junio 3rd, 2017 by lasvoces

Redacción: Óscar Bermán Boldú, concejal en el grupo no adscrito del Ayuntamiento de Palafolls (Maresme) Barcelona-. Tras la masacre de Manchester se ha producido la misma secuencia de reacciones mediáticas y oficiales que vienen repitiéndose de forma automática ante los atentados cometidos por islamistas. Palafolls (Maresme) Barcelona, sábado 3 de junio de 2017. Fotografía: Manchester (Reino Unido), martes 23 de mayo de 2017. En la imagen, una mujer, junto a un furgón policial tras el atentado yihadista de Manchester. (Efe)-. La Policía confirma que hay niños entre las 22 víctimas del atentado suicida tras el concierto de Ariana Grande en Mánchester. El autor de la masacre hizo explotar un artefacto de fabricación casera a la salida de un concierto de la cantante estadounidense al que asistían cientos de niños y adolescentes. Al menos 22 personas han muerto y 59 han resultado heridas después de que un terrorista suicida haya hecho explotar un artefacto de fabricación casera en el estadio Manchester Arena, en el norte de Inglaterra, tras un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, ídolo de adolescentes. Entre las víctimas mortales hay niños, según ha confirmado la policía británica. Efe.

No son todos los musulmanes, todos los nazis cometían atrocidades. Pero, todos los nazis guardaban silencio

Una retahíla de tópicos que busca desesperadamente mostrar que ese enésimo ataque es obra de individuos o grupos minoritarios que defienden un islam radical. Cualquiera que pretenda generalizar las causas de esta violencia al conjunto del mundo islámico es tachado islamófobo. La forma más sencilla de acallar una opinión es ponerle un nombre oprobioso: reaccionarios, revolucionarios, homófobos, xenófobos… Pero toda esta máquina propagandística de desinformación y demonización encuentra un muro infranqueable cuando se enfrenta a los hechos y a la razón desnuda y coherente.

No son todos los musulmanes. Tampoco todos los nazis cometían atrocidades. Pero todos los nazis guardaban silencio. No todos los comunistas cometían atrocidades, pero todos los comunistas guardaban silencio. No todos los musulmanes cometen atrocidades, pero el mundo musulmán guarda silencio. Apenas existen voces en el mundo musulmán que denuncien los crímenes cometidos en nombre del Islam. Mucho menos manifestaciones públicas. Pero este hecho, absolutamente esclarecedor, no es el sustancial. ¿Acaso porque no todos los nazis o los comunistas cometieran crímenes esas ideologías han quedado a salvo de la condena generalizada?

Los cometen sólo unos pocos musulmanes para exonerar al Islam como una ideología totalitaria y violenta

En el mundo occidental, donde además de libertad y progreso gozamos de una autocrítica ejemplar, el nazismo está considerado, en sí mismo, una ideología criminal y liberticida. En menor medida, debido a la propaganda de una izquierda política basada, entre otras cosas, en la propaganda, el comunismo también es considerado una ideología colectivista y liberticida que ha causado tanta muerte y sufrimiento, si no más, que el nazismo.

No es, pues, suficiente con apelar a que los crímenes los cometen sólo unos pocos musulmanes para exonerar al Islam como una ideología totalitaria y violenta.

Islam significa “sumisión”. ¿Se imaginan qué diríamos en el mundo occidental, o en el ancho mundo que envidia-odia al nuestro si surgiera entre nosotros una ideología religiosa o política que se llamara, por ejemplo, “sumisión”, “apartheid” o “supremacismo”? Resulta esclarecedor que a nuestro modelo de sociedad nos guste llamarlo no “sumisión” sino “Mundo libre”.

Islam, ideología invasiva de todos los ámbitos de la existencia que alienta la violencia para expandirse y el terror

No es necesario llevar a cabo una análisis de los preceptos que el Islam defiende y que en la inmensa mayoría de los países donde dominan se imponen y que son contrarios a los derechos humanos más elementales reconocidos por la inmensa mayoría de la Humanidad. Basta con los hechos.

