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julio 3rd, 2017 by José Basaburua

Redacción: José Basaburua (Reda Ciudadana Navarra Resiste)—. EH Bildu es la gran formación política de la “izquierda abertzale”, conforme su propia nomenclatura, con estructura jurídica de coalición electoral en la que se integran cuatro partidos de procedencia muy diversa. Pamplona (España), lunes 3 de julio de 2017. Fotografía: Bayona (Francia), sábado 8 de abril de 2017. Teatrillo terrorista y proetarras de la ETA, desarme y entrega de Armas. El terrorista exmiembro de la banda terrorista de las Vascongadas de España (ETA), Josu Zabarte (en el primer plano de la imagen), conocido como el ‘Carnicero de Mondragón’, durante el teatrillo terrorista de Bayona (Francia) el sábado 8 de abril de 2017, con el motivo de la entrega de parte de las armas de la banda terrorista ETA. Efe.

Dicha entidad celebró un congreso decisivo, para su estructuración interna y el juego real de las diversas “sensibilidades” existentes en su seno, el pasado 17 de junio de 2017; al que calificaron como de “refundación”. Lo que se presentó como “novedad” fue este intento de trascender la fórmula de coalición electoral para dotarse de órganos con capacidad ejecutiva; especialmente su “Mesa Política” de 19 miembros con derecho a voto y otros dos más sin él. Su objetivo final: competir con el PNV y arrebatarle el liderazgo social, político e institucional. “Refundación, apertura a los independientes, reconocimiento del pluralismo”: ¿simples palabras o auténtico giro táctico? Lo veremos más adelante.

El principal de todos esos partidos sin duda alguna, tanto en número de militantes, cargos públicos, como proyección social, es Sortu: heredero directo de la expresión política de ETA Militar que ha conocido, al calor de los circunstancias legales, diversas denominaciones: Herri Batasuna, Batasuna, Partido Comunista de las Tierras Vascas, Acción Nacionalista Vasca, Euskal Herritarrok, Askatasuna, Bildu… Su líder más mediático, y seguramente el que disfruta de mayor prestigio tanto dentro como fuera de la organización, sigue siendo Arnaldo Otegi; quien tras su última estancia en prisión sigue liderando y marcando los nuevos ritmos. En la nueva Mesa Política de EH Bilbu, Sortu ocupa 12 puestos de los 19; casi dos tercios del total.

El segundo partido histórico de la coalición es Eusko Alkartasuna: la formación social-demócrata que fundara el navarro de origen -y guipuzcoano de adopción- Carlos Garaikoetxea, al escindirse del partido-madre EAJ-PNV con sus seguidores, allá por 1986. Tras unos primeros tiempos en los que jugó un papel relevante en la política vasca, el partido ha ido declinando hasta que, en la actualidad, se ha convertido en un mero satélite de la izquierda abertzale. Ciertamente, el propio Carlos Garaikoetxea, alarmado junto a otros “históricos”, se sumó, meses atrás, a un pequeño movimiento crítico a tal deriva; pero, pese a ello, los restos de su antaño criatura predilecta, están más marcados que nunca por el “Gran Hermano” etarra. Apenas dos escaños de la nueva Mesa Política, de un total de 19, son suyos.

Aralar, tercera formación de la coalición, es otra fuerza de izquierda abertzale que nació, formalmente el 29 de septiembre de 2001, como disidencia de Herri Batasuna; al no compartir la subordinación de la expresión política a la organización-líder, es decir, a ETA. En consecuencia, rechazaron la “violencia política”, si bien por “consideraciones tácticas”, que no morales o de principios. Su escisión les generó no pocas dificultades de convivencia y de comprensión desde la izquierda abertzale “oficial”. De ideología “ecosocialista” e independentista, nunca alcanzó grandes cuotas de poder; no obstante, entre sus méritos siempre figurará que facilitara -con su pragmatismo y buenos oficios-el despegue del separatismo panvasquista en Navarra con el impulso de Nafarroa Bai, antecesor de Geroa Bai. Dos puestos en la Mesa.

El cuarto y último partido es Alternatiba, una pequeña formación comunista nacida en 2008 desde una de las facciones de la siempre convulsa y minoritaria Izquierda Unida vasca. Con apenas doscientos militantes, y con Oskar Matute como siempre sonriente coreógrafo de la izquierda abertzale en todos sus actos públicos, en la actualidad tiene el mismo peso político que Aralar y Eusko Alkartasuna (2 puestos en la MP); de modo que siempre se mostrarán agradecidos a Sortu, facilitándoles el control absoluto de la organización a los herederos de ETA.

Por último, un único puesto –el decimonoveno de la ejecutiva- se ha reservado para los “independientes” de los que tanto hablan; en la persona de la ex-presentadora y directiva de ETB Maddalen Iriarte.
El congreso del 17 de junio, apenas estudiado y seguido en Navarra pese a su relevancia, aportó algunas novedades.

La principal de todas: EH Bildu concebido como partido-coalición-movimiento; lo que es una simple traslación semántica de la tradicional concepción centralista y leninista del autodenominado MLNV. Entonces, y durante décadas, fue ETA la organización-vanguardia; Herri Batasuna en sus diversas denominaciones, la expresión política; diversos movimientos sociales, a modo de “aros de cebolla”, sus estructuras sectoriales especializadas. No olvidemos que, en su origen, Herri Batasuna -inicialmente Mesa de Alsasua (24 de octubre de 1977)-  también fue una coalición: ANV, HASI, ESB y EIA. Posteriormente, EIA se marcharía, dando lugar a Euskadiko Ezkerra entre 1981 y 1982; incorporándose al resto de formaciones abertzales LAIA.

Ahora se repite, bajo la palabrería oficiosa propia del proceso y debate interno de las formaciones de EH Bildu, una operación análoga; pasando a controlar, por parte de los herederos directos de ETA, unas organizaciones que, al menos en origen, disfrutaban de una autonomía y una ideología propias. El cambio se ha justificado, según su propio documento interno, del siguiente modo: «la forma de una coalición, la estructura de un partido y el carácter de un movimiento (…) integra las característica de estas tres tradiciones organizativas: la riqueza ideológica de las coaliciones, la eficacia de las estructuras de partido y la horizontalidad y participación de los movimientos». Y ello es así, pues «queremos dar el salto y evolucionar de coalición de cuatro fuerzas políticas a sujeto político que incorpore también a sectores y personas independientes, con nuevas ideas y proyectos, no necesariamente identificadas con alguno de los partidos». Un verdadero logro táctico, pues además de asegurarse la solidez del proyecto y la fidelidad de sus socios, gana prestigio y una aparente aura de pluralidad al canalizar “culturas políticas” diversas.

Pero, ¿por qué se ha elegido este momento y no otro, antes o después? También lo explican: “En el Estado español no hay condiciones para una democratización y el ciclo del autonomismo se ha agotado. El vuelco en Nafarroa, la creación de la Mancomunidad Vasca o la amplia mayoría por el derecho a decidir en la CAV facilitan “un itinerario confederalista” en que los tres espacios podrían ir convirtiéndose en Estado por sus ritmos y vías e integrar finalmente si lo desean una República vasca”.

Arnaldo Otegi, en una amplia entrevista concedida a Gara el 19 de junio, demuestra, además, ser un alumno aventajado del tantas veces mencionado Antonio Gramsci, al afirmar que “Vemos que la gente percibe a EH Bildu en un extremo del eje izquierda-derecha, en feminismo, en independentismo… y sin embargo ahí convivimos culturas muy diferentes: sectores socialdemócratas, comunistas, ecosocialistas… Desde mi punto de vista, esa síntesis conecta bien con las amplias mayorías del país, aunque aún no se haya traducido en mayoría electoral, porque esos son los valores hegemónicos”.

Por lo que a Navarra se refiere, asegura que: “Todo el mundo es consciente de que EH Bildu está jugando un papel fundamental en el sostenimiento del cambio en Nafarroa. Y se reconoce. Dicho esto, hay una demanda de que el cambio tenga otra intensidad e incluso otra dirección en determinadas esferas. Sacar a UPN, como sacar a Maroto, era una condición imprescindible, pero no suficiente. El Gobierno del cambio tiene que hacer cambios. Con toda la responsabilidad del mundo, sabiendo lo que nos jugamos, decimos que la mayoría social que existe se tiene que ver reflejada en la acción de Gobierno”. Gramsci, puro Gramsci.

Sin duda hay que reconocer su capacidad de trabajo interno y de adaptación a las nuevas condiciones objetivas, sociales y políticas, en el contexto de la globalización, de los “escenarios vasco y navarro”. Bien harían sus rivales políticos en analizar las motivaciones de unos cambios aparentemente poco importantes y en poner en práctica las enseñanzas tácticas-organizativas derivadas de ese pragmatismo organizativo. En definitiva: nuevos escenarios, nuevas tácticas y nuevas formas de organización. Por el contrario, PP, UPN, Ciudadanos y PSN-PSOE, mantienen desde hace años los mismos estatutos y la misma cultura organizativa: la de ser “partidos de gestión del poder”. Lógicamente, tan rígida y precisa estructuración, propia de unas circunstancias políticas muy determinadas –democracia formal, juego parlamentario clásico, turnismo gubernamental-, impide trabajar de una manera eficiente desde la oposición; careciendo en consecuencia de experiencia y estructuras propias del trabajo de calle y de base.

Un pequeño paso, en suma, desde una gran estrategia. Que nadie se llame a engaños.

octubre 21st, 2017 by Manuel I. Cabezas González

Redacción (José Basaburua)- Un intrigante evento, que no pasó desapercibido en los mentideros periodísticos y capitalinos, desató recientemente todo tipo de especulaciones, fundamentalmente enfocadas hacia la reedición de un hipotético Frente Popular; pero en esta ocasión entre Podemos, PSOE y formaciones separatistas (enlace). Nos referimos al encuentro a tres bandas celebrado a finales de agosto en el domicilio barcelonés del empresario de la comunicación Jaume Roures, el firme aspirante a liderar al conjunto del independentismo catalán, Oriol Junqueras, y el impulsor de un nuevo Frente Popular y líder de Podemos, Pablo Iglesias; según recogió puntualmente El Confidencial (enlace). Pamplona (Navarra) España, sábado 21 de octubre de 2017. Fotografía: PAMPLONA (ESPAÑA), 21.10.2017. Combo de fotografía con Jaume Roures, dueños de la Sexta, TV, Diario Público, entre otras empresas (i) junto al líder de Podemos, Pablo Manuel Iglesias (c) y el vicepresidente golpista y consejero de Economia y hacienda del gobierno autonómico de Cataluña, Oriol Junqueras Vies. Imagen autor del escrito. Lasvocesdelpueblo.

