septiembre 21st, 2017 by lasvoces

Redacción (Ana Maria Torrijos) – Los derechos individuales. Generoso en diseñar desafíos al Estado en escenarios diversos, diligente en organizar diadas trufadas de nacionalismo militante, y muy aplicado en ensayar la cantata coral de la ANC, entidad luciferina que de una manifestación por el dolor de las víctimas del terrorismo modeló un perturbador grito de rechazo al Jefe del Estado. san Cugat Del Vallés (Barcelona), jueves 21 de septiembre de 2017. Fotografía: BARCELONA (ESPAÑA), 21.09.2017. Centenares de personas, convocadas por las entidades fanáticas extremistas separatistas: Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, se concentran ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en protesta por las detenciones Aspecto de la concentración minutos antes de que de inicio la protesta ante el TSJC por las detenciones efectuadas ayer en la operación llevada a cabo por la Guardia Civil por los preparativos del referéndum separatista del 1-O, suspendido por el Tribunal Constitucional. Efe

El Nacionalismo envalentonado al no encontrar límites, ha ofrecido al ritmo de lo programado una —Proposición de Ley de Transitoriedad jurídica y fundacional de la República—, un golpe de Estado por escrito.

La primera sorpresa surge con la lectura del artículo 1 y 2, al apreciar el uso mimético del encuadre con respecto al redactado de la Constitución española. Cuando se dice “Cataluña se constituye en una República de Derecho, democrática y social” y “la soberanía nacional reside en el pueblo de Cataluña, del cual emanan todos los poderes del Estado”, es necesario plantearse en qué implica a los ciudadanos, pues quienes no han cumplido la ley en situación similar, no están avalados para redactar este enunciado. Pero centrémonos, en el preámbulo de la propuesta del Gobierno de la Generalidad; en él se resalta la garantía del respeto escrupuloso a los derechos lingüísticos de todos los ciudadanos y por su parte el artículo 24 detalla “el derecho a no discriminar por razones lingüísticas y a ejercer el derecho de opción en relación con las lenguas conforme a lo que establece la ley 1/1998 de política lingüística”. Un fraude total es la referencia de regulación pues los planes lingüísticos que rigen en la actualidad no respetan la cooficialidad marcada en la Constitución, ni permiten a los padres la libre elección de lengua vehicular en el ámbito académico.

Es insufrible que se incida en el constante fraude de ley y en consecuencia en la burla a los que ostentan la soberanía, el pueblo español. La intolerancia lingüística implantada en la escuela desde hace bastantes años, adolece de la consideración que merece cada niño en sus primeros balbuceos, cada adolescente en la búsqueda del saber. El redactado por no ajustarse a la legislación tanto internacional como nacional: Declaraciones y Pactos de la ONU, Informes de la UNESCO, la Constitución Europea, la Carta Magna Española, la doctrina y sentencias del Tribunal Constitucional, no merece ser apoyado ni acatado.

No respetar las leyes nacionales de mayor rango que exaltan la libertad y a través de reglamentos inferiores vulnerar los derechos de los ciudadanos, además de no acatar las sentencias judiciales, empujan al abismo a cualquier sociedad y deberían colocar a los dirigentes autonómicos con obligación de gobierno ante los tribunales.

Ahora en vías de liquidar el Estado de Derecho, romper la convivencia y dividir a la sociedad, la ruta trazada por la equiparación “inocente” de lengua y comunidad, adquiere niveles de riesgo inusitado. Si durante muchos años por medio de la ley adulterada por una comunidad autónoma nos han educado y dinamizado intelectualmente, a partir de este momento podrían hacerlo conforme a una ley catalana. Este panorama se agravaría al no contar con las instituciones españolas. Hasta ahora nos quedaba la posibilidad de ampararnos en la legislación y buscar apoyo en los tribunales, en adelante bajo el imperio de esta ley con su flamante redactado, no habrá alternativa posible. El implacable modelo lingüístico descarta la libertad. El modelo de transición sobre el que gravitará la nueva Constitución catalana, tiene todas las apariencias de encaje en una fórmula dictatorial, acentuada aún más por estar el poder judicial sometido a decisiones políticas.

Los derechos de las personas deben ser garantizados. Los derechos fundamentales son anteriores al propio ordenamiento constitucional y ha sido reafirmado por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.

El individuo debe poder expresarse y decidir sus opciones según su criterio siempre que no entren en conflicto con la libertad de otros. Y en ese derecho está el respeto que merece en su ámbito personal -la lengua en la que quiere identificarse, sus primeras etapas tanto en la guardería como en la escuela—. No cabe el considerar que las personas son robots programados para cumplir los proyectos soñados por quienes diseñan un mundo, en el que sólo tienen derecho a vivir con plenitud los que acatan las consignas al son del “flabiol”.

