mayo 5th, 2017 by José Basaburua

Redacción: Sila Félix/José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor —. UPN siempre ha sido un partido de centro-derecha. Su inspiración procedía del humanismo cristiano, el regionalismo español, el liberalismo-conservador… ¿O me estoy equivocando y sus fuentes proceden de Lenin, Marcuse, Adorno y Betty Friedan? Y si no tienen claro de qué va el tema, una propuesta de texto explicativo del tema y de sus consecuencias, ajeno además, a esta casa (enlace). Pamplona (España), viernes 5 de mayo de 2017. Fotografía: Gays, lesbianas, transexuales y bisexuales (LGTB) de Ciudadanos C’s durante el día del orgullo gay en la capital de España (Madrid) año 2016. Los feministas de C’s participaron en la marcha. Foto Hazteoír. Lasvocesdelpueblo.

La ideología de género no es una construcción neutral. Afecta a la manera de entender el mundo, las relaciones interpersonales, los afectos, la legislación: a todo.

Un ejemplo. Eradio habla de “violencia de género”. Vale, es lo políticamente correcto. Muy moderno y progre. Pero, ¿se dan cuenta que desde este concepto se desprecia o ignora a la violencia sexual, física o psicológica perpetrada entre otros sujetos? Por ejemplo entre parejas homosexuales, o bisexuales, o trans… pero también las agresiones sufridas por varones de parte de sus parejas feministas, que también las hay (sorprendentemente, las estadísticas al respecto nunca están disponibles).

UPN y la ideología de género. “¿Si UPN abrazase el feminismo radical, ¿ganaría votantes o los perdería?”. Imagen del autor del escrito, José Basabura. lasvocesdelpueblo

Pero, tememos, sea más sencillito seguir la ola y escribir, acaso también pensar, lo que se percibe como mayoritario; o políticamente correcto: el pensamiento único.

¿Por qué desde UPN y el centro-derecha navarro no se es más valiente y se sirven del concepto de “violencia doméstica”, más descriptivo, inclusivo, desideologizado y realista? Claro, no es “popular”, “no es fácil”, “te ponen en la lista”, etc. “No hay que perder votos; que las cosas están muy, pero que muy mal”.

Un alto dirigente de UPN al que le preguntamos, hace unos meses, qué pensaba de la “maternidad subrogada”, confesó que no tenía criterio. Alucinante. Pues un consejo: si se les plantea la cuestión -con sus afiliados, en el parlamento o dónde sea- pregúntense: ¿admitiría la esclavitud temporal para el pago de una deuda? ¿No? Pues aquí pasa lo mismo. Por mucho que se afirme que únicamente se permitirían las “subrogaciones” sin ánimo de lucro, ya sabemos lo que pasa: los poderosos pagan y el débil traga. Y, ¿a qué viene esto? Pues que los debates políticos y culturales siempre pueden intentar abordarse desde otra perspectiva, sin complejos, sirviéndose de otro lenguaje, rompiendo esquemas. Pero tales recursos de nada sirven si no se es valiente.

Lo cierto es que para este viaje a la “ideología de género”, no hacían falta estas alforjas que seguro horrorizan a buena parte de la base social y electoral de UPN.

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mayo 5th, 2017 by José Basaburua

Redacción: Sila Félix/José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor —. La invasión de los ladrones de cuerpos” es un film de terror y ciencia ficción en el que se narra el comportamiento progresivamente extraño de las gentes de una pequeña localidad típicamente americana. Contada por su propio protagonista, éste y sus acompañantes descubrirán aterrados el origen del misterio: unas vainas, de procedencia extraterrestre, duplican a los humanos dormidos, suplantándoles en un proceso semivegetal. Las réplicas, aparentemente perfectas, carecen de emociones: simulan ser siendo las mismas personas, pero su racionalidad y sus emociones ya no son humanas, respondiendo a una voluntad de dominio y eliminación de los primitivos habitantes (perdón por el spoiler). Pamplona (España), viernes 5 de mayo de 2017. Fotografía: captura pantalla de una momento de la película ‘La invasión de los ladrones de cuerpos’. YouTube. Lasvocesdelpueblo

Se trata de una de las más grandes películas de serie B de la historia del cine, dirigida por Don Siegel en 1956.