Jaume Roures volvió a ser noticia, indirectamente, el 29 de septiembre siguiente, cuando con motivo de una rueda de prensa -en la que los rebeldes y sediciosos Junqueras, Romeva y Turull proporcionarían detalles logísticos de la pantomima de referéndum celebrado el 1 de octubre- se pretendió inicialmente cobrar 10 euros por periodista y día. Tan chusca anécdota casi logró desviar la atención de uno de los valores más relevante de dicha convocatoria, seguramente relacionada con la reunión del mes anterior; es decir, el verdadero rol jugado y las expectativas empresariales y personales de Jaume Roures; quien facilitó, de este modo y no poco, la carrera delincuencial de la cúpula rebelde allanándole uno de tantos obstáculos.

Mediapro no es ningún chiringuito económico irrelevante; uno de tantos. Se trata, al contrario, del potente grupo mediático presidido por el citado Jaume Roures, en el que tiene una participación accionarial del 12%, que explota los derechos de emisión del fútbol español y la Champions: 1.500 millones de euros por año de facturación y un beneficio de 160 millones.

“De casta le viene al galgo”, se dice desde hace siglos y bien. Es el caso de este multimillonario, Jaume Roures, uno de los grandes magnates de la comunicación en España a quien le gusta jugar a director en la sombras de la alta política en España.

Militó de joven en la trotskista Liga Comunista Revolucionaria (LCR), desde la que reclamaban,  en los tan añorados como mitificados años de la Transición, fusilar a Santiago Carrillo, líder del Partido Comunista de España, por… ¡”social-fascista”! Una circunstancia de la que Jaume Roures se siente muy orgulloso y que viene alimentando sus fantasmas y ensoñaciones travestidas en decisiones empresariales. Recordemos, aquí, que la LCR nace en 1971, si bien no será hasta dos años después en que alcanzará cierta relevancia al ingresar en bloque la gran escisión de ETA denominada VI Asamblea. La LCR persistirá en su particular travesía del desierto, dando lugar a diversas escisiones, plataformas, etc., y al partido, Izquierda Anticapitalista, quien se encuentra en los orígenes del leninista-populista Podemos; proporcionándole estructuras territoriales y orgánicas y algunas de sus figuras más relevantes hoy, articulados en la tendencia Anticapitalistas. Como no podía ser de otra manera, estos veteranos, como experimentados facciosos trotskistas que son, mantienen habitualmente sus buenas diatribas tácticas y dialécticas con el equipo más estrecho de Pablo Iglesias; pero ésta ya es otra historia.

Periodista deportivo durante muchos años, en tiempos del nefasto presidente José Luis Rodríguez Zapatero nuestro Jaume Roures intentó emular al todopoderoso gigante de la comunicación PRISA; creando su propio imperio mediático multimedia al calor del poder amigo presidencial. El invento, a pesar de inmerecidos y sucesivos favores públicos, no logró cuajar; pero, personalmente, Jaume Roures se forró.

En aquellos años, de ser un pequeño productor, pasó a lanzar un diario impreso de alcance nacional en septiembre de 2007: Público. Roures hizo todo lo que pudo para que el medio se consolidara, por ejemplo mediante múltiples y diarias promociones “culturales”. Alguna de ellas generó no poca sorpresa: así, el 7 de noviembre de 2009, la oferta fue el libro La Revolución permanente, de… ¡León Trotsky! (enlace). Es decir, todo un clásico de la violencia política que inspiró a terroristas de todo el mundo, en imitación de sus mayores genocidas en décadas anteriores.

Pero no logró superar los nuevos tiempos que vienen postergando dramáticamente el papel impreso frente a la edición digital, de modo que en 2012 la edición impresa cerró… eso sí, despidiendo a la inmensa mayoría de sus trabajadores con una indemnizaciones mínimas acordes a las leyes laborales que tanto denunció desde su tribuna. Un verdadero hipócrita que todo se permite y se justifica. Hoy día sobrevive su edición digital publico.es, una de las cabeceras de referencia de la izquierda radical (eldiario.es, elplural.com y infolibre.es) en la que se aloja el programa La Tuerka (enlace), que tanta relevancia tuvo en la preparación del equipo impulsor de Podemos.

En aquellos años zapateriles, Jaume Roures también fundó la cadena televisiva La Sexta; absorbida en 2012 por Atresmedia. Mientras tanto, Mediapro obtenía diversos jugosos contratos con la pública TVE, tales como 59 Segundos o España Directo.

La amistad de Jaume Roures con Pablo Iglesias, a quien introdujo de contertulio en La Sexta Noche en el año 2013, Juan Carlos Monedero y otros extremistas de salón, también viene de lejos: abriéndoles sus múltiples medios; proporcionándoles una potente plataforma mediática que les permitió erigirse en alternativa partidaria, rompiendo de tal modo la hegemonía partidaria existente en España desde hacía casi 40 años.

Jaume Roures, a día de hoy, sigue atrincherado en Mediapro: forrándose y conspirando. Genio y figura… Pero, además, es productor de los informativos de La Sexta y del programa Al Rojo Vivo, entre otros, por medio de su empresa Liquid Media. No hace falta insistir en que San Antonio García Ferreras, el gran agitador e inventor de falsas noticias, es buen amigo de D. Jaume; pero, también, su asalariado.

Como intelectual de mirada gramsciana, Roures ha producido, además, películas en sintonía con la autodenominada “memoria histórica”, tales como Campanades a mort (en torno a los graves incidentes de orden público de Vitoria 1976), Salvador (Puig Antich) acerca del terrorista ejecutado en 1974), Los lunes al sol (enmarcada en la reconversión naval de Vigo/Gijón y protagonizada por dos sindicalistas de la radical CSI); documentales como Política, manual de instrucciones (acerca del nacimiento de Podemos), Las cloacas de interior (operaciones clandestinas que el Estado habría desarrollado contra los independentistas bajo la dirección del ex-ministro Jorge Fernández Díaz); films de carácter  deconstructivo y anticatólico, caso de Camino (en la que se narra la muerte de una niña cuya familia sería del Opus Dei); etc. . Un auténtico “intelectual orgánico” y “benefactor comprometido”; dos en uno.

Pero además de estos ejes de proyección nacional, también mantiene crematísticos tratos con televisiones autonómicas, caso de TV3 en Cataluña, a la que produce buena parte de sus trabajos externos.

Según informaciones hechas públicas por el semanario afín al socialismo español, El Siglo de Europa, en su edición 1.211 fechada el 1 de septiembre de 2017, la entrevista a tres bandas que originaba este escrito, habría cuajada gracias a los buenos oficios de otro periodista amigo de Roures: Oriol Soler. Militante en su juventud del extremista Moviment de Defensa de la Terra, fue impulsor del diario Ara, fundador del grupo editorial Grup Cultura 03, beneficiándose de importantes subvenciones de la Generalidad, mediador entre las CUP y Junts pel Sí con motivo de la negativa de los primeros a la investidura de Artur Mas. Otro personaje con contactos muy fructíferos. En definitiva: “Dios los cría y ellos se juntan”; los poderosos jugando a directores del escenario catalán, nacional… global.

Como buen españolito, Jaume Roures sigue fielmente la máxima de “a Dios rogando con el mazo dando”, de modo que viene cumpliendo, con fervor cuasi-religioso, su voluntad de acción dirigida la transformación radical de la sociedad española por medio del cambio de mentalidades, pero sin descuidar sus intereses crematísticos. De ahí que siempre se encuentre bien posicionado cerca del poder: en su día, muy pegadito a Rodríguez Zapatero, ahora, de un Oriol Junqueras pieza central del independentismo, y siempre de un Pablo Iglesias quien, seguramente, lo tendrá muy en cuenta en el papel que antes o después jugará en la Radiotelevisión pública española vía nombramientos para el Consejo de Administración.

Así es Jaume Roures: un empresario cripto-comunista de éxito merced sus contactos nada inocentes, con los poderes públicos, siempre atento a todo cambio que pueda favorecer sus múltiples intereses. Un habitual de los conciliábulos en los que se decide fragmentar España. Un destacado prototipo de la élite globalizadora de mentalidad radical-progresista. Un auténtico espécimen de esa “casta” que sus correligionarios tanto denuncian pero que sus dialécticas autojustificativas tratan de exculparle hasta el vómito.

 

agosto 8th, 2017 by José Basaburua
En la imagen del autor del texto, José Basaburua, se ve El líder de las izquierdas en España y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (i) saluda al líder de Podemos. Lasvocesdelpueblo

Redacción (José Basaburua ) – El PSN-PSOE, tras fuertes y prolongados dolores de parto, y para desasosiego del centro-derecha navarrista, ha movido ficha en su XI Congreso Regional. Como opción estratégica se ha propuesto —si bien ello se venía prefigurando— la reconquista del gobierno de Navarra. Pero para ello, y como metodología táctica, deberá ganarse el liderazgo de las demás izquierdas navarras. No es poco. Pamplona (Navarra) España, martes 8 de agosto de 2017. Fotografía:  En la imagen del autor del texto, José Basaburua, se ve: El líder de las izquierdas en España y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (i) saluda al líder de Podemos, Pablo Iglesias. Detrás de Iglesias viene el líder de la banda terrorista ETA durante la masacre de Hipercor (Barcelona), Arnaldo Otegi con su bandera separatista vasca, ikurriña (fundada por un separatista y convertida en bandera oficial de Lasvascongadas); seguido por el ‘nuevo catalán castellanohablante portavoz adjunto de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián con la Estrellada separatista catalana de CUP y JxSí. Le sigue directamente los autoproclamados ‘SOBERANOS’ y ‘MUNICIPALISTA’ llamados ‘los ‘COMUNES’,  Francesc Xavier Domènech Sampere; y finalmente, está allí el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, con su bandera marxista leninista del martillo y la hoz. Bajo título «El PSOE quiere catalanizar Navarra», el autor subraya que “en el texto se reflexiona en torno a las consecuencias del viraje estratégico del PSN-PSOE y, especialmente, su efecto en las expectativas del principal partido de la oposición”. Lasvocesdelpueblo.

