enero 2nd, 2017 by Custodio Ballester Bielsa

Redacción – [Custodio Ballester Bielsa, Sacerdote de la Parroquia Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat (Barcelona)] –  Según los canónigos representantes —JR y Forcada— a ellos nadie les comunica nada… Ay… Pobres convidados de piedra en la opípara merienda. A Joaquim Calaf, abortista confeso y experimentador embrionario convulso, hasta ahora jefe de Ginecología del Hospital de San Pablo, le ha llegado ya la hora de la jubilación (…). Pues bien, resulta que la Muy Ilustre Administración del hospital, gobernado por la Generalidad, el Ayuntamiento y el Arzobispado de Barcelona, ha deshojado ya la margarita del sucesor del jefe de Ginecología. Hospitalet de Llobregat (Barcelona), lunes 2 de enero de 2017. Fotografía: El párroco de la Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Custodio Ballester Bielsa, durante una entrevista a Lasvocesdelpueblo, el pasado sábado 13 de agosto de 2016. Archivo Lasvocesdelpueblo.

«Inmolaron a los demonios sus hijos e hijas. Derramaron sangre inocente y profanaron la tierra ensangrentándola (Salmo 106)»

La (MIA) se devanó los sesos para elegir a 4 abortistas en Hospital de San Pablo, el récord europeo de abortismo en un hospital de la Iglesia

A Joaquim Calaf, abortista confeso y experimentador embrionario convulso, hasta ahora jefe de Ginecología del Hospital de San Pablo, le ha llegado ya la hora de la jubilación [enlace aquí].

La Muy Ilustre Administración (MIA), de la que participa a título de co-propietario el Arzobispado de Barcelona, se devanó los sesos para elegir, entre cuatro especialistas, al sustituto del matarife Calaf. Los cuatro son recomendados suyos, de su misma dinastía, y por tanto tan abortistas como él. Alguno de ellos más que los otros, lo cual es casi como batir el récord europeo de abortismo en un hospital de la Iglesia.

El tal Calaf se ha pasado más de treinta años instruyendo en ginecología y con la más repugnante inmoralidad a los estudiantes del MIR que le enviaba la Universidad Autónoma.

Ha formado a su alrededor una peña de incondicionales con sus mismas ideas y su mismo funcionamiento práctico: interrupción médica del embarazoaborto eugenésico para los fanáticos— y anticoncepción de emergenciapíldora abortiva para los obsesionados—.

En el Hospital de la Iglesia, Joaquim Calaf estaba especializado en cargarse a las criaturas cuando vienen con alguna enfermedad 

Calaf estaba especializado en cargarse a las criaturas cuando vienen con alguna enfermedad (eugenesia pura y dura), caso del que padecía enanismo o el de los gemelos que por evitar el nacimiento del enfermo, asesinaron a los dos [enlace con vídeo aquí].

Y todo ello en el incensado Hospital de San Pablo. Pero claro, eso no quita que, por otra parte, se pueda hacer un “favor” al amigo que lo necesita. Es decir, que se pueda abortar en San Pablo por cualquier otro motivo, si el interesado es de confianza [Enlace aquí].

En 2013 el cardenal Sistach consiguió que le borrase al Hospital de San Pablo de la lista oficial de centros donde se practicaban abortos

Desde 1987 ya aparecen en los datos estadísticos oficiales los abortos en el Sant Pau. En 2013, gracias a sus excelentes relaciones con el poder político, consiguió el cardenal Sistach que el entonces Conseller de Sanitat, Boi Ruiz, le ahorrase la vergüenza de aparecer públicamente en las estadísticas y borró al Hospital de San Pablo de la lista oficial de centros donde se practicaban abortos.

Eso sí, con un asterisco al final de la relación autonómica que sentenciaba: La lista no es completa porque aparecer en ella es voluntario.

Ojos que no ven, corazón que no siente: porque el pecado no es el aborto, sino ¡que se sepa!

Menuda estadística… arreglada para los amiguetes. El mismo principio sirvió para que gracias al ex Ministro del Interior, el santurrón Fernández Díaz, desapareciese también el nombre del San Pablo en las estadísticas nacionales. En fin, ojos que no ven, corazón que no siente: porque el pecado no es el aborto, sino ¡que se sepa!

