octubre 7th, 2017 by lasvoces
Redacción (Eduardo J. García. Licenciado en Comunicación Audiovisual) – Este pasado tres de Octubre las calles de Barcelona volvieron a ser escenario de otro golpe de efecto, de un escalón más en el camino hacia la violencia armada ideada, propugnada y apoyada por todas las fuerzas políticas catalanistas. Otra jornada de concentraciones, movilizaciones, bloqueos y acoso contras instituciones del estado, así como ataques puntuales y robos a varios comercios. Barcelona (España), sábado 7 de octubre de 2017. Fotografía: CATALUÑA (ESPAÑA), Domingo 1.10. 2017. Jornada del golpe de estado del Gobierno de la Generalidad. El separatismo moviliza, incluso a Bomberos separatistas y militantes extremistas secesionistas para intentar impedir la operación de la Guardia Civil contra el golpe de estado del gobierno catalán. Efe.
En principio esta mal llamada huelga que ni la misma organizadora, la Generalitat, (no los sindicatos), reconoció como tal, sino como un “paro nacional” y como ellos mismos se encargaron en recalcar no tenía nada que ver con los derechos laborales. Palabra nunca mencionada desde que la CUP anunció dos semanas atrás la no-huelga. Con lo cual dista de ser una reacción a la fantasiosa represión policial que dejo más heridos que la batalla de Mosul. La fantasía y la contabilidad catalana realmente son un “procés” por si solas.
Suspendida, por cierto por la falta de liquidez del gobierno catalán, intervenido en sus finanzas por el estado que no ha podido prolongar este paro subvencionado e impuesto. Con lo cual la turba que invadió las calles, no puede ser considerada otra cosa que reaccionaria y regalista.
Todos han colaborado con el poder, (…) que profesores ultranacionalistas catalanes, adoctrinen, ridiculicen y manipulen a niños en áreas obreras
Estas demostraciones de fuerza callejera responden a una intencionada y planificada voluntad de coacción sobre la población no nacionalista y a la total supeditación de todos los actores sociales activos a las directrices del régimen. Desde las escuelas, esos aberrantes criaderos de odio, las universidades , colectivos profesionales, funcionarios de la Generalitat y por supuesto la siniestra policía autonómica. Todos han colaborado con el poder. Es obvio pues que todos son beneficiarios de subvenciones. Extremadamente reprobable es el programa de ingeniería social y educativa que permite que profesores ultranacionalistas catalanes, adoctrinen, ridiculicen y manipulen a niños en áreas obreras dónde el independentismo es residual y el catalán es a menudo la tercera lengua en número de hablantes. Sobre la pluralidad de la sociedad catalana, basta revisar apellidos y antecedentes familiares de aquellos que ocupan puestos de responsabilidad, cuadros o los mejores pagados. Volvemos a encontrarnos siempre con el mismo porcentaje, un 30% de la población que impera sobre el resto. A la inteligencia del lector dejamos las evidentes conclusiones sobre la ola de libertad que recorre Cataluña y lo sincera que es su democracia y revolución de las sonrisas. Y los casi cuarenta heridos, estos reales de las fuerzas del orden estatal.
Asimismo resulta muy patente la profunda deriva retrograda y ultranacionalista del “procés” que la hermana con el resto de “rebeliones espontáneas y amaneceres de pueblos oprimidos” que conformaron primero las revoluciones de colores y después las primaveras árabes para los adictos al sensacionalismo y los despertares islamistas para el resto.
Vehiculado no por sonrisas ni por claveles, sino por el odio, el chantaje y una obsesiva sed de violencia
Son pues estos continuos y recurrentes tumultos multitudinarios meras herramientas de agitación y ocupación de las calles, de acoso, de exaltación supremacista, de impunidad. E ilustran lo irremediablemente enferma que está la sociedad catalana, en la que el uso abusivo de menores supera todo lo imaginable. Usar niños como escudos humanos y como armas arrojadizas para que insulten policías y detengan sus acciones, poniendo en peligro la vida del inconsciente menor.
