septiembre 20th, 2018 by lasvoces

Redacción (Santiago González-Varas) – Como bien sabrá el lector, a través de la aprobación, el martes de esta misma semana, de una ley sobre género y poder judicial se quiere aprovechar para modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria y sacar adelante la proposición de ley de los Presupuestos Generales del año próximo, usando triquiñuelas. Se argumenta que el Tribunal Constitucional en ocasiones ha permitido que a través de la aprobación de una ley se reforme otra de contenido absolutamente distinto de aquella otra. Barcelona (España), jueves 20 de septiembre de 2018. Fotografía: MADRID (ESPAÑA), 09.07.2018. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), y el independentista de la Generalidad de Cataluña, Quim Torra, reunidos en el Palacio de La Moncloa, en el primer encuentro que ambos mantienen en busca de la distensión y normalización de unas relaciones muy deterioradas entre ambas administraciones, aunque ambos asumen que no hay expectativa de acuerdos. Efe

Ahora bien, en mi opinión, hay límites, ya que ello no puede ser así cuando se incurre en fraude de ley o se aprovechan ciertos procedimientos para eludir otros, sobre todo tratándose de un tema tan esencial como es la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, ya que no se trata de reformar leyes aprovechando la ley de Presupuestos, sino de lo contrario, es decir, promulgar una ley para aprobar los presupuestos.

Y, al margen de esto, lo que a mí personalmente más me preocupa no es tanto esto, como un posible adelanto de una posible técnica o forma de actuar que podría arraigar o extenderse en un futuro cercano: considerando que el Derecho es por esencia interpretable, y el Derecho público especialmente, podríamos entrar en una espiral de reformas a través de forzar el ordenamiento jurídico a fin de pretender fines políticos. Si se avanza por esta senda, lo peligroso es el resultado al que podría llegarse.

De momento, lo que puede afirmarse es que ésta es una nueva polémica comparable a las que el Gobierno enfrenta en otros ámbitos como el referente a los títulos universitarios. El caso es que con el Gobierno del demonio (es decir, del General Francisco Franco) uno primero tenía títulos de verdad y era catedrático de prestigio (y por supuesto doctor, sin sospechas) y después tenía opciones de llegar a político de prestigio, digamos ministro, por ejemplo.

Y es un hecho, que con los gobiernos de hoy al parecer es lo contrario: primero se es político y después ya te llueven los títulos por añadidura. Comparativa que supone un motivo de reflexión, creo. Por cierto, los que tienen o tenemos títulos de verdad, cuentan o contamos muy poco en la vida política, porque solo cuentan los políticos de profesión. Nosotros, los de los títulos, somos como el personaje de Dostoievsky del mundo del subsuelo, del libro de semejante “título”. Es decir, que si el título de doctor de Pedro Sánchez es válido o no, me importa menos que la comparativa de fondo que acabo de hacer, que tiene mayor alcance. Los políticos de profesión tienen todo lo atractivo acaparado a su favor.

Por último, en el capítulo de polémicas, debe mencionarse también el modo en que se gestiona el problema separatista. El dinero que nos gastamos los españoles en promocionar agencias exteriores de Cataluña…, debería invertirse en promocionar ese partido político que en Portugal patrocina la reunificación con España, o ese otro partido que en Puerto Rico pretende también volver a la Patria Madre. Ahí está el interés, y no en eso otro.

Por otra parte, no son posibles pactos ya con los separatistas, no solo porque ya no se puede conceder más a los independentistas, sino sobre todo porque pactar a favor del procés es “pan para hoy y hambre para mañana”: ellos avanzan en la normalización del catalán y avanzan en la internacionalización del conflicto y avanzan en captar un 20% más de votos. Y, por ello, de pactar dando más, en un futuro muy lejano conseguirían eso que hoy no tienen: un mayor si cabe totalitarismo lingüístico, un triunfo en el exterior y un mayor porcentaje de votos, o un poder judicial que les permita aprobar leyes sin temor de ir a prisión. Es decir, que o bien se llega a un pacto cerrado en cuya virtud se cierre “para siempre” el asunto catalán.

O bien es mejor no pactar otorgando prebendas, en un contexto de “proceso” independentista que estaríamos favoreciendo. Dicho de otra forma, o pacto cerrado en un contexto autonómico entre las dos partes, en el marco del actual sistema constitucional, o si no supresión de las autonomías como vía de reforma de futuro inmediato. Alimentar más al oponente es, hoy día, un suicidio para mañana.

Santiago González-Varas

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junio 16th, 2018 by lasvoces

Redacción – Aunque pudiera parecerlo por el título estas líneas que aquí comienzan no son publicidad encubierta ni alguna cínica columna de opinión que niegue la mayor. A saber que el proceso separatista catalán y el golpe de estado fallido perpetrado por el gobierno ultranacionalista de la Generalitat de Cataluña no afectaron, afectan ni afectarán la afluencia de turistas. Barcelona (España), sábado 16 de junio de 2018. Fotografía: PARLAMENTO DE CATALUÑA (BARCELONA) ESPAÑA, 12.05.2018. El candidato de Convergencia-PDECAT-Juntos Por Cataluña (JxCat) a la investidura, el racista Joaquim (Quim) Torra Pla, no ha logrado hoy la mayoría absoluta requerida para ser investido presidente de la Generalidad de Cataluña en primera votación, por lo que deberá esperar a la segunda votación del lunes, en la que le bastará la mayoría simple de los votos de la cámara. Efe

No sólo ha sucedido esto sino que hasta el momento cinco cadenas hoteleras han abandonado esta comunidad para trasladarse a otras regiones españolas más estables, con mayor seguridad jurídica y física, dado los continuos actos amenazantes, de amedrentamiento o de pura violencia que se suceden cada semana. En su relativización cuando no silenciamiento coinciden tanto medios de comunicación catalanes como de ámbito nacional. Todo sea por no causar la ruptura de una convivencia social que ya está hecha jirones. Una hipotética armonía que prácticamente nunca existió ya que al poco de restaurarse la democracia, las 300 familias catalanas y el nacionalismo étnico y clasista no sólo recuperaron un poder que el franquismo jamás les negó sino que lo ampliaron. Como patética muestra queda el historial de la familia Maragall. De verdaderos valedores de los tercios del Montserrat al separatismo más recalcitrante. Una relación poco contradictoria pese a las supuestas apariencias con que los medios y la clase política nos pretenden engañar. Colisionan, sí, pero también se solapan en múltiples ocasiones. Hoy expresada por la furibunda rabia racista o semifeudalista si se prefiere de un vividor de la política y desequilibrado mental como Ernest Maragall, bajo la ausente mirada de su hermano mayor. Sus palabras propias de cualquier ultranacionalista belicista con pistola en la bandolera no le han acarreado la menor consecuencia. No es ni la primera vez ni será la última. Y eso que estos eran los moderados y de “buena familia”. El mismo que hoy anunciaba la reapertura de varias embajadas de la red DiploCat que el gobierno tendrá que volver a cerrar en breve en cuanto termine su errante y errada batería de concesiones y gestos varios de cara a la galería para empezar a gobernar y evitar un conflicto civil sangriento y ruinoso.

Pero ellos no podían afrontar un peligro de tal calibre para “su Cataluña” (o el engendro que han creado en esta comunidad), como el que representaba la vuelta de la democracia sin un plan adecuado para seguir manteniendo el poder, ampliar su base operativa de su influencia social, cultural y por supuesto económica.

Las clases pequeñoburguesas catalanistas

Y para eso sólo era necesario atraerse a la acomplejada izquierda, que también fue convenciéndose gracias al que parecía infinito talonario del nacionalismo y crear las “verdades” catalanas contrarias a las del resto de la humanidad. Citaré sólo de pasada, la educación y los orígenes de los apellidos bien posicionados en su sociedad como agravios más lacerantes. Nunca rebatidos por la parte nacionalista sin insultos, sonrojantes sarta de falsedades victimistas o mera xenofobia. Y llevamos ya cuatro décadas.

Las clases pequeñoburguesas catalanistas, no cejaron en su empeño de vender sus usos y privilegios como derechos y confundiéndolos con una ingente propaganda para que las clases populares y los no nacionalistas asumieran, interiorizaran y acabaran condenando a todo aquél reacio a los retrógrados postulados nacionalistas. La vergüenza y las subvenciones como reguladores sociales.

Con esta grotesca mascarada identitaria se ganaron la impunidad, el control total en sus dominios y el poder de influencia a escala nacional gracias a una ley electoral proclive a premiar al caciquismo.

Había que desnaturalizar, despreciar, subvertir y dominar conceptos e ideas como la libertad de expresión, la igualdad de oportunidades, la libertad de elección, la escuela plural, la enseñanza sin adoctrinamientos, la fraternidad con el resto de españoles, el obrerismo, la solidaridad, la libertad de pensamiento y publicación. En definitiva, depauperar la democracia obteniendo de sus ubres, los medios y la protección para destruirla. Hasta convertirla en la burla que es hoy en las tierras catalanas. Sin un gobierno regional digno de representar a nadie que no quiera el enfrentamiento como doctrina política, el supremacismo y el racismo como filosofía y el neocaciquismo reforzada con dádivas como alternativa económica.

