septiembre 18th, 2018 by lasvoces

Redacción (Sylvain Pérignon, colaborador del «Cercle Aristote») – Cuando De Gaulle se marchó del poder en 1969, visitó a dos Jefes de Estado: al irlandés Eamon de Valera y al español Francisco Franco. Dos hombres que habían llegado al poder después de una guerra civil. Y que habían sabido traer la paz y trabajar por la reconciliación. Cuarenta años más tarde, el gobierno mundialista español quiere desenterrar los restos del General Franco y algunos en Francia piden que le sea retirada, a título póstumo, la Legión de Honor. Barcelona (España), martes 18 de septiembre de 2018. fotografía: MADRID (ESPAÑA), año 2018. El presidente de Gobierno de España, Pedro Sánchez, interviene en el Congreso de los Diputados. Efe

Colaborador del blog del «Cercle Aristote», el jurista y ensayista Sylvain Pérignon analiza la cuestión. Y denuncia los delirios memorialistas del campo de la corrección política.

La indecencia del campo de la corrección política

Las guerras memorialistas encabezadas por la corrección política no se preocupan ya ni por la verdad histórica, ni por la honestidad intelectual, ni por la decencia común.

Lo atestiguan los recientes episodios del incansable combate por imponer una visión cada vez más caricaturizada de la historia de España, no solo de la Guerra Civil, sino también de lo que se ha venido llamando la Transición a la democracia, después de la muerte de Franco en 1975.

Recordemos que Franco fue condecorado como Oficial de la Legión de Honor por decreto del 22 de febrero de 1928 y después como Comendador de la misma por decreto del 26 de octubre de 1930, a la vista de su acción decisiva en el desembarco de Alhucemas, operación combinada franco-española que puso fin en septiembre de 1925 a la guerra del Rif, y que le valió ser ascendido como el general más joven de Europa.

Ha tenido que aparecer un militante, hijo de un republicano español, para solicitar al Gran Canciller de la Legión de Honor la propuesta al Presidente de la República de retirar a Franco la distinción de la Legión de Honor, para después pedir al juez que pronuncie la decisión de la anulación por el Gran Canciller. Por resolución del 16 de febrero de 2018, el Tribunal Administrativo de París ha recordado que el artículo R.135-2 del código de la Legión de Honor establece que es posible quitar a un extranjero esta distinción “si la persona ha cometido actos o ha tenido un comportamiento susceptibles de ser declarados contrarios al honor o de naturaleza a perjudicar los intereses de Francia en el extranjero o a las causas que el país apoya en el mundo”. Pero, sin necesidad de pronunciarse sobre la aplicación de este artículo, el Tribunal ha recordado que, en cualquier circunstancia, la retirada post mortem de la condecoración no podría realizarse en ausencia de disposiciones expresas que lo establezcan. En efecto, le es difícil a un muerto presentar su defensa y hacer respetar el principio de contradicción…

El General De Gaulle, ¿apoyo de Franco?

Todos los intentos de satanización absoluta de Franco para reducirlo a una especie de Hitler ibérico se han topado con un obstáculo muy molesto: la visita que De Gaulle realizó al Caudillo el 8 de junio de 1970 y la carta que envió a este último agradeciéndole su acogida: “…el hombre que asume, en el plano más ilustre, la unidad, el progreso y la grandeza de España”. Se adivinan las reacciones a este gesto y a estas palabras. Había que vengar la afrenta. Claude Sérillon lo ha hecho recientemente en una novela corta titulada: “Un déjeuner à Madrid”, publicada en la editorial Cherche Midi.

Después de un prólogo relativo al viaje a España de De Gaulle, el autor inventa por completo un diálogo entre los dos hombres, del cual nunca se había sabido nada. Pero esta libertad del novelista esconde mal un verdadero panfleto que retoma sin matices toda la leyenda negra del franquismo, y que se termina con un violento ataque contra De Gaulle: “El héroe era pues falible. No guardó las distancias… De Gaulle se equivocó”. No se le ocurrió a Claude Sérillon que De Gaulle, al final de sus días, había querido ofrecer una mirada de hombre de Estado sobre el balance del franquismo y estimar que éste había sido globalmente positivo.

¿Exhumar a un muerto en nombre de la concordia nacional?