Por si alguien todavía albergaba dudas al respecto, el mismísimo Santos Cerdán, flamante secretario de Organización Territorial del PSOE, ha confirmado tamaño giro en unas declaraciones realizadas el primero de agosto. De este modo, el socialismo navarro se decanta por un futuro gobierno que agrupe tanto a las izquierdas navarras (ellos, Podemos e I-E) como al “progresismo” panvasquista de Geroa Bai. Según los últimos resultados electorales y encuestas demoscópicas posteriores, bien pudieran salir los números de tan arriesgada quiniela.

Los socialistas navarros excluyen, a priori, todo pacto con EH Bildu. Pero si ETA se disuelve a lo largo del presente año, tal y como se viene anticipando desde diversos medios generalmente bien informados, ¿mantendrá el PSN-PSOE su veto? Un veto extendido igualmente, aunque por motivos muy distintos, al PPN, en coherencia con los nuevos aires de su dirección nacional.

En todo caso, incluso manteniendo el veto a EH Bildu, las cosas se han puesto mucho más difíciles para el centro-derecha navarrista nucleado por UPN.

Con todo, el PSN-PSOE no ha vetado a UPN de manera tan categórica como al PPN, manteniendo una posición algo más ambigua. No en vano, los socialistas pretenden ser, como “alternativa de izquierdas”, puente entre el centro-derecha y un panvasquismo que —a su juicio— estarían fracturando Navarra. En coherencia no quieren, ni plantearse siquiera, la posibilidad de nuevos pactos con UPN, más dadas sus dolorosas experiencias de años anteriores. Pero parece leerse entre líneas que no cierran esa puerta por completo… acaso como “alternativa B” de gobierno de no sumar las necesarias “cuentas de progreso”. Una posibilidad remota, y un tanto diabólica, pues ¿cómo explicar tal vuelta de rosca a un electorado “progresista” acostumbrado a que “la derecha” sea presentada como un Satán a batir?

Con su nueva estrategia el PSN-PSOE arriesga bastante: acaso muchos electores no entiendan un pacto con quienes pretenden sustituirlos (Podemos) y los burgueses panvasquistas de Geroa Bai. Por el contrario, pueden aspirar al voto de algunas pequeñas franjas de votantes moderados que valoren como mal menor, al existente, un gobierno de izquierdas con los separatistas de Geroa Bai en minoría; una invocación, en suma, a antiguos votantes socialistas desencantados, podemitas escarmentados e, incluso, a otros tentados por Ciudadanos.

Algunas voces del centro-derecha, poquitas pues “estamos de vacaciones” para variar, se han alzado alarmadas: y es que contaban con que el desgaste del cuatripartito facilitaría la recuperación del gobierno por UPN. Tal eventualidad, ahora mismo, se aleja… bastante.

Pero  este cambio del PSN-PSOE, que ha cogido a algunos con el pie cambiado, ¿lo es contra natura o es una decisión congruente con sus presupuestos ideológicos? Aunque en una de las “cartas de los lectores” se haya calificado este viraje como “absurdo” e “hipócrita” (Oscar Garjón Zamborán, 02/08/17), mucho nos tememos que era inevitable.

El PSN-PSOE atravesaba, desde hace bastantes años, una etapa de decadencia determinada por la ausencia de liderazgo (la muerte de Carlos Chivite puso fin a toda una generación de sus más carismáticas figuras) y el desgaste electoral determinado por la corrupción de alguno de sus históricos. Conflictos internos, escisiones de ámbito municipal por su izquierda, débiles liderazgos, interferencias desde su dirección nacional… De persistir esta tendencia, el PSN-PSOE, quien mantenía mal que bien un suelo electoral de 45.000 votos, corría el riesgo de extinguirse lenta e irremediablemente; caída acelerada por la feroz competencia de Podemos, la pérdida de anclaje en los movimientos sociales, y su evidente desconexión de las nuevas generaciones de votantes.

Por otra parte, la crisis del socialismo navarro debe enmarcarse en la más generalizada sufrida por el resto de la socialdemocracia europea; en su búsqueda de un nuevo paradigma ideológico y de otras fórmulas que permitan la cuestionada —y casi imposible— sostenibilidad del Estado del bienestar. En este tránsito, la socialdemocracia se ha rendido a la ideología de género, a la extensión de los “nuevos derechos” sociales e individuales (tan libertarios y burgueses en su génesis y desarrollo) y a los denominados microrrelatos existenciales de la posmodernidad: unos presupuestos ideológicos compartidos en gran medida, aunque con jugosos matices, por todas las izquierdas navarras, Geroa Bai, EH Bildu, e impuestos desde las factorías mediáticas e intelectuales de los “políticamente correcto” a la sociedad navarra. De tales sesgos se deriva que viejos anclajes ideológicos de los socialistas europeos, como la ética obrera de la austeridad y su siempre matizada conciencia nacional, se hayan abandonado en beneficio de un individualismo desvinculado en el que el deseo determina también el juicio político y la agenda socioeconómica.

El socialismo navarro tuvo claro, durante décadas, que gran parte de las expresiones del navarrismo formaban parte de su entraña; especialmente el ribero. Pero el nuevo discurso radical-progresista se desvincula —en general y de manera muy virulenta— de los sentimientos identitarios y de pertenencia nacional, pasando éste último a un plano muy secundario: lo que viene acaeciendo a nivel continental, también en el regional navarro. En suma: la globalización también se impone en este terreno; no sólo en el social y económico.

Todo lo anterior no implica que el socialismo navarro –acaso sea más pertinente hablar de “socialismos”- sea indiferente al expansionismo panvasquista, pues pervive en su seno cierto sentimiento de que una navarridad abierta y mestiza —de ciertas resonancias internacionalistas— pudiera ser la alternativa al vasquismo etnoidentitario conservador (PNV) y al marxista-leninista (EH Bildu) de pulsiones inequívocamente totalitarias. En este contexto, y dada su opción por una España sanchista-federal de “nación de naciones”, el mantenimiento de la disposición Transitoria 4ª, para enésima decepción de navarristas de todos los colores, que presagiara Santos Cerdán en sus declaraciones, no deja de ser una opción coherente y una invitación a Geroa Bai. Los efectos a corto y medio plazo de esta alianza estratégica pueden adivinarse: progresivo debilitamiento de las posiciones constitucionalistas, implementación de políticas de virtualidad separatista, desaparición del sentimiento de pertenencia nacional-española, fractura social. En definitiva: la “catalanización” de Navarra.

Esta rectificación estratégica, que no es otra cosa que la búsqueda desesperada de un espacio propio, casa bastante bien con esa percepción tan generalizada que afirma que “Navarra es socialmente conservadora y electoralmente de centro-izquierda”. No obstante, ello debiera matizarse doblemente. De entrada, sustituyendo “conservadurismo” por “conformismo”. En segundo lugar, desplazando el centro de gravedad del posicionamiento electoral de los navarros más a la izquierda, conforme los efectivos cambios sociales derivados de la revolución antropológica y cultural que estamos experimentando aceleradamente.

Esta realidad, discutible en algunos detalles, pero incuestionable en su tendencia, nos lleva irremediablemente al cálculo y el análisis de fondo de tan cambiante panorama sociopolítico, a la inevitabilidad de la “batalla de las ideas”, y a la “metapolítica”.

Todo partido político que ignore tales apremios está condenado al fracaso. Y si, advertido, no adecúa su modelo organizativo a las nuevas circunstancias, se extinguirá irremediablemente.

Marcada por tales contingencias, y golpeada por tantas incertidumbres, acaso en UPN tengan que hacerse a la idea de seguir en la oposición otros seis años (decimos bien: dos más cuatro)… incluso más.

Así las cosas, que el centro-derecha de UPN intente reabsorber al electorado del PPN y Ciudadanos como paso previo para la recuperación del gobierno navarro, conteniendo abandonos y trasvases hacia la abstención y otros partidos, es únicamente uno más de los difíciles retos que se le presentan. En suma: la política institucional no es suficiente.

Salvo un fracaso estrepitoso de la nueva estrategia socialista –perfectamente conjuntada con el liderazgo nacional-sanchista-, UPN yo no se presenta como pieza imprescindible en una operación poselectoral de recambio gubernamental en Navarra. Por un puro ejercicio de realismo político, UPN debiera prepararse para una “larga travesía del desierto”: rejuveneciendo cuadros, cambiando el modelo de partido, abriéndose a la sociedad, facilitando y dando la batalla por las ideas y los corazones.

Cualquier otro comportamiento –la ingenua esperanza en un “enorme” desgaste del cuatripartito, un súbito cambio del mapa electoral, una rectificación socialista de última hora- es contraria a la más elemental lógica política, al sentido de realidad y al instinto de supervivencia.

junio 12th, 2017 by José Basaburua

Redacción: Sila Félix/José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor —. Pamplona es, acaso, una de las ciudades españolas con mayor número de entidades que trasladan la cultura a la calle y a la vida. Y viceversa. Lo de la “cultura popular” nos gusta, lo entendemos y se ha cultivado desde finales del XIX. Pamplona (Navarra), lunes 12 de junio de 2017. Fotografía: La batalla de la cultura (Euskokultur Mintegia, Katakrak y demás). Lasvocesdelpueblo.

Ya en sus orígenes, haciendo un poquico de historia, las mismísimas peñas pamplonicas, de finalidad sanferminera más que nada, mantenían a lo largo del año cierta dinámica comunitaria; traducida en obras benéficas, ciclos culturales, secciones montañeras o actividades deportivas. Con la evolución del estilo de vida urbano, y los avances tecnológicos, fueron reduciendo su espacio primigenio a la animación festiva; pero sin renunciar por completo a su expresión identitaria y comunitaria. Ahí siguen…

Entidades culturales hay muchas, y de muy variado calado. Sin duda, la mayor, la más arraigada, acaso la más discutida, es la Universidad de Navarra; una formidable y admirable empresa privada, espiritual, ideológica y cultural; formadora de voluntades y espíritus desde la concepción inicial de su fundador San Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás. Buena parte de la sociedad navarra entendió -cuando la Iglesia convulsionaba a resultas del Vaticano II, y el mundo evolucionaba a una rapidez inimaginable- que podía delegar en esta institución y sus emanaciones, la educación humana, cultural y científica de sus nuevas generaciones. Y era un planteamiento pragmático y lógico; pero, desde una perspectiva metapolítica, insuficiente; no en vano mantiene una “agenda” propia.