Ciertamente, la presión del movimiento proVida ha sido decisiva para que todos estos carniceros ya no hagan el mal con tanta comodidad.

Los directivos del hospital han mentido, simulado, engañado y ofrecido coartadas a los adormilados canónigos del Cabildo durante treinta años. Por eso no van a decir la verdad ahora, por mucho que el “protocolo” y algunos se empeñen. Siguen siendo los mismos de siempre, pero corregidos y aumentados por la inhibición de los máximos responsables.

Pues bien, resulta que la Muy Ilustre Administración del hospital, gobernado por la Generalidad, el Ayuntamiento y el Arzobispado de Barcelona, ha deshojado ya la margarita del sucesor del jefe de Ginecología.

Por un lado estaba el alter ego de Calaf, Juan José Espinós, tan abortista como él si no más, especialista en reproducción in vitro. En fin, que es casi lo único que hace, vamos. Para eso están las neveras criogénicas del Sant Pau. Y si el embrión viene mal… pal saco.

Embriones congelados y píldoras abortivas en las urgencias o en el CAP del Sant Pau, en el cual proporcionan el Kit abortivo a discreción

También Marta Simó, ginecóloga en el abortista Hospital General de Granollers, bajo responsabilidad del obispo de Tarrasa, y en la plantilla del Sant Pau, es candidata a suceder al carnicero Calaf. Y finalmente Oriol Porta, el que según Josep Ramón Pérez (JR) tenía más números [Enlace aquí].

También pasó por el Hospital de Granollers. Los dos de perfil bajo, aterciopelados y digestivos para los curas; pero tan amorales o de tan “amplio criterio” como el que más. Y ya sabemos lo que eso supone: abortos —aunque digan interrupción médica—, embriones congelados y píldoras abortivas en las urgencias o en el CAP del Sant Pau, en el cual proporcionan el Kit abortivo a discreción.

Dr. Calaf se ha hecho un hueco en la Fundación Puigvert donde tiene a sus embriones criogenizados para toquetearlos sin reparo alguno

Pero el Dr. Calaf —amiguísimo de la delegada episcopal de Pastoral Sanitaria, Mª José Martínez Lapeña— no descansa.

Ya se ha hecho un hueco, y bastante grande, en la Fundación Puigvert, donde tiene a sus embriones criogenizados para toquetearlos sin reparo alguno, que es lo suyo.

Para lograrlo ha echado a patadas al antiguo director y se ha quedado él en su lugar, dispuesto a salir con los pies por delante, cosa que no pudo lograr en su anterior destino, aunque ¡vaya si lo ha intentado!

Y que no me digan que la Puigvert nada tiene que ver con el Hospital de Sant Pau (primera coartada), porque al final el Sant Pau acabará siendo sólo… las oficinas.

Así las cosas JR, canónigo representante del Arzobispado en la MIA, dice en petit comité que hoy en día es imposible conciliar la moral de la Iglesia con la del Estado a causa del personal del hospital y de las leyes vigentes. ¿Es que no hay en España un ginecólogo proVida de probada competencia?

¡Claro que lo hay! Pero es necesario ir a buscarlo y hacerle una propuesta. Y eso es demasiado para esos eclesiásticos comodones y endogámicos, pues habría que dar un golpe en la mesa y romper la baraja del buen rollo institucional. Es Jordi Bachs, el director gerente-comisario político de la Generalidad, imputado por malversación, el que les dice cómo y cuándo deben respirar [Enlace aquí].

Porque, según los canónigos representantes —JR y Forcada— a ellos nadie les comunica nada… Ay… Pobres convidados de piedra en la opípara merienda.

La calidad de vida es lo primero, hombre. Si somos eugenésicos, somos eugenésicos: caiga quien caiga

Pero ha sido finalmente Elisa Llurba la elegida para sustituir a Calaf. Ginécóloga en el Hospital de la Vall d’ Hebrón, uno de los centros que más abortos -de máxima calidad, por supuesto- realiza en Barcelona.

Fachada del hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona. Archivo Efe.

