septiembre 27th, 2017 by lasvoces

Redacción (Eduardo J. García. Licenciado en Comunicación Audiovisual) – Hace ocho días se produjo un punto de inflexión en la situación de pre-insurrección segregacionista catalana. Por fin, aunque de forma tardía y apresurada (por la gravedad de las circunstancias y la falta de alternativas reales), la justicia, el estado de derecho y las reglas elementales democráticas volvieron a Cataluña tras décadas de larga ausencia. Cataluña (España), miércoles 27 de septiembre de 2017. Fotografía: BARCELONA (ESPAÑA), 27.09.2017. El golpista actual presidente del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont (Convergencia (PDECAT), ha convocado para mañana, jueves 28 de septiembre de 2017, a las 12:00 horas del mediodía la Junta de Seguridad de Cataluña, sin previo acuerdo con el Gobierno del presidente Mariano Rajoy, para tratar de la coordinación del dispositivo policial al que la Fiscalía ha encargado impedir el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 (1-O) en Cataluña. Efe.

La reacción en las calles y su eco político fueron los esperados. Siguiendo tanto las directrices ultranacionalistas catalanas como adscribiéndose a otros modelos golpistas neofascistas. El plan si bien con sustanciosas modificaciones, improvisaciones, fracturas, abandonos y considerables derrotas electorales obedece a la estrategia de desgaste y chantaje al estado que inició Artur Mas con su derecho a decidir. Termino éste ya relegado al olvido y reemplazado por el de autodeterminación, concepto antes enmascarado por el de un derecho inexistente que sirvió de aglutinante para todo el nacionalismo y parte de la sociedad a la espera de la confrontación final, en el escalonado proceso hacia el conflicto diseñado por el separatismo catalán. Por lo demás tan abyecto, violento y etnicista como a la postre previsible y poco original.

Es imperativo denunciar la absoluta mezquindad del nacionalismo catalán al ultrajar la esencia de la autodeterminación, abrogándose un derecho que no le pertenece bajo ningún concepto al que sólo desvirtúa en su mendaz y desquiciada insistencia. En primer lugar lejos de ser una cultura oprimida, el nacionalismo catalán ha convertido la lengua y sus manifestaciones culturales en una auténtica herramienta de control, clasificación y discriminación social muy ligado al espíritu del volkgeist alemán y con no pocos puntos de confluencia con el sionismo , admirado espejo de la clase dirigente catalana desde la instauración del Pujolismo. Y el odio hacia España hasta el extremo de la negación de esta como nación y país. Extremo este reforzado y complementado por la inmersión lingüística y el adoctrinamiento y sometimiento como fundamentos pedagógicos. Sin excluir por supuesto la vergüenza, el miedo y la ley del silencio tan presentes en la sociedad catalana, desde los centros educativos, a los ámbitos privados o esferas económicas y políticas. Motivados por una hegemonía absoluta de la capa social y cultural nacionalista sobre el resto y una presión social consecuente, que se manifiesta en los actos radicalmente antidemocráticos que estamos viviendo desde la imposición de la ley del referéndum. El uso de los niños para la causa separatista es el último peldaño, inmediatamente anterior a la violencia de la zafiedad y vergüenza totalitaria catalanista.

Como segundo punto fundamental Cataluña no es ninguna colonia. Más bien todo lo contrario, y no únicamente por la historia, en la que siempre ha sido metropoli, sino por el comportamiento hacia sus vecinos de otras regiones. El desprecio, soberbia y superioridad con la que trata a Aragón, patente en el expolio de arte religioso y ofensas continuas, el pan imperialismo hacia Valencia, comunidad a la que quería dejar sin agua, o también la apropiación indebida de la superior herencia cultural tanto valenciana como balear señalan la idea de un pan catalanismo intransigente y abiertamente filofascista. Del desprecio y barbaridades escupidas contra andaluces, extremeños y canarios, mejor no hablar por propia sensibilidad.