La particularidad del caso catalán es que además de con fondos ajenos, cuenta con una ingente cantidad financiera “propia”, gran parte de la cual esta sufragada por el resto de españoles para sus fines. Utiliza en un prodigio de deslealtad el dinero de sus conciudadanos para sufragar sus campañas de odio hacia ellos, de intoxicación informativa y para otros fines que más que probablemente tienen que ver con el golpe armado que preparan contras las fuerzas de seguridad e instituciones del estado. Todo ello burdamente disfrazado con lanzamientos de claveles y desesperada búsqueda de fotos de niños sonriendo junto a la policía, en un alarde de maltrato infantil que gusta mucho a este tipo de movimientos y con las cuales la prensa sensacionalista disfruta obsequiando a su primitiva parroquia. Pero no por groseras, o manipuladoras estas tácticas que responden a estudios de subversión atlantistas ya utilizadas como he citado en otros artículos en las repúblicas bálticas, en la guerra civil yugoslava y en las revoluciones de colores que tuvieron lugar en la antigua Unión Soviética , dejan de ser efectivas.
Los bloqueos, hostigamientos y acoso a los representantes del estado ya han empezado con el asedio a los policías tanto en sus residencias u hoteles de las cuales han sido parcialmente expulsados o en los cuarteles. Esto nos son actos aislados de las protestas. Forman parte de un plan de acción. Desde la toma de las universidades, calles, concentraciones, destrucción de bienes públicos, negación de uso de los puertos por parte de la Generalitat, bloqueo de los tribunales, los boicots comerciales primero, el desabastecimiento y carestía en el horizonte, actos supuestamente festivos (con un aspecto poderosamente paramilitar, incluso van uniformados y estos si escoltados por los mossos), son fases de la misma ofensiva. No existe ningún movimiento cívico ni legitimo de protesta, es sólo una oleada, una mascarada dentro de una ofensiva del odio que persigue, ampara y ayuda a destrucción de la paz social y de la autoridad del estado. Vehiculado no por sonrisas ni por claveles, sino por el odio, el chantaje y una obsesiva sed de violencia con el único fin de provocar la respuesta que les postule como víctimas. Una más de las muchas falacias, escupidas por el supremacismo catalán. Cuando el estado hasta ahora había abandonado Cataluña, siendo sustituido por la Generalitat y sus tentáculos asociativos regados con dinero público.
Ahí están las CDR , a imagen y semejanza de los militantes de OTPOR, vector violento de todas estas rebeliones filofascistas. Son grupos a modo de milicias que ha formado la CUP, ERC, grupos de pequeña delincuencia (como el germen del ejército bosnio-musulmán) aficionados radicales de fútbol, con fuerte presencia de las CUP y asimilados (como en el caso ucraniano, los autores de la inenarrable masacre de Odessa) y escoria residual anarquista que se vende al mejor postor, y se guarda el derecho al saqueo, como pudimos comprobar en la no huelga del día tres de octubre. Responden a una maniobra orquestada de una violencia que es muy probable vaya in crescendo este fin de semana e inicio de la semana que viene con visos a la proclamación unilateral de independencia en un escenario donde se organizarán sentadas, cadenas humanas, encadenamientos y barricadas para asediar comisarias, marchas “pacifistas” que corten las principales vías de la ciudad para paralizarla, y dar cobertura a sus acciones violentas. Sin olvidar todas las amenazas, coacciones ,destrozos y agresiones que se producirán en toda la región en mayor o menor medida.
Una vez más los lazos entre cierta cúpula sionista de Israel y el nacionalismo de CIU-PDECAT salen a la luz
La amenaza de los tractores y los cazadores del interior ( a modos de las eternas partidas carlistas catalanas) y el posible rebrote terrorista de Terra Lliure para una “ulsterización” que suponga un peso inasumible para la economía española, son escenarios factibles como para tenerlos en consideración, que una rápida y contundente reacción gubernamental deberían desbaratar completamente.
Aunque el desafío no es por sí mismo importante, los tractores y hordas rurales si podrían ser parte integrante de un bloqueo que se llevaría a cabo en la única frontera internacional, la francesa, para provocar una situación muy embarazosa diplomáticamente para el gobierno español en un calco de la sucedido en Eslovenia durante la guerra de Yugoslavia.Son conscientes que las fronteras las defienden los militares, máximos garantes de la integridad nacional.
