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junio 21st, 2018 by lasvoces
Redacción – En un sistema democrático “Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas”. La lectura de la Constitución hace recordar, todas las veces que se desee, estos principios básicos y a pesar de ello los que deberían haber asumido tales obligaciones se han desentendido. Barcelona (España), jueves 21 de junio de 2018. Fotografía: SANDRÉS DE LA BARCA (BARCELONA), 17.06.2018. Manifestación «Ni Sectarismo ni Adoctrinamiento, Por una Escuela de Todos» de entidades cívicas en Cataluña. El la imagen, una de las madres de familia española cuyo hijo es víctima de la persecución y acoso en el IES El Palau de San Andrés d ela Barca (Barcelona) por ser hispano (i) junto al portavoz d ela organización del acto, Bartolomé Barba (d), muestran el lema d ela concentración después de la lectura del manifiesto. Los manifestantes apoyaron a los escolares -hijos de los guardias civiles- perseguidos en Cataluña tras el fracasado golpe de estado separatista del 1-O. Lasvocesdelpueblo (172)
En el Congreso de los diputados presentaron una propuesta de censura, después una serie de dimisiones, nombramientos, sin olvidar discursos demagogos, uno tras otro, y todo, junto a un panorama irrespirable y de desaliento entre los ciudadanos. ¿Existe la oportunidad de plantearse una profunda reacción capaz de sortear los innumerables escollos? Difícil pero nunca hay que desistir si la meta es alcanzar el respeto que merecemos.
Añorada la libertad hace como mínimo tres décadas, desde que se empezó en algunas partes del Estado a dificultar el vivir con normalidad en español, hemos llegado a tal presión que nos hemos visto empujados a concentrarnos en el municipio de San Andrés de la Barca, al clamor de —¡Ni Sectarismo ni Adoctrinamiento!—, para reivindicar públicamente el respeto a los derechos de los alumnos en la escuela. Se ha elegido esta localidad por las tristes y reprochables actuaciones de algunos profesores para con sus alumnos, un comportamiento no ajustado a la noble tarea de la docencia. El profesor tiene que ejercer con el fin de orientar la búsqueda del saber, de conseguir la capacidad racional, de valorar toda la información recibida, de ejercitar la memoria, la disciplina, el estudio, el pluralismo y el respeto al orden constitucional.
Por el contrario, las reformas educativas establecidas, han sido nefastas. No se han conseguido los niveles académicos necesarios y a la sociedad no se le ha ofrecido en la cantidad adecuada ciudadanos capacitados en las distintas áreas profesionales, pero sobre todo en el conocimiento del país, de su historia, un pasado que desembocó en una cultura, denominada Occidental. Este contexto, resultado de la fusión de la herencia clásica y del cristianismo, ha alcanzado las mayores cotas de desarrollo, de estabilidad institucional y de justicia, sin parangón en el mundo y nuestros jóvenes sin conocerlo.
Aquí el sectarismo político ha planificado un plan de destrucción, de desarraigo, dejar a la ciudadanía sin puntos de referencia, en un vacío programático que la hace vulnerable a una posible avalancha dogmática.
Se ha llegado a tal paroxismo que se agreden los pilares básicos de cualquier colectivo humano y no se reacciona con la firmeza debida. La familia, las creencias, la corrección, la ley. Los problemas se eternizan, la influencia política recae sólo en los temas más propagandísticos, los sentimentales, los de unos minutos en las pantallas de televisión. La grave situación del país obligó a la oposición socialista, según su criterio, a buscar apoyos de los más insólitos orígenes para alcanzar el poder. Un resultado sorprendente, una toma de posesión de la Moncloa con menos número de votos en las urnas que los conseguidos por el ganador y lo deplorable, de la “manita” del Nacionalismo. Era de esperar por la fórmula nunca vista con la que se llegó al poder, que las primeras medidas fueran de gran calado institucional dentro del marco de la ley, un intento de estabilizar el funcionamiento democrático, pero parece que al señor Sánchez le era más beneficioso subirse al tema migratorio, sin contar con las pautas establecidas a nivel europeo, y con todos los medios de comunicación alertados y dispuestos para ser traca propagandística. Se aceptó la llegada del Aquarius con sus más de seiscientos pasajeros, mientras que por el sur de España entraban en la misma jornada, unos mil emigrantes pero allí sin las cámaras de los periodistas para recoger la instantánea. Y no queda en ello, hay que añadir los nuevos gastos públicos que nos ha comunicado el presidente, bastantes millones en sanidad, autopistas, que repercutirán en los bolsillos de los ciudadanos y algo más penoso, apuesta en su primera presencia en el Senado por el estatuto de Cataluña, el refrendado con el voto ciudadano e inapropiado porque tuvo que ser revocado en varios puntos por el Tribunal Constitucional. Y todas las reformas anunciadas cuando era oposición, por las que justificaba la caída del anterior gobierno, olvidadas por completo: la reforma laboral, los presupuestos, la financiación autonómica, el pacto educativo. Tampoco se ha planteado la seguridad del mantenimiento de las pensiones, sólo se ha anunciado un posible aumento tributario. Con el índice más bajo de natalidad semejante al de la posguerra, parece ser que no es necesario buscar remedios de sostenibilidad, no interesan soluciones a largo plazo, basta con lo puntual, lo fácil, lo ajustado como mínimo a una legislatura y si luego se pierde el poder, un sueldo vitalicio por los años prestados aunque sean tan sólo cuatro.
No hay que olvidar el decir y desdecirse del líder del ejecutivo. En su discurso, redactado para desbancar al señor Rajoy, se adornó con la intención de convocar lo más pronto posible nuevas elecciones, y a las pocas salidas del sol ha eliminado su compromiso parlamentario.
El saldo por ahora del nuevo ejecutivo es el de un gobierno de izquierda, alcanzado por la mediación de un voto de censura, ruta alternativa diseñada por el señor Zapatero, forzando entonces el ambiente preelectoral con la instrumentalización de una horrible masacre, el 11M.
Ana María Torrijos
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junio 10th, 2018 by lasvoces
Redacción – Los separatistas no paran de sembrar odio en Cataluña. Y ahora con el fin del artículo 155 y las cuentas de la Generalitat desbloqueadas encima tienen más pasta del erario público para seguir con el ‘procés’. Barcelona (España), domingo, 10 de junio de 2018. Fotografía: PALACIO DEL GOBIERNO DE LA generalidad DE CATALAUÑA (BARCELONA), 07.06.2018. Primera reunión de la Ejecutiva racista con el artículo 155 ya borrado en Cataluña. El presidente neonazi de la Generalidad, Quim Torra (d), y la racista mano derecha del huido expresidente catalán Carles Puigdemont, actual consejera de Presidencia del Gobierno de Torra, Elsa Artadi. El nuevo gobierno de Torra cree que el nuevo presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez (PSOE9, tiene «margen de actuación» para liberar a los presos golpista independentistas. De hecho, la consejera de presidencia catalana, Elsa Artadi, anuncia una batalla legal contra el 155 y para recuperar leyes suspendidas leyes separatistas, excepto la de la Transición hacia la República Catalana, por el Tribunal Constitucional d ela Nación. Efe
No es de extrañar por eso que la sensación de la mayoría de catalanes, que además no quieren la independencia, sea la de pensar que el gobierno de España no quiere terminar con el golpe secesionista, sino mantenerlo a tutiplén, porque los hechos apuntan en esta dirección.
Todo esto ocurre mientras los separatistas siguen creyéndose una raza superior, imponen su lengua hasta sancionando a aquellos que no acatan su normativa autoritaria a la vez que adoctrinan en escuelas, controlan medios de TV y Radio a base subvenciones públicas para que manipulen y sean sectarios como una corresponsal de ‘Le Monde’ también confirma, hacen un uso partidista de las instituciones públicas e incumplen las leyes que emanan en la Constitución Española, quiebran la convivencia entre los catalanes, señalan, acosan y atacan a los que no piensan como ellos y quieren romper España a la fuerza. Vamos que cumplen todas las características para ser el partido lazi.
Es incuestionable que el tiempo se agota y la mayoría de los ciudadanos están hartos de aguantar la hispanofobia que sufren en sus carnes sin el apoyo necesario de las instituciones del Estado, mientras sus derechos y libertades son continuamente vulnerados de manera flagrante y descarada en beneficio de unos golpistas que quieren la independencia de Cataluña.
Además, es muy grave que en pleno siglo XXI volvamos al año 1936, pero ya es evidente que nos encontramos en un contexto pre-bélico y con grandes adversidades políticas, sociales y económicas que afrontar. De las que saldremos no me cabe duda, pero será terriblemente complicado.
En cualquier caso, de momento la situación se va de las manos ante la omisión de salidas oportunas, que vendrán únicamente con soluciones valientes y reformistas, que realmente pudieran reorientar este panorama desolador y que amarga mayoritariamente a la sociedad catalana, pero también a la española en su conjunto con razones de peso.
