Redacción (Erik Encinas Ortega) – Es verdaderamente aberrante, escuchar, ver y leer como el separatismo catalán trata a Jordi Cuixart y Jordi Sánchez de presos políticos, cuando realmente han sido acusados de un delito de sedición por un tribunal totalmente democrático y transparente. Barcelona (España), martes 17 de octubre de 2017. Fotografía: Los golpistas presidentes de entidades extremistas antiespañoles en Cataluña, Omnium Cultural y Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, respectivamente, presentan el cartel de del día del separatismo (Once de Septiembre) de 2016. Archivo ACN
En ningún país decente y con una democracia sólida se cuestionaría un argumento tan meramente razonable como es este. Nadie está por encima de las leyes. Nadie. Ellos no pueden ser diferentes al resto por esa misma cuestión, además desde el principio sabían lo que hacían, todo fue premeditado y planeando previamente. Tanto es así, que hasta se grabaron horas antes, por si al fin los declaraban culpables en la Audiencia Nacional de Madrid, para que de esta manera el video circulará por las redes sociales y los medios de comunicación, como si de mártires se tratase.
El líder de la ANC y Ómnium Cultural son golpistas y punto. Principalmente por esa razón han sido encarcelados y no se han ido de rositas. No es de demócratas forzar a situaciones anómalas y delictivas. Tanto Sánchez como Cuixart fueron los cabecillas del 1-0 en la sombra. Son principales los ideólogos de la deriva forzosa del proceso rupturista de Cataluña respeto a España.
Ambos capitanean y mueven a la masa separatista, quienes como ovejas de rebaño, siguen a los caudillos de una forma fiel, religiosa y muy bien coordinada. Los dos son conscientes de sus capacidades y no dudan en emplearla de la manera que sea necesaria, mandan más que el propio Carles Puigdemont, pese a no estar en la presidencia de la Generalidad de Cataluña.
Mientras tanto, este 16 de octubre se ha marchado la empresa Codorníu, una empresa catalana con más de 500 años de historia en tierras catalanas, debido a la situación extremadamente grave de la economía catalana. Pero ciertamente, la industria se ha ido por un contexto de inestabilidad política, económica y social, que tiene un futuro lleno de incertidumbre y terribles consecuencias que sucumbirán del todo a Cataluña en un caos sin precedentes similares en el pasado reciente.
Entre las empresas que se dan a la fuga, se encuentran ya muchas pequeñas y medianas empresas, que siguen el camino que comenzaron las grandes compañías. Otro dato objetivo y que es efectivamente trágico, es el quedar constatado que la situación política en Cataluña, en los últimos días ha provocado un éxodo masivo de compañías, nada más y nada menos, que la salida diaria de unas 150 empresas con sede en esta comunidad autónoma.
En cualquier caso, nadie niega ya en la actualidad que estamos ante un camino que va a estallar en un momento a otro en su totalidad. Y en precisamente un momento como el de ahora, las soluciones no suele terminar de forma pacífica ni dialogante. Aunque no se olviden que esto formaba parte de la hoja de ruta del proceso separatista catalán. Sino salía bien la independencia tras el referéndum ilegal del pasado 1 de Octubre, la otra vía era declarar la guerra como alternativa. Por lo tanto, no les quepa la menor duda que la historia se repite a la perfección, y con la violencia y la imposición el separatismo catalán no gana nunca, como bien también está ciencia social lo demuestra en la historia de España.