel I. Cabezas. Foto archivo.

Doctor en Didactología de las Lenguas y de las Culturas, Manuel I. Cabezas. Foto archivo.

Radical y reproducido en numerosos medios de comunicación digitales y en papel, a finales de 2012.

En el precitado correo, la abogada Elisabeth Gª Bejarano afirma, al sabor de la boca, que las partes (mi amiga Pilar y Catalunya Caixa) habían llegado ya a un acuerdo, en relación con el engaño-estafa del que fue víctima mi amiga Pilar por parte de esa cueva de Alí Babá, que ha sido y continúa siendo Catalunya Caixa (CX). Y, por este motivo, me pide que proceda a eliminar de mi blog la entrada citada ci-dessus o cualquier mención al embaucador y estafador Jordi Aymerich Luna, con el fin de evitar “los posibles daños y perjuicios a la imagen de mi cliente”.

Ante un correo de esta catadura, un “vero” ciudadano  no pueda amilanarse y, por lo tanto, dejarlo sin respuesta. Por eso, en aras de la verdad y de la transparencia, e impelido por la doctrina de la “honestidad radical”, me permito diseccionar y poner en entredicho tanto la forma y el contenido del correo de la abogada Elisabeth Gª Bejarano como sus pretensiones.

Sobre la forma. En relación con la forma, me veo obligado a despojar a Elisabeth Gª Bejarano de los galones de “letrada” (abogado o persona licenciada en derecho, RAE dixit) y a tildarla, sin ningún género de dudas y sin ningún titubeo, de “iletrada” (analfabeta, RAE dixit). Su correo, desde el punto de vista lingüístico, no hay por donde cogerlo. Ni un alumno de esos que abandonan la enseñanza sin terminar la ESO lo hubiera redactado peor. En efecto, la misiva electrónica, de unas 100 palabras, contiene 22 incorrecciones, que denotan falta de profesionalidad y verdaderos lagunas o más bien océanos en la competencia lingüística de mi interlocutora. Ni siquiera transcribe bien el nombre de su defendido: ella escribe Eymerich cuando debería haber escrito Aymerich.

Se suele decir que el sistema judicial contribuyó a civilizar a los seres humanos, al reemplazar la “ley del más fuerte” (poder de la fuerza bruta y de las armas) por la “fuerza de la ley” (poder sólo del verbo). Por eso, en esta forma civilizada de hacer justicia, juega un papel fundamental y exclusivo el uso de la “buena” palabra, tanto escrita como oral. Ahora bien, ¿qué se puede esperar de una leguleya iletrada que no domina los usos más elementales del arma más eficaz y letal: el lenguaje? Por la boca muere el pez. Por las formas, en general, y también por las “formas lingüísticas”, la iletrada leguleya echa a perder el contenido de lo que trae en su zurrón lingüístico. Ahora bien, esta “halitosis lingüística” denota y connota también que mi interlocutora tampoco ha sido muy diligente en la preparación del contenido de su mensaje y de sus pretensiones.

Sobre el contenido y las pretensiones. Por lo que respecta al contenido del correo de marras, la “iletrada” picapleitos, Elisabeth Gª Bejarano, se ha ganado a pulso también la medalla de interlocutora “indocumentada”. No se ha informado sobre lo sucedido entre mi amiga Pilar y Catalunya Caixa y, por lo tanto, no tiene, como hubiera dicho Pérez-Reverte, ni puta idea del asunto del que habla. Vayamos por partes, ordenadamente y por derecho.

1. En efecto, al embaucador y estafador Jordi Aymerich Luna lo nombro de verbo ad verbum en el artículo impugnado por la desinformada Elisabeth Gª Bejarano. Sin embargo, también hago referencia a él en la mayor parte de los textos (creo que unos 13 artículos, en total) que he dedicado al engaño-estafa masivo, perpetrado por Catalunya Caixa, gracias a los tontos útiles como Jordi Aymerich Luna. La iletrada e indocumentada letrada (?) no se ha tomado la molestia de informarse antes de ponerse delante del teclado del ordenador. Por eso, no es ocioso recordarle, a esta excrecencia de la fauna de los letrados, el pasaje de un relato sufí, en el que un niño pegunta a su padre, Nasrudín: -Papá, ¿por qué tenemos dos orejas y dos ojos, pero sólo una boca? A lo que el padre le respondió: -Mira Mustafá, porque hay que escuchar y leer dos veces antes de ponerse a hablar o escribir.