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junio 4th, 2018 by lasvoces
Redacción – Tras la moción de censura del PSOE contra Mariano Rajoy, que ha contado con el apoyo de los separatistas, los comunistas y los proetarras, la mayoría de los españoles piden elecciones en España para decidir sobre su presente y futuro, negándose a tener un gobierno de Pedro Sánchez como el socialista pretende imponer sin pasar por unas urnas democráticas y transparentes. Barcelona (España), lunes 4 de junio de 2018. Fotografía: MADRID (ESPAÑA), CONGRESO DE LOS DIPUTADOS DE LA NACIÓN ESPAÑOLA, 01.06.2018. El ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), felicita al recién investido Presidente el socialista, Pedro Sánchez (I), tras la votación de la moción de censura al mal gobierno del PP de Rajoy. Efe
Es evidente que corren tiempos muy convulsos en una nación española muy desigual y que ha vivido por primera vez en su historia el desarrollo con éxito de una moción de censura contra un gobierno nacional. Una España que actualmente tiene que afrontar grandes y diversos retos: el golpe de Estado separatista en Cataluña que continúa, las pensiones, la pobreza, la corrupción, la equiparación real y total de la Policía Nacional y la Guardia Civil con los Mossos y la Ertzaintza, la causa de 45 Sin Despidos, SOS Prisiones, entre otras causas justas y dignas que aún no se han resuelto y tienen el respaldo de una gran parte de la sociedad española, pero desgraciadamente no son atendidas desde las instituciones políticas.
Sánchez vivirá su gobierno socialista entre la espada y la pared
Además se dan varias paradojas nunca vistas antes en la democracia española y que se deben tener muy en cuenta de cara a la gobernabilidad, y es que el presidente Sánchez ha pasado de no tener ni siquiera un escaño en el Congreso de los Diputados a ser Presidente del Gobierno de España con una representación parlamentaria inferior a la del Partido Popular de Rajoy. Por lo tanto, Sánchez vivirá su gobierno socialista entre la espada y la pared, porque estará obligado ciertamente a pactar con otras formaciones de la cámara, y esto conlleva lógicamente concesiones, que veremos hasta qué punto alcanzan, dado que aún los tempos no nos permiten verificar determinados hechos que ocurrían en un futuro no muy tardío.
En cualquier caso, pienso que cuanto más tiempo se encuentre España en un terrible contexto político, social y económico como este, los españoles tendrán todavía más ganas de votar en unos comicios de verdad y sin trampas. Así que dudo mucho que el gobierno de Sánchez dure hasta el final, porque la mayoría de los españoles quieren votar ya, no que le impongan un gobierno artificial sin escogido por los ciudadanos en un país con muchas problemáticas que deben ser solventadas por el bien de todos los españoles.
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diciembre 19th, 2016 by lasvoces
Redacción (José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor) – Decíamos en nuestro artículo anterior (enlace) que, tanto desde los partidos constitucionalistas, como por parte de los separatistas-radical-progresistas, se “hace política”, con mayor o menor fortuna, pero “no se juega a lo mismo”; ni “en la misma liga”. Alsasua (Navarra), lunes 19 de diciembre de 2016. Fotografía: La agenda (nada oculta) de la imposición del separatismo panvasquista en Navarra representado en un cartel que titula «Agenda imposición separatismo Navarra», firma el autor de este escrito. Lasvocesdelpueblo.
Tampoco persiguen idénticos fines, ni se sirven de los mismos medios. Y todos ellos lo saben; aunque, especialmente entre los primeros, muchos no quieran darse por enterados. De ahí la ofensiva extraordinaria desplegada en todos los frentes posibles por los separatistas (desde el Gobierno, “organismos populares” afectos, presión callejera, señalamientos mediáticos…) y la débil respuesta del navarrismo político.
Y si en este artículo hablamos de “imposición”, y no de “implantación” no se debe a un mero capricho semántico, pues entendemos que en una situación democrática normalizada, las tácticas seguidas por los separatistas seguramente no habrían sido las que conocemos y que, en su conjunto, muestran esa faceta totalitaria y totalizante tan asfixiante que todos vivimos a diario en Navarra; no en vano, ¿qué hubiera sido de ellos sin el hálito narcotizante, exterminador y distorsionador del terrorismo durante décadas y las secuelas que padecerá nuestra sociedad en general, y tantas personas y familias concretas en particular, en todos los órdenes?
El pasado 1 de noviembre de 2016, uno de los voceros de Diario de Noticias de Guipúzcoa —perdón, queríamos decir de Navarra—, Aingeru Epaltza, en un “breve” titulado «Ahora o nunca», afirmaba que en la Comunidad Foral de Navarra, con el desalojo de UPN de las instituciones, se estaría ejecutando un “cambio de régimen”.
Nafarroa orain 2. La agenda (nada oculta) de la imposición del separatismo panvasquista en Navarra. Lasvocesdelpueblo.
¡Nada menos! Lo cierto es que, aparentemente, desde la realidad literal y ortodoxa del Derecho Constitucional, Político y Administrativo, no parece plausible tamaña afirmación.
Y la respuesta “obvia” sería que la sociedad navarra estaría atravesando una fase “normal” de relevo entre partidos políticos. Algo bueno y deseable en democracia. Tranquilidad, pues, y que no cunda el pánico. Pero, ¿seguro que es así de sencillo?
Veamos que escribía —sin dejar puntada sin hilo, tal y como le caracteriza— esta sagaz firma del separatismo en Navarra: «El cambio empieza a tener “relato”.
Y no sólo por la propia acción del Gobierno. Es significativo que el primer libro que se publica sobre el nuevo momento político navarro haya sido escrito en euskera. El otro día se presentó en Pamplona Nafarroa, orain ala inoiz ez (“Navarra, ahora o nunca”) de Ion Orzaiz y Joxerra Senar, profesionales del diario Berria.
Se trata de una crónica periodística sobre el último año y medio de historia de la Comunidad Foral, para lo cual han entrevistado a algo más de medio centenar de políticos y agentes sociales de todas las tendencias. Escrita en tono didáctico y alejada de enfoques académicos, la obra aborda no sólo los factores que han hecho posible que “el régimen” haya sido desalojado de las principales instituciones de la Comunidad Foral, sino también las condiciones necesarias para que esa situación se mantenga en el tiempo.
Toda una agenda estratégica y táctica, ¿o no?
Los ritmos para que el cambio se materialice en hechos es otro de los puntos en los que incide. Algunos con excesiva prisa debían de haber escuchado las palabras de los periodistas cuando, en la presentación del libro, se referían a la necesidad de “cambiar el chip” y de “tener más perspectiva” en el momento de juzgar la actuación de los nuevos gestores.
En el acto se mencionó así mismo la situación de UPN, abundando en lo fuertemente condicionada que se encuentra por el Diario de Navarra. Por cierto, que en opinión de los autores del libro, las fuerzas del cambio otorgan al periódico de Cordovilla un poder mayor que el que -dicen- realmente tiene (…)». Toda una agenda estratégica y táctica, ¿o no?
Resumamos, pues los principales enunciados de esta “agenda”. El “régimen” desalojado sería la propia UPN; acaso personificando el partido de centro-derecha la continuidad de cierta Navarra tradicional, más o menos española, más o menos liberal incluso, que habría que barrer; independientemente de los marcos legales de cada momento, en el camino hacia la Euskal Herria de sus sueños y pesadillas.
Debe trabajarse en profundidad y en perspectiva; siendo la gubernamental sólo una fase y valorando sus efectos con una mirada en conjunto con el resto de “frentes”. UPN, sin Diario de Navarra, sería poca cosa; y si además tal medio no fuera tan influyente como generalmente se considera, pues mucho mejor para los separatistas.
Junto al Gobierno Foral… o contra él y contra todo amago de respuesta social que se le resista
¿A qué hechos se refiere cuando hablan de “materializar el cambio”? Pues al crecimiento de la contrasociedad panvasquista existente en Navarra —especialmente vía imposición del euskera batua— hasta el punto de que el “cambio” se haga irreversible. En suma: una batalla por las voluntades y las ideas en toda regla.
Por nuestra parte, nos preguntamos: esta “conciencia” del momento histórico que vivimos, ¿la tienen los líderes navarristas? ¿Les interesa realmente? Y, en caso positivo, ¿exploran al menos una iniciativa política y social propia que no sea una mera protesta reactiva?
Para el separatismo, y sus compañeros de viaje radical-progresista —a los que les gustaría un día incorporar al propio PSOE navarro— todo “cambio” social, cultural, mental y político debe generarse desde una clave transformadora, a su modo dialéctico-identitaria de interpretar la realidad.
Así, toda “grieta, contradicción, avance” legislativo, etc., serían unas etapas más a implementar; orientadas a la conquista y control posterior del poder social y político.
Nafarroa orain. La agenda (nada oculta) de la imposición del separatismo panvasquista en Navarra. Lasvocesdelpueblo.