Cuando alguien con las declaraciones, ideario y referentes políticos como el actual Presidente de la Generalitat catalana que es apartado de la dirección de una organización vertical xenófoba y prevaricadora como Ómnium Cultural por radical y exaltado (que no equivocado) y asume el poder sin crítica alguna ni ningún voto en contra de las filas separatistas catalanas se demuestra de forma inequívoca cual es su concepto del resto de sus vecinos, de las leyes más básicas de convivencia humana, del respeto a los derechos más esenciales, y de la norma suprema que nos dimos todos los españoles para no repetir enfrentamientos, dolor, y miseria.

Quien excluye de esta forma el diálogo sólo puede ser censurado y relegado al estado que le corresponde en una sociedad moderna y democrática, cesado y encausado.

Mezquino fascismo de bajos vuelos

Obviamente este es el objetivo, el estallido de la violencia. Tan querido por Forn, Junqueras o Torra como así han reconocido y propagado reiteradamente. Golpismo de manual. Como los de Gen Sharp que organismos de las Generalitat difundían gracias al entusiasmo del convicto Raúl Romeva. Una de las mayores vergüenzas de la izquierda europea.

Aquellos que nos rebelamos contra su mezquino fascismo de bajos vuelos, tan parecido verdad al filonazismo de las repúblicas bálticas o de las repúblicas católicas exyugoslavas. En las cuales la discriminación, el odio étnico, la negación de la historia son los pilares más sólidos de sus débiles entes nacionales. Somos tildados de fascistas, cuando realmente lo son sus espejos, y sus apoyos internacionales, amén de sus razonamientos, comportamientos y su abc programáticos.

Como alimentaron a parte de sus compañeros de causa con dinero robado es algo que ya ha sido desglosado por varias fundaciones de la Generalitat como Catmon, Catdem y una pléyade de ONGs. Y que dará para más de un juicio. Esa será una de las contribuciones del proceso separatista, la justicia y transparencia. Si las medidas del nuevo gobierno no lo impiden,Diplocat mediante…

El nacionalismo catalán ha quemado todas sus naves en dos ocasiones para conseguir un solo objetivo: Evitar la consecución de elecciones. Dado que en ningún caso superaran las fuerzas nacionalistas sus ratios de votantes. Por ello llaman a la violencia, amparándose en la hipocresía, el victimismo y un doble lenguaje con el que ya no engañan a nadie. No han ganado ni ganaran nada por sí mismos sino por errores ajenos o por la dejación. Porque eso es en esencia el nacionalismo, una enfermedad. Una suerte de rabia o peste como describía Camus y que expertos politólogos como Joan Ridao y Pablo Manuel Iglesias aún no han entendido, pese a sus supuestas excelencia académica recompensada a tal efecto con becas y reconocimiento universitario. El mismo o similar que le conceden en Cataluña tanto el rectorado como los Mossos a aquellos que les gusta agredir a ponentes y a pacíficos oyentes por interesarse por la figura de Cervantes. Los genios y la universalidad siempre en el punto de mira de la turba iletrada, del odio de los localistas y del extremismo.

Somos los verdaderos antifascistas de Cataluña quienes nos vemos agredidos, apartados, relegados social y laboralmente, discriminados económica y electoralmente por la caterva etnicista catalana. Que si bien no ha ganado aún ninguna batalla,mantiene ahora ya de facto otra vez, todos los resortes del poder. Y por ello sus viles llamadas a la paz social, a la catalanidad como algo positivo (ya ha perdido todo el prestigio que pudiera tener) y encima como algo plural deben ser refutadas como espurios embustes. Ni somos como vosotros ni queremos serlos, ni sois mejores. Ni locomotoras de otra cosa que no sea el camino al enfrentamiento por el que tanto trabajan.

La deriva etnofascista

La pequeña burguesía catalana y su enorme trama clientelar, los tejidos asociativos, cooperativas, y toda suerte de organismo y demás tentáculos de lo público. Sólo trabajan para un proyecto, para un amo, para una idea, y algunos beneficiarios. Sí, pero con el dinero de todos, bajo el nombre de todos, y apropiándose de lo catalán como su escudo de armas. El pueblo catalán , como si no fuese ese término no fuese ya signo suficientemente claro de la deriva etnofascista que les ciega y que alimentamos todos con nuestros impuestos.

El odio, el racismo, la desigualdad, el desprecio, el egoísmo, el clasismo no son una cuestión de sentimientos. No nos engañen, es una cuestión de Justicia.

Los discriminados que señorean sobre el resto, las victimas que imponen, multan, y manejan sus recursos y los ajenos con tal pericia que la deuda de la Comunidad autónoma de Cataluña alcanza niveles tercermundistas (de los bonos patrióticos de Artur Mas mejor no hablar, se lo dejamos al ilustre Xavier Sala i Martí).

Y es contra ellos contra quienes debemos alzar la voz. No nos representan. No son legítimos servidores públicos. No denuncian la violencia. Utilizan la intoxicación informativa como medio de relación con sus partidarios para enfrentarlos al resto de sus conciudadanos.

Limpiemos las calles de basura

La soberbia del acomplejado, el supremacismo, la superioridad basada en la discriminación y etnicismo institucionalizado no tiene porque ser respetados ni eternos.

Por ello alcemos la voz. Al contario que ellos hagámoslos de forma inteligente y cívica, pero rotunda. Ya saben de nuestra oposición, pero no les importa porque aún se creen con poder ascendiente sobre nosotros para manipularnos y tomarnos como rehenes. Para que la palabra facha, colono o no catalán, pese como antes la hizo la de converso, judío, o villano no nos atenace en unos miedos estructurados por su propia ingeniería social.

Limpiemos las calles de basura, rebatamos sus embusteros dogmas, prolijamente negados por sus valerosos líderes huidos en el extranjero o encarcelados , impidamos que ocupen un espacio que no les pertenece. No son sus playas, no es su tierra, no son sus escuelas, no es su lengua. Es la de todos. El único apropiamiento que merecen es el de una derrota. Dos millones señoreando sobre cinco y medio. El fracaso de su plan, la vuelta a la realidad, la asunción de su culpa, el abierto reconocimiento de su odio, de sus errores, de quebrar la paz social, de aislamiento cultural, de quizá una generación perdida. Por todo ello deberán pedir disculpas, bajar de su inmerecido pedestal injustamente ganado a base de mentiras, inquina y segregación.

Pero nunca lo harán sino ponemos en entredicho su preponderancia. Alcemos la voz. Cada día podemos contribuir a ello. Desde el boicot a productos catalanes separatistas. Bonpreu, EstrellaDamm, Embutidos Noel, Cafés Marcilla, Abacus, y toda suerte cooperativas que utilice sólo una de las lenguas oficiales de nuestra querida comunidad.

Conflicto civil

Hagámoslo también al pensar en nuestras vacaciones, al elegir nuestros destinos de veraneo. Como la memoria es frágil y las distracciones de la vida diaria muchas, baste recordar como el convicto golpista que jaleo el acoso a la policía que venía a defender la constitución, no pudo desembarcar y fue objeto de forma acoso y bloqueo de forma coordinada por la Generalitat. Cuyo actual presidente, el que llama perros a los españoles, no sé de qué otro país podrá ser ciudadano, ni con que animal se identificara más, ha hecho repetitivos llamamientos a la violencia armada contra el Estado, la ley y la democracia. Y como otros de sus acólitos amenazaron a sus hoteleros con multas. Por eso es mejor evitar todo trato con la cadena SERHS, propietaria de la web de Viajes Logitravel, cuyo máximo accionista es un conocido barón separatista recientemente fallecido de CIU. Sería recomendable a su vez proceder del mismo modo con los hoteles y restauración de poblaciones como Calella, Arenys de Mar o Pineda de Mar. No podemos premiar a aquellos que ya son privilegiados y además de despreciarnos, llaman al odio. Pueden retractarse. No hay razón para que todos tomen el camino al precipicio. Ni les aplaudiremos ni les acompañaremos. Nos importa más nuestra libertad, derechos, y la paz de todos que su vileza, bajeza y mezquinos dogmas. Ese no es camino para construir otra cosa que al conflicto civil.

Alcen la voz con nosotros. Ya lo hicieron bastante en nuestra contra.

Y una vez más no se dejen embaucar. Sólo hay unos fascistas, y no son precisamente los catalanes y autóctonos que hablan la lengua de Cervantes, Lorca y Miguel Fernández quienes lo profesan. Buen Verano. Necesitaremos de todos y nuestros mejores deseos para que sea así.

