Redacción [Erik Encinas Ortega, Estudiante de Periodismo en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona)] – El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, vive la mayor crisis interna de su partido en la democracia española. Por esa razón, Sánchez ha anunciado ante la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal su intención de celebrar ya el 39º Congreso Federal del partido, con unas primarias previas para elegir al secretario general el 23 de octubre. Barcelona (España), martes 27 de septiembre de 2016. Fotografía: Sábado 23 de julio de 2016. El joven catalán estudiante en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Erik Encinas Ortega, durante una entrevista con el portal español de noticias Lasvocesdelpueblo en el Parque Diagonal del Mar del Mar (Barcelona). Archivo Lasvocesdelpueblo.
En estos momentos, el líder socialista se encuentra en una gran encrucijada
El enfrentamiento en las filas socialistas es total, porque los barones no se callan sus discrepancias, ya que piden cambios y respuestas frente al inmovilismo de Sánchez, quien no ha dudado en pedir a sus críticos que se presenten a las primarias de la formación. En estos momentos, el líder socialista se encuentra en una gran encrucijada, y es por esa cuestión, que ha optado por poner a concurso una vez más el liderazgo del PSOE.
En cualquier caso, todo apunta a que habrá unas terceras elecciones en España, y para nada la crisis existencial les favorece, ya que las peleas internas en el PSOE ponen en duda hacia dónde va el Partido Socialista. Por lo tanto, los socialistas deberían resolver cuanto antes sus problemas, sino quieren reducir todavía más su fuerza política a nivel nacional.
El PSOE tendrá que determinar el rumbo que quiere tomar en el actual contexto político y social, las opciones son claras, inmovilismo o cambio
Además, Podemos les ha quitado muchos votos, ya que el votante menos moderado del PSOE, ha decidido votar en las últimas elecciones a los podemitas tanto en Galicia como en el País Vasco. Por ese motivo, el Partido Socialista debe asumir un nuevo reto añadido, además de solucionar las problemáticas que sufre el partido.
De un modo u otro, el PSOE tendrá que determinar el rumbo que quiere tomar en el actual contexto político y social, las opciones son claras, inmovilismo o cambio, pero desde luego toda duda debe disiparse cuanto antes, porque los españoles van primero que los intereses partidistas.
En conclusión, los socialistas no vivían una crisis de este calibre desde la Segunda República (1931-1936), y al parecer todo apunta a que rodaran cabezadas tarde o temprano dentro del seno socialista, pero de momento no hay dimisiones confirmadas, algo de lo que en España estamos muy acostumbrados, porque la palabra dimisión parece que no exista en el diccionario español.