Especialista en Patología Placentaria y diagnósticos prenatales. Es decir, en detectar reales o posibles enfermedades con el objetivo de que, si conviene a médicos y a padres, los niños enfermos que esperan el permiso médico para nacer, no vean nunca la luz. Ni cardiopatías, ni minusvalías, ni síndromes de Down, ni mandangas… La calidad de vida es lo primero, hombre. Si somos eugenésicos, somos eugenésicos: caiga quien caiga.

La Sra. Llurba es también la novia de Eduard Gratacós, Director de BCNatal (Hospital Clínic-Hospital Sant Joan de Déu). D. Eduardo, es el encargado de realizar los abortos que los falsarios del Hospital de San Juan de Dios de Esplugues le derivan, pues los Hermanitos Hospitalarios tienen un convenio con el Clínico que les permite tranquilizar su sucia conciencia dejando en manos de sicarios lo que antes -y aún ahora en algunos casos- realizaban ellos mismos. Y es que todo al final queda en casa.

Lo grave de asunto es que el convenio que firmaron en 1990 el Arzobispado de Barcelona, el Ayuntamiento de la ciudad y la Generalidad de Cataluña señala que [Documento PDF del convenio. Incorporación de la Generalidad de Cataluña a la patronal del Hospital. Enlace aquí]:

Entre los rasgos distintivos de la asistencia sanitaria prestada por el Hospital de San Pablo, destaca el alto grado de eficiencia de una medicina practicada de conformidad con los principios éticos del humanismo cristiano y de las normas morales de la Iglesia Católica

Y en el punto cuarto e) se especifica que para:

La utilización de los servicios o de las instalaciones de la Institución para cualquier práctica, técnica o actuación sanitaria que, directa o indirectamente, esté en contradicción con los principios religiosos éticos, morales i benéfico-asistenciales que han caracterizado al Hospital desde su fundación, a los cuales se ha hecho referencia expresa en el preámbulo de este Convenio, se necesita ¡el voto unánime de la Muy Ilustre Administración del Hospital! (MIA).

Lo cual nos hace suponer que, o bien el nombramiento de la abortista Elisa Llurba no ha pasado por la Muy Ilustre Administración y ningunean descaradamente al Arzobispado, o bien los representantes eclesiales —los padres Forcada y Josep Ramón Pérez (JR)— han votado favorablemente, a pesar del inquietante currículum de la doctora, contradiciendo así la moral católica.

Aquí ni JR ni nadie quiere obsesionarse en una batall. Es lo más fácil, sí. Así no te crucifica nadie. Pero también es lo más abyecto y cobarde

Ante la gravedad de estos hechos sólo cabe esperar dos reacciones por parte del Arzobispado: denunciar e impugnar el acuerdo de la MIA, si se ha tomado sin contar con la representación del Arzobispado, o actuar con severidad y contundencia ante el gravísimo acto de prevaricación de los representantes de la Iglesia, si éstos han votado contra la moral católica y contra el Convenio del Hospital.

Qué lejos queda aquella contundencia con la que JR declaró al diario ABC hace casi dos años:

Pienso llevar la lucha hasta el final. Si la situación no se resuelve, bloquearemos la vida del hospital. Evidentemente, todas las decisiones que se toman deben ser aprobadas por unanimidad. La Iglesia forma parte, junto a la Generalidad y el Ayuntamiento, de la MIA y sin su votación no puede aprobarse nada. Estamos dispuestos a morir matando [Enlace aquí].

Ah… Pero es que ahora ya no se trata de eso. Asustado de su propia valentía y tal vez de la soledad del mando, JR ha plegado velas y espera, si no pasar a mejor vida, que la que vive no se la hagan demasiado incómoda  [Enlace aquí].

Total, él ha hecho lo que ha creído más acorde con el talante de la autoridad a la que representa; y aquí ni JR ni nadie quiere obsesionarse en una batalla que no consideran suya y que juzgan perdida de antemano. Es lo más fácil, sí. Así no te crucifica nadie. Pero también es lo más abyecto y cobarde.