El Islam no es una simple religión. Esa es la piel de cordero mediante la que pretenden, los musulmanes y sus dementes aliados en el mundo libre, ocultar que se trata de una ideología totalitaria que desprecia los derechos humanos, la libertad, la igualdad y la dignidad de las personas. Una ideología integral e integrista que, exactamente igual que el nazismo o el comunismo, pretende imponer sus preceptos religiosos, morales, económicos y políticos a toda la sociedad en todas partes del mundo. Una ideología invasiva de todos los ámbitos de la existencia que alienta la violencia para expandirse y el terror para llevar a la sumisión o a la tumba a quienes se resisten.

Un muestra de la debilidad y el fracaso histórico de la civilización surgida bajo el yugo del Islam

Y esta ideología integral, como todas las que han ido surgiendo a lo largo de la Historia, nos ha llevado a una guerra mundial. ¿Exageración?

Es verdad que, por mucho horror que generen los atentados terroristas, tienen una escala infinitamente menor que la violencia usada en una guerra convencional. Pero esto es, simplemente, una muestra de la debilidad y el fracaso histórico de la civilización surgida bajo el yugo del Islam, que ha sido incapaz de generar libertad y, por tanto, progreso. Es por eso que los musulmanes huyen desesperados hacia el paraíso occidental. No tienen capacidad tecnológica para el progreso y el bien ni, tampoco, para el mal. No poseen capacidad militar suficiente como para enfrentar una guerra abierta a no ser entre ellos mismos. Contra el resto del mundo sólo pueden oponer la cobardía del terrorismo o, como mucho, las guerra de guerrillas.

Los musulmanes, enfrentados con sus vecinos o sus huéspedes en todos lugares y contra: Blancos, negros, católicos…

Hay una guerra y esta guerra es mundial ¿Acaso la extensión de la misma no es mayor que la que se dio en la última gran guerra?

Un hecho esencial sobre el que los negacionistas intentan histéricamente pasar de largo, nos da la respuesta: Más del 90% de los conflictos violentos que existen en el Mundo están protagonizados por musulmanes, al menos, en uno de los bandos contendientes. Los musulmanes se encuentran enfrentados con sus vecinos o sus huéspedes en todos los lugares y contra toda clase de personas: Blancos, negros, amarillos, católicos, ortodoxos, protestantes, hindúes, animistas, budistas, taoístas, ateos, de izquierdas, de derechas, en Europa, Asia, África, América y Oceanía. Si esto no es una guerra mundial ¿qué lo es?

Islam, hoy la mayor amenaza que sufre la Humanidad, grave problema que pretenden exportar al resto del mundo

El Islam es, hoy, la mayor amenaza ideológica que sufre la Humanidad. Los musulmanes tienen un grave problema con que les afecta a ellos y que pretenden exportar al resto del mundo. Son ellos los que tienen que luchar por erradicar esa ideología integral y totalitaria para quedarse con sus creencias religiosas y salir de la Edad media, como nosotros supimos hacer, convirtiendo al cristianismo en una religión y no en una imposición total.

Nadie está contra árabes, creyentes o pobres; Sí, contra el nazismo, el comunismo o islamismo

Nosotros tenemos otro grave problema: los negacionistas y colaboracionistas con esa ideología integral de dominación a la que defienden respondiendo con tópicos y palabras demonizadoras: islamófobo, racista, insolidario. Pero nadie está contra los árabes, los creyentes o los pobres. Sí contra el nazismo, el comunismo o el islamismo.

Posted in Artículo Tagged with: , ,

marzo 23rd, 2017 by lasvoces

Redacción (Oscar Berman Boldú. Es el actual concejal Ayuntamiento de Palafolls (Barcelona)-. Hacen falta políticos con visión de Estado y previsión de futuro. Hace falta alta política. La política de altura de miras se diseña teniendo en cuenta un escenario mundial cada vez más sometido a continuos cambios que determinan nuestro presente, y en breve determinarán nuestro destino y el de nuestros hijos. Todas las instituciones realmente preocupadas por el interés general, bien sean de carácter político, empresarial, cultural o religioso, saben que el mundo hasta ahora conocido será extremadamente distinto en un plazo de tiempo mucho más corto de lo que imaginamos. Mientras tanto, en nuestra nación, la vieja y la “nueva política” esta enredada en sus propios laberintos de intereses y asuntos personales, con la vista puesta en el corto plazo o en la inmediatez, ignorando y desatendiendo lo que realmente nos preocupa y afecta a nosotros, los ciudadanos. Palafolls (Barcelona), España, jueves 23 de marzo de 2017. Fotografía: En la imagen, los socios fundadores de la nueva formación política española, nacida en Palafolls (Barcelona), el concejal del ayuntamiento de Palafolls, Óscar Berman Boldú (d) junto a la joven universitaria catalana de 24 años, Ainhoa Agustín, durante el primer acto público fundacional de SOLUCIONA, celebrado en la Escuela de Música y Danza de Palafolls (Barcelona) Cataluña, el jueves 23 de febrero de 2017. Archivo Lasvocesdelpueblo.