Pero todo esto no son más que minucias. El nuevo Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, apparatchik socialista llegado al poder a las bravas y careciendo de una legitimidad incuestionable, proclamó de inmediato su voluntad de retirar sin demora los restos de Franco del templo donde descansa, y hacer del Valle de los Caídos* un memorial para las víctimas del fascismo. La iglesia española, responsable de la basílica donde está inhumado Franco, ha hecho saber con valentía que se lavaba las manos.

La izquierda española ha empujado a Pedro Sánchez a no quedarse corto y a incinerar los restos de Franco para dispersarlos en el mar, más allá de las aguas territoriales, ¡para no mancillar el suelo español!

Este procedimiento ejemplar, exhumar a un muerto para asegurar la concordia nacional, seguramente inspirará otros procedimientos. ¿Qué hace el féretro de Napoleón, tirano y esclavista, bajo la cúpula del edificio de los Inválidos? Expulsarlo de ahí es el sueño de un grupúsculo que se llama con sobriedad “Consejo representativo de las asociaciones negras de Francia” (CRAN). Podríamos pensar también en las tumbas de los reyes de Francia, pero la exhumación ya tuvo lugar en octubre de 1793, en medio de manifestaciones populares particularmente festivas.

Pedro Sánchez prevé igualmente el mismo destino al cuerpo inhumado cerca del de Franco, el de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española**. Por lo visto, haberlo fusilado el 20 de noviembre de 1936 no sirve a la izquierda española para saldar las cuentas.

Hemos entrado en una fase de regresión intelectual

Imaginamos con facilidad lo que será el “memorial de las víctimas del fascismo” adonde se llevará a los alumnos de colegios e institutos para aprender lo que se habrá convertido en la historia oficial de la Guerra Civil. Franco será presentado como un tirano genocida, y no hay duda de que Paul Preston será la única fuente autorizada en la materia. Apreciamos la objetividad de este “historiador” cuando sabemos que su obra maestra, traducida recientemente al francés bajo el título “Une guerre de d’extermination” se titulaba, en su versión original en inglés “The Spanish Holocaust. Inquisition and extermination in Twentieth-Century Spain (HarperCollins, 2012)”. La indecencia del título nos aclara las intenciones.

Pero para qué sirve argumentar, recordar que la Historia escrita por los vencidos no es mejor que la escrita por los vencedores, evocar varias decenas de trabajos de historiadores preocupados por la imparcialidad y el rigor, entre los cuales Stanley Payne ha hecho una síntesis magistral (***). Nos encontramos ahora en una fase de regresión, que no conoce nada más que el exorcismo, la instrumentalización y la manipulación.

Esta fase de regresión ya fue fomentada con ímpetu por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, con el que se aprobó en 2007 una “Ley de Memoria Histórica” que, bajo apariencia de motivos honorables, buscaba sobre todo desacreditar la Transición a la democracia de los años 70 y, particularmente, la Ley de Amnistía del 15 de octubre de 1977. Esta ley de perdón recíproco, aprobada por la casi totalidad de la clase política, y que no había sido cuestionada por los gobiernos socialistas de Felipe González ****, reflejaba el reparto de responsabilidades en cuanto a la Guerra Civil y sus horrores. Pero el objetivo verdadero era excluir del campo político toda instrumentalización del recuerdo y de las secuelas de la Guerra Civil que beneficiara a unos o a otros. Es esto lo que no ha podido soportar la generación de los actuales socialistas españoles, que quiere desenterrar el hacha de la Guerra Civil en nombre de la reconciliación nacional, evidentemente.

*Sobre la construcción de este imponente complejo monumental, de 1940 a 1959, la Tesis Doctoral del profesor Alberto Bárcena Pérez, “Los presos del Valle de los Caídos”, (Madrid, San Román, 2015), hace justicia definitivamente a las exageradas polémicas que describen un infierno de trabajos forzados para los prisioneros republicanos que estuvieron allí. Estos últimos, llegados como voluntarios a esta obra, disfrutaban de los mismos beneficios y trato que el resto de los trabajadores, y tenían reducciones de penas en proporciones particularmente ventajosas.