Otras muchas entidades vienen colocando la cultura en el centro de sus anhelos: tantísimas realidades nacidas de la experiencia y la doctrina social católica, hoy en casi total desbandada; numerosas asociaciones musicales de todo tipo (jotas, ópera, música clásica, bandas de pueblo…); la peña Pregón, por mencionar una realidad todavía viva; el plural y atípico Ateneo Navarro; los casinos de Pamplona y principales pueblos; los extintos círculos carlistas; las “casas del pueblo” en sus dos etapas históricas… La lista es enorme. Pero que nadie se dé por ofendido, por favor, si no se ve reflejado en tan apretada relación.

La irrupción y permanente ofensiva de un partido-movimiento de carácter totalitario e identitario; el panvasquismo separatista

Pero en Navarra concurre una circunstancia que no existe en buena parte de la Europa democrática: la irrupción y permanente ofensiva de un partido-movimiento de carácter totalitario e identitario; el panvasquismo separatista. Y sus aliados ocasionales (Podemos), o afines y virtuales competidores (PNV y Geroa Bai).

Desde Antonio Gramsci la cultura se ha convertido en una herramienta de combate al servicio de las “alternativas de progreso”. Para los marxistas “clásicos” la cultura era concebida como un instrumento de dominación al servicio de los poderosos: las iglesias la aristocracia, la alta burguesía, los militares profesionales… Desde Gramsci se inicia el desplazamiento del papel del proletariado, como vanguardia histórica de la utópica y futura nueva sociedad sin clases, hacia el “intelectual orgánico”; nuevo héroe y ariete transformador de costumbres y mentalidades, quien imaginará y producirá los cambios culturales y sociales subsiguientes que allanarían la revolución. Pero no se trata de intelectuales aislados, esnobs encerrados en torres de marfil, sino de hombres de teoría y acción en directa relación con los “movimientos emancipadores” operativos en la sociedad, al servicio del pueblo; además de una aburguesada clase obrera en retroceso y deriva populista hoy.

Estos intelectuales han “colonizado”, especialmente desde el Mayo del 68 y la eclosión de los campus californianos,  las universidades, los medios de comunicación y muchos organismos populares; también a los enriquecidos filántropos de nuevo cuño y alcance planetario. En España, en buena parte del mundo… en Navarra. Y siguen en ello con nuevos y originales instrumentos.

El campo panvasquista y radical-progresista: recordemos IPES, los grupos del entorno de Batzarre en Navarrería, las librerías Elkar, el fenómeno Katakrak

Decíamos antes que Pamplona es pionera en trabajo cultural. Igualmente desde el campo panvasquista y radical-progresista: recordemos IPES, los grupos del entorno de Batzarre en Navarrería, las librerías Elkar, el fenómeno Katakrak… y Euskokultur Mintegia (EM). Pero hay más.

Centrémonos en EM. Situado en la pamplonica Travesía de las Huertas 2 bajo, EM es un local multiservicios concebido a modo empresarial. Se comparten medios materiales y humanos, se elaboran sinergias, se facilita el contacto cotidiano de activistas y proyectos en unos locales amplios, con sala de conferencias, de trabajo, etc. Oficialmente es la sede de la Fundación Euskokultur, pero acoge media docena de entidades panvasquistas cuya laboral en la cultura es muy plural:

las danzas y el folklore, los cursos universitarios de verano, los medios de comunicación… Cada entidad tiene su propia naturaleza jurídica, su liderazgo, su base social cotizante, su propia vida y sus propios ingresos. No obstante, es la mencionada fundación la que proporciona el “paraguas” operativo, legal y administrativo; de hecho en su web se afirma que «Para la consecución de esos objetivos [producción y transmisión cultural, investigación, actividades, recopilación tradiciones], establece acuerdos y convenios de colaboración con otras entidades, tanto de la administración, como privadas, colectivas o particulares, siempre que sus fines y los de la Fundación sean coincidentes».

El afirmar, a modo de explicación y crítica simplista, que son entidades “subvencionados”, no agota, para nada, este fenómeno tan interesante como puntero.

El navarrismo es ante todo un sentimiento. Y una cultura. Y una gloriosa historia. Guste o no guste: una identidad

Pero, nos preguntamos, lo que es en el sector navarrista, ¿hay algo parecido? Es más, ¿se entiende? ¿Se contempla como una necesidad?

El navarrismo es ante todo un sentimiento. Y una cultura. Y una gloriosa historia. Guste o no guste: una identidad. Pero, como toda cultura, debe tener “carne” y vida para ser cognoscible y poder ser transmitida a las nuevas generaciones de navarros.

Espíritu y ganas para “trabajar” y “vivir” la cultura existen: no hay más que recordar el espectáculo de la manifestación del 3 de junio en defensa de la bandera de Navarra que sobrepasó las expectativas más optimistas y rompió, por una vez, la iniciativa estratégica que mantiene el cuatripartito en la vida pública de Navarra. Pero no bastan las buenas intenciones. Ni limitarse a leer “buenos libros” (estamos de luto: cierran las librerías Gómez “las de toda la vida”…). Ni sirven los proyectos elitistas basados en un puntual voluntarismo o un análisis erróneo de la realidad.

El navarrismo precisa de cauces estables, operativos, con perspectiva de futuro. Especializados, autónomos, sostenibles y autofinanciados. Que reflexionen y se mueven con una perspectiva táctica, pero una mirada estratégica.

Existen iniciativas en marcha. Y en los dos últimos años, han surgido otras. Pero deben aumentar en número, en apoyos y en vida propia. Para proyectarse en la sociedad y en el futuro.

Hay que recuperar Navarra, ¿Quién lo dijo primero?

El navarrismo es un sentimiento. Y una historia. Y una cultura. Vale, de acuerdo. Pero, o es vivido de manera cotidiana, con sus convocatorias, sus mitos, su tejido comunitario, su producción y reproducción cultural y humana, o, como todo sentimiento, está al albur del voluntarismo y de los acontecimientos. Es más: estamos en un momento particularmente crítico, pues cedidas sus celebraciones y buena parte de su dinámica a los poderes públicos en las décadas anteriores, éstos, lógicamente, lo están desnaturalizando y desviando al servicio del panvasquismo. Hay que recuperar Navarra, ¿quién lo dijo primero?

¿Qué otras cualidades debiera tener ese navarrismo del siglo XXI? Pues ser operativo e independiente de los poderes públicos. Y que el Fuero, como objetivo mediato y final, llegue a significar algo concreto y actual a las nuevas generaciones; también a los navarros de procedencia foránea y provistas de una potente carga identitaria (eslavos, hispanos…).

El navarrismo es popular y transversal; mal que les pese a los separatistas panvasquistas. Ahí radica su fuerza y potencial

El navarrismo es popular y transversal; mal que les pese a los separatistas panvasquistas. Ahí radica su fuerza y potencial. Por lo que respecta a los partidos políticos del área, éstos deben cumplir su papel, pero no deben arrogarse otros; al contrario, deben facilitar que la “vida” surja y arraigue.

Euskokultur Mintegia es un buen ejemplo de trabajo metapolítico, o prepolítico, según se mire. Un modelo, entre otros, que puede servir de espejo en el que relanzar, retomar o plantear iniciativas culturales desde el navarrismo.

No es la fórmula mágica, ni el atajo seguro, pues no hay recetas seguras en el abordaje del futuro. Pero es un modelo plausible de trabajo desde la que partir y avanzar. Hay otras. Pero ya se sabe: a dónde nada conduce es el inmovilismo, de modo que “a Dios rogando y con el mazo dando”.

junio 5th, 2017 by José Basaburua

Redacción: Sila Félix/José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor —. Fue un éxito. La mera convocatoria de la manifestación, que recorrió Pamplona el sábado 3 de junio en defensa de la bandera de Navarra, fue el muy trabajado corolario del necesario paso al frente de todos aquellos que nos negamos a postrarnos ante unos gobernantes tiránicos que pretenden, desde el poder y la calle, implantar, más o menos aceleradamente, su agenda de la “construcción nacional” que pasa, imperativamente, por Navarra y, especialmente, por sus propios símbolos. Pamplona (Navarra), lunes 5 de junio de 2017. Fotografía: Multitudinaria marcha hoy en las calles de Navarra en defensa de la histórica bandera española de Navarra, convocada bajo manifiesto ‘Defendamos la bandera de Navarra’ de “Un grupo de navarros pertenecientes a asociaciones civiles preocupadas por lo que ocurre en nuestra tierra, hemos sentido la necesidad de atender a lo que nos demandan nuestros familiares y amigos, que nos piden que hagamos algo para responder a la reciente derogación por vía parlamentaria de la Ley de Símbolos de Navarra. Pensamos que es el Gobierno de Navarra quien debe buscar la concordia. Es decir, debe procurar la unidad entre la ciudadanía. Un símbolo como la bandera es la representación de una idea socialmente aceptada. En nuestro caso, Navarra tiene su bandera. Una bandera que nadie discute. Ningún navarro o navarra, sea del Roncal, de Baztán, de Tudela, de Estella… niega su bandera”. Lasvocesdelpueblo. 

Nuestra enhorabuena a los tres convocantes, Maribel, Ricardo y Patxi, por su iniciativa, su buen hacer, su planificación, su capacidad de acogida y organización, su paciencia ante impertinentes, escapistas y snobs… siempre desde la amabilidad y un espíritu de conciliación. Gracias, muchas gracias. Sois el ejemplo a seguir. Y a quienes se han puesto de medio lado, pues han quedado retratados. Que no vengan después a darnos lecciones de nada.

