mayo 31st, 2017 by Custodio Ballester Bielsa

Redacción: Custodio Ballester Bielsa, Sacerdote de la Parroquia Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat (Barcelona)-. Primera parte del fenómeno: no importa cuán intensamente nacionalista seas, que no te perdonan que vayas contra sus dogmas de ingeniería social. Es decir, que viendo que en cuestión de nacionalismo, Xavier Novell, obispo de Solsona, era uno de los suyos, podían haber sido con él un poco más condescendientes. Hospitalet de Llobregat (Barcelona) España, miércoles 31 de mayo de 2017. Fotografía: Solsona (Lérida) España, Domingo, 28 de mayo de 2017. (Lasvocesdelpueblo y Agencias)-. Los atacantes lo ha hecho con trapos separatistas de Convergencia, ERC y CUP y el símbolo de los gais, Transexuales, Lesbianas y Bisexuales (LGTB). Xavier Novell, el catalán obispo de Solsona (Lérida), ha tenido que salir de la iglesia parroquial de Santa María del Alba escoltado por los Mozos de Escuadra, la Policía Local y algunos feligreses, entre ellos una cristiano negro que ha arropado al obispo hasta el coche, en medio de la fuerte ataque (escrache) de feministas y separatistas que se han concentrado este domingo, 28 de mayo de 2017, en la plaza Mayor para rechazar sus últimas declaraciones, en las que relacionaba la orientación sexual con la ausencia de la figura paterna. Lasvocesdelpueblo.

La lección es estremecedora: no se puede ser nacionalista catalán y cristiano al mismo tiempo

Pues no, en absoluto. Porque si no acepta una parte esencial del nuevo Estado catalán, como es la ideología de género, queda convertido automáticamente en enemigo de la nación que están construyendo. Porque en su lógica, no se puede ser buen nacionalista catalán si no admites todos los dogmas de la nueva nación: entre ellos, los de la ingeniería social.

La lección es estremecedora: no se puede ser nacionalista catalán y cristiano al mismo tiempo. En absoluto. Y mucho menos, obispo católico ejerciendo como tal en la nueva Cataluña independiente. Porque o eres nacionalista partidario de la República Catalana con toda su ideología progre completa, sin recortes, o eres un traidor a la nación. Así de simple: o todo, o nada. A este respecto no vale lo que pienses tú, sino lo que piensan -e imponen- ellos. Avisados quedan los demás obispos y sacerdotes que ansían serlo de la nueva Cataluña: han de renunciar a cualquier principio religioso que choque contra la Constitución del Estado Catalán. Y si en el fondo de su corazón no renuncian, cerrar rigurosamente la boca, renunciando a predicar la doctrina y la moral católica.

En el primer momento les dejarán vivir sin obligarles a abdicar públicamente de su fe, Un auténtico pacto de silencio

Si pagan ese peaje de silencio, es de suponer que al menos en el primer momento les dejarán vivir sin obligarles a abdicar públicamente de su fe. Pero esto es una suposición, sólo una hipótesis sostenida en el tramo de experiencia que llevamos andado. Mientras la Escuela Cristiana ha dejado hacer a la Generalitat y le ha consentido que promocionase en ella su ideario anticristiano, ésta no ha sido exigente con la dirección eclesiástica del colegio. Pero el precio ha sido el silencio. Callar y dejar hacer, es decir otorgar. Un auténtico pacto de silencio.

Ahí está la Revolución Francesa para aviso a navegantes extraviados: primero hicieron jurar a curas y obispos la Constitución Civil del Clero, convirtiéndoles en funcionarios públicos. A partir de entonces pasaron a ser clero juramentado, sometido a la ideología revolucionaria.

El obispo separatista catalán, Xavier Novell saluda a los fieles en el exterior del Palacio Episcopal. Por criticar la homosexualidad ha sido declarado ‘persona no grata’ en Solsona (Lérida) este martes 30 de mayo de 2017. Archivo ACN.

