Redacción – Tras la moción de censura del PSOE contra Mariano Rajoy, que ha contado con el apoyo de los separatistas, los comunistas y los proetarras, la mayoría de los españoles piden elecciones en España para decidir sobre su presente y futuro, negándose a tener un gobierno de Pedro Sánchez como el socialista pretende imponer sin pasar por unas urnas democráticas y transparentes. Barcelona (España), lunes 4 de junio de 2018. Fotografía: MADRID (ESPAÑA), CONGRESO DE LOS DIPUTADOS DE LA NACIÓN ESPAÑOLA, 01.06.2018. El ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), felicita al recién investido Presidente el socialista, Pedro Sánchez (I), tras la votación de la moción de censura al mal gobierno del PP de Rajoy. Efe
Es evidente que corren tiempos muy convulsos en una nación española muy desigual y que ha vivido por primera vez en su historia el desarrollo con éxito de una moción de censura contra un gobierno nacional. Una España que actualmente tiene que afrontar grandes y diversos retos: el golpe de Estado separatista en Cataluña que continúa, las pensiones, la pobreza, la corrupción, la equiparación real y total de la Policía Nacional y la Guardia Civil con los Mossos y la Ertzaintza, la causa de 45 Sin Despidos, SOS Prisiones, entre otras causas justas y dignas que aún no se han resuelto y tienen el respaldo de una gran parte de la sociedad española, pero desgraciadamente no son atendidas desde las instituciones políticas.
Sánchez vivirá su gobierno socialista entre la espada y la pared
Además se dan varias paradojas nunca vistas antes en la democracia española y que se deben tener muy en cuenta de cara a la gobernabilidad, y es que el presidente Sánchez ha pasado de no tener ni siquiera un escaño en el Congreso de los Diputados a ser Presidente del Gobierno de España con una representación parlamentaria inferior a la del Partido Popular de Rajoy. Por lo tanto, Sánchez vivirá su gobierno socialista entre la espada y la pared, porque estará obligado ciertamente a pactar con otras formaciones de la cámara, y esto conlleva lógicamente concesiones, que veremos hasta qué punto alcanzan, dado que aún los tempos no nos permiten verificar determinados hechos que ocurrían en un futuro no muy tardío.
En cualquier caso, pienso que cuanto más tiempo se encuentre España en un terrible contexto político, social y económico como este, los españoles tendrán todavía más ganas de votar en unos comicios de verdad y sin trampas. Así que dudo mucho que el gobierno de Sánchez dure hasta el final, porque la mayoría de los españoles quieren votar ya, no que le impongan un gobierno artificial sin escogido por los ciudadanos en un país con muchas problemáticas que deben ser solventadas por el bien de todos los españoles.