No obstante la Comisión Europea ya ha dictado sentencia respecto al uso de la fuerza y el respeto a la constitución, por lo cual aplastar esta rebelión etnofascista criminal no llegaría a ser un contratiempo tan serio para Madrid, como nos quieren hacer creer. Mientras que para toda Cataluña está siendo y será un gran desastre. El separatismo catalán ya no puede contar con las mordidas sobre el sector financiero que huye de la inestabilidad y de la depredación segregacionista.
Lo único que puede envalentonarlos además de su increíble idiotez es que en que sus tanteos iniciales hasta el momento no han sufrido ningún impedimento por parte de la gran baza del nacional-separatismo, su brazo armado, los mossos. Aún bajo mando golpista pese a la acusación contra Trapero, los mossos tienen en sus filas más de 10,000 agentes armados. Con material como furgones blindados, helicópteros, subfusiles y armas pesadas en manos de sus agentes de élite entrenados en Israel y EEUU, de dónde procede su armamento. Una vez más los lazos entre cierta cúpula sionista de Israel y el nacionalismo de CIU-PDECAT salen a la luz, evocando por enésima vez asuntos muy turbios. A las armas hay que añadir rumores sobre posibles fuentes financiación económica alternativas y ayuda en programas educativos (siempre han existido paralelismos en los dogmas pueblo e idioma) y colaboración en temas militares.
Para dejar paso al ataque armado de los Mossos a tal efecto de conseguir la respuesta de los cercados
Dejando el terreno de la hipótesis más osadas; en el caso de no disolverse el cuerpo de los Mossos, el riesgo de una escalada bélica toma cuerpo. Es el culmen de esta estrategia de desobediencia ideada por Gene Sharp (artífice intelectual del golpe y destitución de Milosevic en el año 2000) en una vorágine de disturbios , de movilizaciones callejeras y uso masivo y mendaz de las redes sociales, con embustes de represiones y asesinatos masivos así como la gran alegría, serenidad y paz con la que los ultranacionalistas dan la bienvenida a su imaginario “país” se fragua una desesperada apuesta del separatismo catalán por presentarse como victima de otro país invasor.
Los cachorros racistas tarados de Soros ultrajando la bandera roja. Observen el símbolo del puño cerrado. es OTPOR
El recurso a la toma de las instalaciones aeroportuarias, portuarias, fronteras y otras instalaciones vitales por parte de los mossos, así como hostigamiento a los cuarteles con una primera fase de encadenamientos, coordinadas con protestas “civiles” que serán comandos de la CDR armados con cócteles molotov, y toda suerte de armas blancas y arrojadizas ocultos tras pancartas sobre derechos, ilusiones y dibujos infantiles. Para dejar paso al ataque armado de los Mossos a tal efecto de conseguir la respuesta de los cercados, presentándolo al mundo como un injustificable acto de barbarie española. Así la implicación de los mossos, sería total y se presentarían antes los medios internacionales como héroes que sólo protegen las vidas de civiles inocentes de una agresión exterior.
Los dementes nacional-tradicionalistas catalanes contarían con un poderoso imaginario, que les permitiría gracias al cinismo de la izquierda filotroskista anti soberana, verdes y populismos varios una tregua, o conversaciones con las que no afrentar sus responsabilidades penales, simular una legitimidad de la que carecen y ser considerados interlocutores como lo que no son , un estado.
La miríada de asociaciones y ONGS catalanas que dicen ser pacifistas, defensoras de los derechos, por la convivencia, contra la discriminación no son más que pantallas de la organización con la cual el gobierno golpista de Cataluña ataca a las instituciones y desde las cuales indica cómo y cuándo se puede ir dañando y perturbando el normal funcionamiento de las administraciones así como la cotidianidad e ir laminando la paz. Un paso más en la formación de para-estructuras de estado como hizo a principios de los años 90 el olvidado profeta de la paz, Ibrahim Rugova en Kosovo y Metohija.Ese espejo que tiene tantas ONGS y asociaciones como mafias. En ellas se dan instrucciones para obstaculizar la justicia, degradar los servicios públicos, objetivos, horas y lugares para realizar concentraciones “pacificas” y sabotajes de los que la prensa no ha querido decir nada, pero que llevan años realizándose contra bienes públicos, sobre todo contra Renfe. Que no sólo calla sino que también colaboró con las golpistas ultranacionalistas en su infame paro patronal.