Una perspectiva, sin duda, totalitaria y de facto independiente, en cierto modo, de “marcos legales e imposiciones externas”; no en vano, pudieran ser “revertidas” desde la dialéctica de los hechos, el uso alternativo y de autor del Derecho, etc. Por todo ello, siguen trabajando sin descanso desde todos los “frentes”; salvo el “armado”, es decir el terrorista —digámoslo sin eufemismos– por ahora.
Y lo seguirán haciendo: junto al Gobierno Foral… o contra él. Y contra todo amago de respuesta social que se le resista.
Los partidos constitucionalistas (UPN, PPN, Ciudadanos; pues, por su parte, el PSOE comparte no pocos presupuestos ideológicos del radical-progresismo que le hace permeable a tantos cantos de sirena como venimos observando desde Podemos, además de desarrollar su propia agenda “gramsciana”) privilegian y se centran en las vías institucionales; pues entienden que los poderes ejecutivo y legislativo son la base apropiada para el ejercicio ordinario de la gobernanza, sin olvidar apaños e interferencias diversas con el judicial.
Y, en casos deleznables, haciendo “negocios”; dando alas a los radicalismos de cualquier signo. Lo típico en nuestro entorno occidental; si bien no tanto, acaso, en el anglosajón. Por ello renuncian a la “batalla de las ideas”, que generalmente ni conocen ni les interesa, menospreciándolo; o empezando a entenderla una vez desalojados del poder. En suma: su acción política es cortoplacista.
Por el contrario, los partidos totalitarios, y sus respectivos movimientos sociales (“organismos populares”), son estructuras de sensibilidad paramilitar, en orden de combate, y con la mirada puesta en la siguiente generación; tratando, eso sí, de no desaprovechar ocasiones y de beneficiarse de las conquistas parciales en cualquier orden de la vida social.
Se quiera ver o no, esa confrontación existe y existirá. Y, consecuentemente, las “batallas” políticas, incluso las victorias de hoy o de mañana, pueden estar abocadas a la derrota pasado mañana, por haber descuidado o ignorado esos “otros frentes” en los que se mueven de manera tan característica y desahogada los separatistas y comparsas.
Los constitucionalistas podrán seguir como hasta ahora: mirando hacia otro lado, mientras en la vida cotidiana, en los diversos ambientes, la lucha por la “hegemonía” cultural —en el sentido gramsciano del término— arrecia; presentando nuevas formulaciones, conquistando voluntades, ganando o creando espacios sociales alternativos.
En definitiva, transformando la “mentalidad comú”.
Y, a resultas de ello, ensanchando su base electoral, aunque lo fuere muy lentamente; más no importa, pues esa mirada a largo plazo concibe que tales “avances tácticos”, que pueden ser simultáneos o no a otros éxitos sectoriales, e incluso compatibles con ciertos retrocesos, les aproximen, en suma, a su objetivo final.
A la sociedad civil navarra le corresponde tomar conciencia, organizarse y responder a esta agresión. Y a los políticos, ser su vanguardia. Les guste o no. Y si no están dispuestos, que se vayan a casa.
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octubre 29th, 2016 by lasvoces
Redacción: [Manuel I. Cabezas González es Doctor en Didactología de las Lenguas y de las Culturas; Profesor Titular de Lingüística y de Lingüística Aplicada; Departamento de Filología Francesa y Románica; Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)] – A sus puertas, en sus fronteras, se encuentran, apostados y a la espera de poder entrar, cada vez más millones de seres humanos (refugiados e inmigrantes). Éstos son atraídos por el Estado de Bienestar del que disfrutamos los occidentales; pero, sobre todo, están huyendo de la crisis económica de sus países, de la miseria, del terror de la guerra y de una muerte segura (…) la experiencia de los últimos años lo confirma: son cada vez más numerosos los que pretenden llegar a Occidente. Para los inmigrantes políticos o económicos, la U.E. es la nueva arca de Noé o la única tabla de salvación, es el paraíso terrenal, es la tierra prometida “que mana leche y miel” (Éxodo 3:8). Barcelona (España), ´sábado 29 de octubre de 2016. Fotografía: Madrid (España). 11.01.2015. Captados, adoctrinados, radicalizados y enviados a conflictos como los de Siria e Irak para luchar en nombre del yihadismo. El retorno a Europa de los “combatientes extranjeros”, entrenados en el terror, se ha convertido en el gran desafío ante la incógnita de predecir cuándo se activarán como terroristas. De hecho, este fenómeno y, sobre todo, las medidas para controlarlo, es un tema central en la cumbre mundial que reúne este domingo en París a los máximos responsables de Interior de los países europeos más afectados por el terrorismo y Estados Unidos, además del coordinador antiterrorista de la Unión Europea y el comisario europeo de Asuntos de Interior. En la imagen, uno de las seis personas que han sido detenidas en Melilla en un operación de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en la que ha sido desarticulada una red internacional de captación y envío de yihadistas para su integración en organizaciones terroristas asentadas en Mali y Libia. Archivo Efe.
Las lecciones de la historia
Se suele decir que si olvidamos la historia, corremos el riesgo de repetirla. Observando la gestión que hace la Unión Europea (U.E.) de los flujos migratorios de refugiados y de exiliados económicos, da la impresión de que la Europa de los 28 no tiene memoria histórica de lo que les sucedió a nuestros antepasados, los romanos.
Por eso, no es ocioso echar una mirada hacia la caída del Imperio Romano y tender puentes entre el pretérito y lo que puede suceder mañana o pasado mañana, si los políticos y burócratas de la U.E. no recuperan la memoria histórica y no sacan las lecciones oportunas para no cometer los mismos errores que los romanos. En efecto, estamos a punto de que la historia se repita.
La caída del Imperio Romano
Entre los grandes imperios que en el mundo han sido, el más importante, para el mundo occidental, fue sin duda el Imperio Romano. Como todos sabemos, tuvo su origen en la expansión de su capital, Roma, que progresivamente extendió su dominio sobre todas la tierras ribereñas del que llamaron Mare Nostrum.
Históricamente, se puede constatar que el destino de los imperios coincide con lo que sucede a los seres vivos: nacen, crecen, se reproducen y mueren. El Imperio Romano no escapó a esta ley. Su caída-destrucción, como todo lo que acaece en este mundo, no obedeció a una sola causa sino que fue el resultado de la convergencia de una serie de causalidades.
Entre otras, los historiadores señalan la expansión del cristianismo, la pérdida de la divinidad de los emperadores, la corrupción galopante, la crisis económica y social, el apetito de poder de los generales y las guerras civiles, el éxodo rural, la división del impero tras la muerte de Teodosio en el 395 d. C., el desapego de los romanos por la vida militar, etc.
Ahora bien, la chispa que provocó su caída anunciada fue la “barbarización” de las legiones romanas. Ante la desafección por la vida militar de los ciudadanos romanos, se confió la defensa de las fronteras del Imperio a mercenarios, i.e. a las tribus bárbaras apostadas en las fronteras naturales del mismo: las riberas del Rin y del Danubio.
Estas legiones “barbarizadas” fueron las encargadas de impedir la entrada en el Imperio de las tribus bárbaras situadas más allá de sus fronteras.
Sin embrago, estas legiones de mercenarios no tenían la disciplina militar, ni disponían de los equipamientos militares necesarios, ni tampoco eran leales a Roma, como las legiones prístinas. Y, ante la presión de los pueblos bárbaros, pasó lo que se quería evitar: la invasión del Imperio y la destrucción del mismo.
La previsible caída de la Unión Europea
Hoy, la Unión Europea se encuentra en la misma encrucijada que el Imperio Romano en el s. III d. C. A sus puertas, en sus fronteras, se encuentran, apostados y a la espera de poder entrar, cada vez más millones de seres humanos (refugiados e inmigrantes). Éstos son atraídos por el Estado de Bienestar del que disfrutamos los occidentales; pero, sobre todo, están huyendo de la crisis económica de sus países, de la miseria, del terror de la guerra y de una muerte segura (cf. Programa “Salvados” del 16.10.2016).
Ante los intentos de estos seres humanos desahuciados y desesperados por llegar a Occidente, la historia se repite y la respuesta de la U.E. es análoga a la de los romanos ante el peligro de invasión de los “bárbaros“ (extranjeros para los romanos).
En efecto, la U.E., en vez de coger este morlaco por los cuernos, se ha dedicado sólo a proteger y sellar sus fronteras, saltándose a la torera tratados internacionales y sus valores fundacionales: dignidad humana, libertad, igualdad, estado de derecho y respeto de los derechos humanos. Este comportamiento denota, por parte de la U.E. ceguera y/o ausencia total de empatía y/o amnesia interesada, etc. Para defenderse de los “nuevos bárbaros” e impermeabilizar sus fronteras, la U.E. ha confiado la defensa de las mismas a tres gendarmes o países mercenarios.
Para las fronteras del este, a la que llegan los refugiados sirios por la ruta del mar Egeo, la U.E. ha comprado los servicios de un país tercero: Turquía.
El pasado 18 de marzo de 2016, ésta firmó un pacto con la U.E. por el que se comprometió a mantener en su territorio a los más de 2,7 millones de sirios ya residentes en Turquía y a impedir que los sirios que lleguen, en el futuro, abandonen sus fronteras.