 

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diciembre 25th, 2016 by lasvoces

Redacción – [Custodio Ballester Bielsa, Sacerdote de la Parroquia Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat (Barcelona)]  Esta situación se explica por el odio a la Iglesia y a la Religión, obviamente; aunque no sólo por eso. La jerarquía ha contribuido a ello de manera determinante a causa de su silencio, que el mundo ha interpretado como complicidad en el delito. Todos los días 25 voy en cabeza de la «Marcha Por la Vida» identificado como sacerdote, obviamente. Y siempre que hay grupos de proabortistas en la calle y en los balcones, he de escuchar que me acusen de pederasta. Para que eso funcione a piñón fijo, han tenido que ocurrir cosas más graves que los casos de curas pederastas. Hospitalet de Llobregat (Barcelona) España, domingo 25 de diciembre de 2016. Fotografía: Washington (Estados Unidos de América), miércoles 25 de enero de 2012. «Marcha por la Vida». Primera fila a la derecha, el sacerdote español, Custodio Ballester junto a la delegación española en Estado Unidos defendiendo la vida. Reproducimos la crónica que ha remitido Álvaro Zulueta desde Washington, transmitiéndonos como vivió la delegación española de DAV esta March for Life. A primera hora, invitados por el Congreso de EE.UU. participamos en el Memorial por los no nacidos y sus padres y madres con ocasión de la «Marcha por la Vida». Después de pasar los exhaustivos controles de seguridad, participamos en un acto entrañable, en Capitolio, el corazón donde se toman las decisiones políticas más importantes en EE.UU. En el acto no dejamos de contar con testimonios, como el de una entrañable anciana que nos contaba cómo ha sido detenida varias veces por manifestarse frente a los negocios  abortistas; cuando le expresé mi admiración, me contestó que” lo suyo es poco”, comparado con lo de una amiga suya, que ronda los 85 años, quien también ha sido detenida repetidas veces, y “que se tatuó en la mano derecha las letras P, R y O, y en la mano izquierda las letras L, I, F y E, con el fin de seguir hacer llegar su mensaje cuando tuviera que presentar las manos a la policía para ser esposada o para ser tomaras las huellas dactilares”. Este es el compromiso, el activismo y la positividad de quienes defendemos la mejor de las causas: el derecho a vivir. Archivo facilitado por el sacerdote español Custodio Ballester. Lasvocesdelpueblo.

Presuntos Pederastas: Para el Mundo y Para la Iglesias

«Incluso sin quererlo, la autoridad se encuentra conducida siempre a recorrer el camino jurídico más breve y menos complejo, aunque sea en detrimento de una menor tutela de los derechos de los fieles, derechos que dan el sentido profundo al servicio ministerial del gobierno del pueblo de Dios» (Davide Citto, Pontificia Universidad de la Santa Cruz).

Ésa es en efecto la tendencia de la autoridad, dentro del estricto cumplimiento de la ley del mínimo esfuerzo. ¿Que es en detrimento de los que están encomendados a su tutela? Ya, pero eso es ley de vida, es la norma, es lo normal.

Aquí tenemos a los obispos purgando sus penas sobre nuestras espaldas -los curas-

Lo extraordinario es un pastor diligente que está al tanto de todo y llega a tiempo para que un chispazo no se convierta en incendio. Es la responsabilidad in vigilando. Y puesto que esa responsabilidad falló hasta límites escandalosos, aquí tenemos a los obispos purgando sus penas sobre nuestras espaldas.

Todos los días 25 voy en cabeza de la «Marcha por la Vida» identificado como sacerdote, obviamente. Y siempre que hay grupos de proabortistas en la calle y en los balcones, he de escuchar que me acusen de pederasta.

La jerarquía ha contribuido a ello de manera determinante que el mundo ha interpretado como complicidad en el delito

Para que eso funcione a piñón fijo, han tenido que ocurrir cosas más graves que los casos de curas pederastas. Esta situación se explica por el odio a la Iglesia y a la religión, obviamente; aunque no sólo por eso.

La jerarquía ha contribuido a ello de manera determinante a causa de su silencio, que el mundo ha interpretado como complicidad en el delito. En el más misericordioso de los juicios, es el silencio de los buenos dejando que el mal campe a sus anchas.

Aquí estamos los curas defendiéndonos como podemos (bastante mal) de la presunción de culpabilidad cuando se nos acusa de pederastia. Muy mal se ha gestionado esta lacra (que no es mayor en la Iglesia que en otros colectivos asimilables) para que las cosas estén así.