** [Precisión de Javier Portella tras la lectura de este artículo]: Esto sería lo lógico, pero ya tienen suficiente con los restos de Franco. Pedro Sánchez ha declarado, en efecto, que no iba a sacar los restos de José Antonio, por la sencilla razón de que él sí que es una “víctima de la guerra”. Solo ha amenazado con desplazarlo fuera del altar mayor donde se encuentra ahora mismo. Sin embargo, no tienen los medios jurídicos para hacerlo, ya que la disposición interior de la basílica es evidentemente competencia de los monjes benedictinos de la abadía, los cuales se oponen. Esa es también una de las razones que complica al Gobierno la exhumación de Franco.

*** Stanley Payne, “La guerre d’Espagne: l’histoire face à la confusion mémorielle”, con prefacio de Arnaud Imatz, Les éditions du Cerf, 2010, publicado en España en 2006 bajo el título original de “40 preguntas fundamentales sobre la Guerra Civil”.

**** Felipe González, entonces Presidente del Gobierno de España, declaraba en 1985: “Hay que asumir la propia Historia… Me siento personalmente capaz de afrontar la Historia de España… Franco… está ahí… Nunca se me ocurriría destruir una estatua de Franco. ¡Nunca! Pienso que es una estupidez salir a derribar las estatuas de Franco. Franco forma parte de la Historia de España. No podemos borrar la Historia… Siempre he pensado que si alguien creyera que fuera meritorio hacer caer a Franco de su caballo, debería haberlo hecho estando él vivo (Juan Luis Cebrián, “Entrevista con Felipe González”, El País, Madrid, 17 de noviembre de 1985). Después, manifestó su hostilidad hacia la “Ley de Memoria Histórica”, viendo en ella justamente el cuestionamiento de la Transición a la democracia de la que él había sido uno de los participantes.

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agosto 26th, 2017 by lasvoces

Redacción (Óscar Bermán, presidente de «NOSOTROS» Partido de la Regeneración Social) – Los fieles musulmanes desprecian todo lo que no es musulmán. Nos invaden para repoblar e islamizar España y el resto de Europa. No todos los musulmanes son islamistas, pero todos los islamistas son musulmanes. Y los islamistas usan su libro sagrado, el Corán, contra los españoles y el resto de europeos. No se defiende España, teatralizando impotentes silencios sin bandera ni oración, silencios de un minuto, y discursos blandí bluf, para consumo de bobos. Discursos mentirosos, que traducidos al lenguaje de la más cruda verdad. Tratan de convencernos de la bondad musulmana, y que el Islam es religión de paz, —si, ya nos hemos dado cuenta… la paz de los cementerios—. Palafolls (Barcelona) España, sábado 26 de agosto de 2017. Fotografía: DACCA (Bangladesh), Lunes 06 de Mayo de 2013. Las manifestaciones reunieron hasta 200.000 personas, lideradas por Hefazat-e Islam, que pide una aplicación más estricta del islam. Archivo Efe

Cuando su comisionista majestad, don Juan Carlos I, rey por la gracia de Franco, ejercía de jefe del Estado, sus más opulentos hermanos mahometanos engrosaban cuentas bancarias en paraísos fiscales y, en consecuencia, aflojaban voluntades en alquiler, allí donde el honor y la conciencia no tienen cabida ni razón de ser.

Ese es el principio de los problemas, y el más esclarecedor. Sin esos miles de millones de euros sunitas, y no solo sunitas, los tan generosamente remunerados traidores a España, a Europa y a Occidente, no andarían por los telediarios tan ufanos, condenando hipócritamente la última matanza de inocentes.

No se defiende España, teatralizando impotentes silencios sin bandera ni oración, silencios de un minuto, y discursos blandí bluf, para consumo de bobos

No se defiende España, teatralizando impotentes silencios sin bandera ni oración, silencios de un minuto, y discursos blandí bluf, para consumo de bobos. Discursos mentirosos, que traducidos al lenguaje de la más cruda verdad, significan lo siguiente: “Estamos dispuestos a sacrificar a tantos ciudadanos e inocentes como sea necesario, con tal de no impedir que los musulmanes disfruten de las libertades y derechos que no tienen en sus países de origen, y así puedan imponernos su ideología, y la esclavitud y terror indiscriminado que su fanatismo conlleva, sin que podamos denunciar ni cegar la fuente de su maldad; Y condenaremos al ostracismo político a quienes se atrevan a señalar el origen y naturaleza musulmana del terrorismo islámico”.