La revolución tecnológica, centrada principalmente en la robótica y la inteligencia artificial, avanza a un ritmo vertiginoso y apenas nos deja tiempo para poder adaptar el orden económico, social y político a la perspectiva de una sustitución masiva de la mano de obra humana por máquinas inteligentes. Puede parecer una cuestión de ciencia ficción, pero no es así. De hecho, en un país tan avanzado como Finlandia se ha iniciado un experimento de ingeniería social para dar respuesta al desempleo permanente de grandes sectores de población: La renta básica universal.

El debate político sobre la renta básica teniendo en cuenta la situación actual del empleo en las grandes economías mundiales ha quedado completamente desfasado por la perspectiva de que en el plazo de apenas cinco o diez años la tecnología sustituya con mayor eficacia y menores costes un 20 o 30 por ciento de los puestos de trabajo. Y no son, en absoluto, cifras exageradas.

¿Qué hacer en una situación en la que no hay ni volverá a haber ocupación laboral estable para casi la mitad de la población. Ese es el escenario que debemos contemplar para poder adaptarnos a tiempo, anticipando un modelo político, social, económico y también cultural, que responda a lo que previsiblemente será el mundo al que nos dirigimos, sin que se produzcan graves conflictos sociales, o se condene a millones de personas a una vida insufrible y sin esperanza.

La renta básica es una respuesta de emergencia para garantizar una vida digna a quienes no encuentren su lugar en la cada vez más reducida y exigente demanda laboral. Pero no basta, y en muchos casos la sociedad no tendrá suficientes recursos para garantizar ese colchón vital a todos los ciudadanos. Depende de nosotros aprovechar los múltiples aspectos positivos de esta revolución tecnológica, si sabemos cambiar nuestra sociedad hacia un modo de vida más centrado en la felicidad y el perfeccionamiento personal, y menos en la productividad y el consumo adictivo. Debemos poner la tecnología al servicio de las personas y no permitir que nosotros, el común de las gentes, seamos víctimas de la tecnología.

La política de altura es la que se preocupa y ocupa de los actuales problemas que afectan cada vez a toda la humanidad. Problemas migratorios que ponen en jaque a nuestras sociedades avanzadas. Estos problemas son ya un anticipo que nos está advirtiendo de lo que puede pasar. Grandes hambrunas, escasez de agua potable, grandes catástrofes medioambientales, movimientos migratorios masivos, guerras generalizadas… el escenario es aterrador, pero no es una fantasía ni una exageración, puesto que está comenzando a suceder delante de nuestras narices.

El debate político, social y económico debemos centrarlo en ese escenario cada vez más real y no en el trasnochado, cansino, absurdo y mediocre juego político que, para nuestra desgracia, se ha instalado en España. La brecha entre buena parte de líderes políticos, empresariales, religiosos, y nosotros los ciudadanos, pone de manifiesto que la realidad o bien pasa desapercibida para ellos o bien no les interesa porque creen que no les afectará. Pero están equivocados. Y si no ponemos remedio cuanto antes y construimos entre todos un nuevo modelo de vida, será tarde para nosotros, los ciudadanos de a pie, que somos los que importamos.

Es urgente, es imprescindible poner en marcha cuanto antes un modelo social y económico basado en los seres humanos, que nos libere de las servidumbres laborales gracias a la tecnología. Un modelo de solidaridad responsable para sostener la vida y promover una mayor calidad de vida para nosotros y para las futuras generaciones. Ese es el reto que debemos asumir y que asumimos.

 

Posted in Artículo Tagged with: ,