En contrapartida, Turquía recibirá, para empezar, 6.000 millones de euros; por otro lado, se le ha prometido que serán aceleradas las negociaciones para que pueda formar parte de la Unión; además, se hará lo necesario para que los turcos puedan acceder a la U.E. sin visado; la U.E. mirará también para otro lado ante el deterioro de los derechos humanos y de las libertades en Turquía, etc. Algunos analistas han tildado este acuerdo de “soborno” indecente por parte de la U.E. y de “chantaje” inaceptable, por parte del presidente Erdogan.
Para los flujos de migrantes árabes y subsaharianos, los gendarmes de la U.E. son principalmente dos países europeos: Italia, que controla la ruta central del Mediterráneo (entre Libia-Italia) y España, que es el filtro-tapón en la ruta occidental (entre Marruecos-España). Cada año, en aguas del Mediterráneo, ambos países rescatan a decenas de miles de inmigrantes o de refugiados y también a miles de náufragos, que perecieron en el intento.
Los náufragos vivos son internados y retenidos en Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) o en Centros de Acogida de Refugiados (CAR). Distintos nombres para designar una misma realidad, que algunos han calificado de auténticas cárceles o campos de concentración. E
n efecto, los internos están retenidos-detenidos, a la espera de lo que se hará con ellos (expulsión o trámites muy lentos de regularización). Esto ha provocado protestas y actos violentos por parte de los internados. Pensemos en los recientes motines en los CIE de Aluche (Madrid) y de la Zona Franca (Barcelona) de los últimos días. Pensemos también en el desmantelamiento del campo de refugiados “La Jungla” (Calais, Francia) y el incendio en el campo de refugiados de Lebos (Grecia) de esta misma semana.
La madre del cordero
La U.E., como Roma, pretende sellar sus fronteras para impedir la llegada de refugiados e inmigrantes. Ahora bien, como reza el refrán, no se pueden poner puertas al campo.
Es tanta la miseria, es tanta la violencia, es tanto el dolor, es tanta la desesperación,… de los que huyen, que la detención y el internamiento en CARs o en CIEs y la expulsión de la U.E. nunca les harán desistir de intentarlo una y otra vez. La experiencia de los últimos años lo confirma: son cada vez más numerosos los que pretenden llegar a Occidente. Para los inmigrantes políticos o económicos, la U.E. e
s la nueva arca de Noé o la única tabla de salvación, es el paraíso terrenal, es la tierra prometida “que mana leche y miel” (Éxodo 3:8). Sin embargo, para la casta política y los burócratas europeos, este paraíso terrenal, que es nuestro Estado del Bienestar, está amenazado por los flujos migratorios masivos.
Es evidente que no se pueden abrir de par en par las fronteras. Por eso, habría que gestionar racionalmente los flujos migratorios. Ahora bien, esto sólo no es suficiente ni eficaz, si pensamos en el bienestar y la felicidad de todos (de los europeos y de los inmigrantes).
Para evitar las migraciones masivas, se debería fijar la población en los países de origen. Y para esto, los países ricos del primer mundo no pueden seguir, como hasta ahora, saqueando los recursos de los países del llamado Tercer Mundo, saqueo que está en el origen de la miseria, de los conflictos, de las guerras, de la violencia, que empuja a los emigrantes a abandonar sus países.
Por eso, podríamos afirmar que lo que está sucediendo en las fronteras de la U.E. nos lo hemos ganado a pulso los ciudadanos europeos con nuestro depredador Estado del Bienestar.
Seguir erre que erre por este camino es certificar el fin del sistema de vida occidental, como en su día la presión de las oleadas de los pueblos bárbaros en las fronteras del este del Imperio Romano fue el presagio del fin definitivo de un estilo de vida, que no podía seguir sin ser compartido con otros pueblos. Como ha afirmado un responsable subsahariano, los países del Tercer Mundo necesitan una “segunda descolonización”, para que acabe el expolio de sus riquezas, la esclavitud de sus poblaciones y las migraciones masivas.
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julio 3rd, 2016 by lasvoces
Redacción (Ana Maria Torrijos; licenciada en Filología Clásica) – Ahora necesitamos un presidente con un proyecto claro de la Nación Española, con voluntad de encarar la corrupción, de acatar la ley y hacerla cumplir. Puede parecer simple, pero la experiencia nos indica lo complejo que es. Ninguno de los líderes propuestos cumple con el primer requisito, en ningún momento se les ha oído plantearlo con claridad (…). El señor Pablo Iglesias nunca ha ocultado su hostilidad, insultos a los símbolos y compañas pro-etarras dan testimonio. Barcelona (España), domingo 3 de junio de 2016. Fotografía: El dirigente extremista podemita, Pablo Manuel Iglesias Turrión (i) junto al presidente separatista catalanista, Carles Puigdemont Casamajó (d) durante un encuentro en el Palacio del gobierno regional de Cataluña. Archivo lasvocesdelpueblo.
Por dos veces los colegios electorales están cerrados, la ciudadanía con el cómputo de los votos en su poder, las televisiones colapsadas por tantos datos emitidos y los partidos políticos empeñados en buscar aclaraciones a sus escaños. La realidad es implacable: tiempo perdido, dinero gastado y lo más irritante el país a la espera otra vez de una sesión de investidura.
La última fase de la reflexión es aplastante, no por no ser esperada sino por la claridad con que manifiesta el deterioro de la democracia en España. El sistema participativo tiene como premisa máxima que el individuo exprese lo que quiera, lo que decida, lo que anhele, siempre ajustado a la ley y puede hacerlo a través de los medios establecidos: manifestaciones, concentraciones, asociaciones reivindicativas, artículos, recogida de firmas y el voto que se puede emitir a nivel local, autonómico y nacional.
No hemos reaccionado ante todos estos hechos, hemos mirado hacia otro lado y hemos preferido que los graves problemas los encarasen los políticos
En los últimos días anteriores al 26J, debilitado el huracán de las encuestas, planeó sobre la voluntad de los ciudadanos mensajes por correo electrónico o por WhatsApp para dirigir el voto. Procedimientos que siendo legales, pretenden falsear la libertad del individuo en su deber al sufragio. Cada vez es mayor la intención de dirigir la participación ciudadana con los procedimientos mencionados, a los que han precedido programas televisivos que no ofrecen más que una imagen distorsionada de la política.
La soberanía reside en los ciudadanos, imprime deberes y derechos, colaborar con la sociedad, al mismo tiempo que recibir de ella reconocimiento. España que celebró con ilusión la llegada de la democracia, una ciudadanía que quiso poner fin a los bandos hostiles, que quiso homologarse con el resto de Europa, tendría que haber sido apoyada y bien representada por sus políticos cuya noble labor era administrar con honestidad y tesón. Pero si fue así durante un tiempo, luego el modelo bipartidista, creado para facilitar el sistema de turno y dar estabilidad, fue corrompido por los mismos protagonistas al hacer de él un camino de trapicheos económicos y de prevaricación. No queda aquí los desmanes, han alcanzado hasta los cimientos de la seguridad del Estado, el Ministerio del Interior.
Desde el uso del dinero de los fondos reservados para montar el GAL, con la intención de eliminar el terrorismo no por el camino de la ley sino por los mismos métodos usados por los violentos, el asesinato; la manipulación en vísperas de unas elecciones generales, el atentado del 11M que tiró por tierra la continuidad del PP en el poder: Unos trenes destrozados, víctimas inocentes, manipulación de pruebas, medios de comunicación al servicio de poderes oscuros y un vil eslogan «No Nos Merecemos Un Gobierno Que Nos Miente»; hasta el Chivatazo del bar Faisán, las muchas escuchas y expedientes judiciales filtrados, casos delictivos muy graves y ralentizados en los juzgados, otros hinchados por intereses políticos y por último, antes del domingo 26 de este mes volvimos a encontrarnos en un idéntico escenario, unas elecciones en puertas y un gran escándalo de escucha ilegal al ministro señor Jorge Fernández.
No hemos reaccionado ante todos estos hechos, hemos mirado hacia otro lado y hemos preferido que los graves problemas los encarasen los políticos sin preocuparnos las sendas escogidas. Reconocer no haber cumplido con la responsabilidad a la que todos estamos obligados, es el primer paso para emprender una salida a la grave etapa en la que está nuestra democracia. Somos un pueblo con suficiente andadura participativa y madurez democrática para haber descubierto que el método de aprendizaje para ejercer la soberanía es dedicar unos instantes a revisar la acción de los distintos partidos, tengan cotas de poder o no.
En eso se ha fallado y la consecuencia ha sido el voto preparado en escenarios televisivos: creer que la cercanía de un político se mide por la cantidad de besos que reparte en los mítines, congresos o paseos callejeros, estar en programas de máxima audiencia, bailar, reír, tutear, ir en mangas de camisa, indicar el periódico que lee, el deporte que practica, lo que come, dejarse acompañar por su esposa de simple adorno estético sin existir la réplica, un politico mujer en compañía de su pareja.
