Redacción (Guillermo A. M.) – Desde el Gobierno Municipal se nos quiere hacer ver a los alicantinos, que el digno trabajo de librarnos de basuras y focos de infección, se está realizando por personas insensibles y egoístas. Que pretenden utilizar a la ciudadanía como rehén, para conseguir sus fines. ¡Y no es cierto¡. Alicante (España), jueves 24 de agosto de 2017. Fotografía: Personal de la UTE empieza la retirada de basura tras finalizar la huelga en Alicante (España). Archivo Efe.
Los trabajadores de la limpieza, representados por su Comité de Empresa, están actuando con una responsabilidad, digna de ser imitada por los políticos profesionales que ocupan el elenco municipal. Lo que estos han dado en llamar “huelga de celo”, en un sentido peyorativo, para trasladar la carga moral a los trabajadores. Lo es en el sentido literal; pues manifiestan sentirse afectados como alicantinos, contribuyentes y trabajadores, por el deterioro higiénico y estético de la ciudad; no porque trabajen menos.
Han ocurrido demasiadas alteraciones y no menores, ni sobrevenidas. Con el silencio y la inactividad cómplice, de quienes debieran cuidar el cumplimiento fiel de lo contratado, en nombre de unos fines y dineros que son de todos.
Algún periódico, cumpliendo con la ética que debiera ser general en su gremio. Ha hecho una minuciosa descripción del estado en que se encuentra “la limpieza” de la ciudad.
Con los medios personales y materiales que ahora dispone la UTE, a pesar del esfuerzo de sus operarios de calle, es imposible alcanzar los niveles mínimos de salubridad. Lo dicen ellos, sin que sea el dictamen de inspectores de la empresa; que no existen.
Los trabajadores también buscan recuperar el nivel adquisitivo que tenían en el año 11; algo justo e inaplazable y aun ganar algún punto, acorde al nivel actual de la economía. Pues son la primera línea de salud preventiva y del aspecto digno de nuestra ciudad. De seguir así, nos quedaremos con el turismo de botellón y vomitera, para beneficio de unos pocos y perjuicio de la mayoría.
Hasta ahora el “tripartito” y la UTE vivían felices. ¡No pasaba nada¡ Los inspectores del Ayuntamiento, que solo trabajan de día, no habían presentado ninguna información sobre la precariedad de nuestra limpieza. Los vecinos exagerábamos… Y los trabajadores se quejaban por fastidiar.
Mientras, con el dinero recaudado a los alicantinos, se satisfacen partidas para pagar a multitud de asesores y otros fines tan discutibles como dudosos.
Han tenido que ser las AA de Vecinos y el citado Comité, quienes están evaluando e informándose mutuamente de esta realidad, para exigir a quienes viven de la política que: den respuestas reales. Que inspeccionen con criterio de exigencia, el destino de los impuestos. Que impugnen la contrata por incumplimiento. Y que se responsabilicen por incompetencia y tal vez connivencia interesada de lo que está ocurriendo.
No pueden venir pidiendo ahora una auditoria, que nos va a costar 50.000 euros. para ganar tiempo. Pues la realidad es palmaria y se constata por los resultados y el dictamen de los trabajadores de la UTE. ¡las evidencias no necesitan demostración¡
Desde el partido VOX no podemos callar ante esta realidad socio-política. Que no es de ninguna ideología, sino de elemental honradez y capacidad técnica. Por lo que manifestamos nuestro compromiso con la claridad en la gestión, la justicia con los trabajadores de la limpieza y la necesidad de vivir en una ciudad limpia y estéticamente presentable; sin carreras de ratas ni procesiones de cucarachas.
Los ciudadanos alicantinos pagamos unos servicios y por tanto los exigimos. Si alguien tiene que ser denunciado o quiere dimitir. Motivos no faltan.