noviembre 12th, 2018 by lasvoces
Redacción [Olivier Maulin, Traducido por Esther Herrera] – Estamos atados de pies y manos. En la lucha contra el terrorismo, como en otros ámbitos, Francia se topa regularmente con el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, cuyo objetivo es dictarle a Francia su ley. Es urgente ya librarse de esta situación. Barcelona (España), lunes 12 de noviembre de 2018. Fotografía: ESPAÑA, Jueves 17.11.2016. El líder de la banda terrorista ETA durante la masacre de la ETA en Hipercor, Arnaldo Otegi, en una sede del PSOE de Pedro Sánchez en la comunidad autónoma vasca (PSE), visiblemente contento con los suyos, los ‘progrés’. Efe
El 19 de septiembre de 2007, una resolución de alejamiento a Argelia fue firmada contra Djamel Beghal, privado de su nacionalidad francesa un año antes por haber proyectado un atentado contra la embajada de Estados Unidos en París en 2001. Estimando que su expulsión le ponía en peligro, el islamista argelino puso un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (en adelante TEDH)…¡que le dio la razón! No era ni la primera ni la última vez que este tribunal con sede en Estrasburgo se descolgaba con una resolución surrealista privilegiando hasta el absurdo la libertad individual sobre la libertad pública, contra el derecho legítimo de un Estado a proteger a sus ciudadanos contra el terrorismo.
Esta institución poco conocida por los franceses, que no hay que confundir con el Tribunal de Justicia de la UE (el cual pertenece a la Unión de los 28), depende del Consejo de Europa (47 países miembros) y se ha impuesto poco a poco como un verdadero tribunal constitucional europeo, dictando sentencias por encima de los 47 Estados (820 millones de habitantes), censurando con ligereza las legislaciones nacionales y condenando a los Estados que no respetan su interpretación de los “derechos humanos” encargado de proteger. Este Tribunal ha desarrollado una concepción no solo procedimental de la democracia, sino “sustantiva”: dicho de otra manera, defiende una ideología. Formado por jueces militantes, expande mediante su jurisprudencia la vulgata “progresista” hecha de desconfianza sistemática hacia el Estado, de una caza fanática contra las “discriminaciones”, de la primacía dada a los delincuentes sobre sus víctimas, del respeto sagrado a los “derechos” de los terroristas, de un liberalismo absoluto en cuestiones de sociedad, de la defensa del individuo sobre el interés colectivo, de la negación de las fronteras y de la promoción de la inmigración. (…)
“En Francia, el único Tribunal Supremo es el pueblo francés”
El TEDH se ceba con los países occidentales culpables de “discriminación en el trabajo” y otras menudencias, pero no se le escucha pronunciarse sobre lo que sucede en otros países del Consejo de Europa donde los ataques a los derechos humanos son mucho más graves.
Es en 1945, después de la experiencia totalitaria europea, cuando comienza una política de derechos humanos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue adoptada en 1948 por la Asamblea General de la ONU y, dos años más tarde, la Convención de Derechos Humanos y Libertades fundamentales fue firmada por los estados miembros del Consejo de Europa (N.T. Este organismo no pertenece a la Unión Europea). Pero estos textos, poco operativos, tenían sobre todo un valor simbólico en esencia. Eran simples comisiones, formadas por políticos y no por magistrados, las que se encargaban de verificar el respeto de los compromisos internacionales.
En 1959, se creó el TEDH pero su competencia estaba subordinada a la decisión previa de la Comisión Europea de los Derechos Humanos, un órgano político una vez más. No se reunía más que algunos días al año. Pero bajo el impulso de los militantes de los derechos humanos reunidos alrededor de René Cassin, uno de los redactores de la Declaración Universal, el TEDH suplantó progresivamente al conjunto de las disposiciones de los derechos nacionales, incluyendo a las Constituciones, expresando claramente que los derechos humanos tenían por vocación estar por encima de la democracia. En 1998, la adopción de un Protocolo (nº 11) añadido a la Convención suprimió la Comisión Europea de los Derechos Humanos. El TEDH se convirtió en una jurisdicción permanente a la que pueden tener acceso directo los ciudadanos de los 47 Estados miembros del Consejo de Europa. El número de denuncias anuales ha pasado de cinco mil en 1990 a sesenta y tres mil en 2017; el número de asuntos pendientes llega a los cincuenta y cinco mil.