Eduardo J. García

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abril 1st, 2018 by lasvoces

Redacción – Es inconcebible y de alto riesgo que desde hace años el Estado esté ausente en partes del territorio nacional. La solución está en la fiscalía, en los jueces y en la aplicación inmediata de la ley. Esta parsimonia enmascara el verdadero problema que tiene nuestro país, el continuado pero constante avance del nacionalismo. Con el Artículo 155 en marcha aunque a medio gas, los ciudadanos no secesionistas, tienen que resucitar las guerrillas de antaño para, noche tras noche, ir desmantelando los artilugios amarillos que reinan por doquier, e incluso en TV3, una televisión pública. Es como si una epidemia sin tregua se extendiera de un lugar a otro para propagar la idea de que nuestro idioma es un elemento extraño, que se ha impuesto desde un poder político autoritario y del que tenemos que prescindir. Barcelona (España), domingo 01 de abril de 2018. Fotografía: El golpista expresidente catalán, Carles Puigdemont, en una imagen archivo en su silla de presidente de la Generalidad de Cataluña en la cámara autonómica española en Cataluña Parlamento de Cataluña) Barcelona (España), actualmente preso en el centro penitenciario de Neumünster (Kiel) Alemania desde hace una semana -desde sábado 31 de el pasado sábado 24 de marzo de 2018- pendiente de su posible extradición a España, a raíz de la Euroorden cursada por la Justicia española. Efe

Desde los bramidos de los bisontes de Altamira hasta la proclama “¡Visca la República Catalana!” han pasado muchos milenios, muchos soles y múltiples lunas, la Tarraco Imperial, la ráfaga de los vándalos, alanos, suevos, la unidad recuperada con los visigodos en los Concilios de Toledo, la biblioteca de la Córdoba califal, el silencio de los claustros monacales, el grito de “Tierra” en 1492, la eclosión de las universidades, la España imperial, la guerra de la Independencia frente al francés y después de varios enfrentamientos civiles, la redacción y la posterior aprobación en referendum de la Constitución de 1978.

Un largo recorrido imprimido en el relato histórico y ahora, en el presente, un proyecto democrático enmarcado en un Estado de Derecho.

Constitución, Parlamento, partidos políticos y ciudadanos, pero se ha solapado un entramado generalizado de corrupción en beneficio de un amplio clan de vividores. Durante mucho tiempo unos y otros implicados lo han ido ocultando, pero la crisis económica sufrida, la deuda galopante del Estado y una Cataluña en banca rota, ha hecho que se hayan destapado los delitos cometidos. La solución está en la fiscalía, en los jueces y en la aplicación inmediata de la ley.

Ahora bien, cuando se entremezcla el proyecto nacionalista, la situación toma tintes más preocupantes. En él se cobijan y más aún se radicalizan los que pretenden no responder ante unos tribunales fuera de su control y por ello necesitan crear órganos de Estado con la intención de diluir sus acciones delictivas. Para conseguir ese fin cualquier método vale y muchos se han sumado a ese modelo de poder. Durante más de treinta años, ocupadas las Instituciones, han ido introduciéndose en muchos sectores sociales y eso hace difícil recuperar la pluralidad propia de una sociedad libre.

Los ciudadanos son los depositarios de la soberanía y por ello tienen que exigir que les devuelvan sus derechos, derechos soslayados en muchos ámbitos y en especial en el que se les impide emplear con toda normalidad la lengua, el español, uno de los elementos que les identifica como miembros del país. Es como si una epidemia sin tregua se extendiera de un lugar a otro para propagar la idea de que nuestro idioma es un elemento extraño, que se ha impuesto desde un poder político autoritario y del que tenemos que prescindir.

Se está acuñando en el subconsciente colectivo la idea de que su aprendizaje cualificado en las aulas no es necesario ni para ascender profesionalmente ni para opositar en las Comunidades Autónomas bilingües. Los nacionalistas ya se han esmerado en propagar esta idea. Son una minoria, pero la dejadez por parte de los que deberían haber defendido el legado patrimonial de todos, y también el oportunismo de los traficantes en cada coyuntura, han ido haciendo jaque mate a todo lo que constituye la existencia de un colectivo político, de una Nación-Estado.

La lengua es lo más sólido, lo que se ha forjado con el transcurrir de las etapas históricas anteriores al momento actual y ahora es ella la que está en declive por causa de un plan premeditado nacionalista o no. La lengua, el idioma universal, el español no es el que está en riesgo. Las fronteras han ido cayendo ante su empuje y muchos pueblos lo han adquirido como propio. Lo que está en retroceso es su presencia en España. El Pancatalismo o el término “Països catalans” desde las Instituciones con leyes contrarias a las pautas democráticas, arrasa en la Comunidad Valenciana, en las Baleares y en una zona de la franja limítrofe de Aragón. El gallego, el vascuence y ahora inicia su recorrido el bable. El Gobierno no toma medida alguna y ha dejado sus competencias en manos de los enrocados en destruir nuestro sistema político.

Es inconcebible y de alto riesgo que desde hace años el Estado esté ausente en partes del territorio nacional.

Nadie estructura un discurso contrapuesto al que cargado de falsedades ha calado tanto en ciertos sectores de la población —España nos roba, España es un Estado genocida, fascista, cutre, lleno de vagos—.

Esta parsimonia enmascara el verdadero problema que tiene nuestro país, el continuado pero constante avance del nacionalismo. Con el artículo 155 en marcha aunque a medio gas, los ciudadanos no secesionistas, tienen que resucitar las guerrillas de antaño para, noche tras noche, ir desmantelando los artilugios amarillos que reinan por doquier, e incluso en TV3, una televisión pública, están empujados a escuchar cómo se llama al involucionismo, al enfrentamiento y al desapego de todo lo hispano.

Esto ocurre sin pausa mientras todos los que confiamos en el cumplimiento de la ley, vemos al Ejecutivo con el letrero de vacaciones, ausente de su labor de gobernar. Sólo ha prestado su imagen en Andalucía, en la procesión del Cristo de la Buena Muerte.

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marzo 31st, 2018 by lasvoces

Redacción – Tras el fallido intento de investir a Puigdemont hace unas semanas, Torrent ‘El Cancelador’ suspendió el pleno del Parlament convocado para investir a Sánchez, presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) preso en Soto del Real. Llarena, el juez del Tribunal Supremo que ordenó su ingreso en prisión investiga su participación en el intento de secesión de Cataluña organizado por el gobierno de la Generalitat (Puigdemont, Junqueras, Borràs, Comín, Forn, Ponsatí, Puig, Rull, Serret, Turull, etc.) y el Parlament (Forcadell, Rovira, Gabriel), con la colaboración indispensable de Sánchez, Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, y Lloveras, entonces presidenta de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI). Barcelona (España), sábado 31 de marzo de 2018. Fotografía: BARCELONA (ESPAÑA), 21.03.2018. El violento actual presidente del Parlamento autonómico español en la región catalana, Roger Torrent, durante su discurso tras suspender otra vez un pleno de falso investidura, después de iniciar el Pleno. Efe.

El interés del asunto no radica tanto en la previsible suspensión del acto en sí cuanto en las declaraciones que hizo Torrent en Vic –ciudad que recibió a Franco como a un héroe y ahora está literalmente plagada de banderas estrelladas y lacitos amarillos– en un acto organizado para celebrar el aniversario de uno de tantos medios de comunicación (el9nou) que subvenciona la presidencia de la Generalitat para promocionar el secesionismo en Cataluña. Resulta paradójico contemplar a la enfervorizada audiencia aplaudirle cuando Torrent reclamó “libertad de expresión y respeto institucional”. ¿Acaso no estaba ejerciéndola con pleno respeto institucional? Quién demostró una vez más falta de respeto institucional fue Torrent cuando advirtió con tono amenazador que “no permitiremos que los tribunales decidan quién es el presidente de la Generalitat de Cataluña”. ¿Acaso algún Tribunal pretende tal desatino? Ninguno, como ninguno interfirió en su elección. Hay una sola razón, Sr. Torrent, por la que los candidatos propuestos hasta ahora (Puigdemont y Sánchez) no han sido investidos: su empecinamiento en proponer a prófugos o presos.

Hacer república

Los políticos secesionistas deambulan frustrados y algo desconcertados porque los resultados electorales del 21-D vinieron a confirmar la falta de apoyo social para su proyecto. Hasta un declarado independentista como Carod-Rovira reconocía hace unos días que hace falta algo más que el 47,5 % de los votos para poder sacarlo adelante y les advertía que mayor será la frustración cuanto más tarden en reconocerlo. “Parece mentira –afirmó el exvicepresidente de la Generalitat en otro medio subvencionado (8TV)– que dos meses y medio después de las elecciones aún estemos así. ¿Tanto cuesta elegir a un candidato que no esté huido o encarcelado? ¿Es preciso seguir haciendo el ridículo?” Torrent está dispuesto a hacer el ridículo hasta que alguien le ordene lo contrario.

Incluso los catalanes que se sintieron atraídos por la promesa de forjar ‘un país nuevo y justo’ están preguntándose qué fue de la hoja de ruta de JxSí que prometía proclamar la república en 18 meses contados a partir del 27-S; dónde están las ‘estructuras de estado’ que Puigdemont y Junqueras les aseguraban tener a punto para empezar la desconexión; por qué más de 3.200 sociedades han trasladado sus sedes a otras Comunidades y el asegurado reconocimiento internacional no ha llegado; y se preguntan qué pueden esperar de los líderes que apenas habían terminado de entonar el ‘cop de falc’ huyeron despavoridos por la frontera. “Ciutadans de Catalunya: ja no soc allí”, esta es la primera frase que Puigdemont debería haber dirigido a los catalanes desde Bruselas.