Aquellos que se negaron, fueron aquel clero refractario que mantuvo la fe del pueblo al precio de la persecución y de la muerte. Los funcionarios religiosos del Estado son una figura que se repite en muchos países, adoptando formas distintas en cada uno. La condición humana es tal, que la mayoría tiende al formato funcionarial en el que acepta, entre otras, la obligación de callar en las cuestiones en que chocan la doctrina de la Iglesia y la del Estado.

Los que vigilaban su silencio, en cuanto ha roto el pacto tácito de silencio, han puesto el grito en el cielo

El silencio es discreto: mientras se mantiene, no llama la atención. Pero se percibe su estridencia cuando se rompe. Mientras mantienes el silencio, nadie nota que estabas mudo; pero al romperlo, te estalla en la cara la violencia del silencio. Te das cuenta de cuán desquiciante era. Porque silencios hay más violentos que las palabras más duras; silencios que hieren más que los peores improperios. Es lo que ha ocurrido con Novell. Los que vigilaban su silencio, los que se lo habían impuesto como precio de la convivencia pacífica, en cuanto ha roto el pacto tácito de silencio, han puesto el grito en el cielo: Inaceptable que un obispo pueda hablar y expresarse según su conciencia. De todo punto inaceptable. Y si es necesario recurrir a la violencia para hacérselo saber, bienvenidas sean la violencia y la intimidación. Bien se le está tener que salir de una iglesia acompañado por la policía como un delincuente. Es así como se las gastan.

Los católicos no hemos de preguntarnos por las palabras de Novell, sino por su silencio y el de los demás obispos

Los católicos no hemos de preguntarnos por las palabras de Novell, sino por su silencio y el de los demás obispos. Un silencio tan dilatado, que parecía que no iba a tener fin. Pero gracias a Dios que habló monseñor Novell, porque gracias a su valentía, hemos podido saber de la tremenda fuerza, de la extrema violencia con que se les ha estado imponiendo a los obispos este silencio. Tenemos bien cerca el caso de monseñor Reig Pla, obispo de Alcalá, víctima de acoso constante por atreverse a predicar la doctrina de la Iglesia también si choca con el catecismo que nos imponen los políticos. Y tenemos bien reciente el acoso a D. Juan José Omella no porque proclamase la doctrina de la Iglesia sobre la homosexualidad, que no dijo al respecto ni una palabra; sino porque invitó a un homosexual arrepentido a dar una conferencia en la parroquia de Santa Ana. Tuvo que aceptar un nutrido comisariado político de la Generalitat en primera fila para intimidar al conferenciante a fin de que se abstuviese de decir libremente todo lo que quisiera. Así están las cosas.

‘Monjas del Sistema’, Sor Lucía Caram y Forcades, ésas sí integradas totalmente en él y asumiendo como propia su inmoralidad

Y si los obispos catalanes se pensaban que mostrándose favorables a la independencia de Cataluña y consintiendo que sus curas cuelguen banderas estrelladas de sus campanarios, les cedan los locales parroquiales a los independentistas y cambien sus homilías por mítines políticos; si se pensaban que con esto ya les perdonaban la vida, pues no. Está visto que sólo están dispuestos a convivir con la Iglesia mientras ésta calle y claudique. De momento; porque tal como nos han pronosticado ya las dos monjas del sistema, Sor Lucía Caram y Teresa Forcades Vila, ésas sí integradas totalmente en él y asumiendo como propia su inmoralidad, el silencio es sólo la primera fase de domesticación de la Iglesia. Luego seguirá la hoja de ruta que han marcado ya las dos monjas: la predicación explícita de la ideología del Estado.

 Están viendo afeitar las barbas de monseñor Novell; así que ya pueden ir poniendo a remojar las suyas

In infernum nulla est redemptio; en el infierno del nuevo Estado Catalán que pretende además ser faro de la humanidad en cuestión de laicismo, persecución de la Iglesia e imposición de toda inmoralidad empezando por los niños de la escuela, desengáñense, los señores obispos: en ese infierno que quieren vendernos como la tierra prometida, no hay redención para ustedes. Para ustedes no es la tierra prometida, a no ser que renuncien a predicar el Evangelio. Están viendo afeitar las barbas de monseñor Novell; así que ya pueden ir poniendo a remojar las suyas.