Que nunca ha dejado de colonizar territorios en las zonas fronterizas de estas regiones, sea mediante asociaciones culturales o deportivas, falsificación histórica, la creación de partidos políticos pantallas, la utilización de la lengua como claro elemento de etnicidad, división y estratificación social y las compras de terrenos y viviendas en poblaciones aledañas. Fenómeno este también utilizado masivamente por la clase media vasca y asimilados.

Y por último otro sanctasanctórum del nacionalismo catalán. La existencia del pueblo catalán como ente superior; sujeto de todos los derechos, merecimientos, privilegios, prebendas, concesiones y prerrogativas posibles. Y exento de obligaciones que lo igualen con sus inferiores.

Un pueblo elegido formado, claro está por los ciudadanos catalanes, que no son aquellos que hablen otra lengua materna, tengan diversidad cultural ni mucho menos sentido de la autocrítica. Son ellos. Los de los apellidos catalanes, del folclore tribal sin parangón en el mundo, los de las raíces puras, quienes hacen listas de buenos y malos catalanes (ya van unas cuantas) cerrados en la endogamia y en la xenofobia, enfocados en sus negocios cuyo trabajo, rendimiento y esfuerzos no sólo deben ser recompensados al alza, sea con un 3% más o menos sino con la total admiración y descrédito del propio trabajo del resto de sus conciudadanos. He aquí el movimiento transversal, plural y progresista. Tan progresista hoy como lo fue durante las guerras carlistas durante todo el siglo XIX en sus guerras contra el liberalismo o durante el golpe contra la república en el 34 del cual la izquierda debería sacar alguna enseñanza. Ellos no son la mayoría social, ni mucho menos lo más representativo en cuanto a virtudes personales y locales de la región. Pero tienen prácticamente todos los resortes del poder, y la explotación ad nauseam de su papel victimista y de cultura diferenciada oprimida, una de las mayores falacias que se pueden escuchar en el siglo XXI en Europa.

Tras el golpe de estado institucional perpetrado por los partidos supremacistas catalanes con la aprobación de la ley del referéndum de autodeterminación en el Parlamento catalán en el cual se conculcaron los más elementales derechos de libertad política, respeto a la ley, a la constitución, soberanía, libertades cívicas y la pluralidad política, el camino hacia el plan de choque y acoso al estado y a los no nacionalistas quedaba expedito. Imágenes que recordaron vivamente a las acaecidas en el Parlamento de la República Yugoslava de Bosnia poco antes de la guerra civil, cuando los miembros de los partidos constitucionalistas dejaron sus escaños vacíos.

En el pudimos ver como la mediocridad, grosería, chapucería, odio y modos innegablemente dictatoriales de la intolerante bancada separatista impuso sus tesis en una burla hacia la democracia, una vulneración de los derechos de los parlamentarios y un verdadero golpe de estado cantonalista. Que se basa en supuestos tan respetables como la absoluta conculcación del respeto no ya de una minoría sino de la mayoría de la ciudadanía. Aunque unos son más ciudadanos que otros. Los de primera, ellos. Y el resto, los que no votarán, aquellos que ya están hastiados, o los que simplemente no tienen ningún interés ni beneficio, ni les importa el “hecho diferencial catalán”.

De ello podemos colegir fácilmente que trato depararán a la minoría cuando esta lo sea realmente no a efectos prácticos como ahora. La prohibición( todavía más) de la lengua española, la supresión de los partidos políticos de ámbito estatal( fin de la pluralidad política), la desaparición y persecución de toda huella de “españolidad” ( en la que ya llevan décadas trabajando) y por supuesto , la prohibición de medios no afines al régimen. Diversas reuniones ya se han llevado a cabo sobre lo urgente y conveniente que sería limitar la difusión, emisión y distribución de medios no nacionalistas. El acoso e insultos a los periodistas, políticos y artistas por mostrar las graves carencias, errores, arbitrariedades y delitos del separatismo, o simplemente divergir ya ha empezado.