Ahí está nuestra meta, sumarnos a la propuesta de afianzar la Europa de las Naciones-Estado, la que han abandonado los burócratas del Parlamento de Bruselas
Europa, hija del rey de Fenicia, era de una belleza deslumbrante. El dios Júpiter al verla decidió raptarla. Para realizar tal deseo, se transformó en toro y cuando ella observó el porte dulce y atractivo del animal , su gracia y su tierno mugido, se atrevió a subir sobre sus espaldas. En ese mismo momento el animal empezó a correr y se lanzó al agua. Ella se lamentó largamente y se le contestó “debes hacerte digna de tu elevada suerte y de hoy en adelante una parte del universo llevará tu nombre” -resumen de un fascinante mito que encuadra o facilita afrontar los hechos acontecidos en nuestro continente-. El Reino Unido decidió por poca mayoría salirse de la Unión Europea. Muchos titulares de los medios de comunicación han definido muy negativa tal decisión, y la mayoría de nuestros políticos han pronunciado “más Europa” como respuesta. Todo sin argumentos, sin estar seguros de a qué aspiran. Lo único claro es que el referéndum realizado fuera de nuestras fronteras ha podido influir en el resultado de las elecciones generales. Si se quiere estar o no se pretende estar, hay que expresarlo con claridad y también cómo hacerlo para ser coherente y honesto con los ciudadanos; organizar mejor la política interior requiere tener claras las ideas en relación a Europa. No es lo mismo una Europa que debilite la soberanía de los Estados que la constituyen, que una que se dedique sólo a desarrollar el ámbito económico-mercantil y el de defensa.
Somos ya Europa y hemos sido uno de los artífices de ella , por lo que no nos tenemos que dejar embaucar por los que nos venden el continente como algo ajeno a nosotros y por lo tanto que nuestra única alternativa está en someternos a las directrices de los países más potentes, pero tampoco debemos aceptar los reclamos radicales de los que la rechazan por ser, según ellos, espacio del capitalismo más aberrante y también hemos de dejar de oír los aplausos de los que la invocan con gran entusiasmo al creer que con la disminución de la soberanía de los Estados, se conseguirán los proyectos nacionalistas. Ahí está nuestra meta, sumarnos a la propuesta de afianzar la Europa de las Naciones-Estado, la que han abandonado los burócratas del Parlamento de Bruselas. La renuncia de uno de sus miembros, el gran problema de la emigración en el marco de la grave crisis económica que padecemos, nos permite plantear una nueva reestructuración y rectificar los fallos cometidos. Los candidatos a cubrir un escaño en la Cámara europea deben ser competentes y capaces de defendernos por encima del bloque político al que estén adscritos. Es el momento para afianzar nuestra presencia en la Comunidad Europea y conseguir lo que merece España. No por un trasnochado patriotismo debemos aspirar a tener una presencia relevante, sino por ser un país de los importantes en el continente y sobre todo porque nuestra juventud merece participar en esa gran Europa de las libertades.
Por ahora el examen de los candidatos es inviable, las muestras están contaminadas
Ahora necesitamos un presidente con un proyecto claro de la Nación Española, con voluntad de encarar la corrupción, de acatar la ley y hacerla cumplir. Puede parecer simple, pero la experiencia nos indica lo complejo que es. Ninguno de los líderes propuestos cumple con el primer requisito, en ningún momento se les ha oído plantearlo con claridad. El señor Rajoy con cuatro años de Gobierno no ha ejercido ni cuando se ha pitado el himno o al rey, ni cuando el tribunal de Estrasburgo ha dictado sentencia, ni cuando se ha formulado una clara secesión ilegal. El señor Pedro Sánchez tampoco, pues por estar obligado a afianzar su liderazgo, hace de mercader esgrimiendo el concepto federal, afirmando la singularidad de Cataluña y al mismo tiempo saliendo a escena con una bandera española descomunal de fondo. El señor Pablo Iglesias nunca ha ocultado su hostilidad, insultos a los símbolos y compañas pro-etarras dan testimonio. El señor Albert Rivera entre el Centro-Derecha y Centro-Izquierda, busca el voto moderado de CiU y se postula como un catalán para reformar España, indefinición total. Por ahora el examen de los candidatos es inviable, las muestras están contaminadas. Contaminación creada por interés de una minoría que aún no ha asumido la evolución de los tiempos, un clasismo que el proceso histórico ha derribado y quienes lo ostentan son reacios a aceptar la libre competencia. Ahí está la tan aireada singularidad o la identidad. Una falacia, un engaño , un fraude, una trampa que un buen presidente debe saber desmontar y la ley es el instrumento.
Se requiere gobernante -honesto, inteligente y valiente -. No es poca cosa.
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mayo 26th, 2016 by lasvoces
Redacción [Óscar Bermán Boldú; Presidente y portavoz del grupo municipal del PP en Palafolls (Barcelona)] – Cada día que entro en mi casa me paro a pensar en el futuro que les espera a mi hijo Óscar y también a las nuevas generaciones. Miles de ciudadanos españoles hemos luchado por tener una sociedad más justa. Ahora contemplamos impotentes cómo esa sociedad nos la están destruyendo, de forma progresiva. ¿Qué pensarán nuestros padres y abuelos de la España actual? ¿Podemos sentirnos satisfechos de una nación que es, sobre todo, paradigma de inmoralidad política y absentismo ciudadano? Más allá de los datos que cifran la felicidad de una sociedad por el número de lavadoras o el tamaño de los televisores, ¿podemos sentirnos satisfechos de la España en la que vivimos? Lo que han hecho los políticos de derecha e izquierda todos estos años ha sido destruir el modelo de país que prosperó, gracias a un estado colectivo de conciencia nacional y obediencia católica, para ponernos hoy a los pies de los caballos mundialistas. Como bien sostiene el gran Carlos Arturo Calderón Muñoz, genial articulista de Alerta Digital, al destruir los valores de la civilización occidental, al eliminar el heroísmo de la ecuación, el amor por la mujer, por la tierra natal, los hijos, la divinidad y cualquier cosa que nos represente, se le quita el centro de gravedad a la masa, que rápidamente buscará un reemplazo para su vacío. Lo que vemos hoy en España es la caída al vacío, la consumación de la nadería, la pérdida de metas trascendentes, la superación de cualquier ideal humanista, la suplantación de la moral natural, la exaltación sin límite de la zafiedad. ¿Podemos sentirnos satisfechos en el PP de haber colaborado con la implantación de este estado de catalepsia moral y contrario a las bases humanísticas sobre las que se sustentó nuestro proyecto político? ¿Por qué callan ante este estado depravado de cosas los representantes del sector llamado democristiano? Quizás porque la corrupción y la evasión de capitales, y no la construcción de una España moralmente fuerte y unida, ha sido el eje principal de su acción política?
Durante años hemos visto cómo unas élites han utilizado los medios de comunicación para anestesiar a la población y conducirla al erratismo moral, diluyendo de ella cualquier ideal espiritual y patriótico. Hemos visto cómo esos medios han servido de altavoz a los perversos planes de ingeniería social que fueron puestos en marcha para prostituir el alma de los españoles. Esos medios han enaltecido a sus promotores y condenado a la muerte civil a sus detractores. Se han triturado prestigios y honras por el mero hecho de ser puestas al servicio de ideales metafísicos que rebasan los inventados por el hombre para explotación y degradación de sus semejantes. El ejemplo del cardenal Cañizares, del obispo Juan Antonio Reig Pla, del malogrado Blas Piñar o del periodista Armando Robles, nos sirven de ejemplo. La musculatura moral de estos cuatro titanes no pudo ser nunca rebajada, pero a cambio tuvieron y tienen que sufrir el linchamiento diario y sin compasión de los que viven al dictado de lo que deciden los nuevos amos, renunciando a los oropeles y al brillo social de los que sin duda disfrutarían, por calidad intelectual y excelencia profesional, de haberse sumado a la pervertidora corriente del pensamiento único. Sus detractores son todos aquellos que han mancillado la pureza de unos medios que, lejos de la sublime búsqueda de la Verdad, a lo que se dedican cada día es a proteger los intereses partidarios y económicos de quienes nos han arrastrado hasta aquí.
Este paso al frente pretende ser un encuentro con la realidad más cruda y no con la España virtual que nos dibujan periodistas a sueldo, políticos a la carta, empresarios de ocasión y prelados de pacotilla. El diagnóstico sobre la situación española no puede ser más desalentador. Otrora un país rico en ilusión, España se empobrece económica y moralmente más cada día. Sus valores han sido sustituidos por pervertidos dogmas. Donde antes había una virtuosa madre de familia, hoy tenemos una prejuiciosa feminista. Donde antes había unidad, hoy hay conflictos territoriales. Donde antes clamaba una sola voz, hoy resuenan muchas voces broncas y mal avenidas. Donde antes se consagraba a la familia, hoy se promueve su aniquilación. Donde antes se idolatraba al anciano, hoy se le ignora. Donde antes habían jóvenes sanos, talentosos y aventureros, hoy hay desechos sociales. Donde antes se vivía, hoy se sobrevive. Donde antes había ilusión, hoy hay dúctil resignación. Donde antes residían vecinos fraternalmente unidos, hoy residen extranjeros desarraigados. Donde antes se glorificaba a Jesús, hoy se hace sincretismo religioso. Donde antes se ponderaba el esfuerzo emprendedor, hoy se busca el dinero fácil. Donde antes existía una economía social al servicio de los españoles, hoy predominan las multinacionales ávidas de beneficios. Donde antes había orden y justicia, hoy predomina el caos y los privilegios. Donde antes había una España orgullosa de sí misma y del carácter indomable de su gente, hoy sólo quedan sus últimos rescoldos.