El obispo Xavier Novell es un gran traidor a la nación por osar cuestionar uno de sus dogmas: la homosexualidad

Y no se hagan ilusiones, señores obispos. Si se pensaban ustedes que Novell es uno de los suyos por impulsar la independencia de Cataluña desde la Iglesia, pues ya lo ven: Novell es un gran traidor a la nación por osar cuestionar uno de sus dogmas: que la homosexualidad es una opción sexual y social tan legítima como el matrimonio entre hombre y mujer.

Y eso, ya lo ven, no tiene perdón: porque eso forma parte inseparable de la nueva soberanía. Atentar contra eso es atentar contra la soberanía de Cataluña. Tal es la conexión entre la reivindicación de la soberanía de Cataluña y la proclamación de la homosexualidad como uno de los más preciados bienes sociales del nuevo Estado, que quienes firmaron la episcopal NOTA pro-independentista no pueden de ningún modo firmar una nota de adhesión a monseñor Novell: porque eso sería una explícita manifestación antiseparatista.

Se les exigirá también a todos ellos, que adornen con ropajes teológicos la doctrina oficial del nuevo Estado

Por eso, por imperativo político, se han visto obligados a dejar a Novell al pie de los caballos soberanistas. Ya puede escribir todas las NOTAS que quiera invocando la singularidad y la realidad nacional de Cataluña y todas esas cosas… No importa: si no se guarda para él solo sus opiniones sobre la homosexualidad, atenta contra la soberanía doctrinal de Cataluña.

De momento sólo se les exige a los obispos el silencio: más adelante se les exigirá también a todos ellos, que adornen con ropajes teológicos la doctrina oficial del nuevo Estado y que la proclamen con el mismo entusiasmo con que vienen proclamando el derecho del Pueblo de Cataluña a la soberanía. Las dos monjas intrépidas les han abierto el camino.

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mayo 13th, 2017 by Custodio Ballester Bielsa

Redacción: Custodio Ballester Bielsa, Sacerdote de la Parroquia Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat (Barcelona)-. Cuando Erdogán ganó el referéndum para la ampliación de sus poderes, el presidente francés se apresuró a formular públicamente (ante las cámaras de televisión) una súplica al reforzado presidente de Turquía. Le pedía por lo más sagrado, que no restaurara la pena de muerte, tal como había prometido en el programa y en la campaña. Hospitalet de Llobregat (Barcelona) España, sábado 13 de mayo de 2017. Fotografía: Acto de campaña electoral del candidato socialista (PSOE) a la presidencia de la República francesa, François Hollande, en el Bourget  -una localidad y comuna de Francia ubicada en la región de Isla de Francia, departamento de Sena-San Denis, en el distrito de Bobigny-, el pasado 22 de enero de 2012. Hollande ganó más tarde las elecciones en la segunda vuelta contra el entonces presidente en funciones Nicolás Sarkozy, del PP francés. Archivo Efe.

Políticos “progresistas” que al tiempo que promueven leyes profundamente malvadas, necesitan hacer una gran exhibición de bondad

La visión de la hipocresía de Hollande me golpeó con fuerza. ¡Qué farsante! Políticos “progresistas” que al tiempo que promueven leyes profundamente malvadas, necesitan hacer una gran exhibición de bondad. Porque quieren que les percibamos como inclinados al bien de la humanidad, como gente de bien. Y para que veamos cuán profunda es su bondad y cuán dispuesta a arrostrar todos los inconvenientes que surjan por su causa, van y eligen una forma de bondad realmente difícil y evangélica: no devuelvas mal por mal. Al que hace el mal, aunque sea el más terrible de los males (asesinatos, violaciones, torturas), al peor de los criminales, trátalo con benignidad y con humanidad; ni se te ocurra castigarle con proporcionalidad al mal que ha causado a los demás. Porque él sea malo, ¿vas a dejar de ser bueno tú?

Lo verdaderamente evangélico, el no va más del amor al prójimo… ¡Ahí está la gran virtud de los progres!