Estamos asistiendo a la descomposición de un proyecto político cuya hoja de ruta ha sufrido mil y un cambios sin que, como apuntaba Carod-Rovira, Mas, Puigdemont y Junqueras hayan tenido la honradez de reconocer su fracaso. Como expliqué en mi artículo “Auge y decadencia del nacional-secesionismo” (Expansión, 23 de diciembre 2017), a pesar de contar con el respaldo de todas las instituciones autonómicas y locales, y el apoyo del potente entramado mediático-asociativo, el respaldo social no sólo ha retrocedido desde 2012 sino que ha despertado a los catalanes deseosos de seguir siendo españoles y europeos. El éxito de la manifestación del pasado 30 de septiembre en Barcelona, en vísperas de la consulta del 1-O, puso de manifiesto la pluralidad de la sociedad catalana, y marcó un punto de inflexión que refrendaron las movilizaciones del 8, 12 y 29 de octubre y 6 de diciembre en 2017, y el 4 de marzo en 2018.

Agotado pero no desmantelado

En la mañana del 26 de octubre, un día antes de la esperpéntica votación en el Parlament que precedió a su huida, el expresident Puigdemont estaba dispuesto a convocar elecciones anticipadas. Sólo faltó para que lo hiciera que el Gobierno de España le garantizara la impunidad de los líderes incursos en causas judiciales por su papel en los tumultos del 20-21 de septiembre frente a la Consejería de Economía, y por la organización de la consulta ilegal del 1-O. Al margen de lo absurda que resultaba su exigencia en un Estado de Derecho donde prevalece la división de poderes, la petición de Puigdemont revela la endeblez de las convicciones de quien al día siguiente votó a favor de constituir la república catalana.

El desconcierto y las desavenencias actuales entre los líderes secesionistas confirman que ni el control absoluto de la Generalitat (Gobierno, Parlament, Diputaciones y Ayuntamientos) y la mayoría de medios de comunicación en Cataluña, ni las movilizaciones organizadas por la ANC, Òmnium y AMI durante los últimos años han dado los frutos esperados. Pero aunque la resaca ha arrastrado a algunos de sus líderes más adentro, todo apunta a que volverán a las andadas en cuanto el mar nos los devuelva o sean reemplazados por otros. Y es que para la casta secesionista, “hacer república” es el conjuro mágico que propulsa sus carreras políticas, y les proporcionan días de gloria y hasta un confortable modus vivendi, al menos mientras la impunidad dura.

Para constatar lo poco que ha cambiado la situación política tras la aplicación del artículo 155, basta con observar la realidad cotidiana y ojear el borrador del acuerdo alcanzado por JxC y ERC para repartirse la Generalitat. Los mandos de los Mozos, salvo Trapero, siguen en sus puestos pese a la pasividad y hasta connivencia mostrada el 1-O y las informaciones publicadas sobre el espionaje al que han sometido a catalanes de a pie y a miembros del Gobierno español. La mayoría de Ayuntamientos continúan incumpliendo el ordenamiento jurídico y financiando a la AMI. Gasseni, su presidente provisional, reclamaba hace pocos días “hacer efectiva la república”, y la nueva ejecutiva, presidida por Cervera, reiteraba su rechazo al Estado de Derecho en el manifiesto de Tárrega. Torrent y los portavoces de JxC y ERC cuestionan todos los días la competencia de los Tribunales para pronunciarse sobre actos contrarios al ordenamiento jurídico.

El borrador incluye también el compromiso de “impulsar el Proceso Constituyente, que contempla movilizar a la sociedad catalana… contra la represión policial y jurídica del Estado español”, crear comisiones parlamentarias y realizar una ‘multiconsulta’. Incluso lleva el desafío al Estado de Derecho un punto más allá, al incluir la propuesta de dejar en manos de la corte belga de Puigdemont, compuesta por la “Asamblea de Representantes, Presidencia y Consejo”, la “capacidad para impulsar políticas, estrategias, propuestas y la internacionalización”. El desafío lo completa el compromiso de “implementar en los seis meses siguientes la Moción 55/XI sobre la desmilitarización de Cataluña aprobada por el Parlament el 14 de julio de 2014”. Como no podía ser de otra manera, la Fiscalía ya ha advertido al juez Llarena que el acuerdo vulnera la legalidad vigente. Ahora que el lector juzgue si la aplicación del 155 ha restablecido (o no) la normalidad democrática en Cataluña.

Clemente Polo. Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico; Universidad Autónoma de Barcelona

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marzo 7th, 2018 by lasvoces

Redacción – Los hemos de expulsar del juego. Cuesta demasiado dinero y provoca demasiado malestar social que unos iluminados protegidos por obvios y mundialistas intereses ocultos antiespañoles se hayan adueñado de tantas parcelas de opinión en la mente de los votantes, que son los que al final deciden quién los gobierna. ¿Dónde se ha visto que un prolapso del sistema como Colau se permita ningunear, despreciándolo, al Jefe de Estado en un acto público de visibilidad mundial? Barcelona (España), miércoles 7 de marzo de 2018. Fotografía: BARCELONA (ESPAÑA), 25.05.2015. Los traidores esclavos de la burguesía corrupta amarilla en Cataluña (Convergencia-PDECAT), la alcaldesa Ada Colau, (primer plano segunda posición a la izquierda); el primer teniente alcalde Gerardo Pisarello (primer plano primera posición a la izquierda); y los otros dirigentes de Barcelona en Comú celebran su victoria en las municipales de Barcelona de la formación ‘Barcelona En Común) de Ada Colau. Archivo Efe

Una vez más, con ocasión del Mobile World Congress (MWC), un congreso–feria mundial que se organiza en el recinto de Feria de Barcelona, se ha puesto de manifiesto que la excrecencia anarco–comunista que ha accedido a cargos de primer nivel en el ayuntamiento barcelonés nunca debiera haber sido aupada hasta la poltrona municipal. Ni ella ni sus adláteres de las filas podemitas.

Al igual que sucede con otros personajillos similares, como la alcaldesa de Madrid, el de Cádiz, el de Zaragoza o el de Valencia, entre otros, todos ellos con el rojerío antisistema por bandera y ni una pizca de honorabilidad, se manejan con impresentable incorreción y alarmantes signos de hostilidad y desprecio por las formas y, lo más importante, por la ineficiencia en el cumplimiento de sus responsabilidades institucionales para defender los lícitos intereses de la ciudadanía local y española en general.

¿Dónde se ha visto que un prolapso del sistema como Colau se permita ningunear, despreciándolo, al Jefe de Estado en un acto público de visibilidad mundial? ¿Cómo se puede aceptar que una estrafalaria iluminada que jamás hizo nada de provecho cercene un evento tan trascendental como el MWC? ¿Sabe semejante fanática que con las cosas de comer no se juega y que dicha feria-congreso es una potente herramienta de generar trabajo y riqueza para la región? ¿Conoce esa inculta y desnortada mujer que haber atraído y mantener el MWC en Barcelona, o sea, en Cataluña y España, significa jugar en la primera liga mundial de plazas feriales, y que ello es fruto del consenso habido entre todas las partes vinculadas al proyecto y su administración?

Ítem más: ¿por qué narices siguen dando soporte los socialistas del PSOE y sus franquicias regionales a fanáticos y dogmáticos que ayudan a dinamitar España mediante la acción revolucionaria de corte marxista–leninista de sus protegidos podemitas (o como se llamen en sus múltiples camuflajes de marcas y símbolos)? ¿Acaso la orden es reeditar el Frente Popular republicano, de tan infausta memoria durante la Guerra Civil?

Cuesta demasiado dinero y provoca demasiado malestar social que unos iluminados protegidos por obvios y mundialistas intereses ocultos antiespañoles se hayan adueñado de tantas parcelas de opinión en la mente de los votantes, que son los que al final deciden quién los gobierna.

Las Colau, Carmena, Ribó, Kichi, Santisteve y demás morralla son enemigos del pueblo, sin ni una idea buena ni actuación digna de mención en su periplo al frente de sus ciudades. No merecen vivir de la política y cobrar su sueldo del Estado. Son ‘podemitas’.

Los hemos de expulsar del juego.

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marzo 2nd, 2018 by lasvoces

Redacción – Por esos delitos, Sr. Torrent, están en prisión, no por su acreditada bondad ni por sus acendrados sentimientos republicanos. Si usted no logra ver en esas actuaciones delito alguno, permítame advertirle que tiene un serio problema porque puede traspasar la línea roja e incurrir en un delito sin ser consciente de ello. En otras palabras, según Torrent, Junqueras, Forn –y también Sánchez y Cuixart– son “presos políticos” cuyos derechos están siendo pisoteados por el Estado español, y ahí está para probarlo el lacito amarillo que lleva prendido en la solapa de la chaqueta incluso en actos institucionales. Barcelona (España), viernes 2 de marzo de 2018. Fotografía: CATALUÑA (ESPAÑA), 02.03.2018. De la izquierda a la derecha, los presos golpistas hispanófobos Oriol Junqueras, exvicepresidente de la Generalidad (ERC), alias el ‘Osito’; Joaquim Forn, exconsejero de interior jefe político de los Mozos (Convergencia-PDECAT); y los Jordis de las entidades extremistas hispanófobas Ómnium Cultural, Jordi Cuixart y Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sánchez, candidato a la Generalidad, nombrado por el fracasado prófugo d ela Justicia Carles Puigdemont, después de su renuncia de este jueves, 1 de marzo de 2018. Combo de fotografía Efe.