¿Podemos sentirnos satisfechos? Dejo esta pregunta a la consideración de mis compañeros de partido. Fotografía: Don Óscar Bermán Boldú, imagen perfil cuenta Twitter. lasvocesdelpueblo.
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mayo 25th, 2016 by lasvoces
Redacción (Ana Maria Torrijos; licenciada en Filología Clásica) – Si el españolito de a pie vive en Cataluña, pierde sus más elementales derechos que son la libertad y el amparo de la ley. Realidad con una implícita advertencia: Aquí reina la república nacionalista-secesionista. Si se deja someter, forma parte de los siervos de la gleba, pero si está convencido que este calificativo responde a épocas finiquitadas y osa enarbolar el libre albedrío, facultad humana de obrar por propia elección, es estigmatizado; “no es de los nuestros” le sentencian y no le atribuyen el ser considerado ciudadano catalán; “es español” le dicen con desprecio y con el agravante de la más profunda ignorancia, porque ser español le concede el ser catalán, por ser el primero un nombre genérico que incluye el segundo también genérico. Barcelona, 25 de mayo 2016. Fotografía: Ana María Torrijos Hernández, licenciada en Filología Clásica. Foto Joseph Azanméné N./lasvocesdelpueblo.
Día que pasa, nos cansamos de oír una y mil veces la palabra demócrata y el calificativo democrático. Todos repiten constantemente esos términos como acreditación, en un país que dice gozar de democracia. Si fuera así, sería innecesario vociferar los términos salvadores con tanta insistencia. No se encuentra a faltar lo que se tiene, por el contrario se invoca cuando no se posee o se quiere hacer creer que se posee.
A pocas semanas de las elecciones generales sería gratificante estar convencidos de que acercarse a las urnas a emitir el voto, permitirá encontrar soluciones a las carencias existentes. Pero no es esa la situación que se vive. Por ser muchas las limitaciones que se han aplicado al sistema parlamentario-liberal en sucesivas legislaturas, ha resultado un modelo de participación ciudadana encorsetado. Quienes tanto alardean y viven de él, quienes no tienen interés en introducir reformas positivas para el propio sistema por si pierden los beneficios adquiridos , han logrado inhabilitarlo.
El ciudadano sin adscripción política y sin el voto debido, se encuentra en una deriva delicada, no tiene espacio posible de libertad para decidir el sufragio. La ley electoral que rompe la igualdad de los votos emitidos, el aval en firmas de los ciudadanos a los nuevos partidos como requisito para participar en campaña electoral, la falta de igualdad para acceder a los medios audiovisuales, las subvenciones de dinero público destinado a la campaña según el número de representantes que hayan conseguido las fuerzas políticas en la anterior legislatura, las encuestas dirigidas por los intereses del que las ordena y otras varias dificultades, distorsionan el sufragio. Después de considerar que no se siente representado por unos partidos ni por unos políticos que se han alejado de las pautas constitucionales, el ciudadano está en un callejón sin salida, se mueve en un dilema, quiere votar, pero le es difícil y hasta en ocasiones imposible.
El relato descrito no está dramatizado. La verdad siempre sale al encuentro por mucho que se quiera ocultar, obviar y escamotear. Los causantes del expolio serán señalados en corto o a largo plazo. Los anales de la Historia son implacables.
Si el españolito de a pie vive en Cataluña, pierde sus más elementales derechos que son la libertad y el amparo de la ley. Realidad con una implícita advertencia: Aquí reina la república nacionalista-secesionista. Si se deja someter, forma parte de los siervos de la gleba, pero si está convencido que este calificativo responde a épocas finiquitadas y osa enarbolar el libre albedrío, facultad humana de obrar por propia elección, es estigmatizado; “no es de los nuestros” le sentencian y no le atribuyen el ser considerado ciudadano catalán; “es español” le dicen con desprecio y con el agravante de la más profunda ignorancia, porque ser español le concede el ser catalán, por ser el primero un nombre genérico que incluye el segundo también genérico. Está en su país pero no puede ejercer y lo más grave, se le priva de los derechos inherentes a la democracia. Una y otra vez los pregoneros políticos insisten en vano: el nacional -se hará cumplir la ley- , es su letanía y el autonómico con la suya, -no hay intención de acatarla-. Hecho incompatible con el sistema democrático del que tanto alardean unos y otros. Y mientras tanto el ciudadano en una confusión total, sea por dejarse dirigir por enganches identitarios desde la escuela, desde las distintas emisoras radiofónicas y cadenas de televisión al servicio del poder sectario que preside las instituciones, o por habérsele marginado al no encajar en la futura tierra prometida monolingüe y arropada con la estelada, y lo más terrible por habérsele convertido en moneda de cambio de la mano de una clase política indigna de representarle. No queda aquí la anomalía democrática, pues si nos dirigimos algo más al sur del país, topamos con la Comunidad valenciana, una tierra a la que se la quiere desnaturalizar, hacerle perder su personalidad para convertirla en apéndice del imaginario imperio catalán y si se puede, también a las Islas Baleares y parte de Aragón. En este escenario, el Estado democrático, inexistente frente a las hordas nacionalistas, sigue prometiendo lo que no se ha dignado a mantener y ejecutar, la ley frente a los intentos de sortearla.
Es de sonrojo los muchos incumplimientos fiscales por parte de los que poseen mayor poder adquisitivo y de sonrojo supino el encontrar en la lista de defraudadores los que durante años han dado lecciones de progresismo social, jaleando que ser honesto, solidario y garante de las libertades es de izquierdas, mientras que mayoritariamente los trabajadores por cuenta ajena están cumpliendo cada año con sus obligaciones.
Para salvar esta sociedad de la pérdida de todo lo alcanzado, es imprescindible poner coto a la acampada en las instituciones de personas no preparadas ni moral ni académicamente. Los partidos se han ido convirtiendo en sectas endogámicas, que permiten existir en los puestos decisivos internos a los que se hacen adeptos, que suelen ser los menos preparados, los que no son capaces de hacer valer su currículum en el ámbito privado. Tiene que desaparecer la infinidad de beneficios que se dan los políticos a ellos mismos, si quieren en voz alta atribuirse el calificativo democrático: Menos días de trabajo al año, menos cotización para recibir una pensión, más indemnización por el puesto perdido, coches oficiales e infinitas subvenciones a asociaciones afines o gestionadas por ellos. Es difícil entender que los políticos diseñen su interesante ritmo de vida y en paralelo marquen los límites a la del resto de ciudadanos en pensiones, en precios de suministros domésticos, en todo aquello que es imprescindible para ser tratados con dignidad.
Si en todo el mundo, con el paso de los años las estructuras de gobierno, los dirigentes, los métodos de acción y la población han ido ajustándose según necesidades y posibilidades, ahora en esta encrucijada difícil, no nos queda más salida que transformar la estructura del Estado si queremos vivir con dignidad y respeto para con nosotros mismos. La salvación no sólo de la Democracia sino también de España y de los Ciudadanos, pasa por este peaje próximo, las elecciones del 26 de junio, una parada demasiado gravosa por los niveles de calidad tan bajos a lo que ha llegado la política. No hay debate de ideas, sólo interesa el poder y esquilmar más aún a las personas que constituyen la soberanía nacional; las movilizan como manada amorfa, de ahí el uso falso y constante de la palabra demócrata, convencidos los políticos de que al nombrarla, las mantendrán sumisas por temor a que les nieguen participar de ella. Llegado a este punto de manipulación innoble, una máxima es obligada, exigirles a los dirigentes de las fuerzas políticas, el respeto a la libertad. Esa meta será alcanzable si conseguimos despertar la conciencia cívica en cada uno de nosotros al eliminar la apatía que de alguna manera nos han impuesto.
Otro concepto emocional, no oral que ha compartido las formas habituales en la acción pública, es el “buenismo” desplegado por ciertos políticos y seguido por otros sin rechistar, otra forma de dinamitar la gran capacidad del hombre de llevar una vida libre, jalonada de momentos de diverso signo, sean exitosos, fáciles de asumir o penosos y arriesgados. Seducen con favores no gratuitos y pretenden que el ciudadano dependa cada vez más del Estado en todas sus necesidades, sujeto a una reglamentación extrema que le ha hecho renunciar a su libertad y sucumbir ahogado en la multitud anónima.