Pues no, no dejarán ellos de ser buenos, inmensamente buenos. Exhibirán con orgullo la bandera del no a la pena de muerte, a pesar de lo inmensamente duro que resulta dejar de matar al que mata, tortura, viola y causa enormes daños a los ciudadanos que se han confiado a la protección del Estado. Y si son capaces de ejercer una bondad tan heroica, es que ciertamente su bondad no tiene límites. Y nos bombardearán con sus seráficas doctrinas para que salgamos enfervorizados a la calle a clamar contra la pena de muerte. Y contemplarán satisfechos de sí mismos, cómo nos han contagiado su bondad. Es que ser bueno con los buenos y con los inocentes, no tiene mérito (¡ni les vale la pena!, dicen ellos). Lo verdaderamente evangélico, el no va más del amor al prójimo, es ser lo más bueno posible con los más malvados. ¡Ahí está la gran virtud de los progres!

Pero estos redomados hipócritas que sostienen que no es lícito matar al que mata (sobre todo si mata a inocentes que no están en guerra con él), luego van y se dedican a matar a miles… Eso sí, a ser posible desde un avión o desde un lanzamisiles, sin despeinarse. Y si eso no es posible, desde un poderoso tanque. ¿Pero eso no es matar? ¿Acaso son peores los que matan en otros países, que los criminales cuyas vidas defienden en su país? No, no son peores, en absoluto. Pero les dan caza y los matan sin contemplaciones. ¿No es eso muchísimo peor que la pena de muerte? Al menos a ésta le precede un juicio y la posibilidad de defenderse; los que matan en la guerra en cambio, no tienen escapatoria.

Pero a casi nadie se le ocurre pensar estas cosas, porque de hecho está prohibido. Es lo que tienen la verdad oficial y el pensamiento único. Los periodistas y comentaristas de televisión y los tertulianos, se atienen rigurosamente al dogma estatal y no ven la menor incongruencia entre el “no a la pena de muerte” y la más absoluta discrecionalidad para matar en régimen de guerra, aunque ni siquiera haya sido declarada. Ni estos sabios ni las masas aborregadas que claman contra la pena de muerte.

Hollande suplica al malvado Erdogán que no restaure la pena de muerte mientras también él se dedica al nobilísimo deporte del bombardeo

Y el piadosísimo Hollande suplica al malvado Erdogán, casi con lágrimas en los ojos, que no restaure la pena de muerte mientras también él se dedica al nobilísimo deporte del bombardeo y les vende a países en guerra armas para que se maten unos a otros. Es que la defensa de los derechos humanos le sale del alma a Hollande. Pero eso no tiene nada que ver con matar y ayudar a matar. A unos les está genial matarlos, y a otros fatal. ¿Cómo es posible que haya un artículo de los Derechos Humanos que prohíba matar de un modo, y no haya los correlativos que prohíban matar de tantos otros modos mucho más crueles? Claro, los derechos humanos son obra humana, a la medida de las pasiones humanas de quienes los redactaron. Por eso tienen esos enormes boquetes.

Y ese mismo presidente francés, tan humano, mientras pide a Erdogán que se abstenga de restaurar la pena de muerte, instaura en Francia la pena capital para los que aún no han tenido la suerte de nacer. Una pena que conlleva la tortura, el envenenamiento y el descuartizamiento. Y manda piadosamente que se enseñe esta nueva bondad en todas las escuelas, y castiga a los que se atreven a informar a la mujer embarazada, que puede librarse de abortar a su hijo. Y para asegurarse de que no prolifere esa mala gente, hasta ha prohibido las webs que defienden la opción de la vida del no nacido, contra la opción del aborto.

El abortador e infanticida Hollande conmina a Erdogán para que no ejecute a los peores malhechores condenados a muerte

Y ahí tenemos a este santurrón laico que promociona y paga con dinero público abortos e infanticidios a centenares de miles, llorándole al presidente de Turquía que se abstenga de devolverle a su país la pena de muerte. Se lo suplica por lo más sagrado. El abortador, el infanticida, conmina a Erdogán para que no ejecute a los peores malhechores condenados a muerte. Es que matar malhechores no tiene ninguna gracia. La gracia está en matar inocentes. Ésa es la santidad laica del presidente de Francia.