Este es el constante discurso sobre el islam, de los políticos que ven sus partidos como empresas, y la política como su negocio. Con su abundancia de medios y su machacona propaganda pueden conseguir, y lo están haciendo, que Europa sea sometida al islamismo, ideología tanto o más sectaria, liberticida, opresiva y genocida que el nacionalsocialismo o el socialismo comunista.

Estamos pues, ante una amenaza creciente, propiciada y facilitada por poderes fácticos internacionales; Jefes de Estado, presidentes de Gobierno, y otros dirigentes políticos —todos chupópteros de la inagotable ubre petrolífera—, y el gran negocio de los que no tienen ni el honor y ni el valor necesarios para oponerse a la censora mordaza que nos impone la idiotizante “corrección política” de los herederos de Iósif Stalin, Mao Tse-tung, Pol Pot, Fidel Castro, y otros ilustres carniceros del comunismo internacional.

Mundialismo, islamismo y neocomunismo son movimientos liberticidas coincidentes en su odio a la libertad y a la civilización del occidente cristiano, y en consecuencia, compañeros de viaje, en este tramo compartido de sus hojas de ruta.

La propaganda falsaria, emitida al alimón por los censores guardianes del lenguaje políticamente correcto y por los voceros neocomunistas, forma parte del guión que siguen al unísono los mass-media, en un ejercicio de hipnosis ideológica masiva ante la que han claudicado quienes deberían preservar nuestra libertad. En lugar de ello, nos han vendido, y nos pastorean hacia el matadero. Preservar y aumentar sus privilegios, es lo único que preocupa y ocupa, a este elitista elenco mundial de psicópatas.

Tratan de convencernos de la bondad musulmana, y que el Islam es religión de paz, —si, ya nos hemos dado cuenta… la paz de los cementerios—.

Sólo hay que leer los comentarios de los lectores, o conversar en confianza, para comprobar el abismo que separa a los ciudadanos de las líneas editoriales de los medios masivos de propaganda, que día tras día, nos saturan con pensamiento débil y panfletos para bobos. Tratan de convencernos de la bondad musulmana, y que el Islam es religión de paz, —si, ya nos hemos dado cuenta… la paz de los cementerios—.

Mientras tanto, los ciudadanos, en España y en el resto del mundo, claman protección contra el terror, desesperanzados ya de los políticos traidores que desertan de su principal deber, al mismo tiempo que se niegan a dimitir; Ni hacen, ni dejan hacer. Políticos inhumanos, psicópatas, sicarios del Nuevo Orden Mundial, que son responsables del 95% de las masacres de inocentes que hay en el mundo.

Hemos de hacer todo lo necesario para defendernos y defender España del islam y del neocomunismo, esa quinta columna de socialistas del siglo XXI

Ante tan alarmante horizonte, hemos de hacer todo lo necesario para defendernos y defender España del islam y del neocomunismo, esa quinta columna de socialistas del siglo XXI que ejercen de abogados defensores de la comunidad musulmana, y justifican el terrorismo islámico.

Los neocomunistas olvidan o denigran todas las nobles causas cuando quien las pisotea es el Islam. Toda su acción frente a una masacre atroz, como la penúltima de Barcelona, queda reducida a un minuto de silencio. Y en cuanto acaba ese minuto de silencio empiezan y no paran de hablar y actuar contra la islamofobia, porque, a estos ciegos voluntarios, la natural y sana reacción defensiva contra el terror islámico, les preocupa más que el propio terrorismo ¿Cabe mayor extravío?

Los minutos de silencio solo están bien si son minutos de la unidad y la meditación que precede a la unidad de acción contra el terrorismo. No es una opción negarse a actuar contra el fundamentalismo islámico. Después de los minutos de silencio, o de oración en silencio, hemos de actuar el resto de minutos que tiene la vida, hemos de defendernos de la barbarie salvaje de una ideología que intentan imponer a toda la humanidad.

Todos los islamistas son musulmanes. Y los islamistas usan su libro sagrado, el Corán, contra los españoles y el resto de europeos

No todos los musulmanes son islamistas, pero todos los islamistas son musulmanes. Y los islamistas usan su libro sagrado, el Corán, contra los españoles y el resto de europeos, que no hemos generado suficientes anticuerpos con los que reaccionar contra su ideología totalitaria. Para los musulmanes imponernos el Islam es su obligación natural, y por supuesto consideran legitimo y santo emplear todos los medios a su alcance, incluidos los más atroces e indiscriminados.