Actuando en lugar de la política, este Tribunal formado por jueces de Azerbaiyán, Moldavia, Albania o Turquía moldea impunemente nuestra sociedad e impone sus decisiones, sin ninguna legitimidad democrática y fuera de todo control. Es un gobierno de jueces absolutamente contrario a la concepción francesa de Estado soberano y de democracia. “En Francia, el único Tribunal Supremo es el pueblo francés” decía De Gaulle.
En el momento histórico en el que estamos desde hace unos años, con una inmigración descontrolada y un enemigo interior islamista dispuesto a todo, la ideología transmitida por el TEDH nos lleva al desastre, y ya es urgente librarse de él de una manera o de otra. El Parlamento ruso lo entendió muy bien cuando votó en 2015 una ley poniendo al Tribunal Constitucional de Rusia por encima de la jurisdicción internacional. El TEDH había condenado en aquel momento al país a pagar 1,9 millones de euros a los ex-accionistas del grupo petrolero Ioukos, desmantelado por las autoridades rusas después de un fraude fiscal masivo. “No pagaremos, y no aplicaremos sus decisiones” respondió entonces Putin. Otra solución podría ser salir de la Convención lo cual, al contrario de lo que se piensa, es jurídicamente posible. “La soberanía nacional pertenece al pueblo, que la ejerce a través de sus representantes y por la vía del referéndum” dice el artículo 3 de nuestra Constitución. No dice en ningún sitio que haya que rebajarla ante un tribunal supremo formado por jueces extranjeros, poco claros y fanáticos.
Nota. Traducido por: Esther Herrera. El artículo original apareció en núm. 4257 de la revista «Valeurs actuelles» el 29/06/2018.
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mayo 2nd, 2017 by José Basaburua
Redacción: Sila Félix/José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor —. No hay nada más aburrido y previsible que una manifestación del Primero de Mayo; incluso en la siempre temperamental Pamplona. La manifestación de los sindicatos radicales -ESK, STEE-EILAS, Solidari, CGT, CNT- parecía una procesión de funcionarios camino de la ceremonia de su jubilación. Pamplona (Navarra), martes 2 de mayo de 2017. Fotografía: Manifestación de LAB en Pamplona (Navarra) con el motivo del Primer de Mayo de 2017, día de los trabajadores. Efe.
Por tener, ayer uno de mayo de 2017, tuvimos hasta tres manifestaciones distintas; cada una con su recorrido, su historia y su idiosincrasia.
La de los sindicatos del régimen, es decir, CC.OO. y UGT, transcurrió como todos los años: con un marcado carácter “festivo”. Y es que lo de la “acción directa”, el impulso revolucionario y demás excesos verbales, pasó a la historia.
Haciendo números, en torno a la asistencia, se deduce que ni siquiera se personó una mayoría de sus delegados sindicales y liberados (¿de qué?, de trabajar, faltaría más). Pero ahí estaban: casi todos/as perfectamente reconocibles como “liberados/as” y demás estómagos agradecidos.
Gentes de mediana edad, saludándose, abrazándose, colocándose cariñosamente las pegatinas unos a otros… Pero muchos no esperaron hasta los tediosos discursos finales del evento, optando por dejar la marcha y repartirse por los bares del casco viejo, celebrándolo como mejor se hacen estas cosas: en compañía de la familia, con unas cervecitas y los siempre sabrosos y reconstituyentes pintxos; que ser de la clase obrera no está reñido con vivir bien, oiga.
¿Criaturas, queréis ser bolcheviques en el PCE? Pues lo tenéis claro
Con toda seguridad, a los siempre bisoños e inexpertos chicos/as de la UJCE —las juventudes del PCE—, reunidos en torno a un centenar, tamaña desviación «revisionista-claudicante-pequeño burguesa-gastronómica» les habrá parecido deleznable; sobre todo a los tres que gritaban “les pique a quien les pique, partido bolchevique”.
Pero criaturas, ¿queréis ser bolcheviques en el PCE? Pues lo tenéis claro. Si sobrevivís a la lectura de los informes de los diversos comités del partido, a su reflexión, debate, conclusiones y práctica, cientos de folios más que aburridos y reiterativos, miles acaso…, se os habrán quitado las ganas de cualquier ejercicio revolucionario. Ser joven y estar en el PCE, hoy día, es como ser niño y rechazar una golosina: es increíble. Por antinatural. Y ello sin necesidad de recordarles que forman parte del entramado agónico de una ideología genocida cuya apología debiera estar perseguida por el Código Penal.