2. Por otro lado, la indocumentada Elisabeth Gª Bejarano afirma que las partes implicadas (la engañadora y estafadora, Catalunya Caixa (CX); y la engañada y estafada, mi amiga Pilar) habían llegado ya a un acuerdo. De nuevo, la desinformada iletrada queda con sus vergüenzas al aire y miente como una bellaca. No es verdad lo que pontifica alegremente.

Para empezar, Catalunya Caixa no devolvió a mi amiga Pilar los 50.000€ que le había estafado; practicó una retención de 24,40€. Mi amiga Pilar reclamó reiteradamente, por vías diferentes, esta cantidad y recibió, como respuesta, un silencio sepulcral de parte de CX.

Por otro lado, cuando mi amiga Pilar solicitó ser sometida al arbitraje para recuperar sus ahorros estafados, firmó, por imposición unilateral de Catalunya Caixa, que renunciaba a reclamar los intereses no satisfechos por CX desde marzo de 2012 hasta el 19 de abril de 2013 (fecha de la devolución de casi la totalidad de lo estafado). Esta imposición de CX es un ejemplo paradigmático de las cláusulas abusivas, presentes también en los contratos hipotecarios españoles, que las autoridades judiciales europeas han considerado un abuso e ilegales, y, por lo tanto, deben ser consideradas nulas y sin valor. Por eso, en base a la jurisprudencia europea, también exigió reiteradamente el pago de los intereses no devengados (unos 2.600€) que, en derecho, se denomina “lucro cesante”. Sobre esta cuestión, mi amiga Pilar también recibió, como respuesta, un silencio sepulcral de parte de CX.

Por último, las relaciones comerciales o contractuales, para que sean legítimas y vinculantes, deben ser equilibradas, ya que las dos varas de medir no son aceptables, ni desde el punto de vista ético, ni jurídico, ni social. Cuando un cliente de cualquier entidad bancaria no devuelve sus créditos en los tiempos establecidos, la entidad financiera le aplica una penalización, los llamados “intereses de demora”, que oscilan entre el 12% y el 39% de la cantidad adeudada dependiendo del banco. Por razonamiento analógico, cuando son las entidades financieras las que no cumplen con sus obligaciones, deben ser también penalizadas en la misma proporción. Por eso, sobre la base de unas relaciones contractuales equilibradas y justas, mi amiga Pilar exigió igualmente a CX que se aplicase a sí misma la penalización correspondiente por no haber cumplido con sus obligaciones y se le resarciera económicamente por ello, aplicando el baremo que CX utiliza para penalizar a sus clientes morosos. Y, como de costumbre, mi amiga Pilar también recibió, como respuesta, un silencio sepulcral de parte de CX.

3. Si el tonto útil de CX, Jordi Aymerich Luna, y su vicaria indocumentada e iletrada, Elisabeth Gª Bejarano, desean que Pilar y yo mismo enterremos el hacha de guerra, fumemos la pipa de la paz y hagamos mutis por el foro, eliminando de Internet todo rastro de la litis contra CX y sus tontos útiles, ya conocen nuestras exigencias (no confundir con solicitud o ruegos o peticiones), explicitadas en el punto 2., ut supra: CX debe completar la devolución de lo estafado (24,40€), satisfacer los intereses no devengados (unos 2.600€) y apechugar con la penalización (entre el 12% y el 39% de la cantidad adeudada)  por no haber cumplido con sus compromisos y obligaciones. Mientras esto no suceda, seguiré erre que erre, como tábano cojonero, denunciando los engaños y las estafas con los que CX ha desvalijado a sus clientes de toda la vida. No estoy dispuesto a que sea verdad lo que El Roto recogió en una sus viñetas, en la que aparecen un banquero y unos estafados y aquél dice a éstos: “Llegar a rico me costó lo vuestro”.

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diciembre 6th, 2015 by lasvoces

Ana María Torrijos, licenciada en Filología Clásica.  Fotografía, el director de cine manchego, Pedro Almodóvar (c), encabezando la protesta de los ‘No a la guerra de Irak’ junto a los ricos activistas, Pilar Bardem a su izquierda, Montxo Armendáriz y Agustín Díaz Yanes; el pasado 17 de mayo 2006. Foto archivo/Pedro Armestre.