Una independencia que pretende ser la primera en el mundo, realizada por una minoría y encima llamarse democrática. La revolución de las sonrisas, como gustan llamar los propagandistas del secesionismo a su insurrección cantonal, es un movimiento que ha copiado descaradamente en sus movilizaciones callejeras a los independentistas bálticos, a los cuales el resto de pueblos soviéticos deben décadas de riqueza y bienestar. El ejemplo palmario, la Vía Catalana, imitación de la Vía Báltica Fue la disgregación de estas pequeñas tres repúblicas de antecedentes nacionales cuanto menos fascistas la que dio la puntilla a la Unión Soviética. La frontera con Europa se reducía, se perdían importantes bases y millones de personas étnica y lingüísticamente inconvenientes para las nuevas autoridades quedaban desamparadas y sujetas a una brutal discriminación en medio de la catastrófica desaparición de la Unión Soviética.

Cabe citar para quien no lo sepa, que estas repúblicas son invitadas habituales de la diplomacia y empresariado oficialista catalán. Se les depara una atención y medios que ni su cultura ni interés merecen. Y lo más importante para el tema que nos ocupa. Estos “países” son agasajados con sabrosos sobornos, léase inversiones, con varios escándalos diplomáticos en su haber, y en consecuencia son proclives a la “causa” catalana. De hecho se ha insinuado por parte del separatismo catalán, que las urnas estén escondidas en una de estos consulados u embajadas oficiosas. Es de presumir que la delegación lituana haya cambiado de parecer ya que las garantías de protección contra una muy hipotética invasión rusa que les brinda el gobierno español con un contingente militar de más 1500 hombres, aviones y tanques en el mayor destacamento en el exterior. Además de protección militar, proporciona una buena fuente de ingresos a la república báltica más mimada por la OTAN. Un escenario que sólo se explica por el vasallaje de la Moncloa hacia la alianza atlántica en un escenario en el que España no debería inmiscuirse. Pero no parece ser Rusia, precisamente una amiga del proceso independentista catalán. Sobre este y otros aspectos hablaremos en la segunda parte del artículo.

Eduardo J. García

Licenciado en Comunicación Audiovisual)

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diciembre 25th, 2016 by lasvoces

Redacción [Eduardo J. García; Licenciado en Comunicación Audiovisual (Cuenta Twitter: @egarciau77 )] – Si al Boicot. El ejemplo más cercano es el de Coca Cola. La señora Sol Daurella, heredera del emporio que le dejaron sus antepasados (mejor que bien relacionados con el franquismo), con las plantas embotelladoras y producción de la bebida de cola, no sólo ha sido responsable del despido de, a efectos reales centenares de trabajadores de plantas españolas sino que también se ha sumado a la red de propaganda exterior del Gobierno segregacionista catalán. Barcelona (España), domingo 25 de diciembre de 2016. Fotografía: Agencia Efe. Fuenlabrada (Madrid) 21 de febrero de 2014. Trabajadores de Coca-Cola seguirán acampados aunque cierre planta Fuenlabrada. Desde el 3 de febrero una treintena de trabajadores están acampados a las puertas de la fábrica de Coca-Cola en Fuenlabrada y hoy han asegurado a Efe, después de que no haya acuerdo con la compañía respecto al ERE, que no levantarán el campamento, aunque se cierre la planta. Así se lo ha confirmado a Efe el secretario de Organización de la Federación de Industria en UGT, Alfonso Juguera, quien ha añadido que se mantendrán a las puertas de la fábrica “para impedir que la empresa la desmantele”. Coca-Cola se planteará si ejecuta el ERE tras no llegar a un acuerdo con los sindicatos. Archivo Efe.

Esta clase que ahora asfixia, saquea, divide y enfrenta a los ciudadanos de Cataluña en base a un etnicismo ultranacionalista que intenta disfrazar con palabras y principios

Pese a que reducida, nuestra es todavía la tan cacareada y pervertida libertad de elección. Y lo es en un ámbito tan o más importante que el electoral; el consumo. Sus implicaciones políticas son cada vez más evidentes, como ha dejado claro la última campaña presidencial estadounidense y los repetidos boicots organizados desde las redes sociales contra empresas de las corporaciones de Donald Trump.

No es ni mucho menos algo nuevo, la historia nos retrotrae a la Irlanda expoliada del siglo XIX por terratenientes ingleses, capítulo que le da nombre y que muchos asociamos a un capitán Boicot con la cara de Stewart Granger. No obstante, resulta imposible no pensar en otras acciones económicas y bloqueos de tiempos anteriores.