Tras ser elegido presidente del Parlament de Cataluña el pasado 17 de enero, Torrent (ERC) dejó claro desde el primer momento que haría todo lo que estuviera en su mano por defender los derechos de todos los diputados de la institución que preside, y muy especialmente los de aquellos diputados que están en prisión en España o huyeron escapando de la justicia a Bélgica. El buen alcalde de Sarriá de Ter que animaba a los suyos a resistir con ánimo templado a las fuerzas invasoras –“nos lloverán hostias”, les decía– se ha tomado tan en serio su papel de ‘defensor del diputado’ que lo encontramos un día departiendo con Puigdemont El Prófugo en Bruselas y al otro visitando a Junqueras El Piadoso en Estremera. Lástima que de tan interesantes entrevistas con gente tan bondadosa y distinguida no haya tenido a bien contarnos las obras de caridad que planean acometer en el futuro.

¿Impericia informativa?

Aunque nada comentó de lo tratado en el encuentro sobre el curso de las negociaciones para convocar la sesión de investidura, Torrent aprovechó la presencia de las cámaras a la salida del recinto para denunciar que las reuniones con Junqueras y Forn no deberían haberse celebrado entre los “muros de una prisión”. No fue ni mucho menos lo más grave que dijo el president del Parlament que declaró estar a disposición de dos hombres –el exvicepresidente económico Junqueras y el exconsejero de Interior Forn bajo cuyo mando estaban los Mozos de Escuadra durante los tumultos que se produjeron frente a la consejería de Economía el 20-21 de septiembre y durante la ilegal consulta el 1-O– “de paz, de profunda convicción democrática”, encarcelados por sus ideas, “por una causa política”. En otras palabras, según Torrent, Junqueras, Forn –y también Sánchez y Cuixart– son “presos políticos” cuyos derechos están siendo pisoteados por el Estado español, y ahí está para probarlo el lacito amarillo que lleva prendido en la solapa de la chaqueta incluso en actos institucionales.

He de decir que no me sorprendieron las declaraciones del presidente Torrent sino que el canal 24 horas de TVE las repitiera como una salmodia respetable durante toda la jornada del 8 de febrero. La obligación de la cadena de noticias es informar puntualmente de los hechos no difundir la especie de que Junqueras y Forn son presos políticos. Que lo haga 3×24, el canal de noticias de TV3, entra dentro de lo previsible, pero que semejante desatino se produzca en la televisión de todos los españoles demuestra no sé si acomplejamiento, impericia o ineptitud. ¿Acaso 3×24 repetiría durante horas las declaraciones de algún político español que sostuviera que Junqueras y Forn son dos presuntos delincuentes, golpistas para ser más exactos, a los que se les investiga por tratar de destruir nuestra democracia? Me temo que no.

Lo sorprendente en este caso, y otros muchos similares a los que podría referirme, es que ninguno de los periodistas presentes –o al menos no quedó recogido en las declaraciones de ningún medio– pidió al Sr. Torrent que explicara por qué él, cuyas ideas son muy parecidas a las de Junqueras y Forn, no está en la cárcel. Si Junqueras y Forn estuvieran en prisión por sus ideas, Torrent estaría haciéndoles compañía en la celda de al lado. Buena prueba de que España es una democracia extraordinariamente garantista es precisamente que una persona con las ideas y trayectoria de Torrent ha sido elegida nada menos que presidente del Parlament, el cargo público mejor pagado de toda España, y que la mayoría de los diputados de JxC, ERC y la CUP están libres y expresan sus ideas con total libertad.

Presos políticos y democracia

No, Sr. Torrent, Junqueras y Forn están en la cárcel no por ser hombres de paz y profundas convicciones democráticas, y hasta religiosas en el caso de Junqueras, sino por haber desempeñado un papel clave en la preparación y ejecución de un golpe de estado que pretendía acabar con nuestra democracia y culminó con la proclamación de la república catalana en el Parlament, primero el 10 de octubre, y de manera inequívoca el 27 de octubre. Son hechos muy graves no ideas, los que han llevado a Junqueras y a Forn a la cárcel, y por los que su predecesora en el cargo, la Sra. Forcadell, está también siendo investigada por el Tribunal Supremo y se encuentra en libertad provisional. No dudo que usted esté dispuesto a defender los derechos políticos de los presos hasta sus últimas consecuencias, aunque creo que a ellos les resultará más útil contar con buenos abogados y acatar el orden constitucional de aquí en adelante.

Las últimas elecciones celebradas el 21 de diciembre demuestran que de los 5.554.455 de electores sólo 2.079.340 votaron a las tres listas JxC (948.233), ERC (935.861) y CUP (195.246) que abogan por la independencia. Ustedes no están legitimados para hablar en nombre del pueblo de Cataluña, aunque tengan una ajustada mayoría en el Parlament de 70 diputados. A partir de ahora, harían mejor en dedicarse a aclarar sus ‘ideas’ porque aunque las tres formaciones se unieron para constituir la república catalana antes de que Puigdemont se diera a la fuga, nadie sabe a ciencia cierta si esa república sería virtual o socialista, laica o religiosa, si aspiraba a formar parte de la UE o a salir del “club de países decadentes” que, según Puigdemont, la integran, o si pretendían, como abogan su partido, ERC, y la CUP alterar las fronteras de varios Estados de la UE para constituir los “països catalans”, una entidad carente de cualquier base histórica o sociológica, con menos fundamento y recorrido incluso que la juglaresca parodia de Tabarnia.

A pesar de Torrent sigue insistiendo en que Junqueras y Forn están en prisión por sus ideas, la página oficial de ERC reconoce que su único delito “fue llevar a término el mandato democrático del 27-S y el 1-O y haber proclamado la república de Cataluña”. Aquí, me temo, hay algo más que ideas. Dejando al margen la monserga del supuesto mandato democrático, la frase anterior esconde que el 1-O se celebró una consulta ilegal, contraviniendo la prohibición expresa del Tribunal Constitucional, a la que se destinaron fondos públicos proporcionados por la consejería de Economía y que contó con la complicidad de los mandos de los Mozos de Escuadra a cuyo frente estaba Forn. Se mire como se mire, el comportamiento de ambos ni fue democrático ni ajustado a la Constitución, al Estatut y al resto del ordenamiento jurídico. Por esos delitos, Sr. Torrent, están en prisión, no por su acreditada bondad ni por sus acendrados sentimientos republicanos. Si usted no logra ver en esas actuaciones delito alguno, permítame advertirle que tiene un serio problema porque puede traspasar la línea roja e incurrir en un delito sin ser consciente de ello.

Clemente Polo Andrés

Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico; Dpto. de Economía e Historia Económica

Edifici B. Universidad Autónoma de Barcelona

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febrero 18th, 2018 by lasvoces

Redacción – Poco después de reconocer en su intercambio de mensajes con Comín (¿ERC?), exconsejero del gobierno de la Generalitat cesado y prófugo de la Justicia, que la república agonizaba y Moncloa ganaba la partida “porque nos han sacrificado los nuestros”, Puigdemont tocaba a rebato a los suyos e iniciaba tras el fin de semana una ronda de contactos para exigir a una cada vez más insustancial ERC sumisión incondicional al ‘führer’ exiliado. Barcelona (España), domingo 18 de febrero de 2017. Fotografía: Elsa Artadi Vila, la fascista racista ladrona burguesa de la República, portavoz de la candidatura del delincuente Carles Puigdemont, durante un acto político de Juntos Por Cataluña al 21-D. Archivo ACN.

Para comprender hasta qué punto resulta grotesca la situación política en Cataluña, les invito a trasladarla a otro Estado democrático. Supongan, por un instante, que el presidente Trump incumpliera la Constitución, fuera destituido e imputado, y tras huir a México se presentara a unas nuevas elecciones presidenciales, y pretendiera seguir ejerciendo desde allí como presidente ‘legítimo’ de los Estados Unidos con apoyo de un “congreso de cargos electos”. Algunos lectores se dirán que este hipotético escenario resulta de todo punto inverosímil. Y tienen razón: Trump nunca habría logrado escapar a la justicia y participar en otras elecciones, algo que lamentablemente sí ocurrió en España.

ERC sometida al pujolismo

Los líderes de ERC han demostrado al menos desde 2012 enorme falta de iniciativa y servilismo a los dictados de Mas, primero, y luego de Puigdemont. En ningún momento, un desdibujado y emboscado Junqueras logró trasladar al electorado la sensación de estar liderando el proceso constituyente y permitió que fueran Mas y Puigdemont quienes llevaran la batuta, pasando incluso por alto los abrumadores indicios constatados de corrupción generalizada en el partido del 3% sus rivales, guardándose para sí y su círculo más íntimo sus dudas sobre la fiabilidad de los líderes convergentes. Tras el amago fallido de sacar adelante la investidura telemática o por delegación el 30 de enero, Puigdemont acusó de traición a Torrent y a otros líderes de ERC quienes con asumido servilismo continúan peregrinando a Bruselas para entrevistarse con El Prófugo. Le ofrecen la presidencia simbólica para él y la presidencia real para quien él designe. Puigdemont quiere ambas.