Sí, a la dinámica de la libertad, al concepto de democracia, al talante democrático, a la iniciativa, al hombre conductor de decisiones, al esfuerzo de la sociedad para organizarse. No, a la burocracia, a los infinitos reglamentos, a los déspotas de turno, a los falsos igualitarismos, a los espíritus timoratos y sobre todo a los que nos aplastan en el silencio al arrojarnos a la cara “yo soy demócrata”.
Posted in Opiniones Tagged with: el españolito pierde su libertad y el amparo de la Ley, En Cataluña reina la república nacionalista-secesionista, España es uno de los paises de UE que más invierte en enseñanza y tiene un panorama tan desolador
marzo 19th, 2016 by lasvoces
Redacción: (Eduardo J. García; Licenciado en Comunicación Audiovisual) – Barcelona vuelve a la “normalidad” tras la celebración de dos de sus ferias más importantes. Si bien la primera es la única de verdadera relevancia económica que retiene la ciudad, hablamos de la polémica feria del teléfono móvil . World Mobile Congress o algo por el estilo. Barcelona, 19 de marzo 2016. Fotografía: La “ex okupa“, y actual alcaldesa de la Ciudad Condal española -Barcelona- en una imágenes archivos del profesional Eric Català. Lasvocesdelpueblo.
Durante esta feria la alcaldesa de Barcelona, dio muestras de su ineptitud, incapacidad absoluta para el diálogo, soberbia ,antipatía, falta del más elemental saber estar, ignorancia supina, y un uso tan chabacano y partidista de su poder político como torticeras han sido al fin y al cabo todas sus apariciones mediáticas.
Que una persona, crecida y pagada durante toda su vida profesional??? Por el conglomerado vertical del régimen nacionalista define de manera ejemplar su personalidad, uso de la función pública, comprensión de la sociedad y el significado del poder del que hace gala. De este mismo que repetía sin cesar del cual no quería saber nada durante sus más que hipócritas y repetitivas giras por los programas de la Sexta y Cuatro.
Los partidos políticos no tenían nada que ver con el PAH. Mientras los traicionados títeres de lo que queda de esta asociación le apoyaban en un intento por seguir percibiendo subvenciones y dar algo de sentido circense a sus vidas, la ciudad se estanca. Y lo hace mientras ella no deja de alimentar sus desmesuradas ambiciones políticas usando lo lícito, lo ilícito, la mentira, el enfrentamiento y un enorme presupuesto municipal que sirva a sus fines, no al resto de los ciudadanos, el Ayuntamiento es sólo una enorme maquina propagandística para su uso y disfrute personal.
La izquierda que habla de clase trabajadora, que se va a Nou Barris a hacer campaña, para acto seguido apoyar al separatismo y llamar pobres a la clase obrera no catalanista, que crea un partido –caballo de troya dentro de la jaula de esquizoides de Podemos y que condena al terrorismo como pulpo animal de compañía.
Sin embargo, lo realmente significativo de Colau, los votantes , los medios y los partidos políticos que sustentan toda esta hinchada masa de populismo, rencor e ignorancia es como quedaron retratados con la huelga de TMB y la celebración de la feria del móvil.
Actos como no dar la palabra a los huelguistas, no escuchar les, cortarles en el uso de la palabra , amedrentarles con la publicación de su sueldo, con sanciones y promociones profesionales a los más dóciles (entiéndase reaccionarios ,mediocres y agresivos con el resto de sus compañeros que sí pedían mejoras) dieron como resultado una huelga. Que según sus convocantes se produjo por la total falta de voluntad de la Alcaldesa que hizo buenas las no demasiado prodigiosas capacidades del anterior alcalde convergente.
Esto provocó un malestar notorio entre los organizadores del congreso que ya buscan otro destino, y es más que posible que sea lejos de Barcelona, por más que la oportunista derecha madrileña se ofreciera en un lamentable brindis al sol.
La emblemática alcaldesa que rechaza la huelga como “medida social” con una falta de empatía que ni las manipulaciones de la sexta pudieron editar en los videos de respuesta de Colau al comité de huelguistas de TMB, nunca ha condenado la feria del móvil.
La misma persona que increpa haciendo gala de su habitual falta de educación a oficiales del ejército español, con una incomparable superioridad intelectual y profesional sobre ella, con el pretexto de la voluntad del consistorio barcelonés en “separar los espacios” en el que estamos trabajando.
La misma fórmula parece ostentar al usar el antiguo mercado del Borne, el fallido parque temático del segregacionismo catalán “made in 1714” para espectáculos infantiles, “El bornet” que sólo podemos imaginar cómo mediocres vehículos del etnicismo catalanista para el adoctrinamiento de menores. Algo inherente al pensamiento crítico y a la libertad del pensamiento que lastran los de la “nueva política” con cada una de sus acciones.
Obviamente Colau increpa al ejército español, no por ser ejército, sino por representar a España. Acto seguido se convierte en una “fabricante” de patriotas, contribuyendo con sus palabras al gran éxito del stand de los diversos cuerpos del Ejército, uno de los más celebrados del Salón de la Enseñanza, en el cual nunca un personaje como ella debería haber buscado protagonismo. Extremo que se atreve a negar con la insolencia de quien quiere tapar algo que planeó con premeditación como un triunfo previsible y que salió mal, de cuyo resultado no quiere responsabilizarse.
Aduciendo a un sobreexposición de dicha polémica en los medios, cuando fue ella de forma descarada quien busco el momento ante las cámaras para increpar a los militares.
Mucho más sincero, concienzudo y progresista hubiera resultado que se hubiera opuesto al congreso del móvil de forma rotunda. Pero nunca lo hizo de forma firme, porqué ella no es más que una populista, sectaria, poco formada y oportunista política de tercera. Cuyas actuaciones al igual que su partido en Cataluña, y Podemos en el resto de España, no hace sino más que hundir al progresismo y la izquierda digna de tal nombre, rebajándola a la marginalidad o a la de la acólita prostituida, como evidencia el comportamiento bellaco de ICV e IU.
Para el que esto escribe este congreso supuso una invasión de inmorales yuppies de las telecomunicaciones con desorbitantes sueldos , de caras y no siempre confesables apetencias. Tomaron la ciudad a su antojo, como muestras del desaforado entreguismo de la ciudad a su imperio. Se llegó a erguir provisionalmente el gran catafalco de Plaza Cataluña, que lejos de ser un centro de información para los enjambres de antipáticos y uniformados ejércitos de congresistas resultó ser un mero escaparate comercial, en el que la gente hacia largas colas para probar gratuitamente y también adquirir esos dispositivos que tan imprescindibles se han vuelto para millones de personas. Otras casetas de acreditación, de servicios y de orientación al congresista salpicaron las zonas céntricas de la ciudad. El aeropuerto casi parecía haber dejado de ser público, dado que parecía enteramente de su propiedad, como prácticamente toda la ciudad.
Esa mascarada comercial, glorificadora del consumo irresponsable, de la desenfadada explotación de recursos materiales y humanos representando parte de las multinacionales adineradas del planeta no podía provocarme más que náuseas e impotencia . El mismo “evento” que se presenta como un dinamizador económico , como un falso creador de empleo cuyas bondades repite la derecha y la izquierda felona asumiendo el mantra de la mentira, y de algún que otro beneficio propio.
La vanidad y el dolor , es la nueva fórmula para convertir la paja en oro.
Los avances tecnológicos de los iPhones, las mini tabletas, de los relojes-movil pueden fabricarse en Finlandia , Japón, China, o en cualquier lugar del lejano Oriente pero la sangre , sevicia y dolor que chorrean la mayor parte de estos aparatos ,apuntan a miles de kilómetros de distancia, para detenerse en el Congo, ese infierno en la tierra que sirve para alimentar esta atroz feria de la vergüenza.
Esos selfies, esas apps, esas plataformas de negocios, esas interfaces , que se alimentan de los minerales de sangre. Especialmente del tungsteno y el coltán, cuyo saqueo por parte de países como Uganda o el imperio tutsi de Ruanda y hasta hace poco Burundi, todos aliados occidentales, desangran el Congo, convirtiendo a hombres en desalmadas maquinas de matar en el mejor de los casos, dadas las inenarrables atrocidades que cometen tropas de una y otra parte. Se mortifican a una juventud, imponiendo un insufrible calvario a millones de personas y hacen que la injusticia, la guerra, la esclavitud, los abusos sexuales y el saqueo más indigno se apoderen de aquel enorme país y de sus grandes riquezas.
Una maldición para el Congo marcada también en parte por la geopolítica, pero sobre todo por el expolio, la irresponsabilidad de tantos consumidores insensibles a los salvajes padecimientos de tantos desafortunados, sin más culpa que el haber nacido con el color y en la latitud equivocada.