Estas redes no son sólo de ámbito nacional. Enseguida se llegan a clientes y empresas subcontratas de Holanda que han trabajado para la OTAN, asociaciones culturales neofascistas de toda Europa, con protagonismo destacado de bálticos y escandinavos. Sin excluir colaboraciones de otros “nuevos países” del este de Europa.
Además de otras corporaciones internacionales, por ahí andan los sospechosos habituales en todas estas revueltas contra los gobiernos legítimos y la legalidad vigente, como la Fundación Soros, National Republic Institute, etc… A quienes se suman personajes como Julian Assange y Snowden , que a sueldo de Moscú ven su oportunidad para llevarse un buen pellizco a costa de causar inestabilidad en un miembro de la UE.
En la batalla de las simpatías internacionales poco han aprendido Rajoy o su vicepresidenta, siempre dos pasos por detrás de los separatistas
Resulta pues sorprendente que los separatistas catalanes no se hayan apropiado de este nombre en su delirante aunque muy estudiado proceso independentista. Quizá lo haya hecho alguna de las publicaciones extranjeras a las que los empleados de las embajadas autonómicas catalanas acuden para la creación de un lobby de presión en los medios de comunicación extranjera.
Estos lo han intentado con enmiendas y donativos (es de suponer que de fondos públicos captados directamente o indirectamente a través de sus fundaciones independentistas afines, ya por parte del gobierno de la Generalitat a la publicación The economist, sancta sanctorum del neoliberalismo. Esta revista que se había distinguido hasta hace poco tiempo por sus ataques a la desastrosa gestión autonómica española , especialmente la catalana ha pasado a ser mucho más comprensiva con la Generalitat catalana y sobre todo con su líder. A ella se ha sumando otro rotativo, el Newyorktimes con viñetas en las que la policía separa Cataluña del resto de España a golpes de porra y un muy sesgado artículo “postreferendum”•que se presenta como supuestamente objetivo ya que habla de la falta de garantías y chapucería de la votación ilegal. Pero que se ve salpicado de referencias erróneas, imágenes descontextualizadas, constructoras de relatos dando por buena cifras, tótems y conceptos nacionalistas. No son desde luego estos los dos únicos escritos sobre el tema aparecidos en este diario, pero si lo más relevantes por su uso de la imagen. Una batalla que por el momento gana en los medios el nacional etnicismo catalán por su imagen de “pueblo” victima de la actuación( no represión) de la policía nacional y guardia civil contra un referéndum ilegal. Nada se dice en este u otros medios, de la pasividad de la policía catalana que colaboró deliberadamente con su pasividad, falta de asistencia y provocaciones a los cuerpos policiales para que se produjera más violencia e imágenes luctuosas con las ilustrar la eterna patraña de la lucha del fuerte contra el débil.
Los contactos con caras agencias de relaciones públicas y corporaciones de marketing de Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos se suceden últimamente con un claro fin, la difusión a escala mundial del victimario nacionalista y su imaginaria historia nacional de sufrimiento a manos de la despiadada España, única realidad nacional a la que ha pertenecido. Y aunque parezca increíble el gobierno español sigue sin desarticular esta red sediciosa que dilapida el dinero de todos. Las embajadas siguen funcionando y sus “diplomáticos” trabajando en la destrucción de la democracia y soberanía nacionales. En la batalla de las simpatías internacionales poco han aprendido Rajoy o su vicepresidenta, siempre dos pasos por detrás de los separatistas, con muy poca incidencia mediática y sin utilizar los grandes medios a su alcance en una desastrosa gestión por dejada e ineficaz que nos puede salir muy cara. Que medios franceses den parte de forma destacada de las calumnias y falsificaciones catalanas mientras aquí se contemporiza y se elude incidir en los embustes victimitas nacionalistas indica lo mucho que hay que mejorar en ese aspecto. Aunque el presidente español lo detéstela guerra en las redes tiene su importancia.
Eduardo J. García
Licenciado en Comunicación Audiovisual)
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