La manifestación de sindicatos radicales -ESK, STEE-EILAS, Solidari, CGT, CNT- parecía una procesión de funcionarios camino ceremonia de su jubilación
La manifestación de los sindicatos radicales -ESK, STEE-EILAS, Solidari, CGT, CNT- parecía una procesión de funcionarios camino de la ceremonia de su jubilación. Tan serios marchaban, ellas y ellos, rememorando tiempos mejores, que ni siquiera coreaban esos eslóganes que siempre les caracterizó; sí aquellos de “obrero despedido, patrón colgado” y similares, que tanto animaban aquellas memorables jornadas.
Pero nada divertidas, nada de nada, marchaban entre ellos una decena de empleadas domésticas —hispanas, para más señas— que coreaban “tenemos sueldo, pero no jubilación” ante la general indiferencia. Esperemos que estas mujeres se sumen, en otras convocatorias futuras, a compañeros más entusiastas; pues si dependen de éstos, seguirán currando sin jubilarse jamás. Y en sus casas (aunque fueren de protección oficial precio tasado).
La de LAB siempre reserva sorpresas, un clásico. De modo que en NavarraResiste.com también damos cuenta del “numerito”, ya preanunciado, de las placas; claro que si hubiera sido otro “colectivo” el que las hubiera retirado –robado, pues hubo violencia contra las cosas- ya estarían sus autores disfrutando de las comodidades de los calabozos pamploneses y de los bocadillos de mortadela suministrados en tan largas noches en compañía de otros aventajados adalides de la innovación social.
Pero destaquemos que, finalmente, los de LAB ya han diseñado el paraíso vasco de la clase trabajadora: “35 horas, 1.200 euros”, es lo que voceaban. Pues, la verdad, para este viaje no hacían falta tales alforjas: ¡así no hay vasco o vasca que salga de Euskadi para subir montañas!; salvo cuatro privilegiados. Que los Alpes y el Himalaya están muy caros…
También han resultado enternecedoras esas pancartas de LAB que reclamaban la “soberanía” en diversos planos como respuesta al actual estado de cosas y el maltrato sufrido por la clase obrera. Sorprendente: la misma receta que el Partido Comunista Portugués… y Marine Le Pen. De hecho, fue un socialista francés, Jean Jaurès, el que decía que “la patria es el único bien de los pobres”. Será por ello que los trabajadores franceses han abandonado al PCF, el PS y la CGT, para votar mayoritariamente al Frente Nacional; quien denuncia que “la izquierda francesa ha traicionado a la clase trabajadores”. Cosas veredes, hermano Sancho…
Una circunstancia realmente sorprendente, no en vano la financiación de estos sindicatos, que tienen una de las afiliaciones más bajas de Europa
Pero en Navarra, como en el resto de España —mal que les pese a la mayoría de los precitados—, los sindicatos de trabajadores todavía disfrutan de un cierto peso e implantación sistémica. Una circunstancia realmente sorprendente, no en vano la financiación de estos sindicatos, que tienen una de las afiliaciones más bajas de Europa, es casi totalmente pública. Y quien paga, manda.
De modo que sus fervores revolucionarios siempre estarán condicionados… por los presupuestos generales del Estado y los de las autonomías. Unos sindicatos que, en el plano laboral, siguen la misma lógica estructural y corrupta de los partidos políticos al uso: derivando a ser meros apéndices de las administraciones, a merced de los caprichos e intereses del poder estatal y de sus amigos mediáticos y de las finanzas internacionales. De hecho, ¿no han observado que Podemos ha sido incapaz de montar un sindicato afín, pese a haberlo intentado? ¿La causa de tal contradicción?:
Que el régimen, en este plano, todavía está muy consolidado; pues su enorme red clientelar, el modus vivendi de cientos de miles de liberados, la afiliación como requisito imprescindible para acceder a muchas empresas (“buena referencia” de docilidad), y demás mecanismos de perpetuación de semejantes estructuras parasitarias, juegan con el pan –y la vivienda, ayudas sociales, subsidios, etc.— de mucha gente sencilla.
Por ello, cuando ayer algunos se atrevían a gritar “el pueblo unido jamás será vencido”, se les escapaba una sonrisita irónica; pues, mirando alrededor, no tenían más remedio que preguntarse: ¿pero, dónde está el pueblo? , porque lo que es aquí, no.