El Móbíl, sus congresos, sus selfies, los wasaps, los lujosos escaparates de las marcas más cotizadas, no consiguen otra cosa sino que la guerra civil en el Congo perdure tras más de dos décadas, cinco millones de muertos y más del doble de personas desplazados. Más refugiados que malvivirán en campos de la ONU o morirán en las cunetas africanas alejadas de todo, en los eternos caminos secundarios de quienes han perdido todo y no tienen más hogar que la huida constante. Esas víctimas anónimas, refugiados indignos de tal nombre que muchas veces tras dolores insoportables expiran sin poder tomar unos medicamentos disponibles en cualquier farmacia, las mismas que rodean los centros de convenciones, los hoteles, los pabellones, los restaurantes de los congresistas y la comitiva de “hombres de negocios”, políticos y comerciales de todo pelaje que les siguen con la esperanza de atrapar algunas migajas. Esa clientela que entrará en esas mismas farmacias para aliviar sus excesos digestivos, sus carencias viriles, o sus pastillas para frenar el estrés. Un precio que deben pagar por poner a funcionar “su” mundo globalizado.
Si la señora Colau quiere ser revolucionaria, que vaya paso a paso. Para empezar que sea digna de su puesto en el Ayuntamiento y consiga un nivel educativo del que carece (y evidencia cada vez que abre la boca) que es obligatorio para cualquier empleado de grado técnico o de segunda escala en el Ayuntamiento de Barcelona. Pero que no de lecciones, no tiene autoridad de ningún tipo para ello.
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marzo 13th, 2016 by lasvoces
Redacción (Ana Maria Torrijos; licenciada en Filología Clásica)- Muchas veces desviamos la vista de lo que nos asusta y no nos predisponemos a escuchar con atención los muchos avisos que recibimos. “No interesa” y al interiorizar esa frase, nos suponemos inmunes cuando en realidad quedamos marcados en la forja del buen herrero. No somos reses en pastos cercados, a las que se alimenta y engorda, pero nos comportamos como tales en espera del etiquetado de origen. Fotografía: Ana Maria Torrijos, la articulista de esta casa. Imágenes archivo Joseph Azanméné Ngabgué/Lasvocesdelpueblo.
Hace pocos días el Pleno del Congreso nos mostró la mejor estampa posible del hemiciclo y de sus ilustres inquilinos. Algunos, entusiasmados de estar allí, nunca se lo hubieran imaginado, no se privaron de emitir saludos de lo más pintoresco, otros debieron equivocarse de sesión ya que confundieron un debate de investidura con el principio de la campaña electoral o con una moción al jefe del Gobierno provisional, aunque lo que causó más extrañeza por no esperado, fue descubrir que en el fondo de aquellos discursos de diferentes tendencias había una irracional inquina corrosiva y un afán desbordado de conseguir el poder o recoger parcelas de él.
En un gesto de generosidad, los diputados recién estrenados en la legislatura nos ofrecieron unas sesiones repletas de un lenguaje teatral irónico, burlesco e histriónico y si por un instante se logró plasmar un debate parlamentario, desconocido desde hace años, pronto fue transformándose en lo propio de la oratoria que usaban, un espacio en el que sólo cabían reproches, ambiciones, cuentas de un pasado ya enterrado, zarpazos del que aspira a ser presidente y también del que busca ser reconocido como parlamentario nacional.
La resolución de elegir líder de la asociación de trabajadores UGT al señor Álvarez, sindicalista proclive al nacionalismo catalán, nos indica la pronta necesidad de hacer visible la presencia de España en cada rincón de su territorio; lo obligado sería realizarlo desde las instituciones pero si eso no se pone en marcha, cada ciudadano debe salir de su comodidad diaria…
Los ciudadanos, no adscritos a una fuerza política, y los que aún siendo afiliados son libres en sus opiniones, están lamentando el tiempo perdido para llegar a un gran pacto nacional. ¿Qué cuesta conjugar las posiciones de los tres partidos políticos, que se rigen por la Constitución?, un gran acuerdo en reformar lo prioritario y constituir Gobierno; el sentido de Estado permitiría afianzar la mejora económica, purgar la corrupción, abrir el PP a sus militantes, dar firmeza al PSOE frente a la izquierda radical, y consolidar a C’s en todo el territorio. Si no se pudiera coincidir en quién debiera ser el Jefe del Ejecutivo, sería eficaz buscar en el resto de ámbitos económicos y sociales a alguien con prestigio suficiente para ocupar ese puesto. Es superior este pacto que las constantes concesiones a los secesionistas realizadas por el señor Felipe González, luego por el señor Aznar, el señor Zapatero y finalmente por el señor Rajoy, sin olvidar el modelo educativo con descentralización de competencias que diseñó mucho antes UCD.
Ahora es incuestionable no entregar parcelas de poder a los que tienen el empeño de dinamitar el Estado, incuestionable también desde la oposición, apoyar al Ejecutivo en respetar la legalidad vigente y en hacer pulso al Nacionalismo. En este sentido el partido socialista ha actuado con poca lealtad, siempre inseguro ante los símbolos nacionales, esgrimiendo el indefinido término federalista, dejando su espacio ideológico en manos de partidos “hermanos” con tintes nacionalistas, en Cataluña, en el País Vasco y votando en algunas alcaldías adherirse a la asociación de municipios por la independencia; esta continuada actuación del PSOE ha presionado tanto a la derecha que la ha empujado por cobardía de sus representantes, a abandonar sus principios y a no defender con contundencia todo lo que constituye la Nación y el Estado. La resolución de elegir líder de la asociación de trabajadores UGT al señor Álvarez, sindicalista proclive al nacionalismo catalán, nos indica la pronta necesidad de hacer visible la presencia de España en cada rincón de su territorio; lo obligado sería realizarlo desde las instituciones pero si eso no se pone en marcha, cada ciudadano debe salir de su comodidad diaria y significarse en la defensa no sólo de la legalidad sino también de la legitimidad. Legítimo es que un francés, un italiano, un alemán se enorgullezcan ante el mundo de serlo, de la misma manera el ciudadano español debe mostrar con satisfacción su pasaporte y saber que él es el heredero de una gran Nación.
Las Fuerzas Armadas garantizan el ordenamiento constitucional, la soberanía, la integridad territorial y se les debe el máximo respeto por la gran labor desempeñada dentro y fuera de nuestro territorio. Ellas no discriminan, atienden a todos los ciudadanos sin preguntarles cuál es su adscripción política…
Estamos dando una imagen de insolvencia y en gran medida, estamos mostrando un nivel bajísimo de educación cívica. Con estos bagajes no se puede creer en una profunda renovación de todos los resortes del poder institucional. Quienes pretenden asumir esa importante tarea, son los causantes de nuestra compleja situación, lo que hace difícil suponer las reformas requeridas. La mofa a nuestras esencias y el desacato continuo a la ley, debería preocuparnos y a continuación, debería obligarnos a exigir una rápida enmienda. Pruebas de lo delictivo o de la sórdida actuación política hay muchas, en pocos meses se han acumulado bastantes; la última, no menos importante , se la atribuye la Alcaldesa de Barcelona, la señora Ada Colau, que no tuvo en el Salón de la Enseñanza de la ciudad condal la mínima educación obligada por el cargo que ostenta. Las Fuerzas Armadas garantizan el ordenamiento constitucional, la soberanía, la integridad territorial y se les debe el máximo respeto por la gran labor desempeñada dentro y fuera de nuestro territorio. Ellas no discriminan, atienden a todos los ciudadanos sin preguntarles cuál es su adscripción política , ni su credo, ni su clase social, ni de qué comunidad autónoma son, a diferencia de la alcaldesa que da muestra día sí, día también de su compostura sectaria y ofensiva contra la mayor parte de los ciudadanos.
-El pueblo que no se hace respetar, no merece serlo-, es la frase que deberíamos interiorizar, pensar y de ella deducir cómo se ha de obrar en consecuencia. La palabra está para comunicarnos no para insultar, los modales para saber estar no para ofender, los espacios públicos para servir en ellos a la ciudadanía y respetar el país, no para llenarlos de oprobio a todo lo que es nuestro patrimonio cultural y tradición.
Nos cansamos de insistir que tenemos la juventud más preparada de cualquier época anterior; si los que están ocupando puestos directivos en algunos partidos, los equipos de gobierno de ciertos ayuntamientos, escaños del Parlamento y de las Cámaras Autonómicas, es esa juventud “tan preparada”, lo que nos puede sobrevenir en todos los espacios sociales es algo muy grave y sobre todo cuando nos encontramos en el momento más crítico de la Soberanía Nacional.
Mientras que en Política no se destierre los intereses personales o partidistas, mientras que el Poder Judicial no rompa la dependencia a otra causa que no sea la de ajustarse a la ley que emana de la Constitución, mientras que los medios informativos no redacten las editoriales por intereses ajenos a servir a la verdad, mientras que el dinero público no se utilice para enmudecer a sectores sociales, no se conseguirá tener una verdadera democracia. Una tarea por hacer.
Posted in Opiniones Tagged with: Es incuestionable no entregar parcelas de poder a los que tienen el empeño de dinamitar el Estado, Una solución viable para paliar despropósitos sería dar al pueblo la opción de votar por segunda vez