Los Nacionalistas quieren imponer el derecho a su identidad enmudeciendo la identidad de los demás. Inmersionan en su lengua ignorando la de los otros. Trazan diques para ahogar las ideas, las sensaciones , hasta los sentimientos pero siempre los ajenos. Una tiranía solapada desde el poder. Un proyecto salido de la mente dogmática de un grupo de ideólogos caducos, arropados en la areola de un nacionalismo que destrozó la convivencia europea en el siglo pasado. Un discurso vacío, lleno de engaños, en nombre del pueblo catalán, cuando los que sí existen son los catalanes, los que dieron auge a Cataluña, los que trabajaron en una fábrica, en un despacho, en un hospital , en una escuela, los que rebasan el tópico “pueblo”, pues cada catalán ostenta su individualidad intransferible.

Ana Maria Torrijos

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septiembre 21st, 2017 by lasvoces

Redacción (Germán Gorraiz López)-. El puzzle inconexo del caos ordenado puede esbozarse mediante la llamada “Teoría de las Catástrofes” del científico francés René Thom y se basaría en dos conceptos antinómicos para intentar “comprender el orden jerárquico de la complejidad biológica”. Así, el concepto de estabilidad o equilibrio se refiere a un sistema que permanece estable aunque registre un cambio, principio que trasladado a la esfera política se traduciría en la Reforma del Régimen del 78 sin alterar sus principios esenciales (Monárquico, jacobino y neoliberal), tesis que defenderían los partidos del establishment dominante del Estado español (PP, PSOE y Ciudadanos). Barcelona (España), jueves 21 de septiembre de 2017. Fotografía: CATALUÑA (ESPAÑA), 20.09.2017. Agentes de la Guardia Civil y manifestantes ante la puerta de la sede de la consejería de Gobernación, donde se está llevando a cabo uno de los nueve registros a cargo de la Guardia Civil en el dispositivo organizado para recopilar pruebas e indicios con el fin de impedir la celebración del referéndum separatista del 1-O, suspendido por el Tribunal Constitucional, en el que además han detenido a doce personas, entre ellas varios altos cargos del Gobierno catalán. Efe. 

En la orilla antónima, encontramos el concepto de cambio cualitativo o discontinuidad que se produce cuando simples cambios cuantitativos pasan a ser otra cosa diferente y el sistema se transforma internamente de modo radical en una nueva realidad que modifica su situación de equilibro interno y se crea una situación nueva (Nuevo Régimen), tesis defendida tan sólo por Podemos y los grupos independentistas periféricos (EH Bildu, ERC y CUP) y que es asociada por el aparato mediático del sistema dominante (mass media) con el advenimiento del caos.

Cataluña y la miopía política de Rajoy

El establishment del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial, política, militar, jerarquía católica,universitaria y mass media del Estado español, herederos naturales del legado del General Franco que habrían fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la lectura del libro “Oligarquía financiera y poder político en España” escrito por el ex-banquero Manuel Puerto Ducet), e iniciado asimismo una deriva totalitaria que habría ya convertido a la seudodemocracia española en rehén del establishment y que tendría como objetivo último la implementación del “Estado Tardofranquista”, anacronismo político que bebería de las fuentes del centralismo jacobino francés y del paternalismo de las dictaduras blandas. Así, en el paroxismo de la deriva autoritaria de Rajoy, asistimos a la implementación de la llamada Doctrina Aznar que tendría como ejes principales la culminación de la “derrota institucional de ETA para impedir que el terrorismo encuentre en sus socios políticos el oxígeno que le permita sobrevivir a su derrota operativa” y el mantenimiento de la “unidad indisoluble de España”, teniendo como efectos colaterales criminalizar a grupos y entidades díscolos y refractarios al mensaje del establishment dominante del Estado español y la prohibición del referéndum soberanista en Cataluña con la implementación de un Golpe blando en Cataluña tras la suspensión de facto de la Autonomía catalana.

¿Hacia la III República?

Por caos (Khaos o “vacío que ocupa un hueco en la nada”) entendemos algo impredecible y que se escapa a la miope visión que únicamente pueden esbozar nuestros ojos ante hechos que se escapan de los parámetros conocidos pues nuestra mente es capaz de secuenciar únicamente fragmentos de la secuencia total del inmenso genoma del caos. Por su parte, el biólogo Lyan Watson en su obra “Lifetide” publicada en 1979 afirma que “si un número suficientemente grande de personas (Masa Crítica) adquieren un nuevo conocimiento o forma de ver las cosas, esto se propagará por toda la humanidad”, para lo que es necesario que un determinado número de personas (Masa Crítica), alcance una conciencia más elevada, momento en que el individuo es capaz ya de realizar un salto evolutivo y lograr un cambio de mentalidad, tesis conocida como “Teoría del Centésimo Mono”. Así, la agudización de la crisis económica en el 2019, la desafección política de la sociedad española motivada por los sangrantes casos de corrupción de la élite político-económica y el Golpe blando del Gobierno de Rajoy en Cataluña harán revisar la vigencia de la Constitución del 78 en la que se sustenta el actual status quo y tras un proceso que se antoja inevitable de catarsis y posterior metanoia colectiva en el conjunto del Estado español, no sería descartable la instauración de la III República en el horizonte del 2020, escenario en el que se procederá al diseño de una nueva cartografía del Estado español con la implementación de un Estado Confederal.

Germán Gorraiz López

Analista económico y geopolítico

Y colabora habitualmente en varias publicaciones digitales e impresas españolas y latinoamericanas.

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