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mayo 1st, 2017 by José Basaburua
Redacción: Sila Félix/José Basaburua es funcionario de la Administración Central del Estado y escritor —. La galaxia Judicial Navarra, aunque jamás llegue a dar el juego de la madrileña —preñada de enorme número de juzgados y una siempre mediática Audiencia Nacional— también genera sus chascarrillos y noticias “de interés público” o dignos del siempre en guardia “periodismo de investigación”. Pamplona (Navarra), lunes 1 de Mayo de 2017. Fotografía: Pamplona (Navarra) y San Sebastián (País Vasco) España. 12.03.2017 a las 20:57 (EFE)-. Cuatro detenidos por incidentes en el Casco Viejo de Pamplona. La ‘kale borroka’ deja imágenes de los años 90 en el Casco Viejo de Pamplona. Decenas de encapuchados lanzando piedras a los policías, agentes atrincherados tras contenedores de basura volcados en mitad de la acera, cajeros en llamas… Podría ser la descripción de una escena de kale borroka de hace 20 años, pero ocurrió este sábado en el Casco Viejo de Pamplona tras una manifestación a favor de la amnistía para los presos de ETA. Los incidentes se saldaron con cuatro detenidos, uno de los cuales es menor de edad y ha quedado bajo la custodia de sus responsables legales. Archivo Efe.
Así, diversas recientísimas resoluciones judiciales, emitidas por dos órganos navarros, han sido lanzadas al estrellato que nos ilumina: la imputación por parte del juez Fermín Otamendi de una mochila de tipos delictivos, de larga trayectoria y variada proyección, al staff de los 21 más duros de entre los duros de Indar Gorri, y los tres autos judiciales de 19 de abril de Eduardo Mata Mondela por los que levanta la intervención administrativa de las comunicaciones orales, escritas y familiares a los tres guipuzcoanos encarcelados en Pamplona, por su participación en la guerrilla urbana, perpetrada por la muchachada de ATA, el 13 de marzo en la parte vieja de Pamplona.
Otamendi ha sido no poco valiente ante el sancta sanctorum de Indar Gorri y su coartada pseudo-política. Tal cualidad le viene caracterizando en su obrar profesional; pero también cierto carácter polemista. En esta ocasión —mejor no traer a colación el caso Abel Azcona y el desprecio de ambos a los más sagrados sentimientos de tantos navarros— el juez Otamendi ha realizado un sano ejercicio de sentido común, en negro sobre blanco, y en sede judicial.
¿Delincuentes, futboleros y abertzales? o ¿abertzales, futboleros y delincuentes?
Tiene su mérito la cosa, pues no es sencillo encararse con una banda de matones escorados al desbarre delictivo, acostumbrados a que les hagan la ola en cualquier ciudad española, mimados por las juntas directivas del sacrosanto Osasuna y, todo ello, para mayor inri parapetados en la identidad colectiva autodenominada abertzale y su sectaria protección. ¿Futboleros, delincuentes y abertzales? ¿Delincuentes, futboleros y abertzales? o ¿abertzales, futboleros y delincuentes? No importa, pues en esta ocasión el orden de los factores no altera el producto.
Al caso le queda no poco recorrido judicial en el que pueden pasar muchas cosas: no descarten, pues, sorpresas diversas, presiones, filtraciones, manifestaciones, fotografías comprometedoras, pruebas de última hora, etc. Pero, y ya venía siendo hora, los ciudadanos decentes, la gente de pueblo normal, necesitábamos un chute de alegría y seguridad de este tipo: que, por fin, un juez se mostrara fuerte con los fuertes, y no fuerte con los débiles o débil con los fuertes; que es lo que sucede tantas veces. Una incómoda realidad que tanto desmoraliza a la ciudadanía; además de la característica y resignada lentitud judicial que –estos días— viene alarmando, por ejemplo, a Esperanza Aguirre —ahora— en relación a sus procesados amigos Lucía Figar e Ignacio González.
Por si no les suena el nombre, les diremos que Eduardo Mata es el discreto —y más que bueno, buenísimo, pero de pura bondad— Juez de vigilancia Penitenciaria de Navarra. El único que hay.
Este magistrado, decíamos, ha acordado que las comunicaciones con el exterior de los tres gorilas encarcelados desde el pasado 13 de marzo ya no sean intervenidas, por la dirección de la prisión de la colina de Santa Lucía, en coherencia con los protocolos aplicables a los sospechosos de actuación terrorista en cualquiera de sus modalidades, por elementales motivos de seguridad.