Tantas jornadas de conversaciones, reuniones, acopio de ideas, consultas a expertos, planificación silenciosa y discreta, captación de voluntades, allanamiento de obstáculos de todo tipo, colocación de carteles y pegatinas a miles… todo ello, finalmente, dio su fruto. Lo que demuestra que un sector del pueblo navarro, al menos el que no ha sido abducido por la secta panvasquista y sus múltiples tentáculos, tiene ganas de mostrar, con orgullo, su rostro, su identidad y defender activamente sus libertades en un proyecto democrático de futuro.

Desde el cuatripartito y sus extensiones mediáticas financiadas desde Guipúzcoa, se han portado indignamente: amenazas y convocatorias de contramanifestaciones, señalamientos inmisericordes de personas muy concretas al más puro estilo chekista, eliminación sistemática de las calles navarras de la propaganda de la manifestación. Hostigamiento a familiares que cometieron el terrible “crimen” de colocar una bandera de Navarra en su balcón…

Había ganas, hubo disciplina, no hubo altercados. Como en toda convocatoria, dejamos la guerra de cifras para los expertos y aprendices de brujo: no nos interesa. Se vio un pueblo unido en torno a su bandera, en su voluntad de supervivencia, en sus ansias de articulación y movilización a tal fin. Con esperanza.

Y no: la manifestación no terminó a las 20 horas del 3 de junio. Pues, como dicen los clásicos de la tercera parte del XX, “la lucha continúa”.

Los organizadores, quienes han sufrido en sus carnes el hostigamiento con las peores artes de los separatistas (las dos páginas dedicadas a Ricardo en Gara, años atrás, hubieran supuesto el “exilio” de su tierra, cuando no algo peor), han cargado con una pesada cruz. El mejor homenaje que podemos hacerles es asumir una parte de sus responsabilidades libre y alegremente afrontadas en el futuro, avanzando en las líneas por ellos marcadas: la lucha cultural que caracteriza a Doble 12 y al propio Patxi Mendiburu, el apoyo cotidiano a las víctimas del terrorismo y su participación como ciudadanía de base en la vida y gestión de un Berriozar hostil manejado por los totalitarios y antiguos terroristas.

Pero hacen falta más Maribeles, Ricardos y Patxis; quienes asuman en primera persona, según su temperamento y capacidad, la defensa de nuestra identidad desde una parcela específica: los medios juveniles, el entorno profesional, los colegios profesionales, las APAs, el montañismo, la formación ideológica, la cultura, la vulgarización de nuestra formidable Historia frente falsificaciones ideologizadas, la promoción del idioma español, que poco a poco ya viene siendo hostigado en no pocas áreas de Navarra, el apoyo estable a los colectivos de padres y madres afectados por las reformas educativas y a profesionales ninguneados y “reclasificados” a posteriori en función de su conocimiento del vascuence lo que ello conlleva de arbitrariedad y enchufismo por afinidad ideológica, la lucha contra la corrupción de los mandarines del cuatripartito… “La mies es mucha”, pero de todos nosotros depende que los obreros sean más.

Desde el cuatripartito seguirán con su ofensiva: más que nunca. Acelerarán su agenda, se crecerán en su agresividad característica, multiplicarán las fracturas, señalarán a los disidentes… Veremos ikurriñas, muchas ikurriñas. Y seguirán bombardeándonos con múltiples iniciativas de todo tipo: están entrenados para ello y mucho más. Pero, ante lo inevitable, lo que no podemos hacer es resignarnos. O pensar que con haber salido el 3 ya fue suficiente. Buscaremos más ocasiones en las que ondear nuestras banderas: las que siempre han unido a los navarros hasta la irrupción de la secta sabianiana, los iniciados por Federico Krutwig, los lectores –en interpretación literal- de Txillardegi…

Todo cambio político es precedido por un cambio cultural y mental. Así lo han comprendido, también, los convocantes de la manifestación y otros muchos que han participado en su organización; trabajando (incluso únicamente pegando una pequeña pegatina que luego es inmediatamente arrancada) se percibe mucho más que tomando café. Otros siguen considerando que, desde la acción institucional de los partidos políticos, más los errores del cuatripartito, sería bastante. Entendemos que ambas facetas no son incompatibles, es más, son complementarias. Pero exige una buena relación entre los partidos, mediante organismos sectoriales y buenos interlocutores y agentes sociales, con la sociedad misma y sus entidades y líderes.

Tampoco ello quiere decir que se dé un cheque en blanco a los líderes políticos: han cometido graves errores y, por ello, deben asumir sus responsabilidades políticas; además de aprender a ser humildes y escuchar a la ciudadanía, quienes no son meros súbditos a los que pedir el voto ocasionalmente.

Quedan dos años por delante.

Los partidos navarristas deberán valorar qué tipo de oposición desarrollar en las instituciones, cómo organizarse para pasar a ser de partidos de gobierno a partidos de oposición y calle, que no se limiten a pegar algún cartel de vez en cuando. Implica regenerase de verdad, trabajar en pueblos y barrios, conocer a sus gentes, sus comerciantes y necesidades, tratar con las comunidades allí insertadas (desde las nuevas confesiones religiosas a los colectivos de nuevos navarros cuyos apellidos mantienen con orgullo su procedencia eslava o andina), activar sus aburguesadas juventudes, interactuar con más decisión con el mundo sindical.

El creciente tejido asociativo navarro deberá trabajar sin descanso: conforme el carisma de cada uno; pero sin dirigismos elitistas, con trasparencia y programas claros y comprensibles. Hay que cubrir muchos huecos en los que no hay actividad organizada, pero ya existe una demanda social a la que responder y canalizar.

En suma: se ha empezado a andar, rompiendo los esquemas triunfalistas y las previsiones del cuatripartito; lo que indica que se va por buen camino. Pero también se ha demostrado que pesadas inercias pueden romperse al servicio del bien común, con inteligencia y tesón.

El cuatripartito mantiene su agenda acelerada de “construcción nacional vasca”, y sin disimulo, lo que implica otra correlativa –un poquito más ralentizada y maquillada- de “desactivación de lo navarro”. Habrá de desenmascararles, denunciarles, plantarles y ponerles cara… Continuarán sirviéndose de una aceleración legislativa, una mayor presión callejera, malas artes mediáticas… ¿algunas dosis muy calculadas de violencia explícita?

La lucha continúa: bienvenidos sean todos los que aporten trabajo, medios, tiempo, ilusión, ideas a esta empresa que además de necesaria debe ser ilusionante.

mayo 31st, 2017 by José Basaburua

Redacción: Sila Félix/José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor —. En un reciente artículo reflexionábamos en torno a las razones por las que la organización terrorista GRAPO, de carácter marxista-leninista, fracasó en todos los planos; a pesar de sus mortíferas y perversas acciones a lo largo de varias décadas (enlace). Pamplona (Navarra) España, miércoles 31 de mayo de 2017. Fotografía: Bayona (Francia), sábado 8 de abril de 2017. Teatrillo terrorista y proetarras de la ETA, desarme y entrega de Armas. El terrorista exmiembro de la banda terrorista de las Vascongadas de España (ETA), Josu Zabarte (en el primer plano a la derecha de la imagen), conocido como el ‘Carnicero de Mondragón’, durante el teatrillo terrorista de Bayona (Francia) el sábado 8 de abril de 2017, con el motivo de la entrega de parte de las armas de la banda terrorista ETA. Efe.

Por el contrario, la banda terrorista ETA, quien compartía algunos presupuestos ideológicos, tácticos y estratégicos con el GRAPO, ha persistido hasta prácticamente hoy; alcanzando indudables “éxitos” en sus expresiones sociales (al edificar una verdadera “contra-sociedad”), culturales (imponiendo su apretada agenda en torno al euskera como herramienta de “construcción nacional”), y políticos (conquistando espacios de poder institucional, manteniendo una importante base electoral, y accediendo a la dirección del mismísimo Gobierno de Navarra y principales ayuntamientos de la Comunidad Foral en la estrategia que denominan “cambio de régimen” y que comparte con sus demás socios).

La organización terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA) nació en el seno del nacionalismo vasco, del que nunca se desprendió, desarrollándose en dos etapas históricas muy concretas: la de los últimos lustros del franquismo y la subsiguiente de la actual “democracia española”. Unas décadas de sorprendente y rapidísima transmutación cultural y social que afectó a todos los estratos de la sociedad, desembocando en un recambio radical de los valores vigentes.

Nacionalista radical y nominalmente católica, en sus orígenes, las sucesivas oleadas de militantes de ETA harán propias las “novedades” ideológicas del momento histórico concreto, procedentes de ciertas lecturas del marxismo y del discurso “tercermundista”. Y todo ello a la vez que “oficializaba” e implantaba como método de lucha (en sus diversas expresiones, especialmente la terrorista que entendía como vanguardia privilegiada y rectora del conjunto del “movimiento”) el marxismo-leninismo.

Poco a poco, con un enorme tesón y una voluntad despiadada e implacable, ETA se consolidará y arraigará profundamente en las sociedades vasca y navarra; ganando no pocas simpatías también entre los siempre minúsculos sectores antifranquistas del resto de España y, especialmente, entre sus formaciones marxistas.

Pero, aunque su ulterior nacionalismo identitario –comunitario e ideológico- sea muy distinto al de sus “mayores” –el PNV-, continuará siendo, ante todo, eso: un nacionalismo radical fundido con diversos ingredientes marxistas en una atractiva mixtura revolucionaria antisistema, que edificará una estructura socio–político–militar de nuevo cuño que, progresivamente, consolidará espacios físicos de contrapoder. En suma: toda una novedosa organización de planta totalitaria.

Esta tesis, es un deber señalarlo, no es compartida por algunos analistas nacionalistas vascos moderados en su día articulados en torno a la ya desaparecida revista digital Goiz–Argi, así como por quien fuera lehendakari José Antonio Ardanza; quienes aseguraban que ETA instrumentalizaría la “cuestión nacional” al servicio de una estrategia antisistema. Se trataría, así, de una “expresión vasca” del proyecto de revolución comunista mundial; unos auténticos enemigos del nacionalismo, en última instancia, según tan peculiar mirada. Lo cierto es que, en el discurso oficial del PNV, hoy día, esta perspectiva extremadamente crítica con ETA, apenas ha vuelto a visibilizarse; si bien debe señalarse, en todo caso, la voluntad de sus actuales líderes en marcar distancias con el “mundo político” de ETA. Pero volvamos a la evolución e implantación de ETA.