Para expiar esa culpa de los obispos, todos los curas, por el hecho de ser curas, estamos sujetos a la sospecha de pederastia

Y lo peor es que al no haber arrancado la cizaña cuando empezaba a brotar, ni el mundo (por supuesto que no) ni tampoco la Iglesia como jerarquía, están dispuestos a distinguir la cizaña del trigo.

Y para expiar esa culpa de los obispos, he aquí que todos los curas, por el hecho de ser curas, estamos sujetos a la sospecha de pederastia.

Ante cualquier sospecha o acusación, el cura es tratado por la administración eclesiástica (del obispo para arriba) como presunto pederasta. Con la severa inclinación a pasarlo de la categoría de presunto a la de probable. Ahí está el decreto episcopal (acordado por todo el colectivo de obispos) que nos obliga a los curas a pasar por el Registro de Delincuentes Sexuales.

En efecto, la última revisión del Motu propio Sacramentorum sanctitatis tutela convirtió en el ordenamiento jurídico eclesial la expulsión ex officio del estado clerical —sin proceso, por decreto administrativo, sin posibilidad de recurso, pues lleva la firma del Papa— en ¡procedimiento ordinario para infligir esta pena expiatoria! Y aquí viene cuando la matan…

Las condiciones del procedimiento administrativo, por estrictas que pretendan ser,—situación de particular gravedad, certeza del delito y dar al acusado la posibilidad de defenderse— no pueden comparase con las de un proceso penal con jueces, testigos, pruebas, fiscal y abogado defensor. Porque todas esas “condiciones” son tremendamente subjetivas, sin normativa procesal que las delimite.

La certeza moral debe excluir toda duda fundada sobre la culpabilidad y dejar de subsistir la posibilidad absoluta de la inocencia

En procedimiento administrativo sumarísimo sólo ofrece al acusado la posibilidad de defenderse a sí mismo como pueda y con todas la de perder. Si es inocente, queda indefenso; y si es culpable, la valoración de las circunstancias agravantes o atenuantes se hace impracticable, ya que el procedimiento tiene un carácter sancionador, puesto que parte de la presunción de culpabilidad, dirigido exclusivamente a la consecución de la certeza moral del hecho y de la culpabilidad del acusado.

Pero la certeza moral debe excluir toda duda fundada o razonable sobre la culpabilidad y dejar de subsistir la posibilidad absoluta de la inocencia. Así la definía Pio XII.

Pero este proceso administrativo no puede garantizar ese tipo de certeza. Sólo podría hacerlo un juicio penal que se excluye para ser rápidos y expeditivos. No hay de entrada presunción de inocencia, sino de culpabilidad. El acusado debe demostrar su inocencia, como el hombre acusado de maltrato a la mujer, pues de entrada se le hace culpable.

Y del proceso administrativo emana una sentencia perpetua e inapelable, emitida por “jueces” que pueden ser dispensados de la condición sacerdotal y del doctorado en Derecho Canónico y que tienen además la facultad de sanar los actos procedimentales en caso de ¡violación de leyes procesales por parte de los tribunales inferiores!, salvo el derecho de defensa.

Pero es evidente que la “sanación” indiscriminada de las leyes procesales violadas afectará de manera seria ese derecho. También la prescripción del delito, que aumenta de 10 a 20 años y que tanto la Congregación para la Doctrina de la Fe como la del Clero puedan hasta dispensar la prescripción, no tiene en cuenta que el paso del tiempo hace difícil administrar justicia porque se diluyen las pruebas y la objetividad de los testimonios, y a su vez aumenta el riesgo de condenar a un inocente.

Se trata pues de la destrucción de todo Derecho. Con el agravante de que en virtud de la derogación de los cánones garantistas para el acusado (1317, 1319, 1342,2 y 1349), al aplicar el canon 1399 pueden castigarse por este procedimiento incluso violaciones de normas no penales.

El párroco de la Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Custodio Ballester Bielsa, durante una entrevista a Lasvocesdelpueblo, el pasado sábado 13 de agosto de 2016. Lasvocesdelpueblo.

 ¿Cuál es entonces el “escándalo” que toca castigar en cada instante?: La presencia de la bandera de España en una celebración religiosa

Es decir que pueden penalizarse comportamientos no sujetos a ninguna pena en razón de la prevención o reparación de posibles escándalos presentes o futuros. ¿Cuál es entonces el “escándalo” que toca castigar en cada instante? ¿La exhibición de una bandera independentista? ¿La procesión de los legionarios con el Cristo de la Buena Muerte? ¿La presencia de la bandera de España en una celebración religiosa?