A pocos días de las elecciones generales vuelve de nuevo el intento a la manipulación

Noviembre 13, un viernes más de los que se suceden en el calendario, víspera de un esperado fin de semana. La noche se muestra propicia para

Ana María Torrijos Hernández, licenciada en Filología Clásica. Foto Joseph Azanméné N./lasvocesdelpueblo

Ana María Torrijos Hernández, licenciada en Filología Clásica. Foto Joseph Azanméné.

disfrute de los ciudadanos, jóvenes o no tanto. Las calles del centro de la ciudad llenas de transeúntes, los restaurantes, cafeterías, cines y salas de fiesta abarrotados. Un mundo de libertades se desparrama por doquier. Bombas, fusiles, tiros rompen la arcadia feliz. El horror desplaza la alegría y deja a sus espaldas, muerte y desolación. El escenario antes lleno de vida, se transforma en un enorme mausoleo. Francia entera responde con generosidad, policías, sanitarios, ciudadanos y no menos sus políticos, la rúbrica son los compases de la Marsellesa.

Mi inconsciente me lleva hacia atrás, a más de una década y a un lugar más cercano España, Madrid, Atocha. En el país vecino espacios de diversión, de descanso, aquí trenes, un transporte hacía una jornada laboral; allí ambiente nocturno, lúdico, aquí primeras horas de la mañana, a la espera de ejercer de profesionales; allí distintos focos de barbarie, aquí un escenario de locomoción, los trenes del “adiós”, del dolor y de la desolación.

Allí la solidaridad de un pueblo, aquí también; allí la unión de políticos y ciudadanos, aquí no; allí los símbolos de la Nación, la bandera y el himno, aquí no; allí unas fuerzas políticas en bloque apoyando a su Gobierno, aquí presionando, manipulando y llamándole asesino. Allí resultados rápidos, búsqueda de los culpables, seguimiento, captura, aquí destrucción de las pruebas, desaparición de los vagones, indicios falsos.

¿Qué nos ocurre?, ¿Cuál es la causa de tan distinto comportamiento?

Somos un pueblo con gran consistencia, pilares firmes apuntalan nuestro ser, la historia, el arte, la literatura y otros muchos hechos encomiables realizados en épocas pretéritas. A cualquier país le agradaría poseer un pasado ilustre como el que nosotros poseemos, desde la Prehistoria hasta el día de hoy: Altamira, Tartesos, Gadir, Emporion ( Iberia ), Emérita Agustea ( Hispania ), además de un largo etcétera de lugares y hazañas dentro y fuera de nuestro territorio. Con este bagaje es impensable un comportamiento tan ruin por parte de algunos de los que han liderado la democracia. Han vendido o han destruido todo lo que no fuera propicio a sus fines partidistas, en este caso la unidad frente a la barbarie terrorista.

Los españoles, confiados en la buena acción del Gobierno, nos hemos despreocupado del día a día en la calle, en el colegio, en las instituciones. No hemos querido ver que la democracia necesita a todos los ciudadanos implicados en ella. La política tiene su espacio y nosotros tenemos el nuestro. Sembrar bien un campo permite recoger una buena cosecha. Nosotros hemos consentido a los dirigentes políticos imponer unos planes de estudio de baja calidad, que ha reducido los conocimientos geográficos e históricos de España, sin olvidarnos de la manipulación que han gestado los nacionalistas, y del riego selecto de docentes adictos a la manipulación del saber; a ésto hay que añadir el nefasto impacto de algunos medios sociales que han prostituido su loable influencia en la sociedad – la libertad de información y la búsqueda de la verdad -; pero no queda aquí, el aditivo último es el desvío de ciertos jueces y cúpulas policiales, desleales a los valores que la mayoría de sus compañeros de profesión ostentan. De esas mises, imposible pensar tener una generación de ciudadanos que sientan a su país como lo ha hecho el pueblo francés.