Además de su capacidad de afrontar dialécticamente la aparentemente irresoluble contradicción internacionalismo/nacionalismo, concurre otro poderoso factor coadyuvante en tamaño “éxito”, que en realidad es fruto, no tanto de la propia capacidad de ETA, como de la debilidad o falta de perspicacia de otros actores políticos; pero también del oportunismo cortoplacista de otros. Nos referimos a los roles jugados en estas décadas por el Partido Nacionalista Vasco y, en menor medida, por su antigua escisión Eusko Alkartasuna, hoy satelizada por el brazo político de ETA, y el espacio social, político, cultural y mediático que tales atribuyeron, en un momento u otro, a los diversos “brazos” de ETA desde las instituciones administrativas vascas responsables de la génesis y articulación de la vida social.

De tal modo, los diversos brazos operativos de ETA han disfrutado, y siguen haciéndolo, de los nada desdeñables recursos financieros propios de las instituciones públicas que controlaron PNV y EA primero, y HB y EH Bildu, sucesiva o simultáneamente (Gobierno vasco y navarro, Juntas Forales, entes locales…). Un ejemplo entre muchísimos: el PNV siempre ha concebido la euskaldunización de la sociedad –al igual que ETA- como un instrumento privilegiado de la “construcción nacional”; si bien, mucho tendría que explicar el PSE–PSOE al respecto. Diversas investigaciones periodísticas señalaron en su día, sin ser desmentidas jamás, que esa euskaldunización la cedió el PNV, en buena medida, a AEK (Alfabetatze Euskalduntze Koordinakundea); una entidad cuya relación con ETA era innegable, según avalaron igualmente diversas investigaciones policiales y judiciales. De esta manera, y no siendo caso único, el entorno de ETA se ha servido de los espacios públicos; también acaparando numerosas subvenciones públicas.

En resumen, las razones que han permitido la supervivencia de ETA, y que ésta haya jugado, y siga haciéndolo, un papel político decisivo en la España de hoy, son dos: un movimiento social vivo alimentado desde el nacionalismo preexistente, y reforzado por las nuevas generaciones formadas en las ideologías radical-progresistas, y un Estado (tanto en lo que se refiere a las estructuras centrales, como, especialmente, a las autonómicas) en buena medida inhibido y complaciente con los aliados y protectores ocasionales de ETA, lo que le ha facilitado el desarrollo de unos espacios propios de carácter administrativo, pero sobre todo comunitario, en la vida pública.

El PCE(r)-GRAPO, por su parte, no pasó de ser una pequeña organización marxista-leninista muy ortodoxa, extremadamente rígida, e irrealmente dogmática. Tampoco pudo disfrutar de las ventajas de las que desde siempre se ha beneficiado ETA, antes referidas. Ni siquiera estaba anclado en la periferia de un poderoso partido comunista oficial del que poder alimentarse. No en vano, el Partido Comunista de España estaba –lo está– más preocupado en su mera supervivencia que en desarrollar un programa revolucionario clásico. En consecuencia, no encontró tregua alguna ni en los aparatos del Estado ni en los medios de comunicación.

También debemos señalar que, en el supuesto de ETA, disfrutó de múltiples complicidades externas en algunas etapas de su historia. En los últimos años del franquismo, diversos sectores de la izquierda la admiraban sin disimulo; no en vano ETA era, de todas ellas, la organización más “decidida” (por brutal). El mito sobrevivió durante años, de modo que esos intelectuales, y demás izquierdistas complacientes, tardaron muchísimo en realizar una autocrítica que no todos asumieron (Eva Forest, fallecida el 19 de mayo de 2007, y Alfonso Sastre, todavía hoy, son dos de tales recalcitrantes más representativos). Todo ello a pesar de que muy pronto pudo advertirse que ETA no se disolvería con la instauración de la democracia “española y burguesa”: no en vano, su objetivo no era tanto la caída del franquismo, como la implantación simultánea de la independencia y el socialismo en el País Vasco y Navarra. Y en ello siguen.

Otras complicidades lo han sido, y continúan siéndolo, de carácter exterior/internacional; lo que se acredita, a día de hoy, por el acompañamiento coreográfico de la denominada “ceremonia de Bayona” del pasado 8 de abril y sus tentáculos que siguen desplegándose en torno a “los presos” con tantos figurantes y demás autodenominados “artesanos de la paz”.

Además de la existencia de esos factores ideológicos y de contexto, la supervivencia de esta banda también se debe a buenas dosis de voluntarismo cuajadas en sucesivas reestructuraciones y “perfeccionamientos” de su siempre complejo modelo organizativo; por no mencionar los innumerables esfuerzos de tantas otras organizaciones de su entorno en coadyuvarla.

Por otra parte, ETA siempre ha aprovechado al máximo cualquier circunstancia externa que pudiera favorecerle de alguna manera. Es el supuesto de los diversos periodos de “tregua” que anunció sucesivamente; hasta la terminal de todas ellas, que nos ha arrastrado a un nuevo escenario en el que ETA ha perdido su protagonismo como organización terrorista y “de vanguardia” del conjunto del MLNV, en beneficio de una acción política “clásica” sin renunciar a la presión callejera, la consolidación y extensión de sus espacios comunitarios -avaladas por ayuntamientos y otras administraciones públicas- y a una ofensiva en toda regla por la elaboración de un “relato” acerca del terrorismo, desde una perversa perspectiva de equidistancia moral, que les “absuelva” de sus responsabilidades políticas y morales. Y todo ello sin renunciar a los efectos “colaterales” de un terrorismo que continúan pervirtiendo la vida cotidiana de amplios sectores de las sociedades vasca y navarra.

Tan dramática y sangrante realidad no hubiera sido posible sin la ceguera y permisividad de los sucesivos gobiernos centrales, tanto del PSOE como del PP; incapaces en diagnosticar el calado real del problema o atemorizados ante la magnitud del mismo.

Por todo ello, esa afirmación tan común que asegura que “ETA ha sido derrotada” es una completa falacia.

mayo 18th, 2017 by lasvoces

Redacción: Redacción: José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor —. Sin duda alguna, ETA ha sido —y en no pocos aspectos lo sigue siendo— la organización terrorista más dañina y peligrosa de nuestra Historia. Otra banda, el PCE(r)-GRAPO, le acompañó durante bastantes años en tan delirante recorrido, compartiendo ambas organizaciones buena parte de la ideología marxista-leninistas en su versión maoísta, y unas tácticas explícitamente terroristas. Pamplona (Navarra) España, jueves 18 de mayo de 2017. Fotografía: Captura pantalla del vídeo del comunicado de la banda terrorista de ETA, 18 de febrero de 2004, de apoyo al separatismo xenófobo de Juntos Por El Sí y CUP. Lasvocesdelpueblo.

Pese a tamaño empeño, ambos grupos no alcanzaron análogo arraigo social.

Los atentados perpetrados por los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), brazo armado de su “organización política”, el Partido Comunista de España (reconstituido), resultaron especialmente perturbadores en los primeros años de la Transición española a la democracia.

Así, entre otros, alcanzaron un enorme impacto social, mediático y político los secuestros del presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol y Urquijo y del presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, Emilio Villaescusa Quilis, en noviembre de 1976 y enero de 1977, respectivamente. Además, los GRAPO ocasionaron numerosas víctimas mortales, particularmente entre las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado. Su último secuestro de envergadura, el del industrial zaragozano Publio Cordón, todavía no se ha aclarado en todos sus extremos, desconociéndose su suerte final; pese a haber sido juzgados y condenados sus autores.

Conforme a sus documentos, análisis y decisiones, el PCE(r) privilegió, por encima de otras tácticas, la que denominaba “lucha armada”, es decir, el terrorismo puro y duro. No obstante, también lanzaron “organizaciones de masas”, en un intento de sumar sectores sociales, supuestamente proclives a su dinámica revolucionaria, encuadrándolos en diversos “frentes”: ya hemos mencionado el terrorista de sus GRAPO, el estudiantil, el de apoyo a presos, etc.

Recordemos, en este contexto, a la ODEA (Organización Democrática de Estudiantes Antifascistas), que apenas logró nuevas captaciones y que, en realidad, agrupó, bajo esa sigla, a los militantes del PCE(r)-GRAPO de la Universidad. De hecho, la organización “de masas” que gozó de mayor continuidad fue la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos (AFAPP), constituida a semejanza de las Gestoras Pro–Amnistía, estructurada en torno a los terroristas encarcelados del GRAPO y que, por propia definición, nunca podría extenderse más allá del entorno social más afín e inmediato.

Otra sección del partido, que gozó de notable relevancia mediática, fue la del “aparato de prensa y propaganda”, capaz de editar durante años, pese a sucesivas caídas de sus responsables, unos periódicos impresos de notable calidad tipográfica; circunstancia que contribuyó, y no poco, a alimentar el mito conspiracionista de una supuesta naturaleza oscura de los GRAPO.

Pese a ello, fue el terrorismo más descarnado el que absorbió la mayor parte de las fuerzas de la organización, subordinándose todos los demás “frentes” –apenas desarrollados– a las necesidades de su estrategia “acción–represión–acción”; prototípica en las numerosas bandas terroristas presentes –algunas de dimensiones propias de un ejército “regular”- en aquellas décadas por todo el mundo.

La ideología del PCE(r)-GRAPO se basaba en una peculiar interpretación del marxismo-leninismo–maoísmo, adaptada –supuestamente– a la realidad española, conforme “la visión del Camarada Arenas”; si bien llegó a experimentar, a lo largo de su larga agonía, un efímero giro pro–soviético. A su juicio, España era, realmente, un “Estado fascista” dominado por una estrecha oligarquía, pese a su apariencia democrática, que sólo podía derrocarse por medio de la “lucha armada”.