El boicot tampoco es forzosamente revolucionario, ahí están los continuos y bien financiados intentos antisemitas y pro islamistas intentos actuales, pese a que se cuenten episodios tan importantes como los orígenes de la guerra independencia de las trece colonias americanas o la lucha de la India de Gandhi.

La ropa barata mata, los estantes llenos todos los días del año destrozan y sojuzgan economías y  esclavizan a poblaciones

El convertirnos en consumidores responsables no es ni una panacea ni una frivolidad fruto de una moda o pseudo-corriente alternativa del momento. Es un compromiso con la sociedad, o con nuestros círculos más inmediatos, es también una muestra de responsabilidad y de resistencia, y una exigencia del respeto debido.

Antes de entrar en aspectos de alcance más local, hechos que a pesar de ser conocidos no tienen en nuestro país, ni en nuestro marco geoeconómico más cercano la consideración que merecen.

La ropa barata mata, los estantes llenos todos los días del año destrozan y sojuzgan economías que nunca podrán ser soberanas, esclavizan a poblaciones, se impongan cultivos, cuotas y precios , y a su vez se precaricen los derechos laborales de nuestra clase trabajadora, a cambio de una falsa imagen de opulencia.

Que un teléfono móvil para sacarse selfies y escribirse estupideces suponga en muchos casos la ganancia del sueldo de un mes, y la explotación más salvaje de los desventurados congoleños es inconcebible.

Que se perpetúen guerras en las que mueren millones de “negros desconocidos” no puede compararse con la satisfacción multitud de felices jugadores-consumidores

El lanzamiento al mercado de una consola de videojuegos no puede verse retrasada por falta de un mineral o de unas leyes internacionales que posiblemente sean derogadas en breve por la nueva administración estadounidenses.

Los consumidores ansían tenerla en sus manos. Que se perpetúen guerras en las que mueren millones de “negros desconocidos” no puede compararse con la satisfacción multitud de felices jugadores-consumidores.

Que se puedan comprar productos derivados del pescado más baratos gracias a la existencia de flotas pesqueras piratas y esclavistas, véase indochinas, tampoco parece preocupar en demasía a un consumidor que quiere comprar y usar continuamente, en una rueda de desenfreno que no hace sino que girar sobre el exceso, el saqueo y la desigualdad comercial.

La señora Sol Daurella, heredera del emporio que le dejaron sus antepasados (mejor que bien relacionados con el franquismo)

Y este panorama no es independiente del modelo político, ni de los intereses de las clases dirigentes y bien estantes. El ejemplo más cercano es el de Coca Cola.

La señora Sol Daurella, heredera del emporio que le dejaron sus antepasados (mejor que bien relacionados con el franquismo), con las plantas embotelladoras y producción de la bebida de cola, no sólo ha sido responsable del despido de, a efectos reales centenares de trabajadores de plantas españolas sino que también se ha sumado a la red de propaganda exterior del Gobierno segregacionista catalán.

El separatismo catalán, de clara índole supremacista y xenófoba, es de inequívoco origen pequeño burgués cantonalista

El separatismo catalán, de clara índole supremacista y xenófoba, es de inequívoco origen pequeño burgués cantonalista. Las fortunas y empresas del ayer, son las subvenciones, mascaradas y corrupción de hoy.

Esta clase que ahora asfixia, saquea, divide y enfrenta a los ciudadanos de Cataluña en base a un etnicismo ultranacionalista que intenta disfrazar con palabras y principios contras las que atenta y pervierte, sigue dando pasos en su escalada hacia la violencia.

La inclusión de Coca Cola entre sus miembros es un salto cualitativo más que importante, y contra él deberíamos posicionarnos, el boicot

La inclusión de Coca Cola entre sus miembros es un salto cualitativo más que importante, y contra él deberíamos posicionarnos.

Nuestro modo de actuar tiene que ser el boicot. Nuestro malestar les es bien indiferente, si seguimos consumiendo, ellos continuarán con sus planes, que no son más que su propio beneficio y el enquistamiento de la casta nacional-etnicista en Cataluña y el “liberalismo” neoconservador en todo el país.