ERC parece no haber aprendido nada de lo ocurrido en la X y XI legislaturas cuando Junqueras aceptó un reparto de papeles que resultó fatídico para los intereses de su partido. En la X, Junqueras secundó desde la oposición todas las iniciativas del gobierno de Mas en minoría, incluida la consulta del 9-N en la que Junqueras ofició de mesero junto a una urna de cartón mientras Mas acaparaba todo el mérito ante los medios. Y en la XI accedió a un reparto de papeles igualmente nefasto para sus intereses con Forcadell (ERC) en la presidencia del Parlament y cediendo a Puigdemont toda la iniciativa y el protagonismo. Todo indica que esta situación se repetirá en la XII legislatura con Torrent interpretando el papel de Forcadell en el Parlament y la persona que designe Puigdemont haciendo el papel de Puigdemont en el gobierno de la Generalitat.

A pesar de que ERC cuenta con casi idéntico respaldo electoral que JxC –12.300 votos las separan– y sus líderes son conscientes de que la república hoy está más lejos que en septiembre de 2015, sus líderes continúan dudando si deben dejarse arrastrar por la locuacidad del nuevo amo de la Masía convergente. Puigdemont está más cerca de ir a la cárcel que de ser el nuevo presidente de la república catalana y los líderes de ERC deberían haber aprendido la lección de que saltarse el ordenamiento constitucional y burlarse del TC no sale gratis, como lo atestigua el Junqueras y otros republicanos que pueden seguir su camino en breve. Ha llegado el momento de reconocer que las políticas de confrontación sistemática con el Estado de Derecho que propugna la alianza de ‘puigdemonistas y cuperas’ sólo servirán para prolongar la inestabilidad política y agravar la ya delicada situación económica.

Volver a las andadas

Estos días hemos sabido gracias a la indiscreción de la CUP que el plan de Puigdemont, caso de haberse consumado su ignominiosa investidura telemática, era retomar el proceso constituyente allí donde lo dejó el 27 de octubre tras su vergonzosa huida a Bélgica. Llegados a este punto no está de más recordar la trayectoria y posiciones de algunos de los líderes que le acompañan en este descabellado viaje que si algo ha logrado es fracturar a la sociedad catalana y dejar muy tocada su economía, tras la marcha de miles de sociedades y la abrupta caída del turismo, una de las principales exportaciones de Cataluña, registrada en el último trimestre de 2017. De la sociedad abierta e integradora de comienzos de los años 80 no queda nada y en el actual ambiente enrarecido quienes no comulgan con el secesionismo son tachados de franquistas y fascistas inmediatamente.

Por razones de espacio, me referiré a algunos diputados que ocupaban posiciones destacadas en la lista del Prófugo, avalada por 948.233 ciudadanos, 161.499 menos que los que respaldaron a Ciudadanos el 21-D. La segunda posición por Barcelona la ocupaba Sánchez, presidente de la ANC en prisión preventiva, miembro del comité estratégico que preparó el “inaceptable intento de secesión” de Cataluña abortado el 27 de octubre tras proclamar la república catalana. La exconsejera Ponsatí, huida también de la Justicia, y el exconsejero Forn, encarcelado, figuraban en tercera y séptima posiciones, respectivamente, en la lista de Barcelona, si bien ambos renunciaron a su acta para favorecer la investidura (Ponsatí) o su situación judicial (Forn).

Turull, exconsejero de Presidencia, y Rull, exconsejero de Política Territorial, Obras Públicas y Sostenibilidad ocupaban la cuarta y quinta posiciones, respectivamente, por Barcelona. Ambos pasaron unos días en prisión preventiva y abandonaron la cárcel tras declarar ante el juez Llarena que asumían la aplicación del artículo 155. Pese a ello, el lector podrá comprobar que Rull se presenta en su cuenta de twitter como “consejero del Gobierno legítimo de Cataluña”, tiene un enlace a la página de internet de su ‘consejería en el exilio’, y se declara ciudadano de Terrassa en los Països Catalans. Algo más cauto se muestra Turull que se limita a informar en su cuenta que fue nombrado consejero de la Presidencia y portavoz por el president Puigdemont. Puig, consejero también cesado y prófugo, que se negó a devolver las obras artísticas al Monasterio de Sijena ocupaba la segunda posición en la lista de Gerona.

Conclusión

No hace falta insistir más para comprender que Puigdemont y los principales cargos electos de su lista no sólo no sólo no aceptan la Constitución que prometieron acatar para recibir sus actas de diputados autonómicos sino que planean constituir el gobierno legítimo de la república catalana en Bruselas con el respaldo de la Asamblea de Cargos Electos para seguir adelante con el plan de secesión que pusieron en marcha con la Resolución 1/XI y concretaron en las ‘Conclusiones finales de la llamada ‘Comisión de Estudio del Proceso Constituyente’ aprobadas en el Parlament el 27 de julio de 2016. A este asunto dediqué mi artículo “Aval al plan secesionista de la CUP” publicado en Expansión el 28 de julio de 2016.

El Gobierno de España creyó quizá ingenuamente que con la intervención minimalista puesta en marcha tras el golpe de estado del 27 de octubre y la inmediata convocatoria de elecciones el 21-D pondría fin a la carrera de Puigdemont. El error de cálculo del Gobierno ha sido grave y ahora tendrá que lidiar con un gobierno nada simbólico presidido por Puigdemont en Bruselas que transmite instrucciones al gobierno efectivo en Barcelona. Algo tendrá que hacer Rajoy para poner fin a lo que ya podemos calificar como golpe de estado crónico y para evitar que la incipiente república catalana se financie con fondos del FLA. Los riesgos para la economía catalana y la española son muy serios y conviene recordar que la intención de Puigdemont es precisamente desestabilizar la democracia española.

Clemente Polo

Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico; Universidad Autónoma de Barcelona

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febrero 18th, 2018 by lasvoces

Redacción – (…) Nosotros habíamos convocado una manifestación para el 30 de septiembre de 2017, el día anterior al referéndum y Sociedad Civil Catalana (SCC) se desmarcaba (lo que le han hecho a TABARNIA ya se ve que no es nuevo). Esta semana ha ocurrido algo insólito y se querrá justificar con historias de prudencia política, el bien de la ciudad, etcétera. Pero no por ello deja de ser sorprendente y penoso si lo enmarcamos en lo que ha venido ocurriendo los últimos años en el asociacionismo antiseparatista. Se trata de la desconvocatoria de la participación en una manifestación, por parte de Sociedad Civil Catalana (SCC), que previamente había convocado TABARNIA y que ya la esta anunciando como su fuera suya. Aunque este artículo disgustará a algunos, alguien debe dejar plasmado lo que está pasando y lo que nos estamos jugando. Barcelona (España), domingo 18 de febrero de 2018. Fotografía: José Rosiñol, el nuevo presidente de la entidad medio-nacionalista catalana ‘Sociedad Civil Catalana’ (SCC), en una imagen archivo. Efe

Con el asociacionismo no se juega. No rendimos pleitesía a los partidos. “Del 30-S, al abandono de Tabarnia”

Hay momentos en los que uno siente la necesidad de decir las cosas tal y como las piensa y son, sabiendo que dejará unos cuantos “amigos” por el camino; o a sabiendas no se interpretarán bien las ideas expuestas. Pero en estos momentos puede más la conciencia que la falsa prudencia y callar para “evitarse líos”. Esta semana ha ocurrido algo insólito y se querrá justificar con historias de prudencia política, el bien de la ciudad, etcétera. Pero no por ello deja de ser sorprendente y penoso si lo enmarcamos en lo que ha venido ocurriendo los últimos años en el asociacionismo antiseparatista. Se trata de la desconvocatoria de la participación en una manifestación, por parte de Sociedad Civil Catalana (SCC), que previamente había convocado TABARNIA y que ya la esta anunciando como su fuera suya. Aunque este artículo disgustará a algunos, alguien debe dejar plasmado lo que está pasando y lo que nos estamos jugando.

Dicho esto, aprovecho y agradezco a DOLÇA CATALUNYA un valentísimo post que me ha despejado las dudas sobre la conveniencia de perder esta noche unas horas de sueño escribiendo estas líneas. El título del artículo está más que claro y me consta que a algunos les ha sentado como un tiro: El misterioso aplazamiento de la manifestación por Tabarnia. Tengo que agradecer también a DOLÇA CATALUNYA que pese a mis boutades siempre me ha tratado desmerecidamente bien. E incluso ha puesto a prueba mi humildad (broma) publicando posts sobre “profecías” políticas que había escrito en artículos y que todos tomaban como locuras. Pero al final se han cumplido: como el sorpasso de Puigdemont sobre ERC o los resultados del 21D.

De tantas “profecías” de las que he dejado constancia en artículos y se han cumplido, empiezo a tener miedo de mí mismo. Pero jocosidades aparte, en octubre de 2017, tras la manifestación del 8 de octubre -de la que hablaremos-, no tuve más remedio que escribir el siguiente artículo: “Del espíritu de Ermua, al espíritu de Barcelona: ¿Quién lo matará ahora?”.

En este artículo, si tienen la paciencia de leerlo, ya avisaba de que ante el aparentemente triunfo del “unionismo” (término que siempre he aborrecido), corríamos grave peligro de que la movilización histórica de la Cataluña hispánica cayera en manos de los partidos y la fueran manipulando, ahogando y matando. Ya lo sé, nadie lee los artículos. Pero de vez en cuando a mí me place releer y mis artículos y ver si acierto o estaba en la luna de Valencia. Por desgracia éste parece que se está convirtiendo en otro de mis artículos que me harán ganar fama de “gurú” (broma de nuevo).