Y todo esto, ¿a cuenta de qué?: pues que las palabras no son indiferentes y su empleo tiene consecuencias; y de las similitudes contextuales en su día interpretadas y, tal vez hoy, aplicables. El valor de los símbolos y las imágenes en el análisis de los comportamientos, en suma. El lujazo del buen cine.

Navarra es imprescindible para el proyecto de construcción panvasquista que persigue la Euskadi o Euskal Herria de sus sueños y pesadillas.

El ex-lehendakari Juan José Ibarretxe afirmó en su día que ambos términos -para él- significaban lo mismo. No entraremos en esta ocasión en tan significativa querella interna, para centrarnos en el término Euskadi.

Se trata de un neologismo, fruto de la fértil calentura mental de Sabino Arana, elaborado con la pretensión de denominar a un pueblo «que carecería de nombre en su propio idioma».

Conforme explican, entre otros Pio Moa y Jesús Lainz, conservando la raíz euzko (relacionado según su criterio con eguzki, “el de sol”, una percepción supremacista y exclusivista de resonancias orientales) Arana añadió el sufijo –di, incorporando al nuevo término la idea de pueblo y tierra (común a todos los dialectos vascos), transformándose fonéticamente en Euzkadi. Pero como el sufijo –di se aplica únicamente a vegetales, los vascos quedarían reducidos a un nivel de plantas vegetales. Por ello, Unamuno escribió al respecto lo que sigue: «es un terminacho espurio y disparatadísimo (…) parece querer decir que los tales euzkos se tiene por árboles, no sabemos de qué clase. Es como si al pueblo español le llamáramos la españoleda…». Don Miguel, siempre tan lúcido y tan claro…

Neovascos y vegetales: un término-motor del nacionalismo panvasquista en su origen etimológico; aunque no les guste recordarlo y “pasen” del tema.

Me dirán ustedes que ambos episodios –el film de terror y esta otra película, también de terror- tendrían poco que ver: negamos la mayor.

El film de Don Siegel se enmarca en el contexto histórico de la famosa “Caza de Brujas” de McCarthy: cualquiera podría ser el enemigo [comunista] latente. Y había que delatarlo: un vecino, un familiar, el comerciante del barrio, el padre del amigo de tus hijos…

Exteriormente -en el mítico film- estos humanoides vegetales manifestaban aspecto y comportamientos humanos, pero ya no eran tales: su humanidad se había evaporado y con ella la razón, voluntad y empatía. Tales criaturas, únicamente, servían a un propósito de invasión y conquista… sin importar las pérdidas y mediante un sorprendente sistema de señalamiento y linchamiento de los “humanos” no asimilados; digámoslo ya, los disidentes. ¿Les va sonando la película… de terror? ¿Aquí, en Navarra?

Cuando se intenta explicar a personas procedentes de otras latitudes el fenómeno del nacionalismo panvasquista -de sus cambios antropológicos en el comportamiento individual y grupal, sus ritos colectivos, ideales compartidos, sus “sacrificios” humanos y su “vigilantismo” social (la hipermilitancia tan característica y que tanto choca a los ajenos a estas circunstancias)- suele emplearse el símil del reseteamiento del disco duro. Pero en modo “humano”. Era –es- como nosotros, pero ya no se comporta como antes. Algo ha pasado…

Los panvasquistas son seres humanos como nosotros. Faltaría más. Pero su afectividad ha cambiado: han perdido empatía, discriminan, acusan, juzgan y en ocasiones ejecutan, sirven a un interés común y superior. Se identifican gratamente entre ellos y señalan a “los otros”. Arrastran, en todo ello, a propios y ajenos. Y todo gracias a una “infección” ideológica. No es exclusivo de ellos: todo totalitarismo produce efectos análogos, al igual que sectas de cualquier tipo y otros comportamientos colectivos patológicos.

El cine permite soñar, viajar en el tiempo y el espacio, ponerse en el lugar de otros, tener experiencias nuevas, abrirse al mundo para conocerlo e interpretarlo.

Se lo juro: cuando visualizo “La invasión de los ladrones de cuerpos” no puedo dejar de pensar en mi vecino abertzale… y sus inquietantes amistades y costumbres. Y en Marijó Deogracias.

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