Al día siguiente del atentado en la capital parisina, aquí españoles cantando la Marsellesa delante de la embajada francesa en memoria de las víctimas, en cambio en infinidad de lugares en donde el terrorismo vasco ha segado la vida a centenares de conciudadanos, no se tarareaba, ni se escuchaba a través de un megáfono improvisado nuestro himno, se retiraba pronto a los muertos y se les enterraba con un infame comentario “algo habrán hecho”. En el recuerdo cercano las bombas que la mañana del 11M quitaron la vida a muchos madrileños, pero también en el recuerdo “la jauría de mastines”, cercando a las pocas horas las sedes del partido del Gobierno a golpe de insulto inculpatorio. Diferentes a esas deleznables imágenes, la televisión del país vecino nos muestra un Parlamento a las ordenes de su Ejecutivo.

Ahora, a pocos días de las elecciones generales vuelve de nuevo el intento a la manipulación; en esta ocasión a falta de la guerra de Irak, se ha de buscar otra excusa para salir a la calle; la prueba de ese deterioro social será si a unos señores del mundo del cine y de otros ámbitos, subvencionados, vividores del sectarismo, conocidos por sus lamentables comunicados en ocasiones y en otras por su mutismo ante hechos de gran calado, se les permite que movilicen la opinión pública como hicieron en la campaña electoral que nos trajo al más negativo presidente, el señor Zapatero.

Hasta que no comprendamos que la Política en mayúscula sólo es posible si el Gobierno y la Oposición, al unísono son capaces de defender con honestidad a la ciudadanía, no empezaremos a reconducir la convivencia. Los partidos políticos en estos años de proceso democrático, se han lanzado con desenfreno al asalto, todo les ha valido con tal de ganar más apoyos para ostentar el poder: dossiers falsos, perjurios, compra de voluntades, oposición desleal, latrocinios, opacidades con el fisco y un sin fin de comportamientos impropios de una sociedad honrada consigo misma. En este magma de hechos delictivos, no podía primar el respeto al marco constitucional, unos a otros se han tapado los fraudes y la moneda de cambio ha sido la corrosión de la estructura institucional.

Siempre hay unas segundas oportunidades, y así hemos de considerar este momento difícil para los europeos; Europa debe recapacitar y afirmar su cultura, sus constantes vitales, su modelo político, y los españoles al mismo tiempo tenemos que reconstruir nuestro país y volver a unir los lazos que nos hermanan y que hace de todos una gran familia, un pueblo que se ha propuesto grandes retos y los ha conseguido; es evidente que éste también lo resolverá. No dejemos el futuro en manos de unas minorías elitistas, siempre en el poder, con un amplio armario de trajes de variado colorido, uno para cada momento oportuno; ejemplo de ello es la novedad que aparece en el panorama noticiable, Convergencia Democrática de Cataluña, desaparece y pretende resurgir de las cenizas cual ave Fénix. No nos dejemos engañar, un nido de rapiñas no puede reconvertirse; el daño económico hecho a la sociedad ha sido enorme sin mencionar el fraude realizado a los catalanes a lo largo de los años, tanto a los que engañó con manipulaciones, como a los que les privó de sus derechos más “sagrados” -la libertad de educar a sus hijos según las pautas que marca la Constitución- por eso no pueden ser refrendadas esas siglas u otras que las pretendan sustituir en apariencia.

El señor Rajoy tiene la agenda muy apretada para asumir las competencias del poder ejecutivo, los espacios disponibles son escasos, el colapso que sufre su protagonismo en las cadenas televisivas se lo impide; aunque no debemos preocuparnos, esas escenificaciones, algunas plácidas entrevistas, otras lúdicas de “alterne”, ahora sirven, según algunos aduladores para mostrar la humanidad de los presidenciables. Humanidad es aplicar la ley a los terroristas, causantes de tanta angustia; humanidad es la defensa de los derechos de los escolares en las aulas, asegurar el fondo de las pensiones, mantener la calidad de la asistencia sanitaria y sobre todo respetar la independencia del poder judicial para que todos seamos iguales ante los tribunales.

La libertad dentro del orden legal debe ser cuidada y defendida si queremos ser protagonistas de nuestra carta de ciudadanía. Pudiendo hacerlo, sería deprimente contentarnos con alcanzar sólo el título de súbditos.