Las “masas obreras y campesinas”, completamente alienadas y dominadas, anhelarían impacientes un “partido-vanguardia” que liderara la “ineludible” revolución proletaria. La organización histórica y mayoritaria del tradicional entorno marxista revolucionario hispánico, el Partido Comunista de España (PCE), así como los demás grupos comunistas concurrentes (existían, por entonces, una treintena de ellos así denominados; trotskistas, maoístas, pro–soviéticos, pro–albaneses, marxistas-leninistas varios), errarían todos ellos en sus diagnósticos y estrategias; siendo rehenes de unas interpretaciones erróneas –a juicio de Arenas y los suyos- del “marxismo científico”.

El PCE(r)-GRAPO, al contrario que el PCE y demás, consideraba que el acatamiento de la legalidad “fascista” —la democrática, se entiende— no sólo no facilitaba el avance hacia el socialismo, sino que lo retardaba; integrando a los comunistas “posibilistas” en el sistema burgués, neutralizándose así el empuje revolucionario de las masas.

Pero, ¿cuál era la base teórica que impulsaba la ciega lucha terrorista de ese puñado de fanáticos? Nos referimos a la doctrina denominada “Guerra Prolongada y de Desgaste”, estrategia y táctica concebidas cuatro décadas atrás por Mao en algunos textos escritos en torno a 1938, de las que se sirvieron en múltiples interpretaciones y praxis sus seguidores por todo el planeta.

La capacidad terrorista del PCE(r)-GRAPO, que se arrastró penosamente hasta fechas muy recientes, desconcertó a los analistas de la época: no podían comprender su sorprendente capacidad de regeneración, tras las numerosas caídas que afectaron a la casi totalidad de sus órganos centrales y comandos operativos. Por ello se acuñó la teoría de la “infiltración”, ya desde la extrema derecha, ya por obra de “ciertos” servicios de información extranjeros nunca determinados. Pero, realmente, tales teorías, ¿eran verosímiles? En definitiva, ¿en qué factores radicaba esa sorprendente capacidad de regeneración?

La explicación es mucho más sencilla, proporcionándola el historiador Pío Moa en su libro De un tiempo y de un país (Ediciones Encuentro, Madrid, 2002) en el que narra sus peripecias en la extrema izquierda de la época y en esa organización concreta; describiendo la exacta procedencia de la militancia del PCE(r)-GRAPO. En ese libro, Moa narra magníficamente cómo el marxismo revolucionario -particularmente el marxismo-leninismo- cinceló toda una generación de militantes que con la fe del converso se empeñaron en transformar la Historia por medio de la violencia. Y, si fuere preciso, intentando “asaltar los cielos”. En este sentido, los del GRAPO fueron un colectivo más entre otros muchos.

La acción del PCE(r)-GRAPO coadyuvó, por otra parte, en una dirección inesperada: la moderación del PCE, y demás fuerzas marxistas, en su pretensión de no ser confundidos con el ciego terrorismo desatado por tan denostada organización; que no sólo no logró tan apocalíptica como vetusta insurrección obrera, sino que generó un profundo rechazo en todos los estratos sociales y la opinión pública española.

Algunos medios de comunicación, aleccionados en muchos casos desde las factorías ideológicas de esa misma extrema izquierda, bien en los aledaños del PCE o en los de un socialismo marxista que ahora nos suena muy trasnochado, no podían explicarse –no podían aceptar, tal vez– que esos sanguinarios terroristas procedieran de sus mismos entornos ideológicos; de un mismo humus humano moldeado por aquella ideología totalitaria.

Por ello, acaso para justificarse, inventaron esas exóticas teorías acerca del origen e impulso del PCE(r)-GRAPO. Pese a tales intentos, la explicación era bastante sencilla, existiendo otros muchos casos similares en la Historia: un grupo humano se movilizó impulsado por una lectura muy particular del marxismo, persiguiendo una sociedad utópica; sin reparar en medios, costes y sacrificios.

De hecho, los escasos supervivientes del PCE(r)-GRAPO siguen justificando su existencia con un análisis ideológico, tan  supuestamente ortodoxo como alejado de la realidad, en el que repiten los tópicos manejados desde hace treinta años.

Así afirman, todavía hoy, que «Claro que no les interesa explicar por qué los GRAPO han permanecido en la brecha durante tanto tiempo y hayan logrado más de una vez poner al Estado contra las cuerdas, pues de lo contrario tendrían que reconocer también, entre otras cosas, primero, la permanencia del régimen fascista y, segundo, la existencia en nuestro país de un partido comunista verdaderamente revolucionario, firme y bien cohesionado, que aplica una línea política justa de resistencia y no escatima ningún apoyo a la organización guerrillera» (“Esos extraños y oscuros GRAPO”, artículo de Antorcha nº 3, junio de 1998; publicación digital de la organización). Una auténtica aberración, un delirio retórico, barroco y autojustificado, en el que unos pocos siguen inmersos.

Conocer, asumir e intentar aplicar el marxismo-leninismo, no fue suficiente para triunfar, ni siquiera para consolidarse; aunque fuera mediante el empleo de la violencia terrorista más brutal. Ya lo hemos visto en el caso del PCE(r)-GRAPO.

Pero, ¿cómo puede explicarse la continuidad de ETA?

A esta cuestión le dedicaremos el artículo “ETA, marxismo-leninismo y la cuestión nacional”.

mayo 5th, 2017 by José Basaburua

Redacción: Sila Félix/José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor —. UPN siempre ha sido un partido de centro-derecha. Su inspiración procedía del humanismo cristiano, el regionalismo español, el liberalismo-conservador… ¿O me estoy equivocando y sus fuentes proceden de Lenin, Marcuse, Adorno y Betty Friedan? Y si no tienen claro de qué va el tema, una propuesta de texto explicativo del tema y de sus consecuencias, ajeno además, a esta casa (enlace). Pamplona (España), viernes 5 de mayo de 2017. Fotografía: Gays, lesbianas, transexuales y bisexuales (LGTB) de Ciudadanos C’s durante el día del orgullo gay en la capital de España (Madrid) año 2016. Los feministas de C’s participaron en la marcha. Foto Hazteoír. Lasvocesdelpueblo.

La ideología de género no es una construcción neutral. Afecta a la manera de entender el mundo, las relaciones interpersonales, los afectos, la legislación: a todo.

Un ejemplo. Eradio habla de “violencia de género”. Vale, es lo políticamente correcto. Muy moderno y progre. Pero, ¿se dan cuenta que desde este concepto se desprecia o ignora a la violencia sexual, física o psicológica perpetrada entre otros sujetos? Por ejemplo entre parejas homosexuales, o bisexuales, o trans… pero también las agresiones sufridas por varones de parte de sus parejas feministas, que también las hay (sorprendentemente, las estadísticas al respecto nunca están disponibles).

UPN y la ideología de género. “¿Si UPN abrazase el feminismo radical, ¿ganaría votantes o los perdería?”. Imagen del autor del escrito, José Basabura. lasvocesdelpueblo

Pero, tememos, sea más sencillito seguir la ola y escribir, acaso también pensar, lo que se percibe como mayoritario; o políticamente correcto: el pensamiento único.

¿Por qué desde UPN y el centro-derecha navarro no se es más valiente y se sirven del concepto de “violencia doméstica”, más descriptivo, inclusivo, desideologizado y realista? Claro, no es “popular”, “no es fácil”, “te ponen en la lista”, etc. “No hay que perder votos; que las cosas están muy, pero que muy mal”.

Un alto dirigente de UPN al que le preguntamos, hace unos meses, qué pensaba de la “maternidad subrogada”, confesó que no tenía criterio. Alucinante. Pues un consejo: si se les plantea la cuestión -con sus afiliados, en el parlamento o dónde sea- pregúntense: ¿admitiría la esclavitud temporal para el pago de una deuda? ¿No? Pues aquí pasa lo mismo. Por mucho que se afirme que únicamente se permitirían las “subrogaciones” sin ánimo de lucro, ya sabemos lo que pasa: los poderosos pagan y el débil traga. Y, ¿a qué viene esto? Pues que los debates políticos y culturales siempre pueden intentar abordarse desde otra perspectiva, sin complejos, sirviéndose de otro lenguaje, rompiendo esquemas. Pero tales recursos de nada sirven si no se es valiente.

Lo cierto es que para este viaje a la “ideología de género”, no hacían falta estas alforjas que seguro horrorizan a buena parte de la base social y electoral de UPN.

mayo 5th, 2017 by José Basaburua

Redacción: Sila Félix/José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor —. La invasión de los ladrones de cuerpos” es un film de terror y ciencia ficción en el que se narra el comportamiento progresivamente extraño de las gentes de una pequeña localidad típicamente americana. Contada por su propio protagonista, éste y sus acompañantes descubrirán aterrados el origen del misterio: unas vainas, de procedencia extraterrestre, duplican a los humanos dormidos, suplantándoles en un proceso semivegetal. Las réplicas, aparentemente perfectas, carecen de emociones: simulan ser siendo las mismas personas, pero su racionalidad y sus emociones ya no son humanas, respondiendo a una voluntad de dominio y eliminación de los primitivos habitantes (perdón por el spoiler). Pamplona (España), viernes 5 de mayo de 2017. Fotografía: captura pantalla de una momento de la película ‘La invasión de los ladrones de cuerpos’. YouTube. Lasvocesdelpueblo

Se trata de una de las más grandes películas de serie B de la historia del cine, dirigida por Don Siegel en 1956.

Y todo esto, ¿a cuenta de qué?: pues que las palabras no son indiferentes y su empleo tiene consecuencias; y de las similitudes contextuales en su día interpretadas y, tal vez hoy, aplicables. El valor de los símbolos y las imágenes en el análisis de los comportamientos, en suma. El lujazo del buen cine.

Navarra es imprescindible para el proyecto de construcción panvasquista que persigue la Euskadi o Euskal Herria de sus sueños y pesadillas.

El ex-lehendakari Juan José Ibarretxe afirmó en su día que ambos términos -para él- significaban lo mismo. No entraremos en esta ocasión en tan significativa querella interna, para centrarnos en el término Euskadi.

Se trata de un neologismo, fruto de la fértil calentura mental de Sabino Arana, elaborado con la pretensión de denominar a un pueblo «que carecería de nombre en su propio idioma».