Erdogán a los musulmanes: 3 hijos no, ¡5! He ahí la nueva consigna: Campaña intensa para la repoblación de Europa con musulmanes

¿Y cuál es la respuesta de Erdogán? Muy interesante, sumamente interesante, porque deja a Hollande y a todos los Hollandes de Europa como unos estúpidos de siete suelas. Mientras los gobernantes europeos andan obsesionados por inventar nuevos derechos sexuales para reducir de manera drástica la población europea autóctona, Erdogán les dice a los turcos y a los demás musulmanes que llevan ya decenios ocupados en la repoblación islámica de Europa: tres hijos no: ¡cinco! He ahí la nueva consigna: Campaña intensa para la repoblación de Europa con musulmanes (y con mezquitas, ya muchas más que iglesias, descontadas las convertidas en museos), mientras los gobernantes occidentales hacen intensas campañas en favor de la despoblación de europeos viejos.

Y se supone que fuera de Europa, en sus fronteras, están los bárbaros, los dispuestos a restaurar la pena de muerte, y aquí en este bando están los inteligentes y avanzadísimos: los del aborto y el infanticidio a la carta, los del lobby gay; los de los embriones humanos congelados para lo que convenga (ahí está en Barcelona el nuevo edificio de la Fundación de Investigación del arzobispal Hospital de San Pablo que se anuncia como banco de tejidos); los del próspero mercado de órganos procedentes del aborto y del infanticidio (cuanto mayores son los “donantes” de órganos, más alto es el precio); los del hipermercado de los sexos, incluido el adoctrinamiento de los menores en esa novísima oferta. Y dicen que todo esto es para construir Europa conforme al modelo más progresista que jamás vieron los siglos.

Matar inocentes en infanticidios, guerras y eutanasias pero, los criminales, que no nos los toquen; son lo más sagrado que tenemos

Y entretanto, montando guerras donde convenga: toda la primavera árabe, además de la guerra de Siria, las de África y las que convengan: al fin y al cabo para matar gente. Pero eso sí, por lo más sagrado, que no nos toquen a los países desarrollados moralmente y económicamente, el núcleo duro da la bondad occidental fundamentada en los Derechos Humanos. Matar inocentes, todos los que sea: en infanticidios, en guerras y eutanasias. Pero los criminales, que no nos los toquen; son lo más sagrado que tenemos. Son la gran prueba de nuestra superioridad moral. De la superioridad moral de los infanticidas. Por eso Erdogán, que lo tiene tan claro, proclama a las mujeres musulmanas que viven en Europa: Lo de tres hijos ya no es suficiente. ¡Que sean cinco!, mientras en Europa y en América decimos: matarlos con sólo tres meses no basta; que sea infanticidio flagrante; ya no importa la edad; mientras no saquen la cabeza del vientre que se ha constituido en barrera de sus derechos, no los tienen. Y por consiguiente tampoco existe la relación de familia. No hablamos pues de madre-hijo, sino de vientre-feto, cual corresponde a reses y esclavos. La distinción dentro-fuera es tan importante hoy como lo fueron un día las distinciones blanco-negro, libre-esclavo.

Los guardianes del rebaño mudos, y las pocas voces que gritan en el desierto reprimidas con eclesiástica pusilanimidad

Pues de eso se trata… de un sistema corrupto y autodestructor, con unos súbditos sometidos, aletargados por las subvenciones públicas, el porno duro y el sexo a la carta, incapaces de ninguna oposición seria al pensamiento oficial y único. Los guardianes del rebaño mudos, y las pocas voces que gritan en el desierto reprimidas con eclesiástica pusilanimidad… Si no se atreven, si tienen miedo, si han perdido los arrestos y tal vez la fe para subir a la Cruz, que dejen al menos de poner bozales a los bueyes que aún continúan trillando (cf. 1 Timoteo 15,18).

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