Como en este artículo que se prevé largo saldrá alguna asociación en la que participé en su fundación -sí, lo han adivinado, es SCC-, Debo hacer una previa. A raíz de una entrevista en una entrevista en el digital separatista El Mon, desde SCC requirieron al digital que retiraran mi afirmación de que había sido co-fundador de SCC. Ante la requisitoria de aclaración por parte del digital El Mon, escribí un artículo que levantó ampollas, lo sé a ciencia cierta, aunque nadie de los mencionados ha tenido arrestos para desmentir una sola línea del mismo. El título era suficientemente significativo: Matar al padre o los orígenes de SCC: ¿por qué no quieren reconocer que fui co-fundador?

Insisto que nadie tuvo narices de rebatir una línea. ¡Nada más faltaría! pues tengo todas las pruebas que atestiguan lo que afirmo. Con el tiempo, muchos me han agradecido este artículo. Un consuelo saber que escribir tochos, al menos sirve de algo. Aunque también me debí ganar muchos enemigos, como se verá más abajo.

Las extrañas estrategias, desconvocatorias y contra programaciones

Repasemos brevemente los últimos meses de convocatorias que han sido históricas en Cataluña y dejaron “knoqueado” al separatismo, al conseguir llenar las calles de Cataluña -y especialmente Barcelona- de catalanes con sus cuatribarradas y bicolores. Nada hubiera sido posible sin el esfuerzo de muchas pequeñas asociaciones, hombres y mujeres de una constancia homérica que durante décadas han estado luchando contra el separatismo. Ellos saben quienes son y que se lo he reconocido muchas veces. Han sido nuestros referentes y no los olvidamos, al igual que algunos lo somos, en menos medida, para otros mucho más jóvenes. Pero, sin los esfuerzos de cuatro años nada se hubiera conseguido. La calle y el espacio público era monopolio absoluto del independentismo. Por desgracia alguna asociación supremacista-constitucionalista cree que sólo con ella se inició este combate. Y ha intentado borrar el vestigio de asociaciones y personas.

No quiero alargarme más de la cuenta y seré sintético. SCC, (en la que yo ya no participaba, pues para salvar su fase fundación, y ante la publicación de ataques contra mi persona, di un paso al lado), vivió momentos de constantes tensiones internas (lo digo sin acritud, pues ocurre en todas las asociaciones). El 21 de enero de 2016 quiso convertirse en una asociación de masas convocando una gran Manifestación en la Plaza San Jaime a la que anónimamente y sin afán de protagonismo acudimos muchas asociaciones. La gran frustración colectiva se produjo al final del acto cuando, en vez de sonar el himno de España que es lo que todo el mundo esperaba, nos chirriaron los oídos con el Himno de la alegría, versión cutre-Miguel Ríos. Las redes saltaron y SCC sufrió su primer baño de realidad, al ver que la gente no estaba por tonterías de izquierdismo-retro. Y que renegar del himno de España porque a los socialistas no les gustaba era un precio demasiado alto a pagar. De hecho uno de los males de SCC ha sido su anormal obsesión por complacer a los socialistas. Y los socialistas los han ninguneado siempre.

Desde entonces, y recojo una frase literal de uno de los miembros de la Junta de SCC, “la asociación se dedicaría a actos pequeños y en espacios cerrados”, pues así su actividad sería más eficaz. A mí me daba que el miedo grupal de SCC a hacer el ridículo y recibir la lluvia de críticas como las por no poner el himno nacional, les llevó a tomar esa decisión. Y así lo hicieron. Si uno recopila los actos que durante meses realizaron verá que la asociación se alejó totalmente de las calles.

Pero ocurrió algo inesperado. Ante los ataques de Ada Colau contra la Hermandad de Antiguos Caballeros de Barcelona, esta asociación y otras como SOMATEMPS, convocaron una impresionante marcha. Era el 28 de mayo de 2016. Sólo habían pasado cinco meses desde que SCC abandonara la “política de masas”. La afluencia masiva sorprendió a propios y extraños. Desde entonces fueron innumerables la veces que salimos a las calles -durante meses- asociaciones como España y Catalans, Convivencia Cívica o Somatemps entre otras muchas.

Por aquél entonces, SCC fiel a su estrategia había abandonado la organización del 12 de Octubre de 2016. De hecho esta tradición —si mal no recuerdo— la inició valientemente Manel Parra y España i Catalans. En 2014, SCC al aportar unos caudales inmensos del los que no disponían las otras asociaciones, organizó y monopolizó el acto. En 2015 y 2016, lo retomaron las asociaciones “pobres”, de las que los gobiernos centrales siempre se han “miccionado” encima sin ningún escrúpulo. Pero con valentía y esfuerzos sobrehumanos, y sin contar con los inmensos recursos de SCC, se lograron sendos éxitos. Yo mismo, y el presidente de SOMATEMPS, pudimos intervenir como oradores.

Poco a poco el asociacionismo antinacionalismo se iba posicionando en el mapa y más o menos todos tenían claro que SCC contaba con grandes recursos y eternas promesas de compartirlos con otras asociaciones. Pero todo era fuego de artificio y palabras que se llevaba el viento. SCC no dejaba de afirmar que era un paraguas que cobijaría a todas las asociaciones, pero en realidad acabó siendo un bastón que las atizaba si ponían en duda su supremacía. Como ya tengo ciertas partes del cuerpo curtidas por el humo de tantas batallas, me permití el lujo de decirle a algún miembro de la junta de SCC que SOMATEMPS ni quería dinero, ni lo necesitábamos. Nuestra fuerza era -y es- nuestra coherencia y la militancia admirable y desinteresada de muchos. Otras asociaciones siempre soñaron que el gobierno central a través de SCC les ayudaría con subvenciones, como la Generalitat regaba diariamente a las suyas. Vana esperanza.

Cuando todos creían que las asociaciones sin recursos estaban muertas, alguien respiró y debió dar orden de que la lucha contra el nacionalismo no se podía hacer desde la calle, sino desde los despachos. Y se puso en marcha el gran plan del gobierno: traer a Cataluña a Soraya a dialogas… con nadie. ¡Menudo ridículo y fracaso!

Se acerca el reto independentista de referéndum ilegal del 1-O y ¿Cómo responde el gobierno central?

Se acercaba el 1-O de 2017. La Generalitat retaba al Estado. Nadie parecía querer hacer nada. Las asociaciones, pobres, y miserables, llenas de “piojosos” (un artículo que parece que ha hecho mella entre algunos lectores, para bien), decidimos que había que movilizarse ya que los que tenían medios no querían mover un dedo. Se realizaron reuniones diversas, tras el 11 de septiembre, para preparar una respuesta en la calle al reto independentista del 1 de Octubre. Con buenas palabras. SCC miró para otro lado y dijo que no era conveniente. Esto evidentemente no es invención mía sino que quedó recogido en portadas incluso de la prensa separatista. Como la que aquí se muestra. Nosotros habíamos convocado una manifestación para el 30 de septiembre de 2017, el día anterior al referéndum y SCC se desmarcaba (lo que le han hecho a TABARNIA ya se ve que no es nuevo).

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febrero 14th, 2018 by lasvoces

Redacción – Es el momento de romper las cuerdas de las que penden las marionetas en las que nos hemos convertido. Desde ese mundo sideral en el que viven, lanzan frases de lo más sectario, dogmático y totalitario, sin tener en cuenta que ni únicamente ellos son Cataluña, ni las instituciones pueden servir en exclusividad a los secesionistas, ni la Iglesia puede rendirse al nacionalismo. Éste es el peligro que se cierne sobre nuestra sociedad, adormecer la mente e impedir a la persona tomar decisiones y hacerse responsable de sus actos. Nos ha tocado compartir un momento histórico en el que modas, ideologías e intereses tienden a primar el plural frente al singular. Barcelona (España), miércoles 14 de febrero de 2018. Fotografía: CATALUÑA (ESPAÑA), 28.10.2017, tras el golpe de estado, los golpistas preparan la fuga. Los racistas, el prófugo d ela justicia Carles Puigdemont, expresidente catalán (i) junto al preso golpista Oriol Junqueras Vies, exvicepresidente catalán (d), en una imagen archivo Efe.

Frase que por si sola no mueve rechazo, no obliga a argumentar una réplica, no lanza al aire un monosílabo negativo a modo de eco.

La vida desde el primer resplandor del día hasta el ocaso descubre y moviliza las aptitudes corporales e intelectuales del ser humano, con la ayuda más o menos firme de los que le acompañan en ese caminar. Una herencia y una impronta innovadora se contornean al paso del tiempo, con el acento más acusado de una como de la otra. Así se manifiesta la persona con el yo y el nosotros, temperando las dosis. Pero hay algo que no podemos olvidar: el individuo crea, descubre, inventa y el grupo recoge, cobija, conserva.

Nos ha tocado compartir un momento histórico en el que modas, ideologías e intereses tienden a primar el plural frente al singular. Más notoriedad se consigue al actuar ante un número impresionante de personas entregadas al entusiasmo, que ser escuchado en la intimidad por un enamorado de la voz del artista. Ocupar la pantalla televisiva en horas de gran audiencia da más apoyo en las urnas que hablar con pausa a un posible votante. Da pie a utilizar un lenguaje populista, un estilo en el vestir más informal, unas formas rebajadas de lo correcto. Todo eso mueve masas y ahí está el peligro, el desactivar los resortes que tiene la persona para convertirla en un número más de esa marea, de esa muchedumbre.