Conforme explican, entre otros Pio Moa y Jesús Lainz, conservando la raíz euzko (relacionado según su criterio con eguzki, “el de sol”, una percepción supremacista y exclusivista de resonancias orientales) Arana añadió el sufijo –di, incorporando al nuevo término la idea de pueblo y tierra (común a todos los dialectos vascos), transformándose fonéticamente en Euzkadi. Pero como el sufijo –di se aplica únicamente a vegetales, los vascos quedarían reducidos a un nivel de plantas vegetales. Por ello, Unamuno escribió al respecto lo que sigue: «es un terminacho espurio y disparatadísimo (…) parece querer decir que los tales euzkos se tiene por árboles, no sabemos de qué clase. Es como si al pueblo español le llamáramos la españoleda…». Don Miguel, siempre tan lúcido y tan claro…

Neovascos y vegetales: un término-motor del nacionalismo panvasquista en su origen etimológico; aunque no les guste recordarlo y “pasen” del tema.

Me dirán ustedes que ambos episodios –el film de terror y esta otra película, también de terror- tendrían poco que ver: negamos la mayor.

El film de Don Siegel se enmarca en el contexto histórico de la famosa “Caza de Brujas” de McCarthy: cualquiera podría ser el enemigo [comunista] latente. Y había que delatarlo: un vecino, un familiar, el comerciante del barrio, el padre del amigo de tus hijos…

Exteriormente -en el mítico film- estos humanoides vegetales manifestaban aspecto y comportamientos humanos, pero ya no eran tales: su humanidad se había evaporado y con ella la razón, voluntad y empatía. Tales criaturas, únicamente, servían a un propósito de invasión y conquista… sin importar las pérdidas y mediante un sorprendente sistema de señalamiento y linchamiento de los “humanos” no asimilados; digámoslo ya, los disidentes. ¿Les va sonando la película… de terror? ¿Aquí, en Navarra?

Cuando se intenta explicar a personas procedentes de otras latitudes el fenómeno del nacionalismo panvasquista -de sus cambios antropológicos en el comportamiento individual y grupal, sus ritos colectivos, ideales compartidos, sus “sacrificios” humanos y su “vigilantismo” social (la hipermilitancia tan característica y que tanto choca a los ajenos a estas circunstancias)- suele emplearse el símil del reseteamiento del disco duro. Pero en modo “humano”. Era –es- como nosotros, pero ya no se comporta como antes. Algo ha pasado…

Los panvasquistas son seres humanos como nosotros. Faltaría más. Pero su afectividad ha cambiado: han perdido empatía, discriminan, acusan, juzgan y en ocasiones ejecutan, sirven a un interés común y superior. Se identifican gratamente entre ellos y señalan a “los otros”. Arrastran, en todo ello, a propios y ajenos. Y todo gracias a una “infección” ideológica. No es exclusivo de ellos: todo totalitarismo produce efectos análogos, al igual que sectas de cualquier tipo y otros comportamientos colectivos patológicos.

El cine permite soñar, viajar en el tiempo y el espacio, ponerse en el lugar de otros, tener experiencias nuevas, abrirse al mundo para conocerlo e interpretarlo.

Se lo juro: cuando visualizo “La invasión de los ladrones de cuerpos” no puedo dejar de pensar en mi vecino abertzale… y sus inquietantes amistades y costumbres. Y en Marijó Deogracias.

mayo 2nd, 2017 by José Basaburua

Redacción: Sila Félix/José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor —. No hay nada más aburrido y previsible que una manifestación del Primero de Mayo; incluso en la siempre temperamental Pamplona. La manifestación de los sindicatos radicales -ESK, STEE-EILAS, Solidari, CGT, CNT- parecía una procesión de funcionarios camino de la ceremonia de su jubilación. Pamplona (Navarra), martes 2 de mayo de 2017. Fotografía: Manifestación de LAB en Pamplona (Navarra) con el motivo del Primer de Mayo de 2017, día de los trabajadores. Efe.

Por tener, ayer uno de mayo de 2017, tuvimos hasta tres manifestaciones distintas; cada una con su recorrido, su historia y su idiosincrasia.

La de los sindicatos del régimen, es decir, CC.OO. y UGT, transcurrió como todos los años: con un marcado carácter “festivo”. Y es que lo de la “acción directa”, el impulso revolucionario y demás excesos verbales, pasó a la historia.

Haciendo números, en torno a la asistencia, se deduce que ni siquiera se personó una mayoría de sus delegados sindicales y liberados (¿de qué?, de trabajar, faltaría más). Pero ahí estaban: casi todos/as perfectamente reconocibles como “liberados/as” y demás estómagos agradecidos.

Gentes de mediana edad, saludándose, abrazándose, colocándose cariñosamente las pegatinas unos a otros… Pero muchos no esperaron hasta los tediosos discursos finales del evento, optando por dejar la marcha y repartirse por los bares del casco viejo, celebrándolo como mejor se hacen estas cosas: en compañía de la familia, con unas cervecitas y los siempre sabrosos y reconstituyentes pintxos; que ser de la clase obrera no está reñido con vivir bien, oiga.

¿Criaturas, queréis ser bolcheviques en el PCE? Pues lo tenéis claro

Con toda seguridad, a los siempre bisoños e inexpertos chicos/as de la UJCE —las juventudes del PCE—, reunidos en torno a un centenar, tamaña desviación «revisionista-claudicante-pequeño burguesa-gastronómica» les habrá parecido deleznable; sobre todo a los tres que gritaban “les pique a quien les pique, partido bolchevique”.

Pero criaturas, ¿queréis ser bolcheviques en el PCE? Pues lo tenéis claro. Si sobrevivís a la lectura de los informes de los diversos comités del partido, a su reflexión, debate, conclusiones y práctica, cientos de folios más que aburridos y reiterativos, miles acaso…, se os habrán quitado las ganas de cualquier ejercicio revolucionario. Ser joven y estar en el PCE, hoy día, es como ser niño y rechazar una golosina: es increíble. Por antinatural. Y ello sin necesidad de recordarles que forman parte del entramado agónico de una ideología genocida cuya apología debiera estar perseguida por el Código Penal.

La manifestación de sindicatos radicales -ESK, STEE-EILAS, Solidari, CGT, CNT- parecía una procesión de funcionarios camino ceremonia de su jubilación

La manifestación de los sindicatos radicales -ESK, STEE-EILAS, Solidari, CGT, CNT- parecía una procesión de funcionarios camino de la ceremonia de su jubilación. Tan serios marchaban, ellas y ellos, rememorando tiempos mejores, que ni siquiera coreaban esos eslóganes que siempre les caracterizó; sí aquellos de “obrero despedido, patrón colgado” y similares, que tanto animaban aquellas memorables jornadas.

Pero nada divertidas, nada de nada, marchaban entre ellos una decena de empleadas domésticas —hispanas, para más señas— que coreaban “tenemos sueldo, pero no jubilación” ante la general indiferencia. Esperemos que estas mujeres se sumen, en otras convocatorias futuras, a compañeros más entusiastas; pues si dependen de éstos, seguirán currando sin jubilarse jamás. Y en sus casas (aunque fueren de protección oficial  precio tasado).

La de LAB siempre reserva sorpresas, un clásico. De modo que en NavarraResiste.com también damos cuenta del “numerito”, ya preanunciado, de las placas; claro que si hubiera sido otro “colectivo” el que las hubiera retirado –robado, pues hubo violencia contra las cosas- ya estarían sus autores disfrutando de las comodidades de los calabozos pamploneses y de los bocadillos de mortadela suministrados en tan largas noches en compañía de otros aventajados adalides de la innovación social.

Pero destaquemos que, finalmente, los de LAB ya han diseñado el paraíso vasco de la clase trabajadora: “35 horas, 1.200 euros”, es lo que voceaban. Pues, la verdad, para este viaje no hacían falta tales alforjas: ¡así no hay vasco o vasca que salga de Euskadi para subir montañas!; salvo cuatro privilegiados. Que los Alpes y el Himalaya están muy caros…

También han resultado enternecedoras esas pancartas de LAB que reclamaban la “soberanía” en diversos planos como respuesta al actual estado de cosas y el maltrato sufrido por la clase obrera. Sorprendente: la misma receta que el Partido Comunista Portugués… y Marine Le Pen. De hecho, fue un socialista francés, Jean Jaurès, el que decía que “la patria es el único bien de los pobres”. Será por ello que los trabajadores franceses han abandonado al PCF, el PS y la CGT, para votar mayoritariamente al Frente Nacional; quien denuncia que “la izquierda francesa ha traicionado a la clase trabajadores”. Cosas veredes, hermano Sancho…

Una circunstancia realmente sorprendente, no en vano la financiación de estos sindicatos, que tienen una de las afiliaciones más bajas de Europa

Pero en Navarra, como en el resto de España —mal que les pese a la mayoría de los precitados—, los sindicatos de trabajadores todavía disfrutan de un cierto peso e implantación sistémica. Una circunstancia realmente sorprendente, no en vano la financiación de estos sindicatos, que tienen una de las afiliaciones más bajas de Europa, es casi totalmente pública. Y quien paga, manda.

De modo que sus fervores revolucionarios siempre estarán condicionados… por los presupuestos generales del Estado y los de las autonomías. Unos sindicatos que, en el plano laboral, siguen la misma lógica estructural y corrupta de los partidos políticos al uso: derivando a ser meros apéndices de las administraciones, a merced de los caprichos e intereses del poder estatal y de sus amigos mediáticos y de las finanzas internacionales. De hecho, ¿no han observado que Podemos ha sido incapaz de montar un sindicato afín, pese a haberlo intentado? ¿La causa de tal contradicción?:

Que el régimen, en este plano, todavía está muy consolidado; pues su enorme red clientelar, el modus vivendi de cientos de miles de liberados, la afiliación como requisito imprescindible para acceder a muchas empresas (“buena referencia” de docilidad), y demás mecanismos de perpetuación de semejantes estructuras parasitarias, juegan con el pan –y la vivienda, ayudas sociales, subsidios, etc.— de mucha gente sencilla.

Por ello, cuando ayer algunos se atrevían a gritar “el pueblo unido jamás será vencido”, se les escapaba una sonrisita irónica; pues, mirando alrededor, no tenían más remedio que preguntarse: ¿pero, dónde está el pueblo? , porque lo que es aquí, no.