El recuerdo es existir, por Ana Maria Torrijos

Redacción – Un suicidio colectivo planificado por dogmatismos e intereses económicos caciquiles —eliminar de nuestro acervo cultural uno de los idiomas más importantes del mundo, el que entre todos elaboramos y lo hicimos crecer cruzando el Atlántico, recorriendo tierras lejanas, evangelizando, redactando leyes—. (…) El PNV nos humilla, en continua campaña, para que los asesinos regresen a las prisiones vascas con la única intención de centrarse los nacionalistas más en esa escala de referencia imaginaria para lo votantes y las Esteladas de la tribu se trasladan de Cataluña al país Vasco con la intención de compartir el jolgorio que se organiza cada vez que uno de los presos es excarcelado. Barcelona (España), sábado 18 de agosto de 2018. Fotografía: MADRID (ESPAÑA), 25.06.2018. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), durante la reunión mantenida hoy en Moncloa con el lehendakari, Íñigo Urkullu, con quien ha iniciado su ronda de entrevistas con los presidentes autonómicos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el lehendakari, Íñigo Urkullu, han pactado hoy crear dos comisiones bilaterales, una para acercar presos etarras a cárceles vascas -aunque no a corto plazo- y otra para el traspaso de las 37 competencias pendientes en el Estatuto de Gernika. Con el encuentro que ambos han mantenido en La Moncloa, durante casi dos horas, Urkullu ha dado por abierta la puerta a un “diálogo institucional permanente” con el Gobierno de España y a una nueva relación de “confianza y lealtad”, tras el distanciamiento de los últimos dos años con el anterior presidente, Mariano Rajoy. Efe

Nacer y morir, es la línea de la vida, es la vida misma. La alegria celebra el primer llanto y la desolación acompaña el abandono del cuerpo. Queremos ser inmortales, nos angustia dejar lo que conocemos por muy difícil que sea. Nos aferramos a esa vida aunque precaria, incierta y hasta en ocasiones dolorosa. La incognita del más allá atemoriza o por lo menos inquieta. Civilización tras civilización ha forjado su eternidad, losas sobre un agujero, pirámides, sarcófagos, simples ramas para cubrir el cuerpo, y ahora somos sonámbulos ante la valía que a lo largo de la existencia se le ha dado a esos años vividos, fueren los que fueren.

Las Esteladas de la tribu se trasladan de Cataluña al País Vasco con la intención de compartir el jolgorio que se organiza cada vez que uno de los presos es excarcelado

Hemos olvidado las vidas que segó el terrorismo nacionalista, los muchos españoles que por serlo murieron. Dolor, desespero, impotencia, sensaciones que inundaron nuestros corazones en aquellos años malditos. Ahora por cerrar los ojos y no querer volver la vista atrás, con la intención infantil de no tener presente lo que no vemos, están en las instituciones sus valedores, se les agasaja, asfixian el aire de ciertos pueblos, hacen creer que ellos fueron las víctimas de un Estado opresor. El PNV nos humilla, en continua campaña, para que los asesinos regresen a las prisiones vascas con la única intención de centrarse los nacionalistas más en esa escala de referencia imaginaria para lo votantes y las Esteladas de la tribu se trasladan de Cataluña al País Vasco con la intención de compartir el jolgorio que se organiza cada vez que uno de los presos es excarcelado.

Nos escandalizamos al ver muerto a un niño emigrante en una playa; su pequeño cuerpo varado sobre la arena provocó múltiples comentarios, pero no recordamos la escena de una niña en brazos de un Guardia Civil después de estallar un explosivo en el cuartel de Vic. Esa imagen en pocas ocasiones hemos tenido la oportunidad de recordarla, no se ha propiciado.

Para una sociedad mentalmente sana cualquier pasado dramático ha de ser punto de referencia. No puede permitir que queden en el olvido aquellos hechos, producto de la barbarie, de la sin razón. Nuestras víctimas merecen respeto, ellos fueron el precio que pagó nuestra democracia. Si no nos mentalizamos que ha de trazarse ese camino para lograr la convivencia, empezaremos a cavar nuestra propia tumba si ya no la estamos haciendo al darle prebendas y salvoconductos a los totalitarios.

Estamos en “horas bajas” en nuestro transitar político. Carecemos de líderes con buena formación académica, también ética y con responsabilidad nacional, lo que nos arrastra por unos senderos de derribo. Son capaces de transformar por las puertas falsas hasta la Constitución y el concepto de España si es pertinente para sus intereses. Esta deriva, por fijar una fecha concreta, podríamos tasarla con la llegada del señor Zapatero a la Moncloa. Desde entonces hemos hecho dejación de lo que representamos como colectivo, como españoles y como miembros de la comunidad europea. Un pueblo sin rumbo fijo, sin un programa claro de lo que pretendemos ahora y de lo queremos ser dentro de unos años.

Un varapalo al uso del español, continuo y en alza porque cada vez más comunidades autónomas lo excluyen de la vida pública

La calidad de la enseñanza condiciona la formación y estabilidad de los ciudadanos y en especial de los de menos poder adquisitivo, y no se comprende que estemos en precariedad curso tras curso sin una reforma a fondo de todo el sistema: primaria, secundaria, nivel profesional, bachillerato y universidad.

El plan de jubilación, seguridad para los trabajadores en su vejez, aumenta cada año en gasto, en cuantía económica por la incorporación de un número importante de personas y augura un límite al sostenimiento, pero nadie plantea una reforma total del sistema.

Un suicidio colectivo planificado por dogmatismos e intereses económicos caciquiles

Un varapalo al uso del español, continuo y en alza porque cada vez más comunidades autónomas lo excluyen de la vida pública. Un suicidio colectivo planificado por dogmatismos e intereses económicos caciquiles —eliminar de nuestro acervo cultural uno de los idiomas más importantes del mundo, el que entre todos elaboramos y lo hicimos crecer cruzando el Atlántico, recorriendo tierras lejanas, evangelizando, redactando leyes—. Ya es natural oir a representantes públicos expresarse con términos no propios de él con giros mal elaborados cuando todos deberían ser eruditos en la lengua oficial de la Nación.

La desnaturalización es progresiva por falta de esas referencias tanto las culturales, como las históricas, pero más grave es cuando nos olvidamos de los muchos que sufrieron los golpes del terrorismo. No debemos permitir que se difumine su recuerdo, ningún país que se precie lo hace. La justicia debe ser firme y rápida en sus actuaciones, la laxitud es nefasta. Los ciudadanos que por edad no vivieron esos atroces actos, deben conocer un relato que se ajuste a la verdad, saber distinguir a los que planificaban matar de los que perdían la vida, a los que violentaban con el impuesto revolucionario de los que eran extorsionados, a los que ponían explosivos de los que llevaban escolta, a los que presionaban de los que dejaron sus localidades para no ser trasladados al cementerio.

Ana María Torrijos.

agosto 18th, 2018 by