Es el mismo procedimiento y la misma discrecionalidad que para perseguir la pederastia. Es decir, que por no haber sancionado los obispos en su momento a los sacerdotes reos de los más abominables delitos, por haber abdicado de su responsabilidad, ahora estamos todos los sacerdotes sometidos a un régimen sancionador expeditivo no sólo para la pederastia, sino para cualquier otra cuestión disciplinaria a la que quiera dar importancia el Sr. Obispo.

Y el hecho de que el control del desarrollo del procedimiento lo tenga el mismo organismo que lo realiza –Congregación para la Doctrina de la Fe y la del Clero– y que los instructores y hasta los jueces puedan ser dispensados de ser sacerdotes o doctores en Derecho Canónico y que puedan “sanar” las violaciones de las leyes procesales, lo asemeja todo a aquellos comités anarquistas de la CNT-FAI que, sin apenas formación jurídica, eran acusadores, jueces y ejecutores.

Si la presunción de inocencia no existe, existe la plena posibilidad de utilizar la calumnia como el arma más eficaz contra el enemigo, el rival, o vete a saber qué. Un arma con un potencial destructor demoledor e irreparable.

Ahí está el caso del sacerdote peruano reducido al estado laical por decreto y absuelto del delito de abusos por el tribunal civil que afirma que la denuncia fue falsa. Hace un año que espera que la Congregación para la Doctrina de la Fe y el mismo Santo Padre le devuelvan las licencias.

«Info Vaticano, Domingo 25 de Diciembre de 2016. Luis Bazalar, el sacerdote acusado injusamente de violación, pide al Papa que le restituya» [enlace aquí].

Parece que la firma del Papa en un decreto de expulsión ex offcio a un sacerdote inocente, suscita nuevos problemas jurídicos. Así hemos quedado los sacerdotes por la incuria de los obispos. ¿Cada palo que aguante su vela? No, no, la de ellos nos toca también a nosotros. Para eso somos la tropa.

¿Está la iglesia en guerra? ¿Está inmersa en una revolución? Qué se dejen de mandangas

Qué se dejen de mandangas. El Derecho común, es decir, el que todos reconocen como tal, nunca condena a una pena perpetua sin posibilidad de recurso y sin un juicio penal previo.

Jamás en derecho común, lo penal se ha convertido en administrativo, exceptuando los tribunales populares de la Unión Soviética. Y los tribunales de guerra y los revolucionarios… Y las repúblicas bananeras.

Y sin embargo, la Iglesia lo hace hoy por proceso administrativo con la firma inapelable del Papa. ¿Está la iglesia en guerra? ¿Está inmersa en una revolución?

Cuando un proceso administrativo sumarísimo crea la indefensión del sacerdote que puede haber sido calumniado y niega al culpable la posibilidad de hacer valer sus atenuantes, el derecho ha dejado de respetar los derechos del hombre y de impedir el abuso de la autoridad: el abuso de poder.

Ya no se trata sólo de evitar y castigar los abusos sexuales, sino de penalizar lo que no es delito por proceso administrativo

Y ya no se trata sólo de evitar y castigar los abusos sexuales, sino de penalizar lo que no es delito por proceso administrativo en razón de los “escándalos” existentes y los que puedan surgir en el futuro, a tenor del canon 1399: acabando así de confundir el posible “escándalo” con la opinión de la gente y del obispo en cada momento.

Al final parece que vamos hacia una podemización de la justicia eclesiástica, hacia una radicalización puritana a la que parece no interesar tanto la verdad como el castigo rápido, ejemplar y público.

¿Cómo distinguiremos a los herejes de aquellos que no lo son? ¡Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos!

Como Arnaldo Almaric, abad de Poblet y religioso del Cister, que dirigió la cruzada contra los herejes albigenses.

Cuando iban a conquistar la ciudad de Béziers, un oficial le preguntó: ¿Cómo distinguiremos a los herejes de aquellos que no lo son? Arnaldo respondió: Caedite eos. Novit enim Dominus qui sunt eius. ¡Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos! La historia se repite… como casi siempre.

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