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noviembre 21st, 2015 by lasvoces

Ana María Torrijos, licenciada en Filología Clásica. Fotografía: El presidente catalanista, Artur Mas Gavarró (c) arropado por su gobierno, alcaldes separatistas, ERC, CDC, CUP, ANC, AMI, Ómnium Cultural ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), en una clara campaña de opresión y de “ataques directos” al TSJC liderada por el consejero de Justicia de su propio gobierno, a raíz de su imputación y declaración ante el TSJC del pasado 15 de octubre 2015. Lasvocesdelpueblo.

El Nacionalismo sigue movilizando en España sentimientos azuzados por mentes poco dadas a la razón

“Mientras yo sea presidente de España, no habrá ruptura” así se expresó la más alta personalidad del poder ejecutivo. La grave situación que se

Ana María Torrijos Hernández, licenciada en Filología Clásica. Foto Joseph Azanméné N./lasvocesdelpueblo

Ana María Torrijos Hernández, licenciada en Filología Clásica. Foto Joseph Azanméné N./lasvocesdelpueblo

cierne sobre España requería una afirmación de más calado jurídico, no un reclamo preelectoral. Después de oír la frase a modo de sentencia se extendió el silencio, la perplejidad y el arrebato de muchos ciudadanos.

Ciudadanos a los que la trivialidad de los políticos de turno ha golpeado profundamente por promover o facilitar la destrucción de lo generado con mucho esfuerzo; ciudadanos, allá por el año 1950, adolescentes que con su escaso primer sueldo de aprendiz experimentaron el reconocimiento de trabajador en un pequeño taller; jóvenes de estratos sociales populares, que accedieron a las aulas universitarias después de haber estado horas descargando fruta en los mercados centrales de distribución; padres de familia murcianos, extremeños, andaluces que forzados por no ser incluido su municipio en los planes de desarrollo del Gobierno de entonces, abandonaron su querido pueblo para darles una mejor vida a sus hijos en unas urbes inóspitas y hasta en ocasiones hostíles; ciudadanos de diversas edades que dominaron a destajo las máquinas de la industria téxtil; trabajadores en fín que se apuntaban a aumentar una hora más su larga jornada laboral, no para disfrute de unas idílicas vacaciones estivales sino para cubrir las necesidades diarias; ciudadanos que disfrutaron de encuentros familiares con un vaso de vino y una zarzaparrilla.

Pasados los años llegó el momento de equipararse a la Europa constitucional, fue entonces cuando esos ciudadanos se entregaron sin reparos a la causa y recibieron con ilusión el proceso democrático, el modelo territorial que se les ofrecía porque los españoles necesitaban una transición pacífica y una convivencia que los acercase sin marcar diferencias, olvidando los agravios; el primer Parlamento Nacional fue ejemplo de la concordia: diputados comunistas con un pasado necesitado de olvido, socialistas definidos como tales, para marcar distancias de sus familias con carrera económica y política durante décadas, conservadores reconvertidos, liberales aflorados, muchos tecnócratas y todos en un pacto por la transición democrática.

Legislatura tras legislatura se les ha distanciado del deseado modelo, y se lo han transformado en una mesa de poquer para poder cantar premio seguro, una carta   escondida en la manga que a muchos arribistas les ha permitido vivir a costa de los impuestos e incluso enriquecerse; aquel proyecto político que con la tutela de la ley auguraba progreso social, desarrollo educativo y diversos modelos de vida en libertad , ha quedado reducido a una carcasa vacía de valores y falta de cualquier interés por el bienestar de la ciudadanía.

Día transcurrido, aumenta la incertidumbre pero no sólo ante la crítica situación económica sino también por los fraudes de ley, que algunos políticos vestidos de falsos jabatos osan hacer. Nos hemos olvidado de exigir a los que dirigen las altas Instituciones del Estado, incluido las autonómicas, cuotas altas de preparación y de honradez, lo que ha derivado en unos representantes incapacitados por curriculum, con disfraces de ocupas e incluso aficionados a las comisiones, a trapicheos, a enchufismos y a verlas venir con “moderación impertérrita”.

Aquellos ciudadanos, conscientes de sus responsabilidades familiares, laborales y sociales, fueron capaces de levantar un país desolado por enfrentamientos fraticidas; consiguieron superar el atraso académico, poner en vías de desarrollo el medio rural y espandir el sector fabril en los municipios más poblados, pero ahora, frente a sus ojos se ha planteado en la Cámara autonómica catalana un debate asolador, dirimir el asalto al Estado, a la Ley e iniciar la fractura de la Nación.