Por mienten, encubren y protegen asesinos miembros de su comunidad, no de la nuestra ni del resto de “infieles” que pueblan el mundo. Porque, aunque el progresismo buenista niegue la evidencia, no por ello el islamismo dejara de ser musulmán; Y tortura, mutila, asesina y esclaviza en todos los lugares del mundo, a todas las razas, de cualquier religión o ideología, y no sólo en Europa, donde no paran de violar nuestras fronteras, escapando de la miseria que han cosechado ellos solitos en sus lugares de origen.

Los fieles musulmanes desprecian todo lo que no es musulmán. Nos invaden para repoblar e islamizar España y el resto de Europa

Los fieles musulmanes desprecian todo lo que no es musulmán. Nos invaden para repoblar e islamizar España y el resto de Europa. Su desprecio hacia el resto de la humanidad es tan afrentoso, insolente y enloquecido que se permiten destruir restos arqueológicos milenarios. Su permanente obsesión es destruir todo lo que no es islámico.

Estamos en guerra, ni la hemos buscado ni la hemos querido. Nos ha tocado, nos han agredido y siguen amenazándonos. No podemos ni queremos mirar a otro lado, y no nos quedaremos quietos, esperando pasivos sufrir un nuevo golpe. No tenemos más remedio que combatir la más salvaje ideología del terror mundial. Combatir en todos los frentes, en el cultural, en el social, en el económico, en el político, en el policial, en el militar. Combatir desde la defensa de los valores espirituales y cívicos que hacen digno y feliz al ser humano, como ser trascendente y como ser social. Combatir en defensa de la cultura, de la libertad, de la humanidad, de la familia, de la vida, del derecho, de la justicia, de la propiedad, de la solidaridad, del bien común, de la salud pública, del progreso y de la prosperidad.

 

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agosto 1st, 2017 by lasvoces

Redacción (Óscar Bermán, Presidente de NOSOTROS, Partido de la Regeneración Nacional)-. Siguiendo instrucciones de su real majestad don Juan Carlos I, rey de España por la gracia de Franco. Adolfo Suarez, para complacer a los nacionalismos vasco y catalán, y creyendo poder amansarlos, tuvo una ocurrencia originalísima: El Estado de las Autonomías. Que tan buenos resultados a dado a tantos cientos miles de políticos y funcionarios que de otro modo estarían en el paro forzoso, como tantos millones de españoles. Palafolls (Barcelona), martes 1 de agosto de 2017. Fotografía: El líder del PSOE, Pedro Sánchez, en rueda de prensa. Archivo Efe.

Si, lo han adivinado, me refiero a esa sandez llamada Nación de Naciones

El Estado de las Autonomías, ha devenido, como era previsible, la causa primera de otra ocurrencia, no tan original, pero de igual buenismo e intencionalidad apaciguadora. Si, lo han adivinado, me refiero a esa sandez llamada Nación de Naciones, a la cual se ha apuntado recientemente un indocumentado dispuesto a apuntarse a lo que sea con tal de llegar a ser Presidente del Gobierno de España, Dios no lo quiera.

El indocumentado al que me refiero responde al nombre de Pedro Sánchez, presidente por segunda vez, de la PSOE. Pedro Sánchez desconoce -al igual que lo desconoce Rajoy-, que tratar de apaciguar a los nacionalcatalanistas es el modo más seguro de darles más fuerza y poder para que prosigan en su delirante proceso contra España y contra todo lo español, empezando por el idioma.

Cataluña y España son dos sujetos políticos equivalentes e independientes, con esta falacia, propone una formula confederal

Pedro Sánchez defiende la llamada Declaración de Barcelona, florilegio de aberrantes idioteces acordadas entre la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE y la Comisión Ejecutiva del PSC, en el que se establece y da carta de naturaleza a una especie de bilateralidad entre Cataluña y España, dando por sentado -sin argumento que lo justifique-, que Cataluña y España son dos sujetos políticos equivalentes e independientes, y en consecuente con esta falacia, propone una formula confederal, un texto concordante con lo reconocido icónicamente por el Partido Popular de Cataluña que pueden apreciar en la siguiente imagen propagandística:

Pero dejemos al PPC perdido en su laberinto de pensamiento débil y vuelo gallináceo, y volvamos a Pedro Sánchez, y que ateniéndonos a sus sandeces, podríamos cambiarle nombre y apellido y llamarle Pinocho Sandez, Pinocho por lo mucho que miente, y Sandez por las sandeces que dice.