Todo un movimiento que socaba el ideal de las democracias parlamentarias liberales, que adultera la letra de la Constitución, que nos hace creer que somos libres cuando no somos capaces de formarnos, de recapacitar, de modular nuestros sentimientos, que nos hace zambullirnos en espacios cargados de mitos, de leyendas hasta no poder diferenciar la verdad de la fantasía.

Éste es el peligro que se cierne sobre nuestra sociedad, adormecer la mente e impedir a la persona tomar decisiones y hacerse responsable de sus actos. Impera tener  colectivos dóciles, fáciles de dirigir para no tener réplica alguna. Sumisión, acatamiento para luego lanzar esa amalgama de mentes huecas contra lo que convenga en cada   momento.

El nacionalismo ha sabido subirse a la ola de la innovación tecnológica y con esos sofisticados instrumentos se ha lanzado a adocenar a infinidad de individuos, que vacíos de alicientes, necesitan suministrarse esa dosis de vitalidad. Un menú que les corroe el alma, que calma sus frustraciones y les da todo aquello que les es preciso para seguir adelante. Pero hay algo que no tienen en cuenta los neo-organizadores de la sociedad y es que no hay colectivo humano uniforme en capacidades, en formación, en inquietudes ni en preferencias. De tanto olvidar al individuo, han llegado a creer que lo plural es siempre la suma de elementos iguales. Ahí está el resquicio por donde puede abrirse la brecha y ser el principio del fin de la doctrina homogeneizadora.

Somos muchos los que nos rebelamos y seremos más si tenemos claro que la libertad y los derechos son individuales. De ahí que la Cataluña es cómo cada uno la pueda recrear, sin interferencias bruscas de esos adoctrinarios que lo único que nos presentan en el horizonte es una tierra rica, fértil, repleta de árboles con frutas de oro colgando de sus ramas, pero que en realidad ese modelo ideal, por ser un monolito, es una tierra pantanosa que nos va inmovilizando hasta engullirnos, una tierra que aplasta a sus gentes.

Desde ese mundo sideral en el que viven, lanzan frases de lo más sectario, dogmático y totalitario, sin tener en cuenta que ni únicamente ellos son Cataluña, ni las instituciones pueden servir en exclusividad a los secesionistas, ni la Iglesia puede rendirse al nacionalismo. Esa enfermiza actitud alcanza síntomas de lo más delirante cuando con machacona insistencia utilizan el adjetivo posesivo “Nostra”, “nostra terra, nostra escola, nostra cultura”. Muchos son los abducidos por estos sentimientos, pero más aún los que viven de este montaje vidrioso. Esa riada de personas, clasificadas por profesión o por otra referencia, esos grupos de personas, a plena luz del día, colocando plásticos amarillos en las barandillas de una carretera o en las rejas de algún edificio público, esa cantidad de personas de cierta edad, jubilados, cargados con la estelada y con el lacito en la solapa, pancartas, fulares, todo eso no es espontáneo, está subvencionado por el Gobierno de la Generalidad y desde luego también las imágenes televisivas ridiculizando y parodiando a la familia del Rey.

Medidas correctoras son necesarias, la democracia no es la ley del más poderoso, es respetar las reglas de juego, no infringir la Constitución. Son muchos años ya de menosprecio a las aristas que delimitan lo legal de lo que está más allá. Se nos ha despojado de lo que nos hace libres y personas dignas, la libertad de elegir cómo hablar, qué pensar, con quién discutir, por qué sonreír y también a dónde estar. Es el momento de romper las cuerdas de las que penden las marionetas en las que nos hemos convertido, muñecos que se mueven según quieran los que manipulan los hilos. Unos porque nos llevan al abismo, a destruir una Nación, una convivencia, otros porque no han sabido o no han puesto el empeño necesario en mantener el principio democrático, la ley.

Es de lo más innovador y si queréis con tintes revolucionarios, el decir hoy en voz alta “es mi presente, es mi vida, es mi país”, para luego coincidir con las afirmaciones de  muchos otros ciudadanos y así sumar voluntades, inquietudes, compartir pero siempre con la impronta de cada uno, con los acentos que sean, hasta de ninguno. Ponernos de acuerdo para reconducir la democracia, ignorar a cualquiera que se quiera hacer dueño de todo lo que tenemos en común.

Acabemos con frases lapidarias de rechazo, de exclusión “Catalunya es nostra”.

Afirmemos “Catalunya es de tots, Cataluña es de todos”.

 

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febrero 3rd, 2018 by lasvoces

Redacción (Erik Encinas Ortega) – En Cataluña cada día que pasa, de una forma u otra se intenta superar el esperpento del proceso separatista, y mira que es difícil. Algunos ya éramos conscientes de que este 30 de enero no habría ninguna investidura del prófugo y golpista Puigdemont, sino como mínimo un circo de mal gusto y pagado por todos los catalanes. Barcelona (España), sábado 3 de febrero de 2018. Fotografía: BARCELONA (ESPAÑA), 30.1.2018. Los fanáticos ultraviolentos de la plataforma de ERC, CUP, ANC, Ómnium, y Convergencia-PDECAT-Juntos Por Cataluña (JxCAT) denominada «Comités de Defensa de la Republica» (CDR) se han hecho este martes con el control de la agresión del fascismo catalán convocada inicialmente para jalear la investidura del prófugo de la Justicia, el delincuente Carles Puigdemont, que se ha convertido tras la suspensión de investidura en una manifestación de repulsa al aplazamiento ordenado por el presidente del Parlamento de Cataluña -en obediencia a la Justica-, el racista Roger Torrent (ERC). Los CDR han comandado el asalto al Parque de la Ciudadela, que cobija el Parlamento de todos los catalanes, y han intentado superar las vallas que protegen el edificio parlamentario regional, para imponer su doctrina fanática a los catalanes. Efe.

Una alta tensión que verdaderamente son vergonzosos, denigrantes y antidemocráticos

Pero no únicamente fue eso lo que ocurrió, porque además vimos un nuevo episodio de violencia, y con otro panorama bien distinto en muchos aspectos, que deja entrever a los que dudan, que definitivamente la revuelta de las sonrisas ha quedado en el pasado, dado que ayer asistimos a una brutal violencia (verbal y física) por parte de los separatistas. Unos hechos con una alta tensión que verdaderamente son vergonzosos, denigrantes y antidemocráticos, al no ser típicos de una democracia avanzada y del siglo XXI.

Los Mossos tampoco estuvieron a la altura ni fueron bastantes para frenar a esas turbas secesionistas que atacaron a políticos, policías y periodistas, que en total se saldó con 24 personas heridas confirmadas. Y no olvidemos que Ciudadanos, el partido más votado en las últimos comicios catalanes, tuvo que salir escoltado ante la oleada de separatistas que asaltaron el Parque de la Ciudadella, donde se encuentra el Parlamento de Cataluña, que representa a los votos del pueblo y no a posiciones partidistas que juegan con una realidad paralela, algo que no tiene cabida en ningún país del mundo. Más que les pese a  los independentistas y sus intentos de quererse quieran apropiar de las instituciones y de las calles. Por esa misma razón, hay que explicarles que ellos no son nadie para ocupar nada que no es suyo, así que sus insistencias infantiles, puedan llegar al top de la violencia y al surrealismo aberrante, jamás podrán vencer a sus patriotas reales.

Unas terceras elecciones catalanas solo postergaran más tiempo el artículo 155 en Cataluña

Es evidente que los acontecimientos han tenido un papel decisivo para determinar que la actividad parlamentaria seguirá paralizada por culpa del ‘procés rupturista’. Y no olvidemos, que en el Parlamento catalán está desde hace ya varios meses, no teniendo lugar ni siquiera comisiones parlamentarias tan importantes como las de Educación y Salud.

El parlamento está de este modo más cerrado que abierto. Y unas terceras elecciones catalanas solo postergaran más tiempo el artículo 155 en Cataluña. Está situación de incertidumbre es clave para entender el fin de la arquitectura política, social y económica anterior y asumir de una vez la nueva etapa que hoy acontece a todos los catalanes, como algunos advertimos con bastante antelación.

Con el corto Art. 155, TV3 sigue manipulando descaradamente y los cargos secesionistas en la Administración del Estado permanecen en sus puestos respectivos haciendo de las suyas

Aparte la economía catalana sigue padeciendo mucho las consecuencias del independentismo, al no despejarse ninguna duda sustancial y de interés general, pese a aplicarse un art.155 que ciertamente se queda corto en sus términos generales, porque por ejemplo todavía TV3 sigue manipulando descaradamente y los cargos secesionistas en la Administración del Estado permanecen en sus puestos respectivos haciendo de las suyas.

Por lo tanto, bastante moderado todo, mientras vivimos al día de los sucesos que ocurren y la crisis catalana no para de aumentar afectando también  ya en estos momentos al resto de España. Y eso ha provocado efectivamente que miles de empresas abandonen Cataluña y muchos no se plateen ni instalarse en el territorio catalán en un futuro a corto y medio plazo.

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