La Cataluña actual con peso específico en número de habitantes y en nivel económico, es el resultado de muchos años de vida en común con el resto de españoles tanto fuera de los límites del territorio catalán como dentro de él; costumbres, hábitos y formas de pensar distintas o no, se incorporaron y se mezclaron para generar una sociedad plural y eso fue bueno, todos salieron beneficiados, unos y otros. En ese contexto los nacionalistas, abrazados a sus tesís excluyentes, no se han ajustado a la realidad actual, se han querido trasladar a un país de laboratorio y han forjado su idílico mundo: “Martas i Jordis”, reunidos alrededor de una mesa con un menú de pan tostado con tomate, una “escalivada” y todo ello regado con vino, pero en “porró”, han aumentado sus cuentas corrientes y regalado buenas prebendas a los deseosos de recoger la calderilla en nombre de la IDENTIDAD. Han faltado a la democracia, lamentablemente apoyados en años por el séquito que todo poder déspota fomenta, medios de comunicación escritos, asociaciones, organismos profesionales, emisoras de radio y televisiónes subvencionadas con dinero público.

El Nacionalismo, a pesar de los estragos que ocasionó a Europa en el siglo pasado, sigue movilizando en España los sentimientos azuzados por mentes poco dadas a la razón. Muchos han de recapacitar y medir su parte de culpa, pues en un supuesto sistema de libertades cada acción u omisión realizada por pequeña que sea, es transcendente y tiene consecuencias posteriores. Si queremos enderezar nuestra vida en común y enfrentarnos a los monstruos que nos acechan , no hay otra alternativa más que despertar de ese letargo en el que nos encontramos y valorar con capacidad crítica a los protagonistas del derrumbe institucional.

Es el momento de introducir cambios profundos en la estructura del Estado, simplificarlo a la medida de nuestro nivel demográfico y económico, jubilar a través del voto a los políticos e incluso a los partidos que son generadores de corrupción, cuyo único fín es sólo su lucro personal, ilegalizar los que tienen la violencia como arma política y ser implacables con los que no acatan la ley , no respetan las sentencias de los tribunales de justicia y avasallan los derechos de la ciudadanía.

Una sociedad revestida con un halo de dignidad no debe permitir que políticos o aficionados a serlo, se arroguen a usurpar la soberanía popular, mercadeando los apoyos parlamentarios con la única intención de destruir un patrimonio común de lustros, legado de nuestros antepasados y herencia destinada a nuestros jóvenes.

La unidad prevalece por encima de los enanos de papel que han ilustrado las páginas de tantos cuentos nefastos, inventados y relatados en estos años de democracia; nos han narcotizado con multiples llamadas al consenso, al diálogo como si en eso consistiese unicamente un sistema parlamentario, cesión paulatina y constante a los hostiles a la Nación española. El golpe de Estado, dado desde las propias instituciones, tiene su origen en las constantes presiones de los nacionalistas, ansiosos e insaciables a pesar del balsamo suministrado desde los gobiernos sucesivos de derecha y de izquierda. De hechos consumados, hemos de sacar válidas conclusiones: a una ideología identitaria que pretende conseguir privilegios, no se le puede tratar con concesiones al margen de la ley, pues no se la reduce, se la hace más fuerte y con ello destruimos el Sistema democrático.

Aquellos ciudadanos, los que están ya en nuestro recuerdo y los que aún siguen en su actividad anónima, merecen un profundo respeto por la responsabilidad y el amor que mostraron a su país. ¡Tomemos el relevo!

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noviembre 1st, 2015 by lasvoces

Ferran Brunet Cid es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, y profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona. Además, es economista en excedencia del Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona. Imparte las asignaturas de Política Económica y de Integración Económica Europea en el Grado en Economía y en el Master en Integración Europea. Entre otros libros ha publicado Curso de Integración Europea (Alianza Editorial, 2ª ed. 2010) y Economy of the Barcelona Olympic Games (International Olympic Committee, 1994). <Fotografía: El Hemiciclo de la sede del Parlamento de la patria: El Congreso de los Diputados de España. Foto archivo/Marta Jara>.