Estrella Damm, BonPreu, Abacus, buque insignia del adoctrinamiento fascista infantil; Codorniu, la marca favorita en toda celebración separatista

El separatismo catalán y sus adláteres, se basa en dos principios económicos tan reprobables como simples.

El primero es que ellos se adueñarían de varios monopolios que les otorgarían pingues beneficios, un total dominio del mercado, y unas relaciones comerciales privilegiadas con la tan odiada y odiosa España.

Aquí cabrían marcas como Estrella Damm, los supermercados BonPreu, la cooperativa Abacus, buque insignia del adoctrinamiento fascista infantil, Noel, cadenas hoteleras de marcas reconocibles y los cavas Codorniu, la marca favorita en toda celebración separatista, con las que se brinda efusiva y repetidamente por la desgracia de los ciudadanos españoles.

El segundo es que las llamadas al diálogo por parte del gobierno conservador del PP, la absoluta estulticia del PSOE, y los silencios y censuras contra el boicot de los que se dicen antinacionalistas de Ciudadanos no hacen más que proteger unos intereses comunes a todos ellos.

Los ultranacionalistas ascenderán en su batería de provocaciones, desacatos, delitos de toda índole, arrinconamiento, desprecio y violencia

Y quedan muy alejados de los intereses de todos los ciudadanos. El gobierno no puede decir que va a prevalecer la igualdad entre todos los españoles, porqué hace años que dejo de existir, y que a falta de decisiones ahonda esa desigualdad tanto económica como grupal.

Agravando la tensión, ya que si se ven premiados, los ultranacionalistas ascenderán en su batería de provocaciones, desacatos, delitos de toda índole, arrinconamiento, desprecio y violencia de los discordantes.

Quienes hoy por hoy a pesar de su gran número, ya han dejado de contar.

Aquellos que dicen situarse en la izquierda del espectro político catalán, no son más que pequeños parásitos, que quieren cada vez más migajas

El lenguaje que usan estos grupos políticos es el mismo, el vocabulario nacionalista y clasista se ha impuesto sobre los demás.

Evidentemente aquellos que dicen situarse en la izquierda del espectro político catalán, no son más que pequeños parásitos, que quieren cada vez más migajas y relevancia dentro de la finca y jugar a la superioridad moral.

Concesiones a una transversalidad que no es tal, pero que se hace sucesora del carlismo, oportunistas y etnicistas con esa conciencia social tan hipócrita y falsa que sólo poseen los amigos de lo políticamente correcto.

Y los hijos del complejo de la impureza. Otro signo más que definitorio del progresismo que gastan los nacionalismos catalán o vasco, copiados ahora por el aún más desconcertante separatismo gallego.

El castigo contra Coca Cola, contra el conglomerado separatista, contra locales y restaurantes que lucen Esteladas debe ser importante

El castigo contra Coca Cola, contra el conglomerado separatista, contra locales y restaurantes que lucen esteladas que apuntan, señalan y desprecian a sus vecinos e iguales debe ser importante. Las pérdidas han llegado, pero debemos acrecentarlas. Nadie habla del monto que ello supone, pero están ahí.

Otra de las grandes alianzas entre el PP, Psoe y los separatistas (Podemos quiere desestabilizar sin conocimiento ni capacidades reales) es el haber mantenido el silencio sobre este tema y el gran saqueo a las arcas públicas por parte de los separatistas catalanes, que reciben fondos una y otra vez sin que cese su ofensiva rupturista.

La Deuda, debe ser suya, no pública, las pérdidas privadas, no nuestras. Los privilegios de todos, no la de apellidos puros y de militantes del régimen. Su condescendencia, nuestra repulsa, y su pretendida superioridad, nuestra acción.

Hagámosles boicot, que pierdan dinero, ganemos respeto y respetabilidad. Seremos ciudadanos de segunda, pero seamos consumidores responsables y personas (libres).

Las responsabilidades a las empresas que lo hacen posible, hay que cambiar las leyes, pero también hay que (..).

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