Pedro Sánchez, o Pinocho Sandez -como ustedes prefieran-, afirma que España es una Nación de naciones

Pedro Sánchez, o Pinocho Sandez -como ustedes prefieran-, afirma que España es una nación de naciones. Reconozco que en esta afirmación es consecuente con ese contumaz papanatismo político heredado de la transición que consiste en otorgar a los nacionalismos catalán y vasco un plus de legitimidad, que no solo no merecen sino que, en justicia, merecen todo lo contrario: La completa y radical deslegitimación de sus presuntas singularidades y derechos históricos. Noble objetivo que NOSOTROS tenemos el firme propósito de realizar, si recibimos de nuestros compatriotas el poder necesario para llevarlo a término.

Pedro Sánchez, en esto de regalare un plus de legitimidad al nacionalismo catalán y concederle la preeminencia y representatividad sobre el conjunto de los ciudadanos que vivimos en Cataluña, hace exactamente lo mismo que el resto de la partidocracia eXpañola. Pero aun va más allá, y en pleno proceso de sedición secesionista, se apresura en rendir pleitesía y dar la razón al nacionalcatalanismo, proclamando que Cataluña es una nación, y para disimular un poco su fechoría y engañar a los más incautos, añade que es una nación dentro de España. Tontería mayúscula, del mismo modo que también sería una tontería proclamar que Galicia es una Región de Regiones, o una Comunidad Autónoma de Comunidades Autónomas.

Pedro Sánchez, en su indigencia intelectual, es una especie de Zapatero Bis, aquel fatuo mamarracho giliprogre

Pedro Sánchez, en su indigencia intelectual, es una especie de Zapatero Bis, aquel fatuo mamarracho giliprogre, que no ha tenido suficiente con joder a los españoles y ahora se dedica a joder a los venezolanos. Que Zapatero haya presidido la PSOE, y que Pedro Sánchez represida la PSOE, nos confirma que la PSOE es una organización enemiga de España. Algo que no nos sorprende a quienes nunca hemos visto nada bueno en los gobiernos de la PSOE, ni siquiera en su época de mayor esplendor, cuando Felipe González, la nunca despejada X de los GAL, se permitía el lujo, entre otras muchas iniciativas progresistas, de poner a la Guardia Civil bajo el mando de un vulgar chorizo llamado Luis Roldan, cuyos méritos cabían en una hojita de papel de liar cigarrillos.

Queridos bonifacios aplaudidores y votantes de la PSOE. No os dejéis engañar: Pedro Sánchez Os Engaña cuando dice que España es una nación de naciones, y también os pretende engañar, cuando os promete un paraíso federal que supuestamente acabara con el cansino problema catalán. Creedme, quienes conocemos a fondo el tema porque llevamos toda la vida sufriéndolo -y porque nos hemos preocupado de estudiarlo-, sabemos muy bien que el único modo real de acabar con el cansino problema catalán es pasar a la ofensiva y combatir sin clemencia, y en todos los frentes, al nacionalcatalanismo, hasta su completa y definitiva aniquilación. Objetivo permanente que NOSOTROS asumimos hasta sus últimas consecuencias.

Pedro Sánchez es un sujeto que no hubiera llegado a nada en una nación orgullosa de sí misma, NOSOTROS no lo toleramos

Pedro Sánchez es un sujeto que no hubiera llegado a nada en una nación orgullosa de sí misma. Que un Pedro Sánchez cualquiera pueda aspirar a gobernar y modificar la Constitución al gusto de la purria podemita y de los nacionalismos catalán y vasco, es demasiado para la paciencia de los patriotas que aun defendemos la igualdad de derechos y deberes de todos los ciudadanos españoles, sin fronteras interiores que nos dividan y enfrenten. NOSOTROS no lo toleramos, y estamos dispuestos a hacer todo lo que haga falta para impedirlo

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