Eduardo Mata, Don Eduardo para todo el mundo, al igual que sus colegas de la Audiencia Provincial de Navarra considera que estos muchachos vinieron a Pamplona por pura casualidad, pues «… no existe referencia alguna a que los hechos se hubieren desarrollado en el ámbito de una organización o grupo criminal, no existiendo concreta referencia a ninguna organización o grupo criminal de las características contempladas en aquellos artículos, como intervinientes en esos hechos objeto de dicho atestado y cuya finalidad sea la comisión de delitos de terrorismo».
Pobrecitos, seguro que alejados de sus cálidos hogares cualquiera les habrá engañado; su relación con ETA, ATA o lo que sea, no existe
De modo que, si hemos entendido algo —pues un pobre mortal difícilmente está capacitado para comprender la gran trascendencia y el alto sentido de las resoluciones judiciales— los tres salvajes del Goierri vinieron desde su idílica y pastoril Rentería natal a Pamplona de turismo; que su relación con ETA, ATA o lo que sea, no existe; que la juerga fue espontánea e improvisada. Pobrecitos, seguro que alejados de sus cálidos hogares cualquiera les habrá engañado; o pasaban por allí y la policía, pues ya se sabe…; o un par de copas y cómo rechazar una fiesta; o estaban jugando a policías y lad…, perdón, abertzales, ese juego de niños tan popular en algunas ikastolas.
En cualquier caso: ¡qué abuso!, ¡qué exceso! Ni sentido común, ni prevención alguna, ni experiencia profesional. Y es que de los carceleros y sus jefazos de Madrid, cualquier cosa. Menos mal que los puritanos están para remediarlo…
Tal será la cosa que el propio juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ha criticado a sus colegas navarros, según ha recogido alguna prensa navarra el 26 de abril, acusándoles de banalizar el terrorismo. Lástima que lo afirme un juez que participa en tantas ruedas de prensa. Mejor, pensamos, trabaje —cuanto más mejor— en silencio y que hablen otros.
Estos jueces navarros no recuerdan que hace 10 años unos como éstos les habrían “ejecutado” sin pensárselo dos veces
Seguramente estos jueces navarros no recuerdan que hace 10 años unos muchachos como éstos les habrían colocado en los bajos de su coche familiar una “tableta” explosiva o les habrían “ejecutado” sin pensárselo dos veces caso de recibir la orden y presentarse la ocasión. Pero los tiempos cambian, ¿o no?
Hablábamos de sentido común, ése que caracteriza a la gente sencilla que lucha a diario por sobrevivir dignamente y tratar de entender lo que está pasando. No en vano, se trata de una falta absoluta de sentido común, o un ejercicio irresponsable de buenismo, de ignorar la realidad, distorsionarla a golpe de sofismas, mirar pero sin querer ver que terrorismo es terrorismo; ya sea de “alta” o de “baja” intensidad. Tiro en la nuca o kale borroka.
Ayer, hoy y mañana. Si se perpetra cualquier modalidad de terror en nombre de un proyecto ideológico y con una estrategia, ¡eso es terrorismo! Aquí y en Corea del Norte. En la Rusia de los Zares o en la aburrida Bélgica. Lo haga un “lobo solitario” o una banda internacional; que hay de todo y para eso es terrorismo y no filantropía o turismo activo. Después vendrán los matices: que si colaborador, encubridor, integrante de la banda, dirigente, sicario a sueldo, que si asesinato, robo de explosivos, estragos o acoso a jueces…, tecnicismos —para la inmensa mayoría de gentes normales— en suma.
Debemos estar agradecidos al juez Otamendi; respecto a Mata, Eduardo, y sus colegas, lamentablemente no podemos decir lo mismo
Cuando en la práctica judicial el sentido común está ausente o es politizada, o se interpreta al servicio de los dogmas de lo políticamente correcto, o del alternativismo jurídico marxista, o se cede a la presión mediática o ambiental, o al buenismo y a la autocomplacencia, entonces tal práctica ya no es justicia: ha dejado de ser justicia para ser pura y dura injusticia.
Cobardía y renuncia; aunque los argumentos a posteriori no falten y se sumen oportunistas palmeros de tantos colores e intereses bastardos.
Por todo ello, y sin que cause precedente, los ciudadanos que valoramos la paz social, que queremos creer en el funcionamiento de la justicia, que anhelamos poder confiar en las instituciones… debemos estar agradecidos al juez Otamendi, Don Fermín. Respecto a Eduardo Mata, Don Eduardo, y sus colegas, lamentablemente no podemos decir lo mismo.
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