La reválida de la democracia española

España es una democracia plena y consolidada. En otoño pasa su doble reválida. Primer examen: el pasado domingo, con las

Ferran Brunet Cid es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales

Ferran Brunet Cid, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales

elecciones catalanas. Segundo examen: probablemente el 20 de diciembre, con las españolas.

El primer examen fue difícil, por inverosímil: el gobierno de una comunidad autónoma desafía al Estado de derecho y, contrariando el principio de legalidad y el de neutralidad propone a sus súbditos que voten a favor de la secesión de ‘su’ región. Para ello, la Generalitat lleva lustros vociferando el odio hacia el resto de españoles por sus medios y subvencionando toda clase de asociaciones. En estas elecciones la participación ha sido muy alta (77,4%).

Los separatistas obtuvieron el 47,8% del total y 72 escaños. Los independentista han perdido su «referéndum» pero pueden retener la Generalitat. Podrán seguir machacando a la democracia. Han alcanzado su techo aunque igual están iniciando su ocaso. Probablemente, la Generalitat procure no hacer nada para aplicar el artículo 155 de la Constitución.

El segundo examen es más sencillo: encajaría en el clásico eje derecha-izquierda. El sistema político español está resquebrajado: desidia de la justicia, longevidad en los cargos, corrupción de tantos, profundidad social de la crisis económica e inopia del Gobierno central. El segundo examen es clave. Si la mayoría absoluta la obtiene el PP o el PSOE, o pueden formar un gobierno de coalición con C’s, la calificación obtenida en el primer examen podría compensarse.

Se acerca el momento de la verdad. No se quiso ver, no se quiso oír, no se quiso decir, no se quiso hacer. Nada se hizo ante los abusos de la Generalitat. Se transigió con todos ellos y se socavaron directamente los derechos de los catalanes. La consecuencia de tanta torpeza es el presente jaque a la democracia. ¿Tendrá la democracia española capacidad para sobrevivir?

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noviembre 1st, 2015 by lasvoces

Ferran Brunet Cid es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, y profesor titular de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona. Además, es economista en excedencia del Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona. Imparte las asignaturas de Política Económica y de Integración Económica Europea en el Grado en Economía y en el Master en Integración Europea. Entre otros libros ha publicado Curso de Integración Europea (Alianza Editorial, 2ª ed. 2010) y Economy of the Barcelona Olympic Games (International Olympic Committee, 1994). <Fotografía: La golpista extremista y presidenta del actual parlamento catalán, Carme Forcadell Lluís, durante un acto político de Juntos Por El Sí en Avd. Maria Cristina de Barcelona. Foto Julio Carbo>.

El precio del desafío separatista

Este otoño es crucial para España: la democracia española se examina de reválida. Consiste en dos pruebas, las elecciones catalanas del

Ferran Brunet Cid es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales

Ferran Brunet Cid es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales

27S y las españolas del 20D. En las primeras, un 52,8 por ciento de los catalanes votaron opciones constitucionalistas. En las elecciones españolas, habrá oportunidad de confirmar la unidad de España y la vigencia del Estado de derecho, o bien de abrir la vía a la conculcación de ambos.

El precio que los españoles están pagando y el que pagarán por el desafío separatista es y será elevado, políticamente, socialmente y económicamente. El coste actual y futuro de la crisis catalana actual se debe a la negativa de los sucesivos gobiernos de España a reconocer el problema cuando principiaba, al abandono subsiguiente de Cataluña y de los catalanes a los separatistas, y a la negativa a corregir el rumbo y la impunidad de los separatistas.

Ante la impotencia de los partidos políticos constitucionalistas en Cataluña, la inoperancia del gobierno central y la impunidad de los sucesivos retos separatistas. En este contexto de contentamiento y de impunidad, los separatistas camparon a sus anchas, atendiendo a las legalidades propias, estructuras de Estado y embajadas, incumplieron sentencias, impusieron la ilegal inmersión lingüística, volcaron la educación de las nuevas generaciones de catalanes al servicio del independentismo y organizaron concienzudamente la rebelión actual.

Un virus que se extiende

El virus nacionalista se extendió y contaminó a más y más sectores de la sociedad catalana. Desde porcentaje irrisorios y sin postulados independentistas, el separatismo ha alcanzado el 47,8 por ciento de los votos en las últimas elecciones catalanas. Cada 11S desfilan medio millón de separatistas uniformados. Tienen a su servicio a un gobierno que, aún siendo regional, menos ejército tiene de todo, y salvo las pensiones maneja todo el gasto público. La concordia, el diálogo, la negociación y el acuerdo han caído, pulverizados por la briosa impunidad de los separatistas y la indolencia de la democracia española. Ahora el conjunto del sistema político está en riesgo. El precio del desafío separatista podrá cifrarse como porcentaje de merma del PIB, cierre de empresas, huida de inversiones, fuga de depósitos y, en suma, como recesión económica.

Hoy els altres catalans, los constitucionalistas catalanes abandonados por los gobiernos de España y pisoteados por el gobierno de la Generalitat y su pesebre educativo, sanitario, mediático y organizativo, soportan el acoso habitual de las dictaduras hacia los disidentes. Son al menos el 52,8 por ciento de los votantes. Por su parte, los separatistas catalanes, habituados a que todo el monte sea orégano, tendrán a menudo un aterrizaje en realidad que será desgarrador. Para la política catalana, destrozada, el coste político del desafío separatista es y será tremendo.

España es una democracia completa. Pero no ha tenido capacidad ni para limitar ni para resolver el desafío separatista. España es una democracia liberal, una economía de mercado y un Estado del bienestar relativamente avanzados. Pero el sistema político español está descoyuntado: existe el desafío catalán y subyace de varias otras regiones, hay desafección hacia los partidos partidos gobernantes, la justicia es impredecible, la corrupción es recurrente y hay un auge del populismo y del regionalismo nacionalista.

Según evolucione, el riesgo político se puede extender a la economía en una especie de tromenta perfecta en la que correrían grave peligro las libertades, los derechos y el progreso de los españoles.

No es que a la democracia española le falte legitimidad o instrumentos. Por lo demás, era evidente que esto ocurriría. Dar más poderes a la autonomía más pintada, y cerrar los ojos, los oídos y la boca a cambio de un pretendido apaciguamiento temporal ha surtido el efecto de descuartizar España. Gradualmente, el contentamiento y la impunidad han propiciado la situación actual de reto final total. También el contentamiento y la impunidad han producido las derivadas habituales anejas al poder absoluto, cuales son la corrupción absoluta y el ninguneo de los catalanes. Éstos son ‘daños colaterales’ pero no son menores. Con ello, el entero sistema político nacional fue degradándose.

De modo que en este otoño anda España y su gobierno legítimo y los separatistas catalanes y su gobierno insurrecto en la tesitura de balancear el coste-beneficio o precio de la ilegalidad con el coste-beneficio o precio del restablecimiento de la legalidad. En esta encrucijada del país, sin duda, desespera pensar que aquello que caracteriza a la democracia es el respeto de la legalidad y que es máximo interés del Estado de derecho para las libertades y derechos personales y para el progreso económico. ¡Vaya un precio severo va a a pagar España y los españoles por las dudas y la demora!

Lecciones de la encrucijada

De esta encrucijada, los españoles deduciremos varias claras ‘lecciones’. Una es general: la democracia no es sólo representatividad y mayorías, sino también el respeto de la ley. Vaya, probablemente el Estado de derecho es el aspecto esencial de la democracia. Lecciones particulares que la democracia española extraerá de su confrontación: mucho mejor prevenir que curar; no jugar ni negociar con el cumplimiento de las leyes; contentamiento, impunidad y procrastinación son enemigos de la democracia; y los derechos de las personas se garantizan mejor con un sistema multinivel de gobierno.

La resolución del desafío separatista catalán marcará a la democracia española. De él saldrá liquidada o consolidada. Probablemente, todo propicie un pacto de las fuerzas constitucionalistas y acaso también un gobierno de coalición democrática que, además de la reforma formal de varios puntos de la Constitución, aborde algún otro tema. Por consiguiente, cuanto antes se reduzca la crisis catalana mejor para todos; cuanto antes se achique, menor será el precio del levantamiento separatista.

Con alta probabilidad, España podrá superar este desafío a su democracia y a su unidad, con lo que habrá de salir fortalecida. Pero lamentamos el altísimo precio personal, social, económico y político que han debido pagar y que pagarán